La catarata La Fortuna es una de las más espectaculares de Costa Rica. Una cascada de 70 metros en mitad de una exuberante vegetación tropical y donde incluso está permitido darse un chapuzón
No hace falta decir que Costa Rica es un país en el que la naturaleza lleva la voz cantante. Sus espacios naturales deparan un sinfín de sorpresas y una de ellas son las cataratas de vértigo que se pueden encontrar en varios puntos de su territorio. La mezcla del agua cayendo en cascada en un entorno repleto de vegetación, es una imagen idílica que conquista al visitante. ¡Pura vida! como dicen allí para comprobar de lo que es capaz la madre naturaleza.
La catarata de Río Celeste es sin duda la más bella de las que visitamos en el país centroamericano. El fenómeno que produce que el agua cambie de color y la hermosa ruta que transita por este impresionante lugar, la convierten en el destino más recomendable de todos por los que pasamos durante nuestro viaje a Costa Rica. Pero también nos dejó un grato recuerdo la catarata de La Fortuna ubicada junto al Parque Nacional Volcán Arenal.
Dónde alojarse en La Fortuna
La visita a la catarata de La Fortuna enmarcó dentro de nuestra estancia de un día completo en el Parque Nacional del Volcán Arenal. Concretamente decidimos alojarnos en la localidad de La Fortuna, un pueblo coqueto y muy turístico. Nos decantamos por el hotel Villas Vilma, ubicado en la carretera que une esta población con el volcán. No es un hotel al uso, ya que está compuesto por pequeñas casas independientes con su pequeño porche y vistas a un jardín precioso y muy cuidado. Por si fuera poco, cuenta con una pequeña piscina exterior con jacuzzi. El desayuno, casero y hecho al momento, se servía en una parcela colindante.
Aunque el hotel se encontraba a un kilómetro del pueblo más o menos, en los alrededores hay varios restaurantes en los que se puede comer bien y a unos precios asequibles.
Aunque no es demasiado grande, La Fortuna es uno de los pueblos más bonitos que vimos en Costa Rica. La imagen del Volcán Arenal como impertérrito escenario de fondo da lugar a una de las postales más conocidas del país. Eso siempre y cuando las nubes no rodeen la verde montaña que alberga el volcán, algo que por desgracia nos sucedió a nosotros. En La Fortuna hay un buen puñado de restaurantes, supermercados y también una sucursal del Banco Nacional de Costa Rica, ideal para cambiar moneda sin sufrir comisiones abusivas.
Cómo visitar la catarata de La Fortuna
Precisamente de este pueblo sale la carretera que lleva hasta la catarata de La Fortuna. Está a 6 kilómetros y su llegada no supone ningún tipo de problema. Nada más llegar nos encontramos con un recinto muy bien cuidado y moderno. Nos sorprendió que el edificio que alberga las taquillas, el restaurante y los baños fuera tan nuevo.
Como he mencionado la palabra taquillas habréis entendido de inmediato que hay que pasar por caja para disfrutar de la catarata. Por supuesto. En Costa Rica nada es gratis y este enclave no podía ser menos. La entrada tiene un precio de 5162 colones (8,64 euros) y el horario de visita es de 8:00 a 17:00 horas. Afortunadamente es un dinero que se emplea para la conservación del lugar para que el turista que llega a Costa Rica pueda seguir disfrutando de enclaves así.
En nuestro caso madrugamos para visitar por la mañana el Volcán Arenal y poco después del mediodía nos fuimos a la catarata de La Fortuna. De esta forma se ve sin ningún agobio las dos cosas en la misma jornada.
Nada más entrar en recinto hay un mirador desde el que se obtiene la imagen idílica de una cascada rodeada de vegetación (imagen inferior). En aquel momento, y durante mucho tiempo después, creímos que esta catarata era la de La Fortuna. Sin embargo, no es así. Se trata de la cascada de Pino Blanco cuyo acceso es más complejo. Cuando un amable lector llamado Luis Manuel nos advirtió de este error comprendimos que es imposible ver desde la lejanía a la catarata de La Fortuna. De cualquier manera, la panorámica de Pino Blanco envuelta de este verde tapiz es sin duda un atractivo más de la visita.
