Índice de contenidos
Es uno de los paisajes que más nos han impactado y cautivado, no solo en Europa, sino en todo el Mundo. El Douro Vinhateiro portugués es un sublime escenario vinícola donde las verticales y fértiles riberas del Duero se tiñen de franjas marrones y verdes. En ellas crece la uva que más adelante dará lugar a los blancos, tintos y fortificados de Oporto que se exportan a medio mundo. No es de extrañar que la UNESCO declarara este enclave como Patrimonio de la Humanidad. Razones más que sobradas para descubrirlo y realizar algunos de estos 7 planes que hacer en el Douro Vinhateiro que te van a enamorar
Una de las muchas definiciones de belleza que hemos leído se refiere a este concepto como “la apreciación sensible del mundo”. Cuando hablamos de viajes, este significado viene que ni pintado. Observar todo lo que nos rodea con mayor delicadeza y ternura nos ayuda a sentirnos mejor y aprender muchísimo más. En ocasiones ese concepto de belleza es absolutamente subjetivo y, en otros, concita una aplastante unanimidad.
En este segundo grupo aparece el Douro Vinhateiro portugués. En octubre de 2020 lo visitamos por primera vez. Un momento ideal donde las hojas de los viñedos nos regalan una paleta de colores asombrosa antes de dejar que el viento se las lleve. Rojos, marrones, ocres, amarillos y anaranjados se intercalan en un festival absolutamente fascinante. Muchos pensaréis que esto se repite en todas las zonas vinícolas. Sin embargo, la grandeza del Douro Vinhateiro es la disposición de los viñedos. Cuidadosamente repartidos en bancales en las riberas verticales que el río Duero forma a su paso por Portugal. Un paisaje singular que en las Arribes españolas muestra su cara más salvaje, pero que al adentrarse en tierras lusas se suaviza para ser domesticado por la mano de unos agricultores que hicieron auténticos malabares.
La región vinícola del Alto Douro Vinhateiro, que así se denomina oficialmente, se extiende a lo largo de trece municipios portugueses. Comienza en las proximidades de la frontera con España entre los municipios de Vila Nova de Foz Côa y Freixo de Espada à Cinta y termina en Mesão Frio antes de que el Duero enfile sus últimos kilómetros rumbo a su desembocadura en Foz do Douro, en las proximidades de Oporto. En total, más de 26.000 hectáreas de un paisaje soberbio que se puede gozar desde diferentes puntos de vistas gracias a sus miradores, carreteras panorámicas, senderos, paseos en barco y, por supuesto, el ferrocarril de la Linha do Douro.
¿Dónde alojarse en el Douro Vinhateiro?
Es envidiable cómo Portugal ha convertido la región del Douro Vinhateiro en una de las más codiciadas por el turismo a nivel mundial. Es cierto que el paisaje se vende solo, pero detrás hay una extensa red de alojamientos y de propuestas turísticas de primer nivel que ha conseguido atraer a viajeros de Francia, Inglaterra, Alemania… pero también de también de Estados Unidos, Canadá y Asia.
Uno de los alojamientos más atractivos del Douro Vinhateiro y que tuvimos la oportunidad de conocer en una de nuestras vistas a la región es el Vila Galé Douro Vineyards. Está ubicado en la Quinta do Val Moreira, a medio camino entre Régua y Pinhão y junto a la desembocadura del río Tedo, que forma unos bonitos meandros antes de entregar sus aguas al Duero. Incrustado entre los viñedos en espaldera dispuestos en bancales se encuentra este fantástico hotel de la cadena Vila Galé que, al igual que las viñas, también presenta sus habitaciones repartidas a varias alturas. En la parte inferior se encuentra la bodega junto a una biblioteca. Posteriormente el restaurante, más arriba la recepción y en la parte superior, y con las mejores vistas al paisaje vinícola, las habitaciones. Posee dos piscinas y una zona de juegos infantiles. Las habitaciones son amplias y confortables, totalmente modernas y con grandes terrazas que tienen unas vistas de ensueño. Inolvidable fue el amanecer que vivimos con el sol apareciendo lentamente e iluminando el curso del Duro y el paisaje vinícola.
