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Cuando el calor del verano se hace insoportable y la playa más cercana la tenemos a tres horas en coche, hay que buscar alternativas. La más común es la piscina. Tostarse sobre el cuidado césped y darse un chapuzón de vez en cuando entre grandes dosis de cloro. No está mal el plan, pero se puede mejorar. Los que amamos la naturaleza preferimos una alternativa más salvaje. Más auténtica. Que nos permita volver a esos parajes que recorremos en primavera y otoño para hacer senderismo, pero de una manera diferente. Más sosegada. No importa incluso que haya que hacer una pequeña caminata, pero teniendo muy presente que al final vamos a tener un premio. Un regalo en forma de aguas cristalinas y frías, rodeadas de una frondosa vegetación que aborta cualquier pelea por una sombra. Enclaves únicos donde el baño revitaliza. Hablamos de las piscinas naturales. Ya sabemos que el suelo de estas albercas no es tan firme como el de los azulejos de las piscinas o tan fino como la arena del mar. También tenemos claro que posar la toalla en su entorno no es tan cómodo como hacerlo en el césped cortadito o en la playa. Y en muchas ocasiones llegar hasta estos lugares implica un cierto esfuerzo más allá de tener que aparcar el coche en la puerta y pasar por una taquilla. Pero ahí reside su encanto. Eso sí, para gustos colores.
España es rica en piscinas naturales. Una de las provincias que mejor las cuida y las promociona es Cáceres. Son incontables las que se reparten por Las Hurdes, La Vera y el Jerte. Pero en este post nos vamos a centrar en nuestra tierra, en las piscinas naturales de Salamanca. Es cierto que ninguna de ellas está declarada zona autorizada de baño por la Junta de Castilla y León. Por lo tanto no veremos socorristas y el chapuzón será bajo nuestra absoluta responsabilidad. También muchas carecen de un chiringuito en el que disfrutar de una cerveza fría, de unos vestuarios para cambiarse o de unos simples baños. Hay mucho trabajo por hacer ya que el potencial está ahí y por desgracia las piscinas naturales de Salamanca son un capítulo desconocido y muy poco difundido.
La primera persona que ha comenzado a realizar una labor de divulgación en este sentido es nuestro amigo Miguel Ángel Ávila. Es el autor de la «Guía de piscinas naturales de Salamanca» y además ha creado para la Diputación de Salamanca la aplicación móvil «Paisajes del agua». Él conoce como nadie esos pequeños paraísos acuáticos de la provincia. Piscinas, arroyos, pozas, caozos, playas fluviales y hasta una mina donde llevar de una manera más agradable y saludable los calores estivales. Nosotros hemos visitado algunas de ellas y vamos a hacer un repaso de diez de las mejores.
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Playas fluviales, pozas y piscinas naturales de Salamanca en los entornos más privilegiados
La mayor parte de las piscinas naturales de Salamanca se localizan en la Sierra de Francia y Las Batuecas. Entre sus castaños, robles, pinos, encinas y hayas se van abriendo pasos ríos como el Alagón o el Francia y arroyos como el de las Quilamas, San Benito, la Palla y otros muchos otros. La reserva de la biosfera de la «Toscana salmantina» es rica en zonas de baño que aparecen en los lugares más insospechados. Pero la Sierra de Francia no tiene el monopolio de estos pequeños tesoros. Las sierras de Béjar y Candelario y hasta las Arribes del Duero nos regalan bálsamos veraniegos de lo más interesante.
