Qué ver en Fundão desde un pequeño paraíso

En primavera Fundão queda encajonado entre los mantos blancos de sus dos sierras. La de Gardunha, con las flores de los cerezos, y la de la Estrella, con la nieve caída durante el invierno (si ha sido año de nieves). El espectáculo es único. 11.000 hectáreas de cultivo explotan con el aumento de las temperaturas. El sol llama a la puerta con más intensidad para que arranque un ciclo que concluirá cuando los cerezos nos regalen sus deliciosos y dulces frutos rojos. Al igual que ha hecho el Jerte, Fundão ha sabido aprovechar un recurso turístico de primer orden. No hay en Portugal semejante extensión de este frutal de forma tan concentrada. Por algo es uno de los símbolos de este municipio. Un regalo de la naturaleza y del trabajo de medio millar de agricultores. Una delicia que, no solo se degusta al natural. También se emplea para elaborar chocolates, licores, infusiones…

A ese turismo que cada vez se siente más atraído por esta ciudad en crecimiento del Centro de Portugal hay que cuidarlo y mimarlo. Resulta admirable y sorprendente lo mucho y bien que esta región los está trabajando. “Siempre se ha dicho que estábamos más atrasados que el resto del país, y lo que en su día podía ser una debilidad, ahora se ha convertido en una fortaleza”. Marilia nos recibe en Cerca Design House. Este hotel rural es el vivo ejemplo de que el alojamiento puede ser un atractivo más del viaje. Ya no hablamos de un lugar para dormir donde un recepcionista te da la tarjeta de tu habitación y, si te visto, no me acuerdo. En este nuevo concepto que tanto nos gusta, la experiencia también está en el interior de esas cuatro paredes cuidadas hasta el más mínimo detalle y que rebosan cercanía.

Cerca Design House, un hotel diferente a todo lo que has visto para alojarse en Fundão

Cuando hace casi una década los promotores de Cerca Design House compraron una casa señorial ruinosa en la pequeña aldea de Chaos, a 5 kilómetros de Fundão, fueron tomados por unos locos. Casi nada quedaba en pie de la Casa dos Machados, la vivienda más importante de esta población donde el granito domina el paisaje urbano.

Rescatando lo que se pudo de aquella amalgama de piedras y apostando por un diseño moderno que respeta la esencia, en 2015 se inauguró Cerca Design House. La pequeña ventana que daba luz a la antigua capilla y que tiene forma de flor se convirtió en el símbolo de este nuevo alojamiento. Precisamente la capilla se transformó en la suite del hotel y, junto a ella, nueve habitaciones y cinco villas, estas últimas ideales para familias. Todo con el objetivo de vivir una experiencia rural única.

Desde que subes la escalinata que da acceso a la recepción te das cuenta de que todo es diferente. Su personal te recibe con una sonrisa. Sin ninguna prisa, te abren una ventana a la verdadera definición de la palabra relax. Todo son pequeños detalles que, unidos, dan esa sensación tan acogedora y personal de la que carecen muchos hoteles aunque estén repletos de estrellas. Una sensación que últimamente siempre la hemos experimentado en Portugal en lugares como Pinhel y la Playa de Mira.

Entre esos detalles estaban en el zumo recién exprimido del desayuno. El bollo artesano que endulzaba la mañana. El calor de la chimenea que convertía el lobby en el salón de tu casa. Las galletitas caseras que te encuentras en la habitación como recibimiento. El jacuzzi para relajarte cuando regresas al final de la tarde. La piscina exterior para refrescarse cuando el sol más aprieta. La información completa y detallada de todo lo que ver en Fundão y en un entorno que aúna riqueza natural y monumental. Cosas que parecen sencillas y que al mismo tiempo son tan complicadas. Solo hay que tener voluntad y buen gusto.

Cosas que ver en Fundão y su entorno

Una escapada de fin de semana a Fundao ayuda a recargar pilas gracias al descanso que proporciona Cerca Design House, pero también brinda la posibilidad de hacer numerosas visitas de interés con dos denominadores comunes: la naturaleza y los pueblos con encanto. Será imposible recorrer todo lo que está en un radio de 50 kilómetros de Fundão, pero vamos a repasar algunos de esos lugares que justifiquen sobradamente una incursión por una de las zonas más desconocidas del Centro de Portugal.

Fundão, el ‘centro de operaciones’ de nuestra escapada

Fundão es una ciudad coqueta, pero no es ni mucho menos a lo que más tiempo le debemos dedicar. Su valor radica en todo lo que nos ofrece su entorno. Eso sí, merece la pena dar un pequeño paseo por su centro histórico y contemplar el edificio del Ayuntamiento (Cámara Municipal) y su Iglesia Matriz. El Museo Arqueológico José Monteiro (1,50 euros la entrada) expone piezas de gran valor de un periodo comprendido entre la Prehistoria y el Imperio Romano. Destaca una estela de la Edad de Bronce y un menhir de una época posterior.

