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Un itinerario por todo lo que ver en Moguer va obligatoriamente acompañado de Juan Ramón Jiménez y de su obra cumbre, “Platero y yo”. Una localidad que desborda belleza y que también está íntimamente ligada al Descubrimiento de América
“Te llevaré Moguer a todos los lugares y a todos los tiempos, serás por mí, pobre pueblo mío, a despecho de los logreros, inmortal». Esta frase de Juan Ramón Jiménez resume el amor, el respeto y el cariño que el Nobel de Literatura tuvo hacia su pueblo natal, la localidad onubense de Moguer. El autor del inmortal “Platero y yo” es, sin duda alguna, el moguereño más ilustre y todo en las calles de esta bellísima población así lo recuerda. La memoria del genial autor está presente en cada rincón y es el mejor hilo conductor a la hora de preguntarse qué ver en Moguer. Por si fuera poco, la localidad también está ligada íntimamente al Descubrimiento de América. En su puerto, se construyó la carabela La Niña. Además, Cristóbal Colón pasó en varias ocasiones por Moguer, lugar en el que nacieron los hermanos Pedro Alonso y Juan Niño, dos piezas claves en la conquista del nuevo mundo. Por este motivo es uno de los denominados Lugares Colombinos y por tanto luce con orgullo el peso de la historia.
Qué ver en Moguer en unas horas guiados por Juan Ramón Jiménez
Visitamos Moguer dentro de unas vacaciones de verano que nos llevaron hasta la Costa de Luz. Además de recorrer las excelentes e interminables playas de Huelva, tuvimos ocasión de visitar el Parque Nacional de Doñana, la aldea de El Rocío y también la localidad de Moguer. Fue un recorrido breve, de apenas un par de horas por la noche, pero suficiente para comprobar el encanto de la cuna de Juan Ramón Jiménez.
Moguer se encuentra a poco menos de 20 kilómetros de Huelva, y a 50 de la turística localidad de Matalacañas. Por lo tanto, es un lugar de visita recomendada para todos aquellos que hagan una escapada a la provincia onubense.
Plaza de Portocarreros
Un buen lugar para arrancar la ruta por la localidad es la plaza de Portocarreros, junto al majestuoso Monasterio de Santa Clara. En esta zona hay un pequeño aparcamiento donde poder dejar el vehículo y empezar a recorrer todo lo que ver en Moguer. Esta plaza está unida con otra, la de las Monjas, donde empezamos a comprobar la vitalidad que tiene esta población. Allí aparece el primero de los recuerdos a Jiménez y a su obra cumbre. Se trata de “Asnografía”, una representación muy personal del burro Platero obra del autor Víctor Pulido. Esta escultura fue una de las que se colocaron en las calles de la ciudad con motivo del centenario de la publicación de “Platero y yo” en el año 2014.
Monasterio de Santa Clara
El Monasterio de Santa Clara es quizás el máximo exponente del pasado colombino de Moguer junto con su puerto. Allí durmió Colón su primera noche nada más regresar del primer viaje a América. La entrada para visitarlo tiene un precio de 3,5 euros. El puerto de Moguer tiene una curiosidad, ya que no se encuentra en el mar, sino en el río Moguer, afluente del río Tinto. Aunque tuvo una gran importancia para los fenicios, los romanos, en la Edad Media, y también para el Descubrimiento de América, actualmente no tienen ninguna actividad.
Plaza de las Monjas
También en la plaza de las Monjas se levanta el monumento dedicado a Cristóbal Colón, obra de Alberto Germán y que preside este simbólico lugar de Moguer desde el año 2006. Alrededor del busto del descubridor se suelen colocar varias terrazas de establecimientos cercanos en las que disfrutar de las buenas temperaturas que se registran por estos lares. Y es que Moguer tiene una animada vida en las calles, donde sus plazas se convierten en puntos de reunión de vecinos y visitantes.
Calle Andalucía
Salimos de la plaza de las Monjas, para tomar la céntrica calle Andalucía, una de las más auténticas de Moguer donde podemos apreciar su arquitectura urbana con viviendas de dos pisos, inmaculadamente encaladas y con balcones y ventanas de rejas. Una delicia caminar por esas calles con un inequívoco aire andaluz. En la calle Andalucía se halla el Teatro Felipe Godínez, levantado en memoria del dramaturgo moguereño contemporáneo de Cervantes y, junto a él, la Capilla del Hospital del Corpus Christi.
Plaza del Cabildo
Casi sin darnos cuenta desembocamos en otra plaza, la del Cabildo, otro de los lugares que ver en Moguer y donde se palpa mucho mejor la vitalidad de esta población. Un ambiente excepcional con niños jugando, mayores charlando en alguno de los bancos y risas y conversaciones animadas en sus abarrotadas terrazas. Como no podía ser de otra forma, una escultura de Juan Ramón Jiménez preside el ágora. La obra de Octavio Vicens está acompañada de una fuente de chorros que parten desde el suelo que refrescan las cálidas noches del verano moguereño. Pero además, la plaza del Cabildo acoge otra cuidada escultura del burro Platero obra del artista Álvaro Rojas.
El recuerdo a Juan Ramón Jiménez también está presente en la veintena de impecables azulejos colocados en algunas calles de Moguer. En ellos aparece la imagen del autor con una frase contenida en alguna de sus obras, y que está referida al lugar en el que está ubicada la placa. Por ejemplo, en la calle Castillo se recuerda que allí estaba ubicada la antigua plaza de toros que acabó siendo pasto de las llamas.
