Qué ven en Cienfuegos, un trocito de Francia en Cuba

Clásica, elegante, afrancesada, pero con un aroma caribeña encantador. Así es Cienfuegos, una de las sorpresas más agradables que nos deparó nuestro viaje a Cuba. En un día al completo pudimos recorrer los lugares más simbólicos de la cuna del genial artista Benny Moré. Patrimonio de la Humanidad y mucho más cuidada que otros lugares de la isla, la conocida como ‘Perla del Sur’, nos dejó un buen puñado de postales maravillosas. Las repasamos en este post con todo lo que ver en Cienfuegos

---

Cienfuegos era el ‘tapado’ de nuestro viaje a Cuba por libre en 8 días. Nuestras máximas expectativas estaban puestas en La Habana, Trinidad, e incluso en las playas de Varadero. Pero Cienfuegos quedaba en un segundo plano. Como una buena parada técnica de camino a Trinidad. Eso sí, con un puñado de buenas referencias que nos había dado el mayor experto en Cuba que conocemos, Jorge Moreta.

La ley de Murphy suele no fallar y finalmente Cienfuegos se convirtió en una de las sorpresas más agradable del viaje por la isla caribeña. Un día recorriendo las calles de la ‘Perla del Sur’ nos supieron a poco y brindaron un manojo de postales grabadas en la retina que cuando vuelven a la memoria provocan una placentera nostalgia. El colorido de los edificios de la plaza José Martí bajo un cielo plomizo que parecía haberse vestido para la ocasión. El paseo por su animado Malecón al atardecer. La cena en el restaurante Casa Prado Paladar mientras tocaban ‘Flor pálida’ de Marc Anthony. Las vistas desde la azotea del hotel Meliá San Carlos. Las piñas coladas que aplacaron el pegajoso calor en la terraza del Palatino… El cienfuguero más ilustre, Benny Moré, dejó claro en su canción más popular: “Cienfuegos es la ciudad que más me gusta a mí”. Pues eso.

Cómo llegar a Cienfuegos

Para recorrer Cuba por libre en ocho días decimos alquilar un coche en el aeropuerto de La Habana de la mano de Enjoy Travel, una empresa de absoluta confianza con la que tuvimos una experiencia de diez. A Cienfuegos llegamos en la segunda jornada que pasamos en la isla, en un viaje que de tres horas desde La Habana donde hicimos parada en la bahía de Cochinos. La ‘Perla del Sur’ está además a solo hora y media de Trinidad, por lo que resulta muy cómodo incluirla en un itinerario por Cuba.

También existen buenas comunicaciones en autobús entres Cienfuegos y La Habana, Trinidad, Varadero y Santa Clara, por ejemplo. La estación está ubicada en la calle 49, entre las avenidas 56 y 58. Es una de las mejores de toda la isla y bien organizada. La oficina de billetes de Viazul está en la planta inferior.

Dónde alojarse en Cienfuegos

Durante nuestra estancia en Cienfuegos nos alojamos en céntrico y elegante hotel Meliá San Carlos que reservamos a través de Enjoy Travel. Fue sin duda el mejor alojamiento de todas los que estuvimos durante nuestro viaje a Cuba por libre. Elegante, limpio, cómodo, moderno y confortable. No se le puede poner ni un pero. Está ubicado en uno de los majestuosos edificios próximos al parque José Martí. El restaurante donde se sirven los abundantes desayunos está en la azotea y goza de unas espectaculares vistas de toda la ciudad.

Qué ver en Cienfuegos en un día. 11 visitas imprescindibles

El estilo francés de Cienfuegos no es causal. Fue fundada por un galo a principios del siglo XIX con población blanca procedente de Burdeos, Filadelfia y Nueva Orleans. Lo que empezó siendo un simple campamento se transformó, tras la llegada del ferrocarril y el boom del azúcar, en una ciudad elegante de edificios neoclásicos. Aquí se produjo una sonada revuelta contra la dictadura de Batista antes de la Revolución y su declaración como Patrimonio de la Humanidad le dio un espaldarazo para garantiza la conservación de su casco histórico.

Llegamos a Cienfuegos a media tarde y la abandonamos al mediodía del día siguiente. Una jornada casi completa para recorrer la ‘Perla del Sur’ que nos dejó un inmejorable sabor de boca tal y como reflejamos en esta lista de los lugares que consideramos imprescindibles que ver en Cienfuegos. Si, como fue nuestro caso, disponéis de poco tiempo para ver la ciudad y queréis profundizar más en sus atractivos una sugerencia muy recomendable es contratar este ‘free tour’.