El Parque Verde de Fundão es otro espacio interesante de la ciudad donde relajarse y desconectar dando un paseo entre estanques y vegetación. Cuenta además con una zona de juegos infantiles.

Castanheiros y Pedra d´Hera, las dos mejores rutas de senderismo que hacer en Fundão

Una de las grandezas de Fundão es que la puerta a la Serra da Gardunha, un espacio natural que suele permanecer a la sombra de la Sierra de la Estrella, pero que tiene un interés singular. La zona estuvo dominada por el castaño hasta mediados del siglo pasado, pero actualmente sus faldas están conquistadas por el cerezo. Un árbol que nos regala en primavera el espectáculo de su floración.

Los aficionados al senderismo tienen la oportunidad de hacer varias e interesantes rutas, algunas de las cuales parten desde el propio casco urbano de Fundão. Nosotros hicimos la ruta da Pedra d’Hera (consulta la información de la ruta), quizás la más bella de todas. Parte del casco antiguo de la ciudad y se adentra en primer lugar en los campos de cerezos que mencionábamos. Poco a poco va ganando altura para internarse en el llamado Monte de Sao Brás, donde los castaños y los pinos dominan el paisaje. Todo con el objetivo de llegar hasta el mirador da Pedra d’Hera, una atalaya privilegiada que permite apreciar una panorámica completa de Fundão, la región de Cova da Beira e incluso la Sierra de la Estrella. Un lugar mágico que en días despejados se convierte en un espectáculo.

De regreso a Fundão merece la pena hacer una parada en el Convento do Seixo, un antiguo complejo monástico franciscano que hoy se ha convertido en un maravilloso hotel. Está rodeado de un frondoso bosque y posee además también un atractivo mirador. Otra opción para alojarse en Fundão en un hotel con encanto. La ruta da Pedra d’Hera es circular y tiene 6,7 kilómetros con un desnivel acumulado de 318 metros.

Si la ruta da Pedra d’Hera es ideal hacerla en primavera coincidiendo con la floración de los cerezos, la ruta dos Castanheiros (consulta la información del itinerario) es perfecta para el otoño cuando los castaños se han despojado de sus hojas creando un manto casi bucólico en el sendero. Es circular con una distancia de 13 kilómetros y un desnivel acumulado de 591 metros. Parte de la bonita aldea de Donas, pero como también pasa junto a Chaos, la podemos iniciar desde este último pueblo si nos alojamos en Cerca Design House. Aunque los castaños son los protagonistas del recorrido, también veremos cerezos, como no podía ser de otra forma en la Serra da Gardunha. Asimismo, la ruta se adentra en la localidad de Alcongosta, famosa por sus artesanos dedicados a la cestería.

En este enlace puedes consultar otras de las rutas de senderismo que hacer en Fundão y la Serra da Gardunha.

Alpedrinha, una miniatura en granito donde los pastores dejaron huella

Ya hemos dicho que el municipio de Fundão es rico en espacios naturales, pero también en patrimonio. Un ejemplo es la localidad de Alpedrinha. Levantada en una ladera de la Serra da Gardunha, conserva los aires señoriales y nobles que marcaron su historia. Aunque sufrió las heridas de la furia napoleónica, pasear por sus calles empedradas es un placer.

Es un error quedarse al pie de la carretera que atraviesa la villa. Es imprescindible empezar a subir por su entramado urbano hasta alcanzar la joya de la corona, el Palacio del Picadero. Esta construcción del siglo XVIII se encuentra totalmente rehabilitada y acogerá un museo cuyas obras se estaban ultimando durante nuestra visita a comienzos de 2020.

La fuente barroca del Chafariz Real, la elegante Casa de la Comenda y la iglesia de la Misericordia, son otras de las paradas imprescindibles. Es muy útil acudir a su oficina de turismo, donde tendremos cumplida información de todos los planes que se pueden hacer, no solo en Alpedrinha, sino en su entorno. Oficina que está rodeada de los puestos de cerezas, en aquel momento vacíos, pero que a principios del verano se llenan de pequeños productores que ofrecen a buenos precios sus rojas delicias.

Castelo Novo, una Aldeia Histórica en las faldas de Gardunha

“Castelo Novo es uno de los más conmovedores recuerdos del viajero”, escribe José Saramago en su magnífica obra “Viaje a Portugal”. No es para menos. Aunque cuando nos preguntan por la Aldeia Histórica de Portugal más bella siempre señalamos a Monsanto, Castelo Novo no le va a la zaga.

