Basta con tomar un ferry en Lisboa que nos lleve al otro lado del estuario del Tajo para disfrutar con las mejores panorámicas de la capital lusa desde un lugar especial llamado Cacilhas
Lisboa es una ciudad que da mucho de sí. Solo con adentrarse sin rumbo por las calles de la Alfama, el Chiado o el Barrio Alto, el visitante ya habrá perdido la noción del tiempo a la vez que ha captado gran parte de la esencia de la capital portuguesa. Hay tantos monumentos, rincones, miradores y callejuelas que recorrer que a pocos turistas se les ocurre cruzar al otro lado del Tajo.
Si echamos un vistazo desde la Plaza del Comercio a lo que hay en el lado opuesto al estuario del río vemos que el Santuario Nacional de Cristo Rey domina el paisaje. Nos recuerda al Cristo Redentor o de Corcovado de Río de Janeiro porque precisamente está inspirado en él. Quizá algunos se animen a cruzar el maravilloso Puente 25 de Abril para verlo, pero normalmente ahí se queda la cosa. Lo sorprendente es que en la ciudad en el que está levantado este monumento de 110 metros de altura, la de Almada, hay una pequeña freguesia que guarda un secreto muy especial: nada más y nada menos que las mejores vistas de Lisboa.
Si por algo se caracteriza la capital lisboeta es por contar con una extensa lista de miradores desde los que observar parte de la ciudad y el impresionante estuario del Tajo. Pero lo que consigue ofrecer la freguesia de Cacilhas es una completa panorámica de toda la urbe desde la Baixa, pasando por el Chiado, la Alfama y el Barrio Alto. Una radiografía perfecta de la grandeza de Lisboa mientras se disfruta de una puesta de sol inolvidable.
Mi compañero, el fotógrafo Manuel Barroso, fue el que me puso sobre la pista de este secreto cada vez más conocido. Él es un apasionado de Lisboa y son pocos los rincones que no ha escudriñado en sus innumerables visitas. Todo lo que me contó de Cacilhas se quedó corto una vez que pusimos pie en este lugar.
¿Cómo llegar a Cacilhas desde Lisboa?
Para llegar a Cacilhas se puede optar por el coche cruzando el Tajo por el Puente 25 de Abril, pero mi recomendación es hacerlo en ferry. Para ello hay que acudir a la estación de Cais do Sodré, situada junto al Mercado da Ribeira. Allí se toma el Transtejo, el pequeño barco que une Lisboa con las poblaciones del otro lado del río como Seixal y Montijo, además de la propia Cacilhas. Aunque el ferry se encuentra en un estado de conservación un tanto lamentable, merece la pena navegar por el Tajo mientras se va dejando atrás la silueta de la capital lusa. El billete cuesta solo 2,90 euros por persona ida y vuelta.
Qué ver en Cacilhas, un continuo mirador de la capital lisboeta
Lo primero que vemos nada más llegar a Cacilhas es una pequeña plaza junto a la estación con varios restaurantes. Pero lo bueno llega en el momento de empezar a caminar por la rua do Ginjal, el pequeño paseo que va en paralelo al río y junto a una serie de naves y locales totalmente en ruinas y repletos de grafitis. Las vistas de Lisboa empiezan a despertar la atención inmediata dando lugar a una imagen de auténtica postal. Los que sean un poco remilgados rápidamente se olvidan de la suciedad y el estado deplorable que presentan las construcciones que flanquean este pequeño paseo. La panorámica de la ciudad lusa lo domina todo como si estuviéramos ante una aparición divina. Si la capital portuguesa ya enamora por su interior, su exterior te deja prendado para siempre.
Caminando tranquilamente por este paseo llegamos a un par de restaurantes que se presentan como unas excelentes opciones para degustar una exquisita cena típica mirando con ojos de enamorado la esbelta silueta de Lisboa. Se trata del Atira-te Ao Río y el Ponto Final.
Pero tan solo unos metros más adelante nos topamos con la sorpresa que pone el estupendo colofón a la visita a Cacilhas. El ascensor panorámico Boca do Vento nos sube por 2 euros (ida y vuelta por persona) hasta la ciudad de Almada. Aunque es interesante dar una pequeña vuelta por sus calles si hay tiempo, lo mejor es disfrutar en lo alto del mirador de otra serie de vistas escandalosamente bellas de Lisboa. Para ello no hay nada mejor como tomarse una cerveza en la cafetería que hay junto al ascensor y capturar con la reina y con la cámara fotográfica unas instantáneas para el recuerdo. El tiempo se detiene y la única protagonista es Lisboa. La plaza del Comercio, el Castillo de San Jorge, la cúpula del Panteón Nacional, la Catedral se visualizan nítidamente en un día claro mientras embarcaciones de vela, pequeños barcos pesqueros y grandes cruceros navegan tranquilos por el estuario del Tajo. Una armonía perfecta que le da un plus de interés al viaje a la capital lusa.
Tras bajar de nuevo en el ascensor Boca do Vento, también es recomendable realizar otra parada relajante en el cuidado espacio ajardinado que han construido alrededor de la base del elevador. Si me permiten la comparación, me recordó al Brooklyn Bridge Park que hay al otro lado del mítico puente de Nueva York. Es también una zona verde que permite ver las mejores panorámicas de Manhattan. En el caso de Lisboa cambiamos el East River por el Tajo y el ‘skyline’ de los rascacielos de la Gran Manzana por un cuadro decadente pero bellísimo en el que dominan los blancos, rojos y ocres, con la tonalidad verde en lo más alto que otorgan los jardines del Castillo de San Jorge.
Esta zona ajardinada con un césped en perfecto estado también brinda la posibilidad de contemplar las mejores perspectivas del Puente 25 de Abril, especialmente cuando el sol se está ocultando. Todo un lujo para concluir la visita a Cacilhas.
De nuevo en la pequeña estación de la freguesia cogeremos el barco, conocido también como el ‘cacilheiro’ por motivos obvios. Atrás quedará un recuerdo imborrable que nos permite tener una imagen diferente de Lisboa, la de su figura. Una sensación no menos placentera que la de recorrer sus calles.
Hola,
Queria dejar un comentario de agradecimiento, ya que nos has servido de guía, con bastante acierto tanto en los sitios como en los recorridos.
Hemos pasado por Lisboa, Coimbra, Nazare, Peniche Oviddos,etc…….. han sido unos días muy buenos.
Gracis por la orientación, saludos y animo para seguir con ello
.
Te agradecemos mucho tus palabras Gerardo. Es todo un lujo para nosotros que este artículo te haya sido de utilidad. Nos encanta Portugal y esa ruta que describes la hicimos en dos momentos diferentes y vinimos maravillados. Nos alegra mucho que hayas disfrutado y un saludo.
Hola .
Se puede cruzar en ferry con auto alquilado?
Hola Jacqueline, gracias por visitar el blog. Desconocemos esa información. Pero estamos hablando de un trayecto muy corto que se puede hacer en el ferri que mencionamos sin problema. Y además también se puede ir en coche, en taxi o en autobús. La posibilidades son muchas. Saludos.