Índice de contenidos
Allá donde el Duero avanza entre dos inmensas murallas rocosas ejerciendo de frontera entre España y Portugal, encontramos uno de los parques naturales más fascinantes de Europa. Te invitamos a que nos acompañes en este viaje por todo lo que ver en los Arribes del Duero. Desde los furiosos Pozo de los Humos y cachón de Camaces, pasando por apabullantes balcones como el Fraile y el mirador de Las Barrancas hasta llegar a localidades con encanto como Fermoselle. Salamanca y Zamora comparten una joya que se mantiene al margen del turismo de masas y donde el tiempo parece haberse detenido
Escribir de viajes está totalmente reñido con la objetividad. Resulta muy complicado dejar de lado la pasión y las sensaciones tan personales que un determinado paisaje provoca en una persona, pero que quizás no despierta en otra. Las o los Arribes del Duero (el femenino es más usado en Salamanca y el masculino, en Zamora) son nuestra debilidad. ¿Cuál es la razón? Es complicado dar solo una. En primer lugar y, por encima de todo, está su arrebatador paisaje. Uno de los más agrestes y cautivadores de la ‘piel de toro’. El Duero avanza pausado por la mitad de un cañón que en algunos puntos alcanza los 400 metros de altura. Encorsetado por el freno que ejercen presas como las de Bemposta, Saucelle y Aldeadávila, al espectáculo del río encajonado se le unen sus afluentes, que también forman sus particulares arribes. Las del Águeda, el Huebra y el Tormes, son algunas de las más bellas.
Otra razón de peso es la calma chicha que se respira en la mayoría de sus parajes. Fuera de sus puntos más populares como la cascada del Pozo de los Humos y el mirador del Fraile, la soledad es la nota dominante. Los abandonados cultivos en bancales de vides, olivos, almendros y frutales, son las cenizas de un pasado donde los arribereños tuvieron que pelearse con las condiciones del terreno para salir a flote. Hoy los caminos que discurrían por esas parcelas se han convertido en formidables senderos en los que asomarse al curso del Duero.
Qué ver en los Arribes del Duero entre cascadas, miradores, senderos y pueblos con encanto
Un viaje a los Arribes del Duero tiene que incluir obligatoriamente las cuatro patas sobre las que se sostiene el parque natural: las cascadas, los miradores, los senderos y los pueblos con encanto. Sus 1.000 kilómetros cuadrados dan para mucho más que una escapada de fin de semana. Las Arribes hay que beberlas como el formidable vino que se produce en sus tierras. Muy poco a poco y saboreando cada matiz. Disfrutando del privilegio de recorrer en solitario algunos de sus parajes. Te invitamos a seguir esa misma filosofía leyendo este post donde vamos a repasar qué hacer en los Arribes del Duero con todo lujo de detalles.
Alojamientos en los Arribes del Duero
Sin el desarrollo turístico de otros enclaves bandera de Salamanca y Zamora como la Sierra de Francia o el Lago de Sanabria, los Arribes del Duero se han ido forjando una pequeña pero interesante red de alojamientos. Casas y hoteles rurales donde encontrar el auténtico significado de la palabra desconexión. Uno de los más interesantes es la posada real Quinta de la Concepción en Hinojosa de Duero. Está ubicada al pie de la carretera que une este municipio con el salto de Saucelle. En mitad de la naturaleza. Un remanso de paz con piscina, pista de pádel y toda clase de servicios.
El pueblo con más encanto de los Arribes del Duero es Fermoselle. Allí se ubica la posada Doña Urraca. Ocupa una casa centenaria que está equipada con todo lujo de detalles, pero manteniendo la decoración tradicional.
Junto al salto de Saucelle se encuentra uno de los alojamientos más singulares de los Arribes del Duero. El complejo Aldeaduero tiene su origen en el poblado que se construyó para los trabajadores que levantaron la presa. Hoy está compuesto por una hospedería rural con piscina, pistas de tenis y terraza y unas casas rurales hasta para seis personas.