Tiene un aroma especial, casi místico. Será por los naranjos y limoneros que nos reciben junto a la fuente barroca de la Bica. Será por ese lagar que aparece en mitad de una calle donde antaño los mozos de Castelo Novo pisaban la uva. Será por su Castillo del que solo se mantiene en pie una torre que se transformó en campanario y que es el símbolo de la aldea. Será por su plaza dominada por el antiguo edificio del ayuntamiento (Casa de la Cámara), la fuente de Joao V y el pelourinho que parecería un escenario de cualquier película medieval, si no fuera porque es real como la vida misma. Será por su arquitectura en granito. Será por su piscina natural que aparece cuando llegamos al pueblo. Será…

Janeiro de Cima, el pueblo más bello de las Aldeas de Xisto

Hay un pueblo portugués donde es enero (janeiro en portugués) todo el año. Un enero que se viste de un color grisáceo y verdoso. El color del esquisto, esa piedra laminada que marca su paisaje urbano. Si en Alpedrinha o Castelo Novo el granito es el protagonista, en Janeiro de Cima sucede todo lo contrario. Por eso es uno de los ejemplos más hermosos de la red de Aldeias de Xisto. 27 pueblos que tienen como denominador común sus construcciones de esquisto (xisto en portugués). Todas ellas se encuentran entre la Sierra de la Estrella y el Tajo. Un viaje en el tiempo en todos los sentidos. En el paseo por sus calles se aprecia el espectacular trabajo que se ha hecho para recuperar la arquitectura tradicional. Pero ese acervo también se refleja en su Casa das Tecedeiras, un pequeño museo donde se recuerda la tradición del tejido del lino en Janeiro da Cima.

En ese perpetuo enero las temperaturas no son siempre invernales. En su agradable verano podemos bajar hasta su parque fluvial donde el río Zézere transita formando bellos meandros. Un espacio de ocio donde además parten las barcas que hacen el recorrido entre Janeiro de Cima y Janeiro de Baixo.

Castelo Branco, el jardín barroco más bello de Portugal

Son muchas cosas para un fin de semana. Pero si alargamos la escapada a Fundão durante tres días, o sabemos aprovechar muy bien el tiempo, es aconsejable desplazarse hasta Castelo Branco (a media hora en autovía de Cerca Design House).

Esta coqueta ciudad que ha sabido renovar con buen gusto su casco antiguo en los últimos años, nos brinda una parada muy agradable. Hay una razón de peso para visitarla y esa es el jardín del Palacio Episcopal (2 euros). Una genialidad barroca en forma de árboles, arbustos, estanques y esculturas donde da gusto pasear. Muy buen gusto tuvo don Joao de Mendoça, el obispo de Guarda que encargó semejante genialidad. El jardín además nos propone una auténtica clase de historia de Portugal, con tan solo subir por la escalinata presidida por las estatuas de sus reyes. Pero también un recorrido por la Biblia si ascendemos por la escalera donde los protagonistas son los apóstoles y los evangelistas.

Otras paradas son su Catedral y el Museo Francisco Tavares Proença Júnior que acoge el propio palacio episcopal. En él se recogen, desde restos arqueológicos pasando por objetos litúrgicos hasta las famosas colchas de lino bordado de Castelo Branco. También es recomendable subir hasta los restos de su Castillo, donde gozaremos de unas extraordinarias vistas de la ciudad y su entorno.

Otras cosas que ver en el entorno de Fundão

Los que dispongan de más tiempo pueden hacer una incursión en la Sierra de la Estrella, parque natural que congrega una diversidad paisajística sorprendente. Cascadas, lagos, bosques de castaños, un valle glaciar y el pico más alto de Portugal que posee la única estación de esquí del país. A solo cincuenta kilómetros de Fundão se abre este espacio natural que para nosotros tiene tres visitas imprescindibles. Una es el mencionado pico Torre, que con 1.993 metros es el techo de Portugal continental (el pico más alto del país es la Montaña de Pico es la isla del mismo nombre del archipiélago de las Azores). El segundo es Manteigas y su entorno donde destacan el valle glaciar del Zézere y la cascada del Poço do Inferno. Y el tercero, Loriga con su fabulosa piscina natural, su espectacular garganta y la ruta que comunica con la aldea de Cabeça a través de una levada.

Otro plan muy seductor es visitar la que para nosotros es la Aldeia Histórica más bella de toda la red. Monsanto, el pueblo amoldado a gigantescos bolos granitos que parecieran que van a empezar a rodar montaña abajo. Muy cerca se encuentra Idanha-a-Velha que posee un casco histórico que nos traslada al Medievo con una basílica conocida como Catedral Velha y una muralla romana que nos recuerda que fue fundada en la época del emperador Augusto por su situación estratégica entre Mérida y Coímbra.