Todo aquel que realiza un viaje al Algarve no se puede quedar sin realizar un paseo en barca por las grutas de Lagos y descubrir las sorprendentes formas que el paso del tiempo ha ido cincelando en las rocas
Una de las actividades más fascinantes que se pueden realizar durante unas vacaciones en el Algarve portugués es adentrarse en las conocidas como grutas de Lagos mediante un apasionante paseo en barca. El recorrido bordea los espectaculares acantilados que se extienden a lo largo del litoral atlántico entre la ciudad de Lagos y la joya de la corona de esta maravilla natural, la Ponta da Piedade. Este tesoro que nos brinda la costa sur portuguesa es sin duda uno de los mayores atractivos del Algarve y un lugar para dar rienda a la imaginación. Y es que el paso del tiempo y la erosión han ido cincelando las rocas dándole formas de lo más originales y evocadoras. Es como una especie de Ciudad Encantada de Cuenca, pero en la costa. Además, es un plan perfecto para alejarse del bullicio turístico que reina en esta región lusa durante los meses de verano.
¿Dónde contratar el paseo en barca por las grutas de Lagos?
Al margen de visitar las mejores playas del Algarve, zambullirse en sus frías y cristalinas aguas, descubrir la experiencia de comer en el Algarve y visitar el cabo de San Vicente, el paseo en barco por las grutas de Lagos da un valor añadido a la visita a la región más turística de Portugal. Para tomar la barca que nos hará este imaginativo recorrido tenemos varias opciones. Por un lado nos podemos desplazar hasta el puerto de Lagos (Marina de Lagos), donde empresas como Bom Dia (la que elegimos nosotros) realizan diferentes paseos por la zona. El que nos ocupa en esta ocasión es el que, durante una hora, hace un recorrido por las grutas de Lagos. El precio es de 15 euros por persona. También desde el muelle que hay junto a la fortaleza da Ponta da Bandeira se inician este tipo de travesías.
Otra opción es acudir a la Ponta da Piedade. Allí hay que bajar las escaleras que descienden hasta el océano para coger alguna de las barcas que suelen encontrarse esperando a que lleguen los turistas. Normalmente estos botes pertenecen a barqueros independientes que no pertenecen a ninguna empresa. Por ello es posible que en este punto se pueda ajustar un poco el precio y bajar de los 15 euros. Todo depende de la disposición del barquero de turno. Contratar aquí el paseo es una forma de apoyar al trabajador de siempre, al que lleva décadas haciendo esta imaginativa labor. Nosotros supimos de la existencia de este lugar a posteriori porque, de lo contrario, con total seguridad habríamos elegido alguna barca de las que se encuentran en la Ponta da Piedade. Y más después de leer este bonito reportaje publicado por el digital portugués Público en el que se cuenta la historia de uno de estos buenos profesionales.
Las formas imposibles del ‘museo’ al aire libre de las grutas más famosas del Algarve
Las barcas con las que se realiza el recorrido por las grutas de Lagos son pequeñas, las típicas barcas de pesca en las que caben unas seis personas. Esta circunstancia convierte a la experiencia en mucho más personal y atractiva. Además, es la manera de introducirse en las grutas que hay en los acantilados, ya que con una embarcación más grande sería imposible.
El paseo comienza en el puerto de Lagos, aunque lo interesante se inicia frente al fuerte Da Ponta da Bandeira, uno de los símbolos de la ciudad portuguesa que sirvió como fortaleza defensiva y que actualmente se encuentra excelentemente conservado. A partir de ahí comienza la sinfonía de acantilados con formas de lo más sorprendentes salpicadas con pequeñas playas y calas que conforman el pedazo de costa más bella de todo el Algarve portugués.
Las playas de Batata y los Estudiantes, refugiadas entre los primeros acantilados, son los primeros arenales que vemos desde la barca y un aperitivo de lo que vendrá más adelante. En la de los Estudiantes destaca el arco que une dos de las rocas que el tiempo quiso que se separaran. Una forma de luchar contra el destino de estas moles, que no es otro que el de la progresiva erosión.
Posteriormente vendrán otras dos playas, las de Pinhao y Dona Ana, esta última está considerada como la mejor de las playas del Algarve. Un lugar donde las rocas con formas caprichosas se entremezclan con la arena y el agua dando lugar a un escenario de película.
Tras visualizar otra de las playas más coquetas y bellas de la zona, la de Camilo, el barquero comienza a explicar todas un cada una de las formaciones rocosas que vamos viendo a nuestro paso. Las más representativas han sido bautizadas con los nombres de aquellas cosas, personas o animales que evocan. Es lo que ha ocurrido en la Ciudad Encantada de Cuenca aunque, como nos aseguró el guía con el que visitamos este lugar de la provincia conquense, cada persona visualiza en una roca lo que uno mismo quiera ver. Es decir, que si a una determinada formación la bautizan como el elefante o el dromedario, te están predisponiendo a ver exactamente eso. Cosas de la mente.
Lo cierto es que en los alrededores de la Ponta da Piedade, además de adentrarnos en las grutas de Lagos, podemos charlar con Michael Jackson, ver cómo se hunde el Titanic, contemplar una curiosa catedral marina, pasar por debajo de un elefante, asustarnos con un fantasma, sentir los ladridos de un perro gigante y entrar tranquilamente al salón de una casa y ver el cielo desde su chimenea. Y todo esto en unos pocos minutos. ¿Quién puede pedir más? Y es que con estos nombres han bautizado a algunas de las rocas que presentan una forma más característica o peculiar. Las podemos llamar así o de la forma que se nos venga a la mente, pero lo cierto es que es un divertido juego mientras nos vamos adentrando en algunas de las grutas de Lagos. En algunas de ellas la luz desaparece y, prácticamente a oscuras, sentimos el sonido del océano y tocamos con los dedos las húmedas paredes. Un viaje fascinante por un mundo repleto de imaginación que parece trasladarnos a una película de fantasía.
Mientras se realiza el paseo se pueden ver a otras personas que navegan por la zona en kayak, una opción también interesante para bordear la costa aunque, con este tipo de embarcación, es más complicado adentrarse en las grutas.
La ruta de las grutas de Lagos es un viaje de película repleto de imaginación que permite descubrir una de los rostros más bellos del Algarve portugués.
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Muchas gracias a ti Edu por visitar el blog. Nos alegra que te haya sido de utilidad. Un saludo
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Muchas gracias por tu comentario Tomi. Nos alegra que te sea de utilidad. Un saludo afectuoso