Otros alojamientos destacados son los hoteles rurales Rinconada de las Arribes y Corazón de las Arribes y la casa rural Mimbrero, en Aldeadávila de la Ribera y la Posada de los Aceiteros en Ahigal de los Aceiteros. Con una excelente valoración de los usuarios también recogemos la casa rural El Zumaque en Pereña de la Ribera y la casa rural Abuelo Román en Masueco.
🛏️ Los mejores alojamientos en los Arribes del Duero
Miradores de los Arribes del Duero
Una de las mejores cosas que hacer en los Arribes del Duero es asomarse a sus miradores. Atalayas imponentes donde contemplar el calmado curso del río. No hay dos iguales. En Aldeadávila, por ejemplo, apabulla la profundidad del cañón, donde la roca granítica forma dos paredes verticales desprovistas de cualquier rastro de vegetación. Sin embargo, en Saucelle, las montañas se derrumban sobre el lecho fluvial dando lugar a fructíferos campos de viñas, olivos y frutales. Aunque en este post repasamos más de una treintena de miradores de las Arribes de Salamanca, Zamora y Portugal, vamos a mencionar algunos de los más importantes.
Picón del Moro (Saucelle. Salamanca)
Desde se inauguración en 2019 se ha convertido en uno de los grandes miradores de los Arribes del Duero. Se encuentra en la localidad de Saucelle, concretamente a unos 500 metros de la carretera que desciende desde el pueblo hasta la presa del mismo nombre. Bastará con dejar el coche en la zona del merendero de La Dehesa y ascender hasta este balcón construido en un roquedo que se asoma al curso del Duero. Desde esta atalaya veremos el mirador portugués de Penedo Durao, el salto de Saucelle, la desembocadura del Huebra en el Duero y los cultivos en bancales que pueblan las riberas.
Mirador de La Code (Mieza. Salamanca)
Miguel de Unamuno fue uno de los grandes enamorados de las Arribes del Duero y no dudaba en escaparse a estos parajes para respirar la paz y el sosiego que le aportaban. Para el escritor, el mirado de La Code de Mieza era el “más imponente de la ribera”. No se quedó corto, porque esta atalaya tiene todas las características para enamorar al visitante. Es accesible en coche y está ubicada junto a la cueva donde se encuentra la imagen de la Virgen del mismo nombre.
Mirador del Fraile (Aldeadávila de la Ribera. Salamanca)
El mirador del Fraile es el mejor lugar donde se aprecia la profundidad del cañón del Duero. En este punto las paredes graníticas tienen más de 400 metros de altura y las aguas del río están totalmente domesticadas por la presencia de la presa de Aldeadávila, escenario de cine en filmes como ‘Doctor Zhivago’ y el último de la saga de ‘Terminator’. El acceso es muy cómodo ya que se llega en vehículo hasta las proximidades del mirador que ha sido remozado recientemente con la colocación de una gran pasarela sobre el río.
Mirador de la ermita de Nuestra Señora del Castillo (Pereña de la Ribera. Salamanca)
En una loma al norte de la localidad de Pereña de la Ribera se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Castillo. Su privilegiada ubicación, apreciada por los pueblos prerromanos que construyeron allí un castro, permite que cuente con uno de los mejores miradores de los Arribes. Un balcón que muestra al Duero formando un pequeño meandro mientras a ambos lados de la frontera la vegetación se abre paso de la forma más salvaje y auténtica.
Mirador de Las Barrancas (Fariza. Zamora)
Este mirador tiene muchas cosas en común con el anterior de Pereña. Ambos se sitúan junto a una ermita, que además tiene el mismo nombre: Nuestra Señora del Castillo. También los dos emplazamientos acogieron castros prerromanos y su acceso es muy cómodo en vehículo. En este caso también podemos llegar gracias a esta interesante ruta que transcurre por la ribera del arroyo del Pisón. Las Barrancas es además un excelente punto de avistamiento de aves.
Mirador del banco del Hullón (Villadepera. Zamora)
Una de las más gratas sorpresas que nos hemos llevado últimamente visitando los Arribes del Duero es el mirador del banco del Hullón. Se encuentra en la localidad de Villadepera. Para llegar hasta él hay que coger la pista que parte junto a las piscinas del pueblo. Es posible realizar los tres primeros kilómetros en coche hasta un aparcamiento y hacer el último caminando. El principal atractivo del mirador es que cuenta con un banco de madera que lo convierte en uno de los más fotogénicos de la vertiente zamorana de los Arribes.