Parque José Martí

Es el centro neurálgico de la ciudad y el lugar que aglutina los mayores atractivos patrimoniales que ver en Cienfuegos. Alrededor de un amplio espacio ajardinado donde los cienfuegueros acuden a pasear o charlar sentados en sus bancos, se acumula una buena nómina de edificios del siglo XIX impecablemente pintados con tonos azulados, blancos, rojos y pastel.

Teatro Tomás Terry

El teatro Tomás Terry es quizás el mejor ejemplo de la elegancia de los edificios que se encuentran en el parque José Martí. Recibe el nombre del industrial venezolano que hizo en Cienfuegos una auténtica fortuna y que emparenta con los Terry de las bodegas gaditanas. Por sus tablas han pasado artistas como el mismísimo Enrique Caruso el interior está decorado con mármol de Carrara.

Catedral de la Purísima

Se trata de un templo bastante sobrio, pero afrancesado en su fachada. Este aspecto se nota especialmente al contemplar sus grandes ventanales. Al contrario de lo que sucede con el teatro Tomás Terry, es habitual verla abierta.

Museo Histórico Provincial y Palacio de Gobierno

Uno junto al otro, ocupan la vertiente sur del parque José Martí junto con el histórico café Palatino del que hablaremos más adelante. En el Museo Histórico Provincial es posible conocer la apasionante historia de Cienfuegos a través de diferentes colecciones. El Palacio de Gobierno, que no es visitable, destaca por su cúpula de color rojo que recuerda a la cúpula de Brunelleschi de Santa María del Fiore de Florencia.

Arco del Triunfo

Ubicado en el interior del parque en su zona oeste, es el único arco de estas características que hay en Cuba. Está dedicado a la independencia de Cuba y se encuentra junto a una estatua realizada en mármol de José Martí.

Palacio Ferrer

Sede de la casa de cultura Benjamín Duarte, fue el edificio que más nos llamó la atención en el parque José Martí. De un vivo color azul marino, destaca por su cúpula mirador vertebrado por una escalinata de hierro fácilmente visible desde fuera. La pena es que el acceso a esas escaleras está cerrado, peor su exterior es de lo más fotogénico.

Paseo del Prado

Es el bulevar por excelencia que ver en Cienfuegos. Una gran avenida que vertebra la ciudad de norte a sur y por la que transitan los vehículos en las dos direcciones con un espacio peatonal ajardinado en el centro. A izquierda y derecha se extiende el dédalo urbano cienfueguero conformando una perfecta cuadrícula.

En el paseo del Prado pasa la vida de Cienfuegos. Está mucho más animado que la plaza José Martí. Personas de todas las edades paseando, charlando sentadas en sus bancos, disfrutando de la música en una terraza, haciendo compras… Especialmente al atardecer el ambiente es formidable, con grupos de familias y amigos poniendo rumbo al Malecón para sentir la brisa que llega a la bahía de Cienfuegos.

Una parada obligada en el paseo del Prado es la estatua de Benny Moré, uno de los músicos cubanos más notables

Malecón de Cienfuegos

Al igual que Cienfuegos tiene su propio paseo del Prado como en La Habana, también cuenta con su particular Malecón. No es más que la prolongación hacia el sur del bulevar del Prado en dirección a la conocida como Punta Gorda, el extremo más meridional de la ciudad. Dicen que la de Cienfuegos es una de las bahías más bellas del mundo y no es para menos. Especialmente al atardecer los colores son magnéticos. Nos encantó el paseo que dimos durante la caída del sol y que repetimos al día siguiente para visitar los atractivos que depara Punta Gorda.

Palacio del Valle

Algo más de tres kilómetros separan el parque José Martí de Punta Gorda caminando por el paseo del Prado. Una caminata que vista en el mapa no parece tan prolongada, pero que a la hora de la verdad sí lo es. Si además reina un sol de justicia, la cosa se complica. Una pequeña paliza que nos metimos la mañana antes de abandonar Cienfuegos, pero que mereció la pena para palpar el ambiente de la ciudad.

En Punta Gorda el edificio más notable es el palacio del Valle, obra del asturiano Alcisclo Valle Blanco. Tiene aires árabes con una ornamentación de lo más recargada. Actualmente funciona como restaurante con terraza y es posible por lo tanto visitar su interior.

