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Patrimonio, naturaleza, excelentes playas, avistamiento de aves, enoturismo, una excelente gastronomía marinera y una climatología benévola durante todo el año. Es complicado que un destino aúne todos estos alicientes en muy pocos kilómetros a la redonda. Setúbal lo cumple con creces. Injustamente a la sombra de Lisboa, pero con una luz absolutamente resplandeciente, esta ciudad costera es una de las sorpresas más agradables de Portugal. Acompáñanos en este recorrido por todo lo que ver en Setúbal para exprimir al máximo una escapada que promete y mucho.
Los romanos, que demostraron ser bastante inteligentes, arribaron en el puerto de Setúbal en el año 412 atraídos por su magnífico pescado. Casi 2.000 años después muchos de los visitantes seguimos acudiendo a esta ciudad, cuan gato hambriento, siguiendo el rastro de una de las gastronomías marineras más notables de Portugal. Setúbal es un gran templo culinario, no solo para degustar su plato estrella, los chocos fritos, sino para dar buena cuenta de pescados frescos y mariscos de gran calidad regados con los vinos de la tierra. Sin embargo, ahí no queda la coa. Su privilegiada ubicación en el estuario del Sado hace que goce de una interesante reserva natural para el avistamiento de aves y cetáceos. Muy cerca de allí, algunas las playas más bellas de Portugal que compiten con la del mismísimo Algarve se dan cita en el parque natural de Arrábida. Las plazas y callejuelas de su casco antiguo, las vistas desde el fuerte de San Felipe y la esencia de Azeitão con sus bodegas y azulejos, son otros de los lugares que ver en Setúbal y ponen la guinda a un pastel absolutamente delicioso.
Cómo llegar a Setúbal
En coche. Su cercanía con Lisboa hace que Setúbal esté perfectamente comunicada y se convierta en una escapada muy interesante para hacer desde la capital lusa. El viaje entre ambas ciudades se acomete en menos de media hora por la A2 cruzando el Tajo por el puente 25 de abril o haciéndolo por el norte vía A12 usando el puente Vasco de Gama. La capital española más próxima a Setúbal es Badajoz, a algo menos de dos horas por la A6 y la A2.
En tren. Desde la estación de Sete Rios en Lisboa parten a diario varios trenes interurbanos, que llegan a Setúbal en una hora (su estación está al norte de la ciudad). Estos servicios realizan un transbordo en Pinhal Novo y su precio ronda los 10 euros. Otra opción es cruzar en ferri el Tajo desde Terreiro do Paço a Barreiro y desde allí tomar un tren a Setúbal mucho más barato. El viaje es de media hora.
En autobús. La compañía Transportes Sul do Tejo tiene varios servicios diarios que conectan la lisboeta plaza de España con Setúbal. La terminal de autobuses de Setúbal está algo más de medio kilómetro al norte de la plaza de la República.
¿Dónde alojarse en Setúbal?
Durante nuestro último viaje de tres días para hacer un recorrido por todo lo que ver en Setúbal nos alojamos en RM Guest House, una moderna y original propuesta situada en la avenida Luísa Todi, la principal arteria de la ciudad. Además de contar con un idóneo emplazamiento, nos sorprendió gratamente el concepto rompedor que impera en cada una de sus habitaciones tipo suite. El mundo de la moda está muy presente y eso genera ambientes únicos y con mucha personalidad. Hay guiños a Coco Chanel, al diseño de zapatos, a los bolsos de lujo y a la moda americana. Una apuesta muy interesante que ha convertido un antiguo edificio setubalense en un alojamiento muy moderno y atractivo.
Los desayunos se sirven en la pastelería que se encuentra en la planta baja (Padaria Portuguesa), repleta de productos de calidad y muy sabrosos. Existe la posibilidad además de alquilar bicicletas y el trato en todo momento es exquisito.
Aquí puedes consultar otras opciones para alojarse en Setúbal.
Guía con todo lo que ver en Setúbal en tres días
Han sido dos las ocasiones que hemos visitado Setúbal y en ambas quedó una sensación irrefrenable de regresar. De estar ante un destino con un abanico inmenso de los planes que más nos gustan: senderismo, playa, enoturismo, avistamiento de aves y cetáceos, gastronomía, patrimonio, tradiciones… Y si además el tiempo suele acompañar con temperaturas muy agradables, no se puede pedir más. Por eso vamos a hace una selección de los rincones más destacados que ver en Setúbal para aprovechar al máximo la estancia en la ciudad y, como siempre hay que hacer, dejar algunas cosas pendientes con el propósito de volver.
