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Vila Flor es uno de los municipios más desconocidos y bellos de la región lusa de Trás-os-Montes. Plagado de campos de viñedos, olivares y almendros milimétricamente cultivados, Vila Flor cuenta además con una porción del parque natural del Valle del río Tua y sus cielos carentes de contaminación lumínica tienen el certificado ‘Starligth’. Las ondulaciones del terreno son propicias para realizar actividades de naturaleza y asomarse a sus privilegiados miradores. Es asimismo un destino gastronómico formidable e ideal para la práctica del enoturismo. Acompáñanos en este recorrido por todo lo que ver en Vila Flor, la ‘capital do mundo’
En Portugal nadie duda de que Lisboa es la ‘capital do país’. Sin embargo, hay otro tipo de capitalidades que se llevan muy a gala. Cartaxo dice que es la ‘capital do vinho’. Albergaria-a-Velha se considera la ‘capital do pão’ y Celorico da Beira, la ‘capital do queijo da Serra’. Como veis hay para todos los gustos. Sin embargo, en el municipio de Vila Flor, en la región de Trás-os-Montes, han sido más ambiciosos que nadie. Hace unos años, un grupo de vilaflorenses decidió colocar con buen gusto el lema ‘capital do mundo’ en las diferentes señales viales donde se mencionaba a la localidad. Poco a poco la iniciativa fue calando y este eslogan que pudiera parecer tan pretencioso se convirtió en una de las señas de identidad de este apacible municipio.
No sabemos si será la ‘capital do mundo’, pero lo que tenemos claro es que Vila Flor merece una visita. Injustamente en un segundo plano tras los enclaves más populares del Valle del Tua y del Douro, ofrece paisajes cautivadores donde se entremezclan fértiles valles con elevaciones montañosas ideales para la práctica de deportes de naturaleza. Vila Flor es un destacado productor de aceite en Portugal, no tanto por la cantidad, sino por la incuestionable calidad de su oro líquido. Por aquí pasó el rey don Dinis de camino a su encuentro con la reina santa Isabel. Fue este monarca el que le puso el nombre actual al municipio sustituyendo el antiguo de Póvoa d’Alem Sabor. Miradores, rutas de senderismo, avistamiento de aves, observación de estrellas, enoturismo, oeloturismo, patrimonio… Vila Flor tiene alicientes más que de sobra para tenerlo muy en cuenta y que el visitante se sumerja en la esencia de la Terra Quente trasmontana.
Cómo llegar a Vila Flor
En coche. Atrás quedan los tiempos en los que la región de Trás-os-Montes se encontraba absolutamente aislada del resto de Portugal y un viaje desde Oporto, por ejemplo, suponía embarcarse en una aventura por carreteras estrechas y serpenteantes. Hay dos vías de comunicación claves para la conexión de estos municipios. Primero, la IC5, una especie de vía rápida que vértebra la región trasmontana entre Miranda do Douro y Vila Pouca de Aguiar. Esta carretera pasa por Vila Flor. Y en segundo lugar, la A4 o Autopista Trasmontana que conecta Braganza con Oporto. Ambas vías de comunicación permiten que el viaje entre Oporto y Vila Flor suponga un cómodo trayecto de 1 hora y 45 minutos.
En tren. Con la desaparición de la histórica Linha do Tua por la construcción del embalse del mismo nombre, Vila Flor se quedó sin estaciones de ferrocarril en su municipio. La más cercana es ahora la de Foz de Tua para tomar el tren de la Linha do Douro. Sin embargo, los tiempos de este ferrocarril son sensiblemente más elevados que por carretera, lo que deja al tren como una opción poco viable para visitar Vila Flor.
10 cosas que ver y hacer en Vila Flor en un fin de semana
Un fin de semana es ideal para hacer un recorrido por todo lo que ver en Vila Flor. Aconsejamos además incluir a este municipio en una ruta por el maravilloso Valle del Tua (en este post recogemos toda la información acerca de este parque natural), por el Douro Vinhateiro y, por supuesto, por la región de Trás-os-Montes. Las actividades que propone Vila Flor son un perfecto complemento por su diversidad y atractivo.