Las mejores cascadas de los Arribes
Cuando nos preguntamos qué hacer en los Arribes del Duero, uno de los planes imprescindibles es visitar sus cascadas. La mayoría son estacionales, lo que obliga a acudir en época de lluvias abundantes. Pero cuando esto sucede, el espectáculo es sublime. La más popular es el Pozo de los Humos, pero a su sombra hay otro buen puñado de ellas. Las que están en la vertiente salmantina las mencionamos en este post donde se recogen las mejores cascadas de Salamanca. Pero vamos a hacer un repaso de las principales que hay en las dos provincias que integran el parque natural.
Pozo de los Humos (Pereña de la Ribera y Masueco. Salamanca)
Como escribió Miguel de Unamuno, “estaríase uno las horas muertas contemplándola fluir, dejándose ganar el espíritu por la sensación purísima que su constante curso nos produce”. El Pozo de los Humos es la cascada por excelencia de Salamanca. En época de precipitaciones generosas, adquiere la fuerza de un salto de agua tropical. Por eso nosotros la definimos como la ‘cascada amazónica’ de Salamanca. Como si de las cataratas del Iguazú se tratase, se puede visitar desde dos puntos. En Pereña de la Ribera se contempla desde la distancia. Desde allí también es posible bajar a su base, pero solo entre el 1 de septiembre y el 14 de febrero, al ser zona de especial protección de aves (ZEPA). Masueco ofrece una perspectiva más intensa gracias a las pasarelas que se asoman a la propia cascada. Desde allí vemos cómo el curso del río Uces se precipita a un abismo de 50 metros. Un espectáculo majestuoso.
Pozo Airón (Pereña de la Ribera. Salamanca)
Si el Pozo de los Humos lo hemos rebautizado como la ‘cascada amazónica” de Salamanca, para el Pozo Airón hemos elegido el título de ‘cascada reversible’. La razón es que se puede contemplar por ambos lados gracias a una pequeña cueva que se ha formado en la roca granítica. El Pozo Airón está en Pereña de la Ribera. Para llegar hasta él desde el pueblo nos espera una ruta de 5,6 kilómetros (ida y vuelta), primero por una pista y finalmente por un bello sendero. Tenemos la opción de avanzar en coche hasta el final de la pista y de esta forma hacer solo 2,2 kilómetros (ida y vuelta). El Pozo Airón tiene 20 metros de caída y se nutre de las aguas del arroyo de Los Cuernos.
Cachón de Camaces (Hinojosa de Duero. Salamanca)
Además de una soberbia cascada que ver en los Arribes del Duero, el cachón de Camaces es la más accesible del parque natural. Se encuentra al pie de la carretera SA-330, la que une Hinojosa de Duero y Lumbrales con Saucelle a través del serpenteante puerto de La Molinera. Como ocurre con todas las cascadas de Arribes, es estacional y depende de lo abundantes que hayan sido las lluvias. Está situada en el cauce del río Camaces y su mirador permite contemplarla de perfil.
Cascada del Pinero o cola de Caballo (Masueco. Salamanca)
El Pozo Airón no es la única cascada ‘reversible’ de Salamanca. En esta nómina también hay que incluir la cascada del Pinero o Cola de Caballo. Está ubicada en el término municipal de Masueco y su entorno en sin duda uno de los más bellos que hay en los Arribes del Duero. Para llegar hasta ella en coche debemos tomar la pista que sale de la pedanía de Corporario y desciende en dirección a la playa del Rostro, de la que hablaremos más adelante. Pasaremos de largo un primer cruce donde sale una pista a la izquierda y nos detendremos ante el segundo para coger el camino que sale a la derecha. Avanzaremos hasta una explanada donde dejaremos el coche. El último kilómetro hasta la cascada lo haremos caminando por un bonito sendero. El Pinero es un salto de agua de 15 metros en el arroyo de la Puente. Gracias a unas cuerdas y cadenas caminaremos con mayor seguridad por detrás de la cascada.