Piscina natural de Villanueva del Conde
NOTA: EN 2024 ESTA PISCINA SE HA CERRADO POR NO CUMPLIR LOS REQUERIMIENTOS DE LA CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL TAJO
Es una de las mejores piscinas naturales de Salamanca sin lugar a dudas. Ubicada a poco más de un kilómetro de Villanueva del Conde y junto a la carretera que une esta localidad con Garcibuey. Recibe el nombre de “Charco de la Cruz” y aprovecha las aguas del arroyo de San
Benito. Cuenta con una gran alberca de aguas frías y transparentes y está rodeada de un entorno idílico de rocas graníticas y vegetación. El entorno está cuidado aunque el espacio para colocar la toalla no es muy grande. Posee además un chiringuito con terraza donde preparan paellas, carnes a la brasa y otros platos. A diferencia de otras piscinas naturales de Salamanca, sólo es posible bañarse en la propia alberca y no en el arroyo. Eso no impide que se haya convertido en un espacio de gran magnetismo para sobrellevar las altas temperaturas.
Piscina natural de Valero
Es un clásico de las piscinas naturales de Salamanca. Una de las más antiguas y populares. Se encuentra a escasos metros del núcleo urbano de Valero aprovechando las fantásticas aguas del arroyo de Las Quilamas y abrigada por la sierra del mismo nombre. «El charco del pozo», que así se llama, se construyó en 1985 aprovechando la antigua fábrica de luz del pueblo y recientemente se le ha sumado un espacio de vestuarios y baños. Además de poder refrescarse en la propia piscina, hay un extenso espacio del arroyo de Las Quilamas donde el cauce es generoso y el baño es igualmente recomendable. Quizás su punto débil es que las áreas para colocar la toalla son, o bien de cantos, o bien dominadas por la maleza. En su día contó con un chiringuito que actualmente se encuentra cerrado.
Piscina natural de Villasrubias
Es uno de los complejos mejor equipados que podemos encontrar dentro de la nómina de piscinas naturales de Salamanca. Se encuentra en la localidad de Villasrubias, cercana a la provincia de Cáceres y en pleno corazón de la comarca del Rebollar. Se habilitó en el año 2015 aprovechando las aguas del río Frío. Además de la amplia y generosa zona de baño (con piscina acotada para niños), el complejo cuenta con una gran extensión de césped, merenderos, vestuarios, aseos, duchas y un restaurante.
En la piscina natural de Villasrubias no hay que pelearse por las sombras gracias al frondoso bosque de rebollos que la abriga. En 2021 el Ayuntamiento de Villasrubias estableció una entrada de 1 euro para poder utilizar la superficie de césped y la zona de vestuarios (el baño es libre y gratuito). Un precio simbólico que ayuda a mantener este enclave único donde se enclava también un interesante y concurrido chiringuito que sirve excelentes carnes a la brasa.
Piscina natural de San Martín del Castañar
Se encuentra en el casco urbano de una de las localidades más bellas de la provincia de Salamanca. Se vale de las aguas del arroyo Canderuelo para ofrecer una alternativa refrescante en la Sierra de Francia con una aceptable extensión de césped, además de vestuarios. Posee además una zona de merendero y, al encontrarse dentro de San Martín del Castañar, permite ir a comer a alguno de los interesantes restaurantes de la localidad.
Piscina natural del estanque de la Palla de Garcibuey
Una de las piscinas naturales más singulares de Salamanca es el estanque de La Palla en la localidad de Garcibuey. Técnicamente no es una piscina natural, ya que su función principal es la de depósito de riego de 3.000 metros cúbicos. Se construyó en 1940 para dar servicio a los agricultores de la zona, pero en los últimos años se ha popularizado como zona de baño.
Se localiza en un paraje denominado Collado de la Palla, un kilómetro al noreste del centro de Garcibuey. El estanque se nutre de las aguas del arroyo de La Palla, que están en constante renovación. La profundidad en toda la piscina es de dos metros y posee una escalera de acceso y una zona contigua con parasoles y merenderos. Otro de sus grandes atractivos es la presencia del chiringuito El Collado, un lugar con mucho encanto donde degustar pinchos y raciones elaboradas con productos locales de la Sierra de Francia.