Casco histórico de Setúbal
La importancia de Setúbal a lo largo de la historia se aprecia en su magnífico casco histórico repleto de pequeñas callejuelas por las que perderse sin rumbo y aspirar la verdadera esencia de la ciudad. Aunque su vertiente natural y costera es el principal reclamo de una visita, sería casi un pecado no dedicar una jornada a recorrer un casco viejo que cuenta con maravillas como las que desgranamos a continuación.
Convento e iglesia de Jesús
Durante nuestra primera visita a Setúbal poco antes de la pandemia se estaba sometiendo a una profunda restauración. Contemplar este tesoro del arte manuelino una vez que los trabajos han concluido fue una de las más gratas sorpresas del segundo viaje que hicimos en otoño de 2022. El convento y la iglesia de Jesús es el monumento más sobresaliente que ver en Setúbal. El templo lleva la firma del autor del monasterio de los Jerónimos de Lisboa, Diogo de Boitaca. Detrás de una fachada esculpida con el más absoluto de los detalles nos encontramos una iglesia donde los azulejos contrastan con los arcos curvos de la cubierta.
El convento acoge en la actualidad el Museo de Setúbal donde se expone una amplia colección de arte sacro.
Plaza de Bocage
Es el corazón de Setúbal. La plaza por la que pasa la vida de la ciudad. El lugar en el que se dan cita locales, turistas, músicos callejeros… y donde se celebran mercadillos como el de Navidad. Está adoquinada con motivos geométricos y presidida por el monumento dedicado al poeta Manuel María Barbosa du Bocage, el mayor representante de la Arcadia lusitana. Se trata además de una plaza muy luminosa y alegre donde se encuentra la bonita iglesia de São Julião. Aquí nacen o mueren (según como se mire) las callejuelas del centro histórico de la ciudad repletas de pequeñas tiendas y viviendas y por las que es obligatorio perderse sin rumbo.
Casa da Cultura
Setúbal rebosa cultura por los cuatro costados. No había otra opción teniendo en cuenta que la plaza más importante lleva el nombre del poeta Bocage y la arteria principal está bautizada por la mezzosoprano Luísa Todi. La Casa da Cultura es un buen ejemplo de esa apuesta por las artes y un lugar a tener muy en cuenta en un recorrido por todo lo que ver en Setúbal. Programa exposiciones temporales muy interesantes con entrada gratuita. Además acoge conciertos nocturnos, proyecciones cinematográficas y posee un interesante bar llamado Café das Artes.
Barrio de Troino y su mercearia más famosa
El barrio de Troino, en pleno centro, es uno de los lugares más auténticos que ver en Setúbal. Conserva la esencia de la ciudad con casas bajas pintadas de alegres colores y pequeños bares donde pescadores curtidos en mil batallas departen alrededor de una mesa en la ‘lengua’ oficial del barrio, el ‘charroco’.
Ese viaje en el tiempo que representa un paseo por sus calles se refleja especialmente en la mercearia (tienda de ultramarinos) Confiança de Troino. Los que tenemos una cierta edad y hemos conocido este tipo de establecimientos donde todo se vendía a granel y se pesaba en enormes básculas, disfrutamos mucho con esta visita. Esta tienda se fundó en 1926 y fue todo un símbolo para el barrio. El progreso acabó con ella, pero en 2015 reabrió tras someterse a una restauración. Manuela, su encargada, nos contó cómo la mercearia forma parte de la vida de varias generaciones de setubalenses que acudían a comprar azúcar, embutidos o bacalao envueltos en cartuchos de papel, pero también latas se conserva y productos de belleza. Hoy es un estupendo lugar para comprar un recuerdo y citarse con la historia.
Casa da Baía
Una casa señorial del siglo XVIII rehabilitada y pintada de una azul intenso acoge hoy la oficina de turismo de Setúbal. Pero no solo eso, la Casa da Baia alberga exposiciones, una cafetería con una terraza muy especial y el Centro de Interpretación del Delfín Mular del Estuario del Sado. Por cierto, la bahía de Setúbal está considerada como una de las más bellas del mundo por su configuración y cuidado medioambiental.