Senderismo y avistamiento de aves junto al río Tua
Con el objetivo de dar a conocer la riqueza paisajística y natural de la región, la Comunidade Intermunicipal das terras de Tras-os-Montes ha puesto en marcha la iniciativa ‘9 passos’. Son nueve rutas de senderismo (una por cada municipio) de lo más atractivas. En las oficinas de turismo de cada municipio (Alfândega da Fé, Bragança, Macedo de Cavaleiros, Miranda do Douro, Mirandela, Mogadouro, Vila Flor, Vimioso y Vinhais) el visitante puede recoger un libro con la información de cada ruta y un pasaporte que se le irá sellando a medida que realice cada una de ellas.
En Vila Flor la ruta que se propone une las aldeas de Vilarinho das Azenhas y Ribeirinha por un cómodo sendero lineal de 3,1 kilómetros. El mayor interés del itinerario radica en la presencia del río Tua. Estamos inmersos en el parque natural del mismo nombre con un paisaje de suaves y frondosas riberas muy diferente a los cañones que este río forma cerca de su desembocadura en el Duero. Los alisos y los fresnos pueblan unas márgenes donde avistamos una nutria y, equipados con unos prismáticos, observamos a algunas de las aves más representativas de la zona. Un paseo muy agradable que transita junto al antiguo trazado ferroviario de la Linha do Tua.
BTT, escalada, piragüismo, caminatas… de la mano de 1000 Odisseias
Vila Flor es un destino magnífico para la práctica de actividades de naturaleza. Para llevarlas a acabo existe una empresa local que se encarga de organizar todo lo necesario para vivir una experiencia única en la región de Tras-os-Montes. 1000 Odisseias es el proyecto de Emilio y Paula, una pareja que nos acompañó durante nuestro recorrido por Vila Flor y que se encarga de realizar rutas en BTT, piragüismo en el río Tua, paintball y escalada, entre otras actividades. Sin duda una opción muy atractiva para todos aquellos que buscan emociones fuertes y un contacto pleno con la naturaleza.
Asomarse al mirador divino del santuario da Nossa Senhora da Assunção
El mejor mirador de Vila Flor se encuentra en la freguesia de Vilas Boas. Hablamos del santuario da Nossa Senhora da Assunção, uno de los grandes centros de devoción de toda la región de Trás-os-Montes. Cada 15 de agosto, cientos de personas acuden a este templo a rendir pleitesía a la Virgen y a disfrutar de una jornada campestre.
Uno de los grandes atractivos de este lugar son las vistas que ofrece de gran parte del municipio de Vila Flor. Una atalaya privilegiada desde la que se contemplan los campos de olivares, los viñedos, el fértil valle de Vilariça, el río Tua y el cañón del Duero. Un lugar para desconectar, respirar y no mirar el reloj.
Centro de interpretación do Cabeço da Mina y valle de Vilariça
El paisaje que contemplamos desde el mirador del santuário da Nossa Senhora da Assunção cambia por completo cuando descendemos hasta el valle de Vilariça. La temperatura sube hasta cinco grados y, además de grandes campos de olivares, nos encontramos cítricos y almendros. En corazón de este valle, en la pequeña aldea de Assares, se ha construido un centro de interpretación que da a conocer el patrimonio cultural y natural del valle de Vilariça.
Esta zona ya estaba habitada por comunidades agrícolas y ganaderas en el año 2.000 antes de Cristo. Es por ello que se encontraron algunas esculturas y grabados en piedra que hoy se pueden visitar en diferentes museos de Portugal y cuyas réplicas se encuentran en este centro de interpretación que ayuda a entender lo que hacían esos primeros pobladores y el legado histórico de la zona.
Oleoturismo en Terra Sã
Además de la ‘capital do mundo’, Vila Flor también se la conoce como la ‘capital do azeite’ gracias a la excelente calidad de su oro líquido. Seguimos en el valle de Vilariça para acercarnos a la Oficina do Azeite – Ecomuseu Terra Sã perteneciente a la Quinta do Barracão. Casi a caballo entre los municipios de Vila Flor y Alfândega da Fé, se trata de una de las mejores propuestas para hacer oleoturismo en la zona. En primer lugar se puede visitar las instalaciones de un antiguo lagar ubicado junto a una serie de olivos centenarios. Su construcción data de 1892 y era movido por un buey. Todas sus piezas se encuentran un envidiable estado de conservación.
