Frases como el “¿queda mucho papá?” de los niños o “se me está haciendo eterno el viaje” de un conductor, se escuchan a menudo dentro del habitáculo de un vehículo. Para mucha gente las horas que se pasan al volante son las menos atractivas de cualquier escapada. Son como un mal necesario. Un esfuerzo casi titánico que tiene siempre la recompensa de llegar a una ciudad hermosa, una playa idílica o un paraje natural único. Pero, ¿cómo conseguir que el trayecto en coche sea una parte más de la aventura? Poniendo los cinco sentidos al servicio del viento y, por supuesto, de la carretera. Sintiendo cómo la brisa golpea con suavidad el rostro. Percibiendo los aromas que se van sucediendo a lo largo de un trayecto. Teniendo al cielo como paraguas. Notando cómo los rayos del sol acarician los brazos y las manos.
Tranquilos. No estamos proponiendo que arranquéis el techo de vuestros coches. Hay una forma más sencilla de vivir la experiencia de viajar en descapotable: alquilarlo. Pero no estamos hablando de un descapotable cualquiera. Esta aventura es más intensa y especial si además hacemos un pequeño viaje en el tiempo. Si nos olvidamos por un momento de las tecnologías punta de los vehículos actuales para gozar con un clásico. Tomar las curvas y exprimir cada kilómetro en un Fiat Barchetta, un Alfa Romeo Spider o un Mercedes 190 SL con palabras mayores. El mejor compañero para una escapada en pareja diferente, única y muy romántica que hemos descubierto gracias a la empresa de alquiler de descapotables Sensaciones Musycars.
Viajar en descapotable desde Salamanca a la costa portuguesa
Viajar en descapotable es sinónimos de paladear cada kilómetro. Para aquellos que ven la conducción casi como un mal menor, es una forma de reencontrase con ella. O, mejor dicho, de redescubrirla. Para conseguir ese disfrute lo mejor es realizar una escapada breve, de un día o un fin de semana. Los descapotables hay que tomarlos poco a poco, a sorbos. Un viaje largo puede resultar demasiado empalagoso, por eso hay que tener mesura. Un trayecto por carreteras de montaña y donde la naturaleza sea la dueña y señora, es ideal. Nosotros nos decantamos por una escapada a Aveiro desde Salamanca. Tres horas de viaje por autovía, aunque abrigados por la vegetación de los montes que acompañan el itinerario desde la frontera de Fuentes de Oñoro hasta la misma costa Atlántica. Aromas a pino, eucalipto, romero, tomillo y, finalmente, la brisa salada que proporciona el océano en las playas de Aveiro, la de Costa Nova y la de Barra.
La escapada la realizamos junto a nuestros amigos Javier y Lucía, lo que nos permitió poder conducir dos descapotables de Sensaciones Musycars, el estiloso Fiat Barchetta y el potente e indómito MGF. Ambos se encuentran en un estado de conservación envidiable. Su manejo es sencillo y, si la meteorología se complica, tan solo hay que recoger la capota para protegerse de las inclemencias. Aunque se piense que la experiencia de viajar en descapotable solo se puede realizar en verano, no es así. Este tipo de vehículos son ideales para comenzar a usarlos desde los primeros días de la primavera hasta los últimos del otoño. Aunque muchos piensen que viajar sin techo en el coche es sinónimo de pasar frío, se equivocan. La calefacción del vehículo crea como una especie de cámara de aire en el habitáculo que proporciona una sensación de mucho confort.
Nosotros no tuvimos que tirar de calefacción, ya que viajar a Aveiro desde Salamanca en pleno verano es sinónimo de altas temperaturas. Un trayecto cómodo en el que descubrimos cómo el MGF se agarra a las curvas como una lapa y va proporcionando momentos de gran emoción gracias a su potencia. Por su parte, el Fiat Barchetta pide una conducción más pausada y sutil para sentir con agrado un viento que relaja, mece y otorga una evocación única de libertad.
Y qué mejor lugar para viajar en descapotable que a la costa, en este caso a nuestro querido Aveiro. Desde hace siete años, la ciudad portuguesa y sus playas son el destino de una escapada obligada cada verano. Contemplar cómo los moliceiros navegan con su ritmo pausado por los canales de la ciudad, sentir el ambiente nocturno de las terrazas de la plaza del Mercado do Peixe, degustar un bacalao a brás de categoría en el Clube de Vela de Costa Nova, hacerse el valiente dándose un chapuzón en las frías pero reconfortantes aguas del Atlántico, caminar por la fina arena de sus playas o divisar el impertérrito faro de Barra, son algunas de las huellas que año tras año nos deja este rincón del país luso.
¿Aún no conoces Aveiro?
La ciudad portuguesa enamora por sus canales, ambiente nocturno y gastronomía. En este post sobre qué visitar en Aveiro tienes toda la información para animarte a descubrir un lugar al que viajamos año tras año. Además, las conocidas como playas de Aveiro, Costa Nova y Barra, brinda la oportunidad de gozar de la fuerza del Atlántico en interminables arenales vírgenes donde desconectar y relajarse.
Pero además de la recomendable vivencia de viajar en descapotable tampoco hay que olvidar su aspecto estético. Vehículos como los de Sensaciones Musycars permiten elaborar auténticas postales en cualquier enclave con encanto. Por ejemplo, pueden servir como elegantes compañeros de un reportaje fotográfico ‘preboda’ o ‘posboda’. O simplemente darán la oportunidad de guardar imágenes diferentes de una escapada que quedará para siempre en el recuerdo.
Hay que dejar atrás prejuicios, miedos y complejos. Incluso los que consideran la conducción como un castigo deberían probar al menos una vez en la vida la experiencia de viajar en descapotable. Tan solo hay que elegir un destino cercano. Se me ocurre un ‘tour’ por localidades de la Sierra de Salamanca como Mogarraz, Miranda del Castañar, San Martín del Castañar y La Alberca o por las siempre cautivadoras Arribes del Duero. Tampoco sería mala idea desplazarse hasta los verdes paisajes asturianos de lugares como Somiedo, los Picos de Europa o Las Ubiñas la Mesa para hacer, por ejemplo, la Senda del Oso en bici. Y, por supuesto, un descapotable casa a la perfección con adentrarse en Portugal en localidades que nos trasladan al Mediterráneo como Freixo de Espada a Cinta o para respirar la brisa del Atlántico en Aveiro, Figueira da Foz o Espinho. Con el destino elegido, Sensaciones Musycars pone el resto con sus descapotables. Solo hay que dejarse llevar y convertirse en un amigo del viento.