Faia da Água Alta, la mayor de las cascadas en Portugal

Cascada de Faia da Água Alta desde Lamoso (Bemposta. Portugal). Dificultad: Fácil. Distancia: 4 kilómetros (ida y vuelta). Tiempo: 1 hora aproximadamente

Cuando se habla de las cascadas en Portugal inmediatamente la mente nos lleva hasta las bellísimas islas con las que cuenta este país, Azores y Madeira. Estos dos archipiélagos, donde la naturaleza rebosa vitalidad gracias a las abundantes lluvias y a un clima suave, ofrecen caídas de agua sensacionales en entornos privilegiados. Una de ellas es la Levada das 25 Fontes de Madeira, cuya ruta tuvimos la suerte de hacer. Pero si nos circunscribimos a Portugal continental, entonces no encontramos demasiadas cascadas que destacan por su popularidad y espectacularidad. Ya hablamos en este blog de viajes del Pozo del Infierno, que se puede visitar dentro de la Ruta del Jabalí en la Sierra de la Estrella. Pero buceando en la red dimos con la Faia da Água Alta, la mayor de las cascadas en Portugal continental con una caída de agua de más de 40 metros. La sorpresa fue que se encuentra junto a la frontera española con el sur de la provincia de Zamora. Una ubicación cercana para nosotros que somos de Salamanca y que nos impulsó a visitarla dentro de una escapada de un día a Miranda do Douro.

Faia da Água Alta. Como llegar hasta la mayor de las cascadas en Portugal

Faia da Água Alta no tiene ni mucho menos la magnificencia de la cascada salmantina por excelencia, el Pozo de los Humos, pero sí merece la pena hacer una visita siempre que se trate de una época de lluvias y nos encontremos al final del invierno o principios de la primavera. Como el invierno de 2016 había sido bastante lluvioso, pensamos que el mes de marzo era el mejor momento para acudir a este enclave perteneciente al Parque Natural do Douro Internacional. Aunque disfrutamos con la belleza de la catarata, lo cierto es que nos imaginábamos que la cantidad de agua que caía iba a ser mayor. De hecho en la fotografía que se muestra en el panel informativo que hay en la zona, la espectacularidad de la Faia da Água Alta es sublime. Quizás si se acude justo después de unos días seguidos de fuertes lluvias la imagen sea más llamativa. Aún así, podemos dar gracias, ya que he leído otros testimonios de personas que se la encontraron totalmente seca.

Uno de los puntos a favor de este enclave es que los portugueses lo han habilitado de manera perfecta para poder hace un recorrido circular alrededor de la cascada. Han instalado unas pasarelas de madera con sus correspondientes agarradores, para garantizar la seguridad del visitante y hacer que goce mucho más con la visita. Además, junto a la Faia da Água Alta se ha construido un pequeño cobertizo para resguardarse de la lluvia o para hacer un alto en el camino.

Para comenzar la ruta hay que desplazarse hasta la pequeña aldea de Lamoso, situada a poco más de cinco kilómetros de Bemposta por una carretera bastante decente. Bemposta es una ciudad fronteriza con España (está a veinte minutos en coche de la localidad zamorana de Fermoselle) y es conocida por su espectacular presa.

Una vez en Lamoso, hay un camino que parte de la carretera que atraviesa la aldea y cuyo inicio se encuentra señalizado con un panel informativo que indica el trayecto hasta la Faia da Água Alta. Se trata de una ruta muy sencilla de algo menos de cuatro kilómetros sumando ida y vuelta. Para bajar a la cascada por el camino es conveniente usar un buen calzado ya que, si ha llovido, suele estar un poco embarrado.

Este primer tramo de la ruta nos ofrece un paisaje no demasiado atractivo excepto cuando tenemos las vistas de la Ribeira de Lamoso, el pequeño arroyo que surte de agua a la cascada. Sin ninguna pérdida, el camino baja en línea recta hasta llegar una pequeña explanada que nos anuncia la proximidad de la Faia da Água Alta. Allí se encuentra el cobertizo que apuntaba anteriormente y otro panel informativo con las características de la cascada.

En este punto comienza la verdadera ruta para visualizar la caída de agua desde diferentes perspectivas. Se trata de un recorrido de unos 800 metros que, en primer lugar, baja hasta la base de la cascada por una pasarela de madera que se encuentra en un excepcional estado. Unos metros antes de llegar al puente colgante donde se ve la caída de agua justo enfrente, existe un mirador a la izquierda desde el que se obtienen las mejores panorámicas. El motivo es que en ese punto la vegetación no la tapa, algo que si ocurre desde el puente colgante.

Una vez atravesado el puente, la pasarela vuelve a ascender para llegar de nuevo a la parte más alta de la cascada donde hay otra pasarela que cruza la Ribeira de Lamoso.

La Faia da Água Alta está enclavada en un terreno rocoso y sobrio, pero con una vegetación muy variada. El resultado es una mezcla de tonalidades marrones, grises y verdes que, con el azul del agua, conforman un paisaje singular. La cascada se surte de las aguas de la Ribeira de Lamoso que acaba desembocando en el río Duero.

El trayecto de vuelta a Lamoso se realiza por el mismo camino, aunque en esta ocasión la exigencia será mayor ya que nos encontramos una constante subida en la que hay que salvar un desnivel de 200 metros, desde los 504 metros de altura donde se localiza la cascada a los 704 donde se ubica Lamoso.

Con esta visita disfrutamos de un lugar sorprendente, desconocido y de gran belleza y unimos la Faia da Água Alta a la lista espacios naturales de los que hemos disfrutado en el país vecino.