Cascada del Remolino (Aldeadávila de la Ribera. Salamanca)
Aldeadávila de la Ribera tiene el privilegio y el honor de poseer la vertiente más espectacular que ver en los Arribes del Duero. En ningún otro lugar el cañón adquiere tanta profundidad. Deslizándose por esas paredes rocosas rumbo al Duero encontramos la cascada del Remolino o Rupurupay. Tiene veinte metros de altura y se nutre de las aguas del arroyo de Valdelosmaderos de Remolino. La forma más cómoda para llegar hasta ella es descender con el coche por una pista que une Aldeadávila con el mirador de Rupurupay. Desde allí parte un sendero hasta la cascada. En total son dos kilómetros ida y vuelta que permiten gozar de unas privilegiadas vistas del cañón del Duero.
Lastras de Aguas Bravas (Mámoles. Zamora)
Viajamos a la vertiente zamorana de las Arribes del Duero para descubrir dos de sus principales cascadas. La primera recibe el nombre de Lastras de Aguas Bravas y se localiza en la localidad de Mámoles. El salto se encuentra en el arroyo de la Rivera, tan solo unos metros antes de su desembocadura en el Duero. Para llegar hasta ella existe una sencilla ruta de senderismo señalizada que de 2,5 kilómetros por un bello entorno. Muy cerca de ella se ubica el espectacular mirador del Testero del Burro, uno de los más interesantes que ver en las Arribes zamoranas.
Cascada de Abelón (Abelón de Sayago. Zamora)
Es uno de los enclaves más populares de las Arribes del Duero en Zamora. Mientras en muchos de sus miradores y senderos es complicado encontrar visitantes, en la cascada de Abelón es muy probable que nos topemos con ellos. Se trata de un salto de agua que forma el arroyo de la Cunca poco antes de su desembocadura en el Duero en la localidad de Abelón de Sayago. Al igual que ocurre en la de Lastras de Aguas Bravas, para llegar hasta ella hay una ruta de senderismo muy sencilla que te contamos con todo detalle en este post. En total son 7 kilómetros circulares que, además de la cascada, permiten contemplar la desembocadura del Esla en el Duero, la peña de La Campana y los restos de la ermita de San Vicente.
Las mejores rutas de senderismo de las Arribes
Miradores, cascadas y, por supuesto, senderismo. Son los tres pilares que se entremezclan cuando hablamos de visitar las Arribes del Duero. Caminar por los senderos que en su día utilizaron los habitantes de la comarca para desplazarse de un pueblo a otro o acudir a sus cultivos es una delicia. Y mucho más si nos acompaña la vista de las dos murallas rocosas abrigando el curso del Duero. Es una pena que algunos de ellos tengan un deficiente mantenimiento que haga que la maleza los haya prácticamente borrado del mapa. Por eso vamos a repasar los que se pueden transitar con relativa facilidad.
Camino de Hierro en La Fregeneda (Salamanca)
Es la joya de la corona de las Arribes del Duero. El motor que tiene que servir para que esta comarca arranque y ocupe el lugar que merece. La históricamente conocida como ruta de los túneles y los puentes de La Fregeneda es un trazado de 17 kilómetros que está llamado a ser uno de los más espectaculares de toda Europa. En esta guía te contamos cómo hacer el Camino de Hierro con información sobre sus horarios, entradas, la mejor época para realizarlo y los datos prácticos que necesitas para acometer esta maravillosa aventura.
Sendero del picón de la Tabla en Pereña de la Ribera (Salamanca)
Uno de los mejores senderos que hacer en los Arribes del Duero en su vertiente salmantina. Es un itinerario circular de 13 kilómetros que parte del casco urbano de Pereña de la Ribera, pasa por la ermita de Nuestra Señora del Castillo y su privilegiado mirador y alcanza la mole granítica del picón de la Tabla. Gran parte del sendero se asoma cuan balcón al cañón del Duero. Aquí tienes toda la información sobre esta ruta.
