Senda de los dos Ríos (Sepúlveda. Segovia). Dificultad: Fácil. Distancia: 6 kilómetros (ruta circular). Duración: 2 horas aproximadamente
Hay pueblos que tienen la inmensa fortuna de estar colocados, como si de una pieza de Lego se tratara, en un entorno natural privilegiado. Esa bendita unión forma conjuntos fantásticos en los que se mezcla el patrimonio y la naturaleza en perfecta simbiosis. Parece que ambas partes de un todo nacieron para contemplar juntas el discurrir de la historia y encandilar a todos aquellos que damos con nuestros huesos por aquellos lares. Hay muchos ejemplos de estas alianzas: Cuenca, Sintra, la bellísima localidad salmantina de Candelario… y, por supuesto, Sepúlveda. Esta villa medieval perteneciente a la provincia de Segovia (véase el post de qué ver en Segovia en un día) nos propone un apasionante viaje en el tiempo por sus iglesias, callejuelas y casas señoriales. Conocida es también por su excelente gastronomía donde brillan con luz propia el cochinillo y el lechazo. Pero si además le añadimos un entorno natural único perteneciente al Parque Natural de las Hoces del Duratón, entonces nos encontramos ante una experiencia singular y especial. Y qué mejor que realizar una ruta de senderismo que permita disfrutar a partes iguales de los dos elementos de esta simbiosis que comentaba al principio. Se trata de la Senda de los dos Ríos.
Sepúlveda, escenario de la Senda de los dos Ríos
Recalamos en Sepúlveda en una escapada de fin de semana que tuvo como epicentro la coqueta villa medieval de Pedraza y que nos llevó a visitar algunas zonas del Parque Natural como la ermita de San Frutos y hacer piragüismo en las Hoces del Duratón. Para el último día dejamos esta sencilla ruta senderista con la que se matan varios pájaros de un tiro: se visita el cuidado casco urbano de Sepúlveda, el Santuario de Nuestra Señora de la Peña y un entorno sobresaliente marcado por el cañón en el que transitan los ríos Caslilla y Duratón. De ahí el nombre de la ruta, la Senda de los dos Ríos.
Se recomienda iniciar el trayecto junto a la Casa del Parque de las Hoces del río Duratón, en la calle los Fueros, en el propio casco urbano de Sepúlveda y junto a la iglesia de Santiago. Nosotros lo hicimos unos metros antes (donde aparece en el track de Wikiloc), ya que en la entrada del pueblo por la carretera de Segovia hay una pequeña explanada en la que se puede dejar el vehículo perfectamente.
El primer tramo de la Senda de los dos Ríos transcurre por la calle los Fueros donde podemos apreciar la belleza y buena conservación de las construcciones que hay en Sepúlveda. Llegaremos a la plaza del Trigo donde se encuentra la Oficina de Turismo de la localidad y la antigua cárcel de la villa, que hoy, totalmente rehabilitada, tiene funciones de centro cultural. Sin darnos cuenta recalamos en el centro neurálgico de Sepúlveda y su espacio más representativo, la plaza de España. De corte rectangular y parcialmente porticada, se trata de un lugar de encuentro en el que se han celebrado ferias, corridas de toros, mercados, fiestas… Llama la atención la casona adosada a los restos de la antigua muralla presidida por un gran reloj. La plaza de España acoge algunos de los templos gastronómicos en los que disfrutar del cochinillo y el lechazo, aunque en este caso voy a hacer una recomendación más golosa. Se trata de la pastelería La Peña, un obrador tradicional en el que llevarse a casa una caja de deliciosos mantecados, florones o rosquillas. Para chuparse los dedos.
Pero vamos a dejar de hablar de comida que estamos en la sección de senderismo y toca andar y hacer ejercicio. Tras dejar la plaza de España subiremos por la calle de la Barbacana hasta el arco románico de medio punto llamado del Ecce Homo o del Azogue. Los que quieran pueden desviarse de la ruta a la izquierda para visitar la iglesia románica de El Salvador. Una vez retomada la senda, sólo queda seguir subiendo por la calle de los Santos Justo y Pastor en dirección al Santuario de Nuestra Señora de la Peña, otra maravilla del románico en donde es obligado entrar para deleitarse con el retablo barroco del siglo XVIII que acoge la talla de la Virgen de la Peña, patrona de Sepúlveda. También hay que detenerse ante la portada del templo. Allí vimos a los periodistas y escritores Jesús Callejo y Juan Ignacio Cuesta realizando una visita guiada a un grupo de personas. Este encuentro me trajo un imborrable recuerdo con gran dosis de nostalgia de aquella “Tertulia de las cuatro C” que hacían ambos junto a Carlos Canales, Bruno Cardeñosa y el recordado Juan Antonio Cebrián en el programa radiofónico “La rosa de los vientos” de Onda Cero.