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Piscina natural de Montemayor del Río
Es una de las joyas desconocidas de la provincia de Salamanca. Presidido por su imponente castillo y rodeado de un interminable bosque de castaños, Montemayor del Río es una de nuestras debilidades. Y como no podía ser de otra forma, también cuenta con una piscina natural. Para ello aprovecha el cauce del río Cuerpo de Hombre, que nace en las cumbres de la Sierra de Béjar. Eso hace que sus aguas sean gélidas, ya que proceden directamente del deshielo. El entorno posee una amplia superficie de césped y el puente de piedra, que permite el acceso a Montemayor, le da un carácter casi idílico.
Poza del Piélago
Dejamos las piscinas naturales en Salamanca para mencionar un par de interesantes pozas. La primera es una de nuestras zonas de baño favoritas. Se trata del Piélago y se ubica en la desembocadura del arroyo de Las Quilamas en el Alagón. Se accede fácilmente desde la carretera que une las Puentes del Alagón (El Pipero) con Valero. Simplemente hay que descender por una improvisada escalera empedrada y nos encontraremos dos pozas de un considerable tamaño y con una profundidad que, en algunos puntos, supera los dos metros.
Están rodeadas de vegetación de ribera para disfrutar de amplias sombras. Es quizás la zona de baño más salvaje y al mismo tiempo accesible y poco frecuentada que tenemos en tierras salmantinas. Como curiosidad, es habitual ver en el Piélago a numerosos peces que se acercan curiosos a tus piernas y sientes cómo te acarician con sus bocas.
Piscina natural de Rebollosa
En Rebollosa, entidad menor perteneciente a Herguijuela de la Sierra y justo en el límite entre Salamanca y Cáceres, se encuentra otra piscina natural muy accesible y poco frecuentada. Aprovecha las aguas del río Ladrillar, las mismas que surten a las piscinas naturales de Las Mestas y Riomalo de Abajo en la provincia cacereña. En algunas zonas la profundidad máxima alcanza los dos metros y cuenta con abundantes zonas de sombra para descansar. Posee además una fuente con agua fresca y hasta una cuerda que cuelga de un árbol para darse un chapuzón al estilo Tarzán.
Playa del Rostro en Aldeadávila de la Ribera
Aunque no son piscinas naturales como tal, no podemos obviar las playas fluviales con las que cuenta la provincia salmantina. Una de las más conocidas es la del Rostro, en plenas Arribes del Duero en Aldeadávila de la Ribera. Se accede por una pista desde la propia localidad que desciende de forma vertiginosa hasta la misma orilla del río Duero, en el mismo punto donde forma un meandro. Posee una amplia zona de arena que se trasladó hasta este lugar y desde allí también se puede tomar el barco que hace un pequeño recorrido por el curso del Duero hasta la presa de Aldeadávila.
Zona fluvial de Puente del Congosto
Hasta hace unos años fue la única zona de baño autorizada por la Junta de Castilla y León en Salamanca. A pesar de haber perdido esta distinción, la zona fluvial de Puente del Congosto sigue siendo un lugar muy frecuentado. En gran parte por la presencia de un camping en sus proximidades y de varios chiringuitos que también sirven comidas.
Con la vista perpetua del castillo de Los Dávila y de su puente medieval, la zona de baño Puente del Congosto se encuentra en el río Tormes y en mitad de un paisaje de inmensos domos graníticos. Tiene grandes zonas de sombra, aseos y un amplio aparcamiento. Las aguas del río en este punto son frías, pero cristalinas y profundas.
Otras piscinas naturales y zonas de baño de Salamanca
La provincia de Salamanca cuenta con más piscinas naturales y zonas de baño que se pueden encontrar tanto en la guía elaborada por Miguel Ángel Ávila como en la aplicación «Paisajes del agua». Entre ellas se encuentran por ejemplo, la del restaurante El Pipero en el paraje de las Puentes del Alagón. Tiene la ventaja de tener un maravilloso entorno repleto de sombras y un cuidado césped, pero con la parte negativa de la escasa circulación y, por lo tanto, renovación del agua en la propia piscina.