Ruta Monte el Puerto – Picón de Felipe en Aldeadávila de la Ribera (Salamanca)
La inmensa profundidad del tajo del Duero a su paso por Aldeadávila de la Ribera se aprecia a la perfección en esta ruta circular de casi 16 kilómetros que desciende desde el casco urbano hasta el mirador de Rupitín para proseguir en paralelo al río por el monte el Puerto hasta el imponente mirador del Picón de Felipe. Consulta aquí el track de la ruta.
Sendero de los Piconitos en Villarino de los Aires (Salamanca)
Esta senda baja desde la localidad de Villarino de los Aires hasta las proximidades del curso del río entre antiguas parcelas de olivos y viñedos. El camino alcanza las proximidades del paraje de Ambasaguas donde el Tormes desemboca en el Duero junto a la presa portuguesa de Bemposta. El regreso se realiza por un bonito sendero desde el que se divisan los últimos coletazos del Tormes formando sus particulares arribes. Consulta aquí el track de la ruta.
Ruta de las Arribes del Huebra y el castro de Saldeana (Salamanca)
El río Huebra también forma sus propias arribes dentro del parque natural que se aprecian a la perfección en esta ruta circular de solo 5,5 kilómetros. Los recuperados molinos del Arroyo Grande, el fabuloso mirador del Fraile y la Monja y el castro vetón de El Castillo, principales atractivos de este sencillo itinerario que parte de la pequeña localidad de Saldeana. Aquí tienes toda la información sobre esta ruta.
Rutas de los Molinos y el mirador de Las Barrancas en Fariza (Zamora)
Viajamos a la provincia de Zamora con una de las mejores rutas de senderismo que hacer en los Arribes del Duero. Este sencillo recorrido circular de 7,3 kilómetros recorre la rivera de Los Molinos en el arroyo del Pisón para llegar a uno de los mejores miradores del parque natural, el de Las Barrancas junto a la ermita de Nuestra Señora del Castillo. El regreso se realiza entre encinas y sabinas por una pista asfaltada. Aquí tienes toda la información sobre esta ruta.
Ruta de los Chiviteros de Torregamones (Zamora)
Los chiviteros son corrales realizados con las piedras graníticas con techos de paja donde se guardaba a los cabritos y corderos por la noche para ocultarlos de los depredadores. Estas construcciones son el hilo conductor de una bonita ruta de 16 kilómetros que parte de la localidad de Torregamones y se asoma al río Duero en el mirador del Bolo la Torta. Aquí tienes toda la información sobre esta ruta.
Ruta de los cañones del Tormes en Fermoselle (Zamora)
Cambiamos el Duero por el Tormes sin dejar el parque natural con una de las rutas más atractivas que hacer en el entorno de Fermoselle. Con 17 kilómetros circulares, este itinerario alcanza el que es sin duda el punto más bello de todo el recorrido que hace el Tormes desde su nacimiento en Gredos a su desembocadura en Ambasaguas. Sus particulares cañones regalan parajes singulares como el puente de San Lorenzo y los baños de Cordero. Aquí tienes toda la información sobre esta ruta.
Pueblos con encanto en los Arribes del Duero
Aunque los pueblos arribereños no tienen el magnetismo de los que encontramos en la Sierra de Francia, por ejemplo, sí existen algunos con un notable interés que no se pueden despreciar dentro de una ruta en coche por los Arribes del Duero.
Fermoselle (Zamora)
Se puede considerar la ‘capital’ de los Arribes del Duero. Fermoselle es la población más importante del parque natural con sus casi 1.200 habitantes. Fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1974 y conserva un trazado medieval de calles empedradas y empinadas que hacen de su visita un verdadero viaje en el tiempo y donde destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los mejores ejemplos del románico zamorano. Además, tiene una amplia nómina de miradores desde los que contemplar el curso del Duero, entre ellos los restos de su castillo de Doña Urraca del siglo XIII. Una de las peculiaridades que hacen especial a Fermoselle es que su subsuelo está agujerado cuan queso gruyer. Se trata de las bodegas que los fermosellanos excavaron para la producción de su apreciado vino. Es más que recomendable contratar este tour guiado que permite descubrir estas estancias subterráneas y, de paso, degustar algunos de sus caldos.
