St. Peter’s Pool, la piscina más natural de Malta

St. Peter’s Pool es una piscina natural cincelada en una bahía del sureste de Malta donde disfrutar del baño de una manera natural y asistir al espectáculo que ofrecen saltadores como Pele

La isla de Malta no es demasiado prolífica en playas kilométricas de arena dorada, pero tiene otras alternativas para disfrutar del baño que encandilan al turista. Una de ellas es St. Peter’s Pool (la piscina de San Pedro), una piscina natural cincelada en la roca que ha pasado de ser un rincón casi desconocido a un lugar de visita obligada para todos aquellos que pasan unos días en la fascinante isla mediterránea.

En St. Peter’s Pool el Mediterráneo ha formado una bahía en la que, poco a poco, el mar ha ido ganando terreno a la roca formando una especie de piscina de lo más natural. Se trata además de un escenario de gran belleza. Es como si en este punto del litoral faltara un pedazo inmenso de acantilado que da lugar a un espectacular entrante de roca caliza rodeado de matorral bajo.

Un paraíso totalmente virgen, donde sólo se ha instalado una pequeña escalera para ayudar a los bañistas a regresar a tierra firma después de darse un chapuzón. Al margen de esto, no existen ni chiringuitos, ni duchas, ni ningún otro servicio. Por lo que si el objetivo es pasar allí el día, es conveniente ir equipados con comida y agua.

¿Cómo llegar a St. Peter’s Pool?

St. Peter’s Pool se encuentra a casi 4 kilómetros de la bellísima localidad de Marsaxlook. De hecho, en el trayecto existe un mirador que ofrece unas excepcionales vistas de este pueblo pesquero, sin duda el más auténtico de la isla maltesa. La carretera que une ambos puntos es estrecha y está en mal estado, por lo que hay que tener las mismas dosis de paciencia que de precaución. En las inmediaciones de St. Peter’s Pool hay una explanada para aparcar el vehículo y posteriormente hacer un pequeño trayecto caminando (menos de un kilómetro).

Los que no tengan coche y quieran llegar en autobús a St. Peter’s Pool deben tomar la línea 119 en la parada de Cippi, cerca de la iglesia de Marsaxlook, y bajarse en la de Delimara. Desde este lugar hasta la piscina hay algo menos de dos kilómetros, unos 25 minutos andando.

En nuestro caso visitamos la piscina de San Pedro en la última jornada de un viaje a Malta en cuatro días. Al ser el mes de octubre, el paraje registraba una escasa afluencia de bañistas, algo que no ocurre en pleno verano. Como apuntaba al inicio, St. Peter’s Pool ha pasado en pocos años de ser un enclave sólo conocido por los lugareños a convertirse en una atracción turística. La culpa la tuvo un reportaje de televisión que puso a la piscina en el mapa.

Así es St. Peter’s Pool, uno de los lugares de baño más codiciados de Malta

Si el sol aprieta hay que tener en cuenta que, al tratarse de una bahía de roca caliza y sin vegetación, las zonas de sombra casi brillan por su ausencia. La única opción es pegarse a la pared del acantilado y aprovechar algunos de sus salientes para protegerse del sol. Para ello es conveniente acudir a primera hora antes de que la zona se empiece a llenar de personas.

El día que nosotros acudimos a St. Peter’s Pool la mar estaba algo picada y eso dificultaba un tanto al baño. Costaba incluso, una vez en el agua, alcanzar la escalera para regresar a la superficie. Fue una excepción, porque normalmente está en relativa calma y se convierte en un lugar ideal para refrescarse. Además, como el Mediterráneo en este punto está totalmente cristalino, la piscina natural es un lugar idóneo para practicar el esnórquel. Hay que tener en cuenta que la profundidad alcanza varios metros, por lo que en ningún momento se logra hacer pie cuando estamos dentro del agua.

Otro de los atractivos de St. Peter’s Pool son los saltos que los más valientes y virtuosos realizan desde uno de los recodos que hace la bahía y que se eleva alrededor de seis metros por encima de las aguas. Aunque los saltos con mayúsculas los protagoniza un personaje muy particular llamado Pele. Se trata de un hombre que supera los 60 años y es natural de Malta, aunque podría ser brasileño como el astro del fútbol debido a su intensa tez oscura.

Pele acude varias veces al año a St. Peter’s Pool para protagonizar una ramillete de espectaculares saltos con todo tipo de piruetas. Un espectáculo único que está inmortalizado en numerosos vídeos. Para demostrar que año tras año no falta a su ritual de saltos desde 1973, Pele talla en la roca caliza de la piscina su nombre y el año que ha acudido. Todo un personaje que nosotros no tuvimos la fortuna de ver.

Después de refrescarse en St. Peter’s Pool una buena opción es dar un pequeño paseo por sus alrededores para obtener unas bellas panorámicas de la piscina y también de los acantilados que presiden esta zona del sureste de Malta. Uno de los lugares más auténticos y especiales de la isla que, a pesar de la creciente cantidad de turistas que lo visitan, mantiene intacto su encanto natural.