La casa natal y el museo de Juan Ramón Jiménez
Aunque por lo breve de nuestra visita a Moguer no pudimos acudir, hay que recordar que en la localidad onubense se puede visitar la casa en la que nació Juan Ramón Jiménez, ubicada en la calle Ribera, 2. La vivienda está declarada Bien de Interés Cultural y acoge un pequeño museo. También muy interesante es poder acceder a la Casa Museo Zenobia – Juan Ramón Jiménez, (calle Juan Ramón Jiménez, 10) cuya entrada tiene un precio de 3,5 euros y donde el visitante se puede adentrar de lleno la vida del autor, especialmente en sus facetas menos conocidas por el gran público.
Iglesia de Nuestra Señora de la Granada
Después de comer en Moguer excelentemente (aunque en nuestro caso fue cenar) en el Mesón El Lobito, concluimos nuestra visita en la imponente iglesia de Nuestra Señora de la Granada, perfectamente iluminada por la noche. “La torre de Moguer, de cerca, parece una Giralda vista a lo lejos”, afirmó Jiménez. Como bien escribió el genial autor, lo que más impresiona del templo es su torre que recuerda a la Giralda de Sevilla (ver el post sobre qué ver en Sevilla en dos días). De hecho es el único elemento que sobrevivió al terremoto de Lisboa de 1755 y que destruyó la antigua parroquia mudéjar del siglo XVI, a la que pertenecía la torre.
Plaza de Nuestra Señora de Montemayor
La iglesia se levanta junto a la plaza de Nuestra Señora de Montemayor, lo que permite apreciarla con más perspectiva. Además, en esta plaza se encuentra otra de las esculturas dedicadas a Platero titulada “Idilio de abril” y que es obra de Pedro Requejo. En esta ocasión el famoso burro aparece acompañado de dos niños que regresan de recoger flores del frondoso campo moguereño y que se ven sorprendidos por una tormenta. Una escultura con mucha fuerza que recrea la estrecha relación entre los más pequeños y Platero.
Carreta de la Hermandad del Rocío y placa del Marqués
Después de ver tras los cristales la carreta de la Hermandad de Rocío de Moguer en su sede que posee junto a la iglesia de Nuestra Señora de la Granada, decidimos concluir nuestro breve, pero intenso y fructífero, paseo por las calles de la localidad onubense. Antes de regresar a la plaza de Portocarreros, donde habíamos dejado el coche, pasamos por casualidad por otra pequeña placita, la del Marqués. También animada y con terrazas de los bares próximos, está presidida por una bonita escultura en bronce de Zenobia Camprubí obra de Pablo Vallejo, Francisco Díez y José Luis Rosado. Como no podía ser de otra manera, la musa y esposa de Juan Ramón Jiménez durante 40 años también tenía que tener su huella en la agradecida y generosa localidad de Moguer.
Convento de San Francisco
Por último pudimos ver la iluminación del manierista Convento de San Francisco, otro de los monumentos más destacados que ver en Moguer y que se puede visitar de lunes a viernes durante sólo tres horas, de 11:00 a 14:00 h.
El recorrido por la localidad onubense fue un gusto para los sentidos repleto de recuerdos. Recuerdos de niñez de cuando, al menos en nuestra época, se leía en clase “Platero y yo”. Una obra que guía los pasos por Moguer y que sirve para rendir homenaje a uno de los escritores más grandes que han dado las letras españolas, Juan Ramón Jiménez
Hola soy José Domínguez, soy de Moguer de este pueblo al que usted invita al visitar, pero del que se le olvidan cosas importantisimas, como su PATRONA que existe antes que la hermandad del rocío, que tiene su propia ermita en el coto de MONTEMAYOR, en el término municipal de Moguer, que Moguer tiene más capillas de las que usted ha puesto como por ejemplo la capilla donde se encuentra la imagen que procesiona en Moguer y es la más antigua de Moguer y un sin fin de sitios más que a usted se le ha olvidado, asique por favor antes de publicar estas cosas infórmese bien de que esta lleno Moguer que no es sólo Juan Ramón y colon
Gracias José. Si para algo sirven los comentarios es para que los lectores enriquezcan el texto que hemos elaborado. Como bien reflejamos en el post, tan sólo recorrimos Moguer apenas tres horas por la noche y reflejamos un poco esa vivencia. Por supuesto que esta bellísima localidad tiene muchos más lugares interesantes que visitar como bien puntualizas, pero para eso existe una oficina de turismo y folletos específicos. Este blog se nutre de experiencias personales, no pretende ser una guía que informe de absolutamente todo lo que hay que ver en un determinado lugar. Lo importante es que la gente visite Moguer, y creo que nuestro artículo anima a ello porque intentamos transmitir lo mucho que nos gustó la localidad. Un saludo y enhorabuena por vivir en un lugar tan especial.
Hola Pablo y Estefanía! Me ha encantado leer vuestro artículo. Soy de Moguer y creo que en dos horas, le habéis sacado mucho jugo a vuestra visita. Gracias por dedicar parte de vuestro tiempo a escribir estas líneas sobre nuestro pueblo. Un abrazo y seguro que seréis bienvenidos si decidís repetir!
Muchas gracias por tus palabras María. Se agradecen mucho más viniendo de alguien de Moguer. Fue un placer recorrer, aunque fuera poco tiempo, esta maravillosa localidad y a buen seguro que volveremos. Es un perfecto complemento al turismo de sol y playa y una localidad que está muy cuidada. Gracias de verdad y un saludo.
Hola Pablo y Estefanía, soy de Moguer y me ha encantado leeros. Muy bien descrito. Es de agradecer enormemente vuestra visita y que la compartáis en vuestro blog. Espero que volváis de nuevo!! Un saludo
Muchas gracias Carlos por tus palabras. No te imaginas cuánto se agradecen viniendo de alguien natural de Moguer. Seguro que volveremos con más tiempo para conocer todo aquello que dejamos en el tintero. Es una localidad muy especial. Un saludo y gracias por visitarnos.