La parte trasera santuario cuenta con un privilegiado mirador sobre el cañón o el cortado que forma el río Duratón. Una vista excepcional que nos acompaña durante todo Parque Natural y que distingue a este espacio de la provincia de Segovia. El verde de la vegetación, el azul del cielo y los tonos ocres del cañón forman una sinfonía de colores que no se puede describir con palabras.
A partir de este momento abandonamos Sepúlveda y nos metemos de lleno en ese entorno natural que cobija a la localidad segoviana. Al oeste del Santuario de la Virgen de la Peña sale un sendero, el camino Puerta de la Fuerza, que trascurre por las alturas en paralelo al río Duratón. El caminante no tendrá ninguna duda, ya que a partir de aquí la ruta se encuentra perfectamente señalizada.
En esta incursión por el imponente paisaje que rodea Sepúlveda tendremos a unos elegantes compañeros de viaje, los buitres leonados. Estas aves que pueden llegar a tener hasta dos metros de envergadura, están muy presentes en todo el Parque Natural de las Hoces del Duratón. Su vuelo pausado y nada estridente es otro de esos lujos que nos ofrece este rincón de la provincia segoviana.
Con la vista del cañón del río Duratón nos topamos con la Puerta de la Fuerza del siglo XI, uno de los accesos que tenía la muralla medieval de Sepúlveda. Sorprende ver una puerta así tan alejada del casco urbano, pero es que entonces funcionaba como punto de entrada a los desaparecidos barrios de San Pedro, Santa Eulalia y el cementerio viejo.
Una antigua calzada romana baja de manera pronunciada hasta la ribera del río Duratón en una zona conocida como el valle de Valparaíso. Nos encontramos en uno de puntos más interesantes de la Senda de los dos Ríos donde el paisaje de los cortados adquiere una belleza singular.
Frenos, alisos, sauces y chopos nos reciben junto a la orilla del Duratón con la banda sonora del agua que transcurre por este paisaje excepcional. Cruzamos río por el puente de Picazos para comenzar una lenta y pronunciada ascensión por el cortado en lo que es el tramo más exigente de la Senda de los dos Ríos. Andaremos unos metros por un pequeño sendero protegido con vallas de madera que nos recordó al Sendero de la Hoz del Júcar, otra interesante ruta de senderismo que hicimos alrededor de la ciudad de Cuenca. Naciendo entre las rocas como si de un milagro se tratase, veremos especies autóctonas de la zona como el té de roca y los zapatos de la virgen.
Después de pasar por la confluencia de los ríos Caslilla y Duratón se nos presenta ante nuestros ojos la presa de la antigua fábrica de luz, un edificio que data de los años 20 del siglo pasado y que abastecía de esta energía a la zona. Hoy es sólo un recuerdo y un remanso de paz donde el sonido del agua aporta tranquilidad y sosiego mientras se hace un pequeño alto en el camino y se observa al fondo la curiosa formación geológica conocida como la silla de caballo.
El sendero prosigue hasta el puente Talcano que sólo conserva un arco y llega hasta la explanada donde aparcan sus vehículos aquellos que quieren realizar la ruta de senderismo clásica que discurre por las Hoces del Duratón. Se trata de una senda que va desde el puente Talcano hasta el de Villaseca con un total de 24 kilómetros ida y vuelta.
A la izquierda de esta explanada salen unas escaleras de piedra que llevan hasta la ribera del río Caslilla. Tras cruzar el puente de Palmarejos en una zona de abundante vegetación, la Senda de los dos Ríos regresa a Sepúlveda, villa a la que se accede de nuevo a través de la puerta de Duruelo.
De esta forma se completan casi seis kilómetros de una ruta sencilla y cómoda, pero que es aconsejable hacer con calzado de montaña para solventar con más facilidad tramos como el de la antigua calzada romana. Poco más de dos horas caminando para hacer una completa radiografía de Sepúlveda y su entorno en una de las muchas rutas que nos depara el apasionante Parque Natural de las Hoces del Duratón.
Soberbio artículo con fabulosa redacción. Mis felicitaciones. Una gozada.
Muchas gracias por tus palabras Francisco José. Nos alegra mucho que te haya gustado. Un saludo afectuoso.