A un par de kilómetros del museo se ubica el alojamiento de la Quinta do Barracão compuesto por pequeñas casas para familias y parejas ubicadas en mitad de la naturaleza y para lograr una absoluta desconexión. Un enclave delicioso donde además es posible realizar una cata de aceite guiada.
Vivir la puesta de sol en el mirador de Nossa Senhora dos Remédios
Una buena puesta de sol es el mejor colofón a una jornada de visita en Vila Flor. La mejor atalaya para gozar de un atardecer a cámara lenta es el santuario de Nossa Senhora dos Remédios en Vilarinho das Azenhas. En la última curva antes de llegar a la propia ermita, se divisa una vista de excepción del curso del río Tua y de los campos de olivares. Desde este punto vemos cómo el sol se va ocultando poco a poco entre las cumbres, tiñendo las aguas del río de una tonalidad anaranjada casi irreal. Un enclave formidable que nos cautivó.
Observación de estrellas en la Forca de Freixiel
Una de las visitas imprescindibles que hacer en Vila Flor es la Forca de Freixiel. Ubicada en al freguesia del mismo nombre, se trata del lugar donde se ajusticiaba a los reos mediante el método de la horca. Todavía se mantienen en pie los dos pilares de granito verticales con los orificios donde se colocaba la viga de madera de forma horizontal. De ahí colgaba la soga donde se colocaba al reo.
Se da la circunstancia de que este enclave ha recibido el certificado Starlight por la ausencia de contaminación lumínica para la observación de estrellas. En días con ausencia de nubosidad y con luna nueva se puede divisar a la perfección la galaxia de Andrómeda, el camino luminoso de la Vía Láctea, Marte con su tonalidad anaranjada y, por supuesto, las osas Mayor y Menor. Un espectáculo astronómico que se enriquece si usamos alguna aplicación como Google Sky que ayuda a identificar las estrellas, planetas y galaxias.
Enoturismo en la Quinta Holminhos
Si el aceite es uno de los buques insignia de Vila Flor, el vino no le va a la zaga. En el municipio hay dos denominaciones de origen protegidas, la de Tras-os-Montes y la del Douro. En ambas tiene viñas la Quinta Hominhos, una de las bodegas más importantes de Vila Flor y un lugar perfecto para la práctica del enoturismo.
De la mano de su propietario, Víctor Teixeira, visitamos algunos de sus viñedos, además de los antiguos molinos ubicados junto al embalse de Valtorno-Mourão y la fotogénica aldea abandonada de Gavião. En la freguesia de Seixo de Manhoses recorrimos la zona de producción y almacenamiento del vino y su agradable jardín repleto de cerezos. Hasta aquí lo normal que podemos encontrar en cualquier bodega. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando nos desplazamos hasta una de sus viñas más espectaculares, Olminhos.
En una ladera con vistas de privilegio al valle de Vilariça, Víctor se enfundó el uniforme de chef para deleitarnos con una comida digna del mejor restaurante. Una comida en la propia viña y maridada con sus excelentes vinos. Una experiencia inolvidable y complemente diferente a las que habíamos vivido hasta la fecha. Porque cualquier hemos visitado restaurantes con terrazas maravillosas y panorámicas de excepción. Pero que el banquete se celebre entre parras cultivadas en bancales sin renunciar a ninguna comodidad, es algo formidable. Las imágenes hablan por sí mismas.
Mirador y columpio Senhora da Lapa
Vamos concluyendo este recorrido por todo lo que ver en Vila Flor. Y lo hacemos en la localidad que da nombre al municipio, contemplando su silueta urbana y el rico y variado paisaje que la rodea. El mejor lugar para hacerlo es el mirador Senhora da Lapa. Ubicado a 700 metros de altitud junto al santuario del mismo nombre, se trata de una atalaya privilegiada que recientemente ha sido renovada para colocar un coqueto columpio debajo de un marco pentagonal. El resultado es uno de los enclaves más fotogénicos e ‘instagrameables’ de Vila Flor.
Visita al casco histórico de Vila Flor
La escultura del rey don Dinis preside la entrada a la localidad de Vila Flor. A este monarca los vilaflorenses le tienen que agradecer su nombre. Aquí realizó una parada cuando se disponía a casarse con la reina santa Isabel. A ella está dedicada otra escultura ubicada en la renovada praça da República, el mejor punto para iniciar una ruta por el casco histórico de Vila Flor.