Para llegar hasta el salto de agua de La Fortuna hay que bajar por un sendero sencillo con escalones que se tarda en recorrer no más de quince minutos. El camino transita entre la abundante vegetación de la zona aunque no supone ninguna pérdida. Si hay un poco de suerte se podrán ver algunas de las especies que habitan en la zona. Nosotros vimos un mono aullador en un árbol. Lo pudimos inmortalizar gracias al zoom de la cámara. Por desgracia fue lo único que divisamos.
Una vez en la catarata, hay un mirador desde el que se puede admirar la caída del agua desde 70 metros de altura. Hay que apuntar que el río que alimenta a la cascada es el Tenorio y todo se encuentra en la base del cerro Chato, lugar hasta el que conduce una ruta dura pero muy interesante que nos dio tiempo a realizar.
A diferencia de otras cataratas, en la de La Fortuna es posible darse un chapuzón. Esto es algo que mucha gente no sabe, por lo que si no han llevado ropa de baño se quedan con las ganas de sumergirse en sus aguas. La zona de baño está a unos metros de la catarata para evitar que la fuerza del agua te empuje hacia ella. Si hay muchos turistas será complicado hacer algún largo aunque la gracia es remojarse un poco y disfrutar de un entorno precioso.
Después del relax que supone darse un baño en un lugar así, toca regresar por el mismo camino. La vuelta es lógicamente más dura porque es una constante subida, pero con calma y paciencia se solventa sin ningún problema.
La catarata de La Fortuna fue sin duda otra de las gratas sorpresas que tuvimos en Costa Rica. Un lugar con mucho encanto para disfrutar de la naturaleza en estado puro y dejarse seducir por la vida que desprende el país centroamericano.
Muy buenos recuerdos del viaje a Costa Rica y de la catarata la Fortuna, en particular. He llegado por casualidad a tu blog, el cual no conocía. Y me ha gustado mucho, estaré al quite con tus posts!
Gracias Jordi, igual te digo con Mil Viatges. Particularmente me gustó más la catarata de Río Celeste, pero la vista de La Fortuna desde el mirador que hay al inicio rodeada del frondoso bosque verde nos ha quedado grabada para siempre en la retina. Un saludo afectuoso.
Hola, me ha encantado tu blog y es que estoy organizando mi viaje a costa rica también. Es posible ir a la cascada por tu cuenta o tienes que contratar un tour?
Hola Ana. Gracias por tus palabras. Es posible visitar la cascada por libre, nosotros lo hicimos así. Para ello hay que disponer de coche de alquiler ya que se encuentra fuera del pueblo de La Fortuna. De lo contrario me imagino que se podrá acudir hasta la entrada en transporte público. No es necesario ningún tour, porque tan solo hay que bajar el sendero que lleva hasta la cascada, disfrutar de sus vistas y darse un baño en el agua. Un saludo.
Hola! Estoy organizando mi recorrido por la Fortuna y pensaba hacer lo mismo que hicieron ustedes…ir a la mañana temprano al parque Nacional a ver el volcán y luego por la tarde a la catarata….como no tenemos vehículo vamos a ir en bus hasta la entrada del parque arenal…Luego para ir a la catarata es largo el trayecto?? Hay que pagar las dos entradas o una te cubre todo??
Hola Analía, gracias por tu comentario y por visitar el blog. La catarata se encuentra un poco apartada del Volcán Arenal. Para ir hasta ella hay que regresar al pueblo y hacer cinco kilómetros por una carretera. Es mejor utilizar transporte, puesto que desde la entrada al bosque de la catarata hasta llegar a la misma también hay que andar un poco. Son dos entradas diferentes. Una cosa es la entrada para el Volcán Arenal y otra la de la Catarata de La Fortuna. Un saludo y gracias por visitarnos.
Muchas gracias por tu aclaración Pablo!!
Gracias a ti Analía. Un saludo y disfruta del viaje a Costa Rica.