San Felices de los Gallegos (Salamanca)
También declarado Conjunto Histórico Artístico y uno de los pueblos más bonitos de Salamanca. San Felices de los Gallegos fue codiciado durante siglos por su estratégica situación fronteriza en las Arribes del Águeda. Fue portuguesa durante un tiempo y de esa época procede su castillo del siglo XIII. Los españoles lo blindaron con una muralla redonda en el siglo XV y con otra en forma de estrella en el siglo XVIII. El castillo acoge un aula de interpretación y la localidad suma otros dos museos más, el del Aceite y el de la Cantería. En su entorno se localiza el majestuoso puente de los Franceses, que salva el curso del río Águeda.
Sobradillo (Salamanca)
Mirando fijamente a las Arribes del Águeda, Sobradillo posee también un interesante casco histórico y conserva una imponente torre del homenaje del que fuera su castillo del siglo XV que mandó construir Alfonso de Ocampo. El monumento ha sido rehabilitado y acoge actualmente la Casa del Parque del parque natural Arribes del Duero.
En la localidad también sobresale su iglesia de Santiago Apóstol, y a un par de kilómetros del pueblo se levantan los restos del convento de Santa Marina la Seca. Están situados en una finca privada, pero su silueta da una idea de la importancia de este complejo monástico del siglo XVI regentado por los franciscanos.
Otros planes que hacer en los Arribes del Duero
Miradores, cascadas, rutas de senderismo, pueblos con encanto… Ya tenéis un buen puñado de lugares que ver en los Arribes del Duero, pero todavía hay más. El parque natural compartido por Salamanca y Zamora guarda algunos ases debajo de la manga. Entre ellos se encuentran sus imprescindibles paseos en barco y algunas zonas de baño para refrescarse en los meses de verano.
Paseos en barco en los Arribes del Duero
Una de las actividades más cautivadoras que hacer en los Arribes del Duero es navegar por su imponente cañón. Las hoces, barrancas y farallones que ha modelado el agua y el tiempo adquieren desde el barco un carácter totalmente diferente. Uno de los paseos más famosos que hacer en el parque natural es el que realiza la empresa Corazón de las Arribes desde la playa del Rostro en Aldeadávila de la Ribera durante una hora. El precio del trayecto para adultos es de 18 euros y los horarios se pueden consultar en esta página web. Se trata de una embarcación panorámica cubierta con una cristalera que permite contemplar el paisaje en toda su plentiud.
En el muelle fluvial de Vega Terrón, en La Fregeneda, se encuentra atracado el barco de Duero Emoción que realiza una travesía que, según la modalidad, incluye el paso por una de las esclusas del río, una comida en Portugal y una cata de vinos para regresar posteriormente en autobús.
Desde el paraje de La Barca en la localidad de Vilvestre parte otro barco compartido con el municipio portugués de Freixo de Espada à Cinta. El precio es de 15 euros y tiene una hora y media de duración.
En Portugal existen también interesantes opciones para hacer paseos en barco por el tramo internacional del Duero. Muy aconsejable es la de Miranda do Douro que incluye además una degustación de vinos de Oporto y que puedes contratar aquí. En Bemposta también se realiza una travesía de dos horas de duración en una embarcación más pequeña.
¿Dónde bañarse en los Arribes del Duero?
Los meses de verano no es la mejor época para visitar los Arribes del Duero. Las temperaturas en el fondo del cañón se elevan considerablemente y puede resultar demasiado sofocante realizar una ruta de senderismo o asomarse a sus miradores. Sin embargo, existen varias zonas de baño en las que aplacar las altas temperaturas.
La más conocida es la playa del Rostro en Aldeadávila de la Ribera, una de las mejores zonas de baño de Salamanca. La única con la que cuenta el río Duero en la vertiente española. Posee un pequeño y alargado arenal artificial ubicado en uno de los bellos meandros que hace el río. Desde este punto parte además el crucero panorámico que mencionamos anteriormente.