El restaurante ofrece una carta de domingo a viernes y el sábado brinda a los huéspedes un buffet libre. Nos gustó el desayuno, variado y de calidad en el que probamos desde mermeladas caseras, pasando por fruta fresca, fiambres y quesos, hasta unas tostadas en las que esparcir el suave y delicioso aceite de oliva que elaboran en la quinta.
La estancia se puede completar con una visita a la bodega. Es pequeña, ya de que ella salen solo 55.000 botellas al año. La mayoría son de su tinto joven. No pasa por barrica, pero a pesar de eso tiene una suavidad impropia de un vino de este tipo y que le hace maridar muy bien tanto con pescado como con carnes. Su blanco también es interesante. Asimismo, elaboran vinos tintos envejecidos en barrica y vinos de Oporto. La visita a la bodega es gratuita reservando hora previamente en la recepción del hotel, pero la cata tiene un precio que va desde los 8 euros de la más básica hasta 32 euros la que incluye los caldos reserva.
El hotel Vila Galé Douro Vineyards es un mirador en sí mismo. Desde la zona del aparcamiento se contempla una panorámica cautivadora del río Tedo desembocando en el Duero. Si en ese momento está pasando el tren de la Linha do Douro o alguno de los barcos y cruceros que navegan por el río, tenemos la guinda a nuestra postal. Otra de sus ventajas es que está emplazado en una ubicación estratégica para conocer desde allí los principales atractivos que ver en el Douro Vinhateiro.
Qué ver en el Douro Vinhateiro. 7 planes imprescindibles
La extensión de la región Douro Vinhateiro hace que sea imposible recorrerla por entero en una sola escapada, a no ser que pasemos en ella un par de semanas. Sin embargo, las distancias más que asumibles entre unos puntos y otros permiten que, en tres o cuatro días, podamos realizar muchos de los planes que proponemos a continuación. El objetivo de todos ellos es disfrutar de la magia de la región desde todos los puntos de vistas. Y, por supuesto, probar algunos de sus maravillosos vinos.
Pasear en rabelo por el Douro en Pinhão
Uno de los planes imprescindibles que hacer en el Douro Vinhateiro es un paseo en barco. Las opciones son múltiples, pero en todas ellas gozamos de la misma percepción: sentirnos unos privilegiados al contemplar desde el agua el hechizante paisaje de las viñas inclinadas. Uno de los paseos en barco que más nos gustó fue el que realizamos en Pinhão (Alijó) durante un viaje que también nos llevó al Valle del Tua. En primer lugar, por la embarcación elegida: la réplica de uno de los rabelos que se empleaban para transportar las barricas desde los viñedos del Douro Vinhateiro hasta Oporto. Y, en segundo lugar, porque Pinhão alberga una de las vertientes más fotogénicas de esta región vinícola y algunas de sus principales bodegas.
Hay paseos de una hora y de dos. Ambos los puedes contratar a través de Civitatis con el precio más competitivo. Nosotros hicimos el más largo que nos llevó hasta Foz do Tua. Una audioguía te permite conocer la historia vinícola de la región, las particularidades de este terreno tan especial y las bodegas que se asientan en ella. Como colofón, los participantes pueden hacer una cata de vino de Oporto.
Visitar una bodega
Sería casi un sacrilegio visitar el Douro Vinhateiro y no realizar una cata en alguna de sus bodegas. Si os alojáis en el Vila Galé Douro Vineyards resultará muy cómodo acudir a su pequeña bodega de la Quinta do Val Moreira. Cuenta con 23 hectáreas dedicadas a la producción del vino que son visibles desde cualquiera de las habitaciones del alojamiento. Durante el recorrido, el enólogo realiza un repaso a la historia de la quinta y explica con todo detalle el proceso de elaboración el vino. Se trata de una bodega muy curiosa ya que la sala de barricas está ubicada en una cueva donde se puede apreciar la roca viva y que propicia una temperatura constante durante todo el año.