La playa fluvial de Sotoserrano en el río Francia y junto al camping Vega de Francia es otra reseñable y frecuentada zona de baño. Por su parte, el tramo del río Batuecas entre el Monasterio del Santo Desierto de San José y el canchal de las Cabras Pintadas está salpicado de pozas en las que refrescarse y aplacar los calores veraniegos. Pequeños paraísos de aguas cristalinas como el Charco del Rey. Nunca la expresión ‘estar en las Batuecas’ fue tan apropiada. Es la magia de un valle único que enamora.
Otra de nuestras piscinas naturales favoritas en Salamanca es la que forma el río Alagón a su paso por la localidad de San Esteban de la Sierra. Muy cerca de su bello puente medieval, el curso del río se ensancha gracias a una pesquera y permite darse un chapuzón en sus limpias aguas. No hay demasiados puntos abiertos para extender la toalla, pero sí algún recoveco entre la vegetación para acceder hasta este fantástico lugar.
No podemos dejar de mencionar también el área recreativa de El Rocoso, en Aldeadávila de la Ribera, una apacible zona de baño con césped, merenderos y baño. Aprovecha las aguas de un antiguo pantano que ha quedado sin utilidad. Y por último, y muy cerca de la capital salmantina, no podemos olvidar las playas fluviales de Huerta en el Tormes, una localidad que ofrece además actividades como paseos a caballo y alquiler de piraguas.
Excelente articulo y magnifico el recopilatorio Mymaps.
Muchas gracias Fernando, el objetivo es ponérselo fácil a la gente para que pueda localizarlas bien ya que las piscinas naturales de Salamanca están diseminadas por toda la provincia. Saludos.
Buenas Pablo,
gracias por el reportaje. Solo no estoy de acuerdo en una cosa. Mejor que no haya chiringuitos ni fáciles accesos. Me he cansado de ver lugares incríbles echados a perder cuando empieza a llegar gente.
Una pregunta, ¿hay alguna manera de importar tu mapa a mi google maps para uso privado? para cuando estemos de ruta por al sierra podamos saber dónde refrescarnos.
Gracias
Muchas gracias por tu comentario Mario. Tiene que haber de todo un poco. Piscinas naturales o pozas más solitarias y desconocidas que no se masifiquen, pero también otras que den vida a los pueblos con su chiringuito y sus visitantes. En el medio está la virtud. Pero egoístamente, cuanta menos gente haya, y más ahora, mejor jeje. Sobre el mapa que comentas, si pinchas en el icono de arriba a la derecha, que es como un cuadrado, se te abrirá en tu Google Maps y se quedará guardado con todas las piscinas. Otra opción es descargarte la aplicación Paisajes del Agua en tu móvil, donde aparecen más datos de cada una de ellas y también el propio mapa. Un saludo y gracias por visitar el blog.
Un comentario la piscina del pipero está circulando el agua todo el tiempo, no está estancada como indicas ya que es el agua del río la que entra y sale constantemente, además una vez a la semana se vacía por completo y se barre y limpia el suelo, un saludo 😉, hay que informarse de todo antes de comentar
Muchas gracias por tu comentario Carol y por visitar el blog pero en ningún momento en el artículo decimos que el agua esté “estancada”. Citamos la frase textual: “pero con la parte negativa de la escasa circulación y, por lo tanto, renovación del agua en la propia piscina”. Hablamos de escasa renovación no de estancamiento que son dos conceptos muy diferentes. Conocemos bien esa piscina porque vamos cada verano y alguno años con poco caudal del río la renovación es menor aunque como bien dices nunca deja de haberla. Sentimos que hayas interpretado mal nuestro artículo. El Pipero es un lugar que nos encanta porque se come muy bien y el entorno de la piscina está cuidado al máximo. Saludos.