Museo del Trabajo Michel Giagometti
En el año 1930 Setúbal fue el puerto conservero más grande de Portugal. Llegaron a estar en pie 140 fábricas. Ninguna opera a día de hoy, pero aún sobreviven algunas de sus características chimeneas de ladrillo. Una de ellas estaba en el lugar que hoy ocupa el Museo del Trabajo Michel Giagometti. Su visita es uno de los planes imprescindibles que hacer en Setúbal. Cuenta con varios espacios, los más interesantes son la recreación de una antigua tienda de ultramarinos que nos recuerda a la mercearia Confiança de Troino y la zona dedicada a explicar cómo se realizaba el trabajo conservero. Se mantienen muchas de las herramientas originales y una lograda audioguía ayuda y mucho a saber cómo las sardinas acaban en una lata y así acercarse al que durante casi un siglo fue el motor económico de Setúbal.
Mirador de São Sebastiao
Junto al Museo del Trabajo Michel Giagometti se encuentra uno de los lugares más apacibles del casco histórico de Setúbal. El mirador de São Sebastiao es un bonito balcón recubierto de azulejos que se asoma al puerto de Setúbal y a la península de Tróia.
Sé Catedral de Setúbal
Concluimos este recorrido por todo lo que ver en el casco histórico de Setúbal con su discreta catedral. Muchos visitantes creen que la Sé es el templo que vemos en la plaza de Bocage. Sin embargo se trata de la iglesia São Julião. La catedral se encuentra más al este en una apacible plaza alejada del bullicio. Dedicada a Santa María da Graça, fue de origen románico-gótico, pero se reconstruyó en el siglo XVI. Cuenta con dos imponentes torres y en su interior destacan algunos retablos de madera dorada. Un dato curioso: la Diócesis de Setúbal es muy reciente, data de 1975.
Mercado do Livramento
La arteria principal de Setúbal recibe el nombre de la mezzosoprano Luisa Todi, nacida en 1753 en esta ciudad. Se trata de una gran avenida con una isla ajardinada central ideal para pasear y relajase. A la altura del número 163 se encuentra uno de los lugares imprescindibles que ver en Setúbal. El Mercado do Livramento es nuestro mercado favorito de Portugal. Es el mejor termómetro de la vida de Setúbal ya que en sus decenas de puestos se dan cita locales y turistas al reclamo del considerado por ‘USA Today’ en 2015 como uno de los mejores mercados de pescado del mundo. No es para menos. El increíble muestrario de delicias marineras que llegan cada mañana es interminable. Pescados y mariscos frescos que demuestran que Setúbal continúa siendo uno de los mejores puertos pesqueros de toda la península ibérica.
Pero hay más. También hay puestos de flores, carne, frutas, quesos… Un arcoíris de productos frescos, de calidad y kilómetro cero que representan una de las principales señas de identidad de Setúbal.
Fuerte de São Filipe
Dejamos el casco histórico de Setúbal para poner rumbo al parque natural de Arrábida. Justo en el límite entre el casco urbano setubalense y el inicio de los frondosos bosques de pinos, se encuentra el vigilante perenne que controla todo lo que entra y sale en la bahía de Setúbal: el fuerte de São Filipe. Recibe este nombre porque fue erigido por el rey Felipe II de España y I de Portugal ante el peligro de un ataque británico con su Armada Invencible. Es un placer pasear por sus muros y contemplar desde allí la silueta urbana de Setúbal, el paisaje serrano de Arrábida y la península de Tróia. Es sin duda la mejor atalaya de la ciudad, aunque parte del fuerte está esperando una restauración que pide a gritos.
Posee una agradable cafetería para tomar una cerveza con vistas y no hay que perderse la capilla del siglo XVIII recubierta de azulejos. Es posible llegar caminando desde el centro de Setúbal, pero nos espera una subida por una carretera asfaltada un tanto anodina. Mejor coger el coche para ahorrar esfuerzos.
Parque Natural de Arrábida
Es una de las principales razones que convierten a Setúbal en el destino más completo de Portugal. A las puertas de la ciudad se abre paso un espacio natural formidable y único en el país vecino. En ningún otro lugar encontramos la simbiosis perfecta entre idílicas playas y calas con frondosos bosques de pinos que se asoman a un paisaje de acantilados recortados.