También en Aldeadávila se localiza la playa fluvial del Rocoso en el pantano del mismo nombre. Cuenta con una zona de césped y sombrillas, con merenderos, aseos y hasta una pista de BMX y un rocódromo.
Ruta del Vino Arribes
El domesticado paisaje de las laderas del cañón del Duero alumbra destacados vinos que conforman la Ruta del Vino Arribes. El microclima mediterráneo del parque natural otorga un carácter único a los caldos con blancos y rosados frescos y tintos con toques afrutados. Juan García, Garnacha, Rufete, Tempranillo, Mencía, Bruñal, Verdejo, Malvasía Castellana, Albillo Mayor y Albillo Real son las variedades que se cultivan.
Uno de los planes más atractivos que hacer en los Arribes del Duero es visitar alguna de las bodegas de la ruta ubicadas en Pereña, Villarino, Fermoselle y Aldeadávila y, por supuesto, maridar estos vinos con las viandas que sirven los restaurantes de la zona y de los que hablaremos a continuación.
Dónde comer en los Arribes del Duero
El desarrollo de la restauración en los Arribes del Duero no ha alcanzado las cotas de otros enclaves naturales y turísticos de Castilla y León como la Sierra de Francia, las hoces del Duratón o la Sierra de Gredos, por poner solo tres ejemplos. Pasa algo similar a los que ocurre con los alojamientos. Sin embargo, existen restaurantes muy recomendables para comer bien en las Arribes del Duero haciendo un viaje a la cocina tradicional con productos de primera calidad. Estos son algunos de los que hemos tenido la oportunidad de probar.
🍽️ Restaurante Posada Doña Urraca (Fermoselle)
Es uno de los restaurantes más populares del parque natural Arribes del Duero y además cuenta con un alojamiento. Su cocina apuesta por los productos de proximidad con recetas tradicionales muy atractivas. En el restaurante de la Posada Doña Urracas se pueden degustar carnes de vacuno como su chuletón de ternera sayaguesa, las chuletillas de cordero sayagués, estofado zamorano de carrillera de ternera o el bacalao asado a la frontera. Ofrece además surtidos de embutidos de la propietaria y ensaladas y parrilladas realizadas con verdura de la huerta. Por supuesto se puede maridar con vinos de Arribes.
🍽️ Restaurante La Tinaja (Sobradillo)
Uno de los restaurantes más interesantes y desconocidos para comer en los Arribes del Duero. Está localizado en Sobradillo, junto a la Torre del Homenaje de los restos de su castillo. Apuesta por una cocina basada en los productos de proximidad que da como resultado platos que beben del recetario tradicional pero con pinceladas muy actuales y presentaciones muy cuidadas. Tienen un menú diario de 14 euros y una carta con precios muy razonables donde destacan platos como el secreto con patatas y cebolla caramelizada, el bacalao con salsa de miel, la carrillera de vacuno añeja y la hamburguesa de vaca limusina. En la carta de vinos tienen varias etiquetas de la zona, así como quesos arribereños.
🍽️ Restaurante de la Posada de los Aceiteros (Ahigal de los Aceiteros)
Además de un alojamiento muy acogedor para hacer una ruta por todo lo que ver en los Arribes del Duero, la Posada de los Aceiteros posee un restaurante donde se mima el producto y la elaboración. Cuentan con un menú diario donde aparecen platos como unas milhojas de manzana y foie, patas de pulpo braseadas, rabo de toro estofado o carrilleras al vino tinto. Los postres son caseros y la carta de vino también permite la opción de probar algunos de los maravilloso caldos de la DO Arribes.
Otros restaurantes recomendables para comer en los Arribes del Duero son El Paraíso en Aldeadávila de la Ribera, el mesón El Zebadero de Masueco y El Legado de Enrique en Pereña de la Ribera.
Cuando tengáis ocasión hacer esta ruta https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sobradillo-cachon-del-berrido-y-la-diabla-65819796
Gracias Francisco Javier, sí esa es la que hicimos pero a la hora de bajar al Berrido nos despistamos un poco, pero el resto la hicimos entera. En el artículo hemos puesto el enlace también a esta ruta para que la gente la pueda realizar ya que merece mucho la pena. Saludos.