Otra bodega que visitamos en uno de nuestros viajes al Douro Vinhateiro fue D’Origem, en Casal de Loivos. Esta pequeña aldea próxima a Pinhão posee uno de los mejores miradores de la región del que más adelante hablaremos. Precisamente las catas de la bodega se realizan en una terraza exterior con unas panorámicas que te dejan con la boca abierta. La peculiaridad de esta visita es que no te muestran ni barricas, ni depósitos de acero inoxidable de vino, sino un antiguo lagar convertido en museo que resulta de lo más atractivo. Eso sí, en la cata, además del aceite y la miel de elaboración propia, el visitante puede probar tres de sus excelentes caldos.
Asomarse a los mejores miradores del Douro Vinhateiro
Al igual que ocurre con las Arribes del Duro, un paisaje vertical como es el del Douro Vinhateiro debe tener obligatoriamente una fantástica nómina de miradores desde los que observar cómo las montañas que se derrumban sobre el lecho fluvial están cultivadas al milímetro. Hablábamos anteriormente del mirador ubicado en Casal de Loivos y desde el que se contempla Pinhão y la desembocadura del río del mismo nombre. Es sin duda uno de nuestros favoritos.
El propio hotel Vila Galé Douro Vineyards es un mirador en sí mismo donde observar la desembocadura del río Tedo en el Duero. Muy cerca de allí, en la carretera que parte de la Quinta do Tedo, se encuentra el mirador de Adorigo, otra extraordinaria y desconocida atalaya.
Los miradores de São Leonardo de Galafura (Régua), São Salvador do Mundo y Vargelas (São João da Pesqueira) y del museo do Côa en Vila Nova de Foz Côa son otros de los más destacados de la región.
Montar en el tren de la Linha do Douro
Hemos hablado de contemplar el paisaje del Douro Vinhateiro desde el agua y desde sus miradores. Pero también lo podemos apreciar a la perfección desde uno de los trazados ferroviarios más espectaculares de Europa. La Linha do Douro, que une las estaciones de Pocinho (en el municipio de Vila Nova de Foz Côa) y Oporto propone un viaje apasionante en tren. La vía férrea va literalmente pegada al curso del río, lo que brinda una panorámica constante del escenario vinícola del Douro. Las ventanas de los vagones son más amplias de lo normal precisamente para que el viajero goce de un viaje inolvidable.
Nosotros realizamos el trayecto que une Pocinho con Régua (tres horas ida y vuelta) tal y como te contamos en este post. Los viajeros pueden adaptar su experiencia al tiempo del que dispongan e incluso llegar al Douro Vinhateiro desde Oporto usando este medio de transporte.
Circular por la mejor carretera del mundo
Barco, tren y ahora coche. Al igual que la vía férrea de la Linha do Douro va adosada al lecho fluvial, lo mismo ocurre con la carretera N222 que une Régua con Pinhão. Aunque en algunos tramos se echa de menos una renovación del firme, lo cierto es que el viaje de 25 kilómetros que nos propone es de lo más atractivo. En 2015 esta carretera fue declarada como la mejor del mundo en un estudio elaborado por científicos y patrocinado por la compañía de alquiler de vehículos Avis.
Según declararon los expertos, “la carretera ganadora otorga a los conductores el correcto equilibrio entre las curvas cerradas y largos tramos… al tiempo que ofrece tiempo para disfrutar de las impresionantes vistas panorámicas”. Precisamente esta carretera pasa junto al acceso al hotel Vila Galé Douro Vineyards.
Practicar senderismo por el paisaje vinícola
El senderismo no podía faltar en un espacio natural tan privilegiado como es el del Douro Vinhateiro. Aunque la mano del hombre ha moldeado el terreno, su intervención ha enriquecido la naturaleza. La ha engrandecido acompañando de belleza el curso del Duero camino de su muerte en Oporto. Hay tres sencillas rutas de senderismo que nos han gustado especialmente