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Era una de nuestras asignaturas pendientes en Portugal y finalmente hemos tenido la oportunidad de conocerla. Se trata de Coímbra, una ciudad pequeña, decadente, universitaria, que rezuma historia en cada rincón y en la que además se come de cine. Durante el fin de semana que pasamos en la que fuera en su día capital de Portugal (ver el post de 12 sitios que ver en Coímbra), recorrimos cada uno de los rincones de su centro histórico, pero también descubrimos una gastronomía excelente. Comer en Coímbra es un auténtico placer.
Dos restaurantes y una pastelería mítica para comer en Coímbra
Cuenta con numerosos restaurantes y tascas de lo más interesantes, y además a unos precios bastante más ajustados que, por ejemplo, Oporto y Lisboa (ver los post de comer en Oporto y comer en Lisboa). Sólo tuvimos la oportunidad de conocer dos tabernas que colmaron nuestras expectativas y os recomendamos en este post como sugerencias para comer en Coímbra. Pero además, la ciudad universitaria por excelencia del país luso es una auténtica oda a la repostería. Posee un buen puñado de ‘pastelarias’ (como se denominan en portugués) en las que tomar uno de los muchos tipos de café que se sirven en el país vecino acompañado de un delicioso dulce. Tanto para desayunar, como a media tarde en una terraza mientras se escucha a una de las tunas que alegran sus calles, todo aquel que visite la ciudad no puede quedarse sin endulzar su vida en una de esas pastelerías de bandera. Por ello os damos unas recomendaciones para comer en Coímbra tanto salado como dulce.
Restaurante Dom Espeto (Rua da Sota, 35. Coímbra)
Durante nuestro viaje de una semana en Madeira descubrimos uno de los platos más populares de la isla, las espetadas. Grandes pinchos morunos, normalmente de carne, que se sirven en la mesa colgados de una percha. En otros puntos del Portugal continental también los hemos probado, aunque normalmente se denominan espetos. En España relacionamos los espetos o espetadas con las sardinas tal y como se preparan en Málaga de manera deliciosa. Pues bien, en Coímbra existe un restaurante cuyo nombre indica que nos encontramos en el paraíso de este tipo de plato, Dom Espeto. Ubicado en el centro de la ciudad, a escasos metros de la gran avenida Emídio Navarro, este restaurante ofrece un trato amable y cercano con unas propuestas muy bien elaboradas.
Un aspecto a tener en cuenta es que Dom Espeto se ha convertido en uno de los lugares favoritos para muchos turistas y conimbricenses a la hora de comer en Coímbra. Por ello no es de extrañar que, especialmente los fines de semana, haya que aguardar un poco para tener mesa. El restaurante además no es excesivamente grande, pero la experiencia gastronómica hace que la espera merezca la pena.
Cuentan con una amplia carta de platos de carne y pescados donde destacan el secreto de cerdo ibérico, la chanfana (llamada también lampantana, un guiso con carne de oveja típico de la zona), el bacalao con nata, el pulpo a lagareiro o el salmón a la parrilla. Todos ellos rondan los diez euros y se trata de raciones generosas como se estila en Portugal. Pero la verdadera especialidad no podía ser otra que los espetos. Tienen siete diferentes: el de la casa que incluye carne de vacuno, cerdo, rape, embutidos y maíz; picaña con piña; carne de cerdo con manzana asada; churrasco con beicon; gambas con cebolla; chipirones con gambas; y rape con gambas. Cada uno de ellos tiene un precio de unos 22 euros y con él dos personas comen suficientemente. Para que la cena o comida sea más variada, es posible pedir medios espetos, que cuestan justo la mitad. Es lo que hicimos nosotros y nos decantamos por el de carne de cerdo con manzana asada y el de chipirones con gambas.
Los dos estaban exquisitos y en su punto. Destaco especialmente la carne de cerdo, muy jugosa y de un sabor delicioso.
Para servirlos, cada mesa del restaurante cuenta con un agujero en el centro donde se coloca una percha de dos brazos. En cada uno de ellos se cuelga el espeto con un plato debajo en el que ir extrayendo los pedazos de carne o pescado del mismo. Un proceso muy vistoso.
Pero ahí no queda la cosa, los espetos vienen acompañados de una guarnición de campeonato. Mejor dicho, seis guarniciones. A saber: arroz blanco con pasas, repollo, patatas asadas, judías pintas con picatostes y verdura, arroz con judías pintas y, por último, tomate con cebolla. Al que le guste todo esto se puede poner literalmente las botas.
Dom Espeto también posee una variada carta de postres, la mayoría de ellos al precio de 3 euros. Nosotros nos inclinamos por el de la casa, que no es más que una rica mousse de chocolate con nata por encima. En total, los dos espetos más el postre, el vino y el pan fueron 35 euros. No se puede pedir más.
💰 Precio por persona: 16 euros aproximadamente
Carmina de Matos (Praça 8 de Maio, 2. Coímbra)
Uno de los lugares más concurridos de Coímbra es la plaza 8 de mayo, lugar en el que se ubica el edificio del Ayuntamiento y la bellísima iglesia de Santa Cruz. Justo al lado del templo está el Café Santa Cruz, un local casi centenario y con mucho encanto que recuerda al legendario Café Majestic de Oporto o algunas de las cafeterías que vimos durante nuestro viaje a Budapest. En esa misma ágora, pero en el lado opuesto, se encuentra otra de nuestras recomendaciones para comer en Coímbra, Carmina de Matos. Este restaurante de dos plantas posee un amplio repertorio de la cocina tradicional portuguesa a unos precios asequibles a pesar de estar en pleno centro.