Mirador de Punta Gorda

Si caminamos hasta el final de Punta Gorda donde ya no hay más tierra que pisar y la bahía de Cienfuegos se abre paso, llegaremos a un pequeño jardín con un bonito cenador desde el que contemplar la inmensidad de la ensenada. Un lugar muy tranquilo que también es recomendable en el momento del atardecer.

Cementerio La Reina

Aunque a nosotros no nos dio tiempo a visitarlo, lo incluimos en esta lista de imprescindibles de que ver en Cienfuegos por la importancia que tiene. Está clasificado como monumento nacional y en él descansan los restos de los soldados españoles que murieron en las guerras de la independencia.

Qué ver en los alrededores de Cienfuegos

Cienfuegos puede ser un buen centro de operaciones para visitar desde allí otros puntos de esta zona sur de la isla de Cuba. Tanto si se dispone de vehículo de alquiler como si se prefiere contratar una excursión las alternativas son muy sugerentes.

Laguna Guanaroca

Una económica excursión desde Cienfuegos lleva hasta esta laguna salina rodeada de manglares. Incluye un paseo en barco para avistar de cerca los flamencos y tocororos que la pueblan. Alrededor de la laguna hay una frondosa vegetación dominada por frutales como limoneros, perales y aguacates.

Cascadas de El Nicho

Ubicadas en el parque natural Topes de Collantes, este casi amazónico enclave se encuentra a poco más de una hora en coche de Cienfuegos. Primero hay que llegar hasta Cumanayagua y después descender por una carretera serpenteante, y no exentas de algunos importantes socavones. También se puede contratar esta excursión de un día.

El Nicho es el nombre de la más espectacular de las cascadas que se pueden ver, pero hay otras más pequeñas que forman pozas donde es habitual ver a mucha gente dándose un chapuzón. La ruta por los diferentes saltos de agua es muy agradable pero no se extiende más allá de dos kilómetros. En el acceso hay un restaurante de estilo granja donde comimos bien a un precio razonable.

Bahía de Cochinos

En el viaje que nos llevó desde La Habana hasta Cienfuegos nos desviamos ligeramente para visitar uno de los lugares más simbólicos de la historia de Cuba. En Bahía de Cochinos se produjo en 1961 una invasión fallida propiciada por la CIA estadounidense para derrocar el régimen Castrista. Esas playas donde llegaron se produjo la invasión fracasada son playa Larga y playa Girón, dos buenos lugares para darse un chapuzón y, sobre todo, para practicar buceo y esnórquel.

Varias recomendaciones. Si queréis hacerlo gratuitamente os recomendamos la pequeña cala que hay justo enfrente de la Cueva de los Peces, un cenote de 70 metros de profundidad. Allí con unas gafas y un tubo será suficiente para contemplar la riqueza marina de la zona. Caleta Buena y Punta Perdiz son dos complejos que, previo pago de unos 15 euros, tienes la oportunidad de sumergirte en sus aguas de color turquesa, comer en su buffet libre y tomar el son en una de sus tumbonas. También muy cerca de allí está el parque nacional Ciénaga Zapata, una de las mejores reservas de la isla.

Trinidad

La perla colonial de Cuba está solo a una hora y veinte minutos de Cienfuegos por lo que también puede ser una excursión de un día. En este post te contamos todo lo que ver en Trinidad, uno lugar imprescindible en un viaje por la isla con sus calles empedradas, elegantes y coloridas viviendas y el carácter afable y hospitalario de sus gentes.

Comer y beber en Cienfuegos

Además de todos los atractivos patrimoniales que ver en Cienfuegos hay un local mítico que también debería incluirse en esa lista. Si el La Habana hay que ir sí o sí a La Bodeguita del Medio y al Floridita, en Cienfuegos nadie puede quedarse sin ir al Palatino. Se enclava en el edificio más antiguo del centro histórico de la ciudad, en el mismo parque José Martí. Un bar con mucho encanto y solera donde degustamos unas piñas coladas, pero donde también se puede picar algo.

Para cenar elegimos el restaurante Casa Prado Paladar, ubicado en una agradable azotea del paseo del Prado donde se suele escuchar música en directo. Resultó bastante económico porque pagamos en euros y el cambio fue muy muy beneficioso, ya que mejoraba notablemente el oficial. Pedimos un filete de pescado y unas gambas con verduras que no estaban nada mal.