Eso sí, hay que tener en cuenta que tanta belleza a las puertas de Lisboa hace que en verano la afluencia de visitantes sea importante. Conviene madrugar para encontrar plaza en los aparcamientos de las diferentes playas y huir de los siempre incómodos atascos. Pero en meses como mayo, junio, septiembre y octubre, donde las temperaturas siguen siendo benévolas, Arrábida es un auténtico paraíso para darse un chapuzón, pasear por la arena o hacer este fantástico tour en kayak.
Dos de las playas más concurridas y extensas son las de Albarquel y Figueirinha. Pero a nosotros nos gustan especialmente las de Galapos y Galapinhos. También es interesante la de Creio, desde donde parte una sencilla y bonita ruta de senderismo que llega hasta Portinho da Arrábida y a la cueva de la Lapa de Santa Margarida. Hay más senderos, pequeñas calas e incluso el bonito y encalado convento franciscano, por lo que Arrábida se presta a recorrerlo con pausa.
Azeitão, enoturismo y azulejos
Al norte del parque natural de Arrábida nos encontramos la enésima sorpresa de Setúbal. El enoturismo también tiene cabida en este municipio que parece haber sido tocado por una varita mágica. Los vinos de la Península de Setúbal son apreciados en medio mundo y su tradición vinícola se remonta a los Tartessos. Un clima mediterráneo con veranos calurosos y secos e inviernos lluviosos unido a la brisa atlántica da como resultado uvas blancas como la moscatel (la mayoritaria), Fernão Pires y Arinto, y tintas como la Castelão.
La zona de Azeitão concentra la mayor parte de los viñedos de Setúbal y también sus bodegas. Está salpicada de pequeñas aldeas abrigadas también por campos de olivos (de ahí su nombre) y con un gran peso de la tradición. Nosotros realizamos una visita a la bodega Bacalhoa, uno de los grandes grupos vinícolas de Portugal con presencia en sus principales Denominaciones de Origen. Su bodega es un lujo para los sentidos, con un bonito jardín y una zona inmensa dedicada al arte que dan paso al lugar donde se almacenan las barricas y finalmente a la sala de catas. Una visita muy completa y diferente a la que se puede realizar en cualquier otra bodega.
Azeitão también es sinónimo de azulejos, los mundialmente conocidos Azulejos de Azeitão. Su factoría artesanal se encuentra en Vila Fresca de Azeitão, muy cerca de la bodega de Bacalhoa. Nuno, su propietario, es el encargado de hacer una visita guiada por las instalaciones con explicaciones muy atractivas sobre el proceso de fabricación del azulejo. Desde que se moldea y se cuece hasta que se pinta a mano con diferentes motivos. Auténticas obras de arte que se basan en las técnicas ancestrales y que sirven para reproducir azulejos europeos, orientales y árabes.
Reserva natural del Estuario del Sado
Además del parque natural de Arrábida, Setúbal tiene la suerte de contar con otro espacio privilegiado. El estuario que forma el río Sado en su desembocadura en el Atlántico regala un humedal biológico con más de 250 especies diferentes de aves. El mejor lugar para acercarse a él es el molino de Maré da Mouriscas. Este antiguo molino del siglo XVII totalmente rehabilitado se ha convertido en un centro de interpretación en el que entender mejor la riqueza del estuario del Sado. Desde allí parten además tres rutas de senderismo que alcanzan diferentes observatorios de aves. Nosotros avistamos numerosos flamencos que empezaban a llegar a finales de septiembre al estuario.
El estuario del Sado acoge además a una de las mayores colonias de delfines mulares de toda Europa. Contemplarlos de cerca con el mayor respeto es posible gracias a actividades como esta que puedes reservar aquí.
Tomar el ferri a la península de Tróia
Desde el puerto de Setúbal parte cada hora entre las 7:30 y las 22:00 horas un ferri que en solo treinta minutos alcanza la península de Tróia. Lo ideal es llevar el coche (18,70€, más 4,10€ por cada pasajero) para desplazase hasta las magníficas e interminables playas de Tróia y Comporta. También es muy aconsejable visitar el puerto de Carrasqueira, compuesto por numerosos muelles de madera sujetados por pilotes que usan los pescadores locales.