Los platos de Carmina de Matos son los suficientemente abundantes para que una pareja coma solamente con dos de ellos sin necesidad de pedir entrantes. Otra opción para los que tengan menos apetito es optar por un entrante y un plato principal, algo que a la hora de cenar puede ser más adecuado. A nosotros se nos fueron los ojos y pedimos un entrante y dos platos, pero realmente fue demasiada comida.
Entre las entradas destacan las almejas a bulhao pato, con una salsa exquisita, y las gambas salteadas, ambas por 8,50 euros.
Los platos principales de carne y pescado no superan los diez euros, lo que indica que estamos ante un restaurante muy económico. En nuestro caso nos decantamos por un bacalao con broa que en Carmina de Matos elaboran desmigado, con ajo, perejil, patata y picatostes. En otros restaurantes este mismo bacalao lo hemos comido en lomos y, en lugar de picatostes, el pan de maíz (que es la broa) puesto por encima rallado y gratinado.
Otros platos de pescado que ofrece son el bacalao de la casa (frito, con patata y mayonesa), y piezas frescas como el salmón, la dorada o la lubina a la brasa. Además, preparan el pulpo a lagareiro (a la brasa y con base de aceite de oliva y patatas), que nosotros también pedimos y que es el plato que más se sube de precio con 16,50 euros. No llegaba a la calidad de los pulpos que hemos comido cocinados de esta forma en Monfortinho o Aveiro, pero estaba bueno.
En cuanto a carne tienen en la carta varias opciones con piezas de cerdo y de ternera.
Los postres tienen un precio de sólo dos euros y en nuestro caso elegimos una tarta de chocolate y el postre de la casa (torta a Carmina), elaborado con almendras y crema. Bastante bueno.
💰 Precio por persona: 17 euros aproximadamente
Pastelaria Briosa (Largo da Portagem, 5. Coímbra)
Cerramos las sugerencias para comer en Coímbra con un toque dulce. Y es que en la ciudad académica las pastelerías surgen en todos sus rincones, especialmente en el centro histórico. Lugares acogedores en los que disfrutar de una de las numerosas formas de tomar el café en Portugal y degustar uno de sus dulces artesanos para chuparse los dedos. Entre las más populares está la Pastelaria Briosa, situada en el Largo da Portagem, una de las plazas con más vida de Coímbra. La vitrina que se puede ver desde la calle nos hace una idea de la amplia variedad de pasteles que sirven, tanto para tomar allí como para llevarse a casa. Casi medio centenar de opciones diferentes para desayunar o merendar. Una delicia.
Nosotros fuimos a desayunar la mañana del domingo y, después de esperar un poco a que quedara libre una mesa, pedimos dos cafés galao. En Portugal se conoce con este nombre al café con leche que se sirve en un vaso muy alto acompañado de una cucharilla larga. Es lo que en España equivaldría al café de desayuno en taza grande. En la Pastelaria Briosa cobran sólo 1,20 euros por él.
Para acompañar el café elegimos uno de los dulces típicos de la zona, el pastel de Tentúgal. Este dulce, elaborado originariamente por las monjas carmelitas del convento de Tentúgal, está compuesto básicamente de harina y huevos. Es como una especie de saco de pasta filo cubierto con azúcar glas y que en su interior tiene una masa de yema de huevo que recuerda ligeramente a las yemas de Santa Teresa.
Sin duda un buen lugar para adentrarse en la exquisita repostería de esta ciudad donde, además de visitar sus atractivos turísticos, hay que experimentar las sensaciones que ofrece su gastronomía, tanto en dulce como en salado.
💰 Precio por persona de un café de desayuno (galao) y un pastel: 2,30 euros
Desde luego vamos a ir visitar y degustar los restaurante y cafeterías que has indicado!!!!,
Muchas gracias Vicky. Espero que os gusten nuestras recomendaciones y disfrutéis de la excelente gastronomía portuguesa. Un saludo.
Hola Pablo y Estefanía!
He disfrutado muchísimo de Coímbra gracias a sus publicaciones. Ayer fui al Restaurand Camina de Matos y lo han cerrado 🙁 Están remodelándolo todos los inmuebles del callejón al que daba entrada el restaurante. Espero que en el futuro lo vuelvan a abrir porque se veía muy muy bonito.
Pablo, muchas gracias por tus publicaciones! Muy útiles y agradables. Abrazos para los dos
Muchas gracias por tus palabras Karla. Nos alegra que nuestras publicaciones te hayan servido para conocer mejor Coimbra. Es una ciudad que nos encanta. Es una pena que haya cerrado el restaurante, pero Coimbra tiene otros muy buenos sitios para comer tanto dulce como salado. Esperamos que hayas disfrutado también de su gastronomía. Un saludo y gracias por visitar el blog.
Mañana visitaremos algunos puntos de interés que has mencionado. Pero sin duda la pastelería está ya fichado.
Muchas gracias
Hola Mercedes, gracias por visitar el blog y espero que te hayan gustado las recomendaciones. Como bien dices la pastelería es imprescindible, una de las mejores que hemos visitado en Portugal. Un saludo