Como visitas imprescindibles que hacer en Vila Flor hay que destacar la Igreja Matriz. La original sufrió un incendio en el siglo XVIII y la actual se pudo reconstruir gracias a los fondos de los judíos que querían demostrar que estaban involucrados en la causa católica. Destaca su decoración interior. Junta a ella está la oficina de turismo y el peculiar museo municipal Dra. Berta Cabral, un cajón de sastre donde se guarda desde la primera máquina de escribir y el primer teléfono de la localidad, pasando por el estatuto foral de don Manuel II hasta llegar al verraco prerromano localizado en el municipio. Muchas de las piezas son donaciones realizadas por vecinos de la localidad por lo que todas tienen un gran valor sentimental.
Vila Flor era una ciudad amurallada con cinco puertas. De todas ellas solo se conserva una, la de don Dinis. A pocos metros se levanta la denominada fuente romana, aunque de romana no tiene nada y de fuente, en un inicio, tampoco. Se cree que pudo servir como lugar de debate de las autoridades locales al estilo del Domus Municipalis de Braganza.
Vila Flor tuvo también su propia judería y también se conservan algunas elegantes casas blasonadas. Una de ellas fue escenario del rodaje de una de las series más populares de Portugal, ‘La Otra’. Otra de las localizaciones de esta producción es la bonita casa de estilo trasmontano ubicada en la trasera de la iglesia.
¿Dónde alojarse y comer en Vila Flor?
El municipio de Vila Flor no cuenta con grandes hoteles y su propuesta en cuanto a alojamientos se refiere está centrada en unidades de carácter rural. A muchos viajeros como a nosotros nos atraen mucho más este tipo de casas que ofrecen un trato mucho más cercano y un mayor contacto con la naturaleza. Nosotros pernoctamos en la Quinta do Palame, ubicada en la aldea de Freixiel.
Se trata de una bonita casa rodeada de viñedos y olivares y que cuenta con siete sencillas y confortables habitaciones. El trato que dispensan es formidable, el desayuno repleto de productos caseros y además hay una fantástica piscina ideal para los meses de verano. En la Quinta do Palame producen su propio vino, aceite y miel y además sirven cenas basadas en el recetario tradicional.
Otro alojamiento en esta misma línea, pero ubicado en la propia localidad de Vila Flor, es la Quinta da Pereira. Se trata de complejo de agroturismo también rodeado de viñedos y olivares y con una decoración exquisita. En la casa del siglo XIX y totalmente restaurada se ofrecen dos habitaciones, una estándar y otra superior. Al igual que en la Quinta do Palame, también sirven comidas basadas en el recetario tradicional.
Por último, destacamos también la Quinta do Barracão de la que habíamos hablado anteriormente y que dispone de tres casas, dos habitaciones y una suite. Todas ellas en un entorno privilegiado y en las que dan ganas de retirarse durante unos meses a reponer fuerzas y resetear la mente.
En todos estos lugares y en los restaurantes del municipio de Vila Flor podemos saborear algunos de los platos más populares de la cocina trasmontana donde destacan la alheira (embutido realizado con carne de ave, pan, aceite, ajo y pimentón), las carnes de ternera, cabrito y cerdo y, por supuesto, el bacalao.
Otras cosas que ver en Trás-os-Montes
La región de Trás-os-Montes es, a nuestro juicio, la más auténtica y singular de Portugal. Si quieres saber qué otras cosas puedes ver en ella os aconsejamos que visitéis los artículos de otros compañeros blogueros que visitaron el resto de municipios.
Alfândega da Fé (Chavetas / Organizo tu viaje)
Bragança (Un blog de Palo / Randomtrip)
Macedo de Cavaleiros (Viajeros 3.0 / Quiero viajar sola)
Miranda do Douro (Imanes de viaje / Vagamundos viajeros)
Mirandela (Viajes y Mapas / Alvientooo)
Mogadouro (Animales viajeros / Hacemos las maletas)
Vila Flor (Curiositravel)
Vimioso (Mochila de cromo / Recuerdos de mi mochila)
Vinhais (Sin código postal / Trotandomundos)
Preciosas fotografías, gracias por compartir.
Muchas gracias a ti por tu comentario David. Un saludo.