Dónde comer en Setúbal pescado y marisco frescos
No podíamos acabar este post con todo lo que ver en Setúbal sin hablar de uno de los alicientes más importantes de la visita: la gastronomía. Tener el privilegio de ser uno de los mejores puertos pesqueros de la península ibérica se traduce en que Setúbal tiene una amplia nómina de restaurantes para degustar las delicias del mar a precios muy ajustados. Estos son algunos de los más destacados que tuvimos la oportunidad de visitar en nuestros viajes a la ciudad.
🍽️ Oficina do Peixe (R. Guilherme Gomes Fernandes, 33. Setúbal). Detrás del puerto pesquero, entre antiguos almacenes y casas bajas, se encuentran algunos de los restaurantes más típicos e interesantes para comer en Setúbal. Uno de ellos es la Oficina do Peixe. Su nombre es revelador. Pero todavía lo es más el mostrador refrigerado que hay a la entrada que muestra las piezas que han llegado esa misma mañana y los aromas que salen de la cocina donde la mano de sus cocineros hacen maravillas valiéndose de las humeantes brasas. En la Oficina do Peixe probamos el choco frito, el plato estrella de Setúbal. Lo preparan con un rebozado muy crujiente y nada grasiento que contrasta con la agradable textura del choco. Con una media ración (10,50€) es suficiente para poder probar otras cosas. El primer día que acudimos, además del choco frito pedimos un pescado del día a la brasa. Nos pusieron salongo (38€ el kilo), un pez de un intenso color rojo con un sabor delicioso. Al día siguiente nos decantamos por el marisco con tres raciones: una de ostras (2€ la unidad), otra de navajas (17€) y la tercera de gambones (17€). El trato, exquisito, y los postres también sobresalientes. Es necesario reservar.
🍽️ O Tavira (Av. Luísa Todi, 510. Setúbal). Otro de los restaurantes que nos sorprendió muy gratamente para comer en Setúbal. Ubicado en la principal avenida de la ciudad, Luísa Todi, preparan un arroz de marisco (35€) absolutamente delicioso. Muy contundente y con una más que notable cantidad de marisco. También nos gustaron especialmente las almejas ‘à Bulhão Pato’. Para no parar de mojar en la salsa. Ronny, el jefe de sala, es todo amabilidad al igual que su equipo. También es un buen lugar para regar las viandas marineras con los vinos de la península de Setúbal.
🍽️ Novo 10 (Av. Luísa Todi 422. Setúbal). Muy cerca de O Tavira, se encuentra otro de los restaurantes más populares para comer en Setúbal. Novo 10 también tiene un amplio muestrario de gastronomía marinera a precios más que interesantes. También probamos su arroz de marisco (33€), elaborado con la receta tradicional portuguesa y con una más que sobresaliente factura. Con un arroz para dos personas es más que suficiente. Repetimos al día siguiente para probar sus chocos fritos y una lubina a la brasa deliciosa.
🍽️ Ostras sobre rodas (Av. José Mourinho 122. Setúbal). A los pies del fuerte de São Filipe, en la playa da Saúde, se encuentra esta ‘food truck’ que representa uno de los lugares más singulares y sorprendentes para comer en Setúbal. En ella se sirven exquisitas ostras frescas acompañadas de vinos blancos, rosados y espumantes. Un capricho asequible para darse al atardecer. Tres otras con una copa de vino tienen un precio de 6 euros.
🍽️ Casa de Pasto A Faca (R. de Arronches Junqueiro 71. Sertúbal). Finalizamos con un restaurante muy tradicional y humilde que descubrimos durante nuestra primera visita a Setúbal y que está enclavado en pleno casco histórico de la ciudad. Un matrimonio de avanzada edad regenta esta tasca en la que degustar pescados frescos a precios irrisorios que difícilmente superan los 10 euros por plato. Delicioso el choco frito con patatas y también unos pequeños besugos que nos prepararon a la brasa.
Hola, me podeis decir que calle es en Setubal con el siguiente epigrafe : Una de las entradas al casco histórico de Setúbal. Gracias.
Hola Berta gracias por visitar el blog. La foto corresponde al arco de São Sebastião que de acceso a la calle Arronches Junqueiro que es una de las más bellas que ver en Setúbal. Un saludo.