Camino Asentadero – Bosque de los Espejos (Parque Natural Las Batuecas – Sierra de Francia. Salamanca). Dificultad: Fácil. Distancia: 9,25 kilómetros (ruta circular). Duración: 3 horas aproximadamente
Dentro de las rutas que ha recuperado la Diputación de Salamanca aunando arte y naturaleza quiero destacar la que transcurre entre las localidades de San Martín del Castañar, Sequeros y Las Casas del Conde en pleno corazón del Parque Natural Las Batuecas – Sierra de Francia. Se trata del conocido como Camino Asentadero – Bosque de los Espejos y es un sencillo trayecto adaptado para todo tipo se senderistas que ofrece una estupenda visión de este magnífico enclave y permite ver una serie de actuaciones artísticas que dan un valor añadido a la ruta.
Guía para hacer la ruta del Bosque de los Espejos en la Sierra de Francia
Si el Camino de los Prodigios que transita entre Miranda del Castañar y Villanueva del Conde tiene un encanto especial, el Bosque de los Espejos no se queda corto. Aunque se puede iniciar en cualquier de las tres localidades por las que pasa (San Martín del Castañar, Sequeros y Las Casas del Conde), recomiendo hacerlo por la primera de ellas. Se trata de una bellísima localidad salmantina que conserva la arquitectura serrana. La pondría sin duda alguna en el “top 5” de los pueblos más atractivos de la provincia de Salamanca.
Merece la pena recorrer sus calles y contemplar algunos de sus monumentos más destacados. Uno es el Castillo, que se encuentra rehabilitado y alberga un cementerio en su interior. La iglesia, que se comenzó a construir en el siglo XIII, brilla con luz propia y fue declara Bien de Interés Cultural (BIC) en 1981.
Junto al Castillo se encuentra la plaza de toros, una de las más antiguas de España. Está incrustada entre algunas viviendas, lo que permite una imagen muy atractiva. No tiene una forma definida y posee varios tendidos y numerosos burladeros.
Hecho el recorrido turístico de rigor por San Martín del Castañar (también se puede hacer al concluir la jornada) es el momento de comenzar con la ruta. No hay problemas para llegar hasta el inicio (el camino parte en el sureste de la localidad, justo debajo de la iglesia) ya que la señalización es abundante y no permite que el caminante tenga ninguna duda.
Andados unos metros veremos un cruce en el que se juntan en camino de ida y de vuelta. Habrá que tomar el de la izquierda para llegar hasta Sequeros (itinerario recomendable), ya que el de la derecha es el que lleva a Las Casas del Conde. Después de pasar por varios campos de cultivos, el sendero se introduce en el bosque típico de este Parque Natural en el que los castaños, los robles y los frenos dominan el paisaje. Un paisaje que se tornará verde si hacemos la ruta a finales de la primavera o que, por el contrario, tendrá un abanico de tonalidades que van desde el marrón hasta el amarillo si se realiza en otoño, momento en el que nosotros la hicimos y que también es altamente recomendable.
Tras cruzar por una pasarela el regato de Buena Madre comenzaremos a ver las obras de arte en la naturaleza que son una constante durante este camino. La primera de ellas tiene el título de “Estructura torre de intercambio” y es obra de Jesús Palmero. En ella los caminantes pueden dejar su impronta depositando piedras, ramas u hojas secas en su interior.
Subiremos ligeramente hasta llegar a la pequeña carretera CV-181 que une San Miguel del Robledo con La Casas del Conde. Avanzaremos unos pocos metros por ella para volver de nuevo a introducirnos en el bosque rumbo a Sequeros.
En este tramo veremos otras obras de Francisco González, Frédéric Creusot, Yolanda Pérez, Vicen Hernández Castro y Luque López totalmente integradas en el paisaje que dan la impresión de que llevan en ese lugar desde el principio de los tiempos. Además, podemos encontrar la señalización de un sendero que lleva directamente a Las Casas del Conde sin pasar por Sequeros. Se trata de una opción corta de este camino para los que vayan con niños que se encuentren algo cansados.
Antes de llegar a Sequeros tendremos la oportunidad de subirnos a un pequeño mirador habilitado con motivo de la recuperación de esta ruta. El camino alcanza esta bella localidad salmantina por la Ermita del Humilladero, que merece la pena visitar si se encuentra abierta. También recomiendo hacer un pequeño desvío del camino para darse la vuelta por el pueblo, y especialmente, entrar en la iglesia de la Virgen del Robledo. Un cuidado templo con un bonito retablo mayor en el que también podemos ver a la Cruz, patrona de Sequeros y que se celebra cada 3 de mayo. Un rasgo distintivo de este municipio que, al contrario que la mayoría, no dedica a una virgen o un santo su festividad principal y tiene como referencia esta cruz conocida como Cruz de la Moriana.
Tuvimos la suerte de que un lugareño nos explicara todos los detalles de la iglesia que se pueden consultar en esta pormenorizada descripción que hace el Ayuntamiento de Sequeros en su web. Es aconsejable hacer este pequeño desvío del trayecto para contemplar el templo.
Salimos de Sequeros por un camino asfaltado, hasta llegar a un cruce en el que habrá que tomar el sendero de la derecha. Allí aparece otra de las obras del recorrido, la “Casa del árbol” de Luque López. De este mismo artista es “A puntadas”, en la que una aguja intenta coser una roca fracturada para demostrar que debemos mostrar un respeto exquisito a la naturaleza, ya que cuando dañamos algo dentro de ella, repararlo puede resultar muy complicado por no decir imposible.
Antes de llegar a Las Casas del Conde nos toparemos con los “Mochuelos” de Pablo Amargo encima de una roca, siempre atentos y con los ojos bien abiertos para proteger el bosque. Después de contemplar una espectacular panorámica de la Peña de Francia, una bajada desembocará en la tercera y última localidad que se encuentra en esta ruta. Aunque más pequeña que San Martín del Castañar y Sequeros, Las Casas del Conde es otro pueblo serrano con mucho atractivo que atravesaremos de arriba abajo. Para ello habrá que seguir la estela que dejan las “Efímeras magenta”, unos “insectos” pegados en las paredes de las casas del pueblo obra de José Antonio Juárez.
Saldremos del pueblo por la pequeña iglesia para tomar el sendero que nos llevará de nuevo a San Martín del Castañar. Aquí tendremos que solventar una subida (la más dura de todo el recorrido). Volveremos a ver más “Mochuelos” de Pablo Amargo y la última de las obras del trayecto, “Al otro lado” de Manuel Pérez de Arrilucea. Una puerta abierta a la naturaleza en una intentona de ponerle puertas al bosque, un bosque caducifolio que muestra lo mejor del Parque Natural Las Batuecas – Sierra de Francia y que conquista al visitante en cualquier época del año.
Con la entrada al punto de origen y uno de los pueblos más bonitos de Salamanca, San Martín del Castañar, damos por concluida una ruta sencilla, cómoda, pero repleta de sorpresas. Una forma de recorrer por un sendero de gran belleza tres de las localidades que guardan la esencia de la Sierra de Francia en cada una de sus construcciones. Un paseo obligado para amantes del campo de todas las edades. El Bosque de los Espejos es un reflejo de esa naturaleza viva y artística de la que Salamanca quiere presumir y mostrar la visitante en toda su plenitud. Disfrútenla.
Una ruta muy bonita, totalmenete recomendable tanto por los paisajes como por los pueblos que se visitar. Es fácil pero algunas subidas y bajadas matan piernas, no diría que para para todos los públicos, hay que estar en forma.
Gracias por tu comentario Teresa. Es cierto que la última subida a San Martín del Castañar es un poco exigente y, por supuesto, para gente que no está acostumbrada a hacer senderismo puede resultar un poco dura. Quizás, de todas las rutas de arte en la naturaleza que tiene la Diputación es la más exigente, por eso es bueno comentar lo que dices, que hay que tener un mínimo de forma física para hacerla. Un saludo y gracias por visitanos.