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¿Quién dijo que La Palma es solo un destino para hacer senderismo? Una de las grandezas de la ‘isla bonita’ es precisamente su diversidad. En su amplio abanico caben por supuesto las playas. Arenales negros y fantásticas piscinas naturales modeladas en la roca volcánica que sorprenden al visitante. Por eso vamos a hacer un repaso de las mejores playas de La Palma. Para que después de una ruta de senderismo, nos podamos relajar en las cristalinas aguas del Atlántico y así enamorarnos todavía más de una isla que engancha.
El caso de La Palma es curioso. Teniendo unas playas fantásticas que podrían atraer a los que buscan únicamente tostarse bajo el sol y darse un chapuzón en el mar, nadie relaciona a la ‘isla bonita’ con este tipo de turismo. La explicación es sencilla. Las Canarias cuentan con otros destinos que, en materia de grandes arenales, no tienen competencia. Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote son los mejores ejemplos. Por si fuera poco, La Palma se ha relacionado históricamente con un tipo de viajero diferente que busca el contacto pleno con la naturaleza y la práctica del senderismo. Sin embargo, las playas de La Palma están ahí. De arena negra, eso sí, pero no menos bellas y agradables que las que hemos encontrado en otras islas. Es por este motivo que muchas personas que la visitan se llevan una tremenda sorpresa. Hay opciones para todos los gustos: playas urbanas y accesibles, otras vírgenes y más escondidas, piscinas naturales modeladas en la roca volcánica… Un fantástico muestrario que hizo posible que en nuestro viaje de una semana en La Palma pudiéramos hacer una ruta de senderismo por la mañana y darnos por la tarde un chapuzón relajante en el templado Atlántico. No se puede pedir más.
12 piscinas naturales y playas de La Palma
La ‘isla bonita’ está salpicada de numerosas playas y piscinas naturales que tuvimos la oportunidad de recorrer durante nuestro viaje a la isla. Aunque hay muchas más, estas son las principales piscinas naturales y playas de La Palma que son un aliciente muy seductor a la hora de visitarla.
Playa de Nogales
Todo lo que tiene de bella lo tiene de peligrosa. La playa de Nogales es más propicia para admirar que para bañarse. Está demasiado expuesta al oleaje y a las corrientes, por lo que no se aconseja meterse más allá de la cintura y solo en la zona balizada para este fin. Es fácil comprender que se trata de una playa muy del gusto de los sufistas.
En la temporada de verano cuenta con servicio de socorrista de 10:00 a 18:00 horas. De arena fina negra y 600 metros de larga, su atractivo radica en el imponente acantilado que la protege y que la priva de los rayos del sol a partir de las 16:00 horas. Por lo tanto, los que buscan tostarse sobre la arena, deben acudir por la mañana. Se llega por una pista asfaltada que parte desde Puntallana. Desde el aparcamiento hay que caminar 600 metros por una vereda que salva el acantilado volcánico.
Playa de Tazacorte
Nada más llegar a la playa de Tazacorte, un hamaquero nos dijo que estábamos en uno de los pueblos con más horas de sol de España. No lo dudamos teniendo en cuenta que ‘Lorenzo’ apretaba de lo lindo. Las hamacas y la sombrilla que alquilamos a precios populares nos salvaron de acabar achicharrados.
La playa de Tazacorte es un arenal accesible de 800 metros circundado por algunos restaurantes y coloridos bloques de apartamentos, pero sin un urbanismo salvaje. Está galardonada con la bandera azul y cuenta con toda clase de servicios como duchas, vestuarios, alquiler de kayak y otras actividades acuáticas. Es una playa familiar con aguas cristalinas y escaso oleaje gracias al dique que la protege.
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Playa de Puerto Naos
Junto con Los Cancajos, Puerto Naos es el enclave de La Palma que nos hace recordar a esas ciudades más impersonales de sol y playa que abundan en el Mediterráneo. Eso no resta interés a su playa, galardonada con la bandera azul al igual que su vecina de Tazacorte.
La serpenteante carretera que desciende hasta Puerto Naos nos permite ver su negro arenal rodeado de bloques de viviendas y algunos hoteles y todo ello abrigado por los cultivos de plátanos que llegan hasta la misma costa. Posee todo tipo de servicios, un gran aparcamiento próximo y una superficie de arena de unos 400 metros de longitud.
Playa del Charco Verde
Poco más de dos kilómetros al sur de Puerto Naos por una carretera que sortea los cultivos de plátanos encontramos una de las más espectaculares playas de La Palma. El Charco Verde es un regalo de la naturaleza donde la arena negra volcánica contrasta con los relucientes colores verdosos y azulados del agua. Se trata de una playa totalmente virgen desprovista de grandes construcciones y con dos puntos de acceso dotados de amplias zonas de aparcamiento.
El Atlántico en este emplazamiento es bastante benévolo y la superficie de arena de 150 metros suele contar con una ocupación alta debido a su belleza y accesibilidad.
Playa de Echentive o playa Nueva
Echentive se formó en 1971 con la erupción del volcán Teneguía. La tierra que pisamos al descender a la punta sur de la isla junto al faro de Fuencaliente es la más reciente que existe en el planeta. El paisaje que nos encontramos es inquietante y fascinante. Los colores negros, marrones y rojizos invaden un escenario yermo y desprovisto de cualquier rastro de vegetación.
Echentive o playa Nueva no es un lugar cómodo para pasar demasiado tiempo. Es una playa de guijarros en la que suele azotar el viento. Pero es imprescindible conocerla por lo diferente que es a cualquier otra que hayamos visto hasta la fecha. Cuenta con un aparcamiento de tierra junto a la carretera y se llega a ella tras caminar unos 300 metros por un sendero. En este trayecto nos toparemos con los denominados charcos de Echentive, unas pozas naturales de agua marina que adquieren tonalidades turquesa y absolutamente fotogénicas.
Playa Puerto Espíndola
Junto a la bella localidad de San Andrés y las piscinas naturales del Charco Azul encontramos esta coqueta playa de apenas 200 metros de largo y ubicada junto al muelle de Puerto Espíndola. Es un arenal muy accesible que normalmente no tiene una ocupación demasiado elevada. El oleaje en esta vertiente de la isla comienza a ser un poco más agresivo. Esta playa carece de grandes servicios y solo cuenta con una zona de duchas.
Playa de los Cancajos
Al norte del aeropuerto de La Palma se encuentra el enclave más turístico de toda la isla, Los Canajos. Es la zona preferida por los visitantes internacionales por la presencia de grandes hoteles como el H10 Taburiente Playa y numerosos bloques de apartamentos vacacionales. Desde aquí parten algunas excursiones que se realizan en la isla como la que nos llevó a realizar la ruta de los Volcanes. La playa de los Cancajos es un recogido arenal dividido en dos partes por un saliente rocoso. La presencia dos rompeolas hace que el Atlántico pierda fuerza, por lo que es un buen punto para darse un chapuzón con absoluta tranquilidad.
Los Cancajos es una de las mejores playas de La Palma para practicar esnórquel gracias a su riqueza submarina. La ocupación suele ser alta y posee todos los servicios que se le piden a una playa urbana de estas características.
Playa de Bajamar
A las puertas de Santa Cruz de la Palma y a los pies del imponente Risco de La Concepción tenemos esta agradable playa urbana de fina arena negra. Está galardonada con la bandera azul y su cercanía a la capital de la isla hace que la ocupación en los meses de verano sea alta, especialmente por familias. Si encontramos aparcamiento en la propia avenida Bajamar lo tendremos muy fácil para disfrutar de esta playa que cuenta con baños, duchas y zona de juegos infantiles.
Playa de Santa Cruz de La Palma
La playa más joven de la isla y para muchos la mejor. La capital de La Palma puede presumir de haber concluido con éxito uno de los proyectos más ambiciosos que ha afrontado. En 2011 comenzaron las obras de un sueño que en 2017 se transformó en realidad. Una extensa playa de fina arena negra volcánica que sustituyó a la antigua de cantos rodados conocida como la Caleta del Varadero.
La playa de Santa Cruz cuenta con una serie de diques que dejan unas aguas totalmente calmadas y cristalinas. Se encuentra pegada al recién estrenado paseo marítimo donde por las noches es un gusto caminar. A nuestro juicio es la mejor playa de La Palma si tenemos en cuenta la extensión de arena, la accesibilidad y la calidad del agua.
Piscinas naturales del Charco Azul
En la nómina de piscinas naturales de La Palma hay que mencionar a las más populares que posee la isla. La zona de baño del Charco Azul se encuentra en la localidad de San Andrés, descendiendo por una carretera repleta de plataneras. La mano del hombre ha modelado la roca volcánica para crear una serie de vasos de agua marina que en día soleados tienen una deslumbrante tonalidad azul. De ahí el nombre de estas piscinas naturales. Además de la gran piscina que está pegada al océano, hay otra más pequeña de suelo liso destinada a los más pequeños. El entorno está muy cuidado con numerosas zonas de sombra, vestuarios, baños y pasarelas. Su ocupación suele ser alta, pero sin duda es uno de los lugares imprescindibles que ver en La Palma.
Piscinas naturales de la Fajana
Menos concurridas que las del Charco Azul, las piscinas naturales de La Fajana en Barlovento se encuentran en la vertiente norte de la isla donde el ímpetu del Atlántico hace que sea imposible darse un baño si no llegar a ser por instalaciones de este tipo. Están compuestas por tres vasos, uno de ellos de un tamaño considerable. En una estructura superior se sitúa el espacio de hormigón dotados con sombrillas para extender la toalla y disfrutar de una agradable jornada de baño. El acceso es muy bueno, las piscinas poseen un gran aparcamiento y muy cerca de ellas se encuentra uno de los mejores lugares para comer en La Palma, el Asador El Campesino de Barlovento.
Porís de la Candelaria
Pocos lugares en el mundo son tan pintorescos como el Porís de la Candelaria. El pequeño pueblo marinero surgido en el interior de una cueva marina es singular de principio a fin. Desde que descendemos hasta él por una inclinadísima carretera que nace en Tijarafe hasta que nos adentramos en su particular y diminuto entramado urbano. Pero aquí estamos hablando de lugares de baño y el Porís de la Candelaria es uno de los mejores de La Palma. Desde su minúsculo muelle nos podemos zambullir en unas aguas absolutamente cristalinas y calmadas que permiten como en pocos lugares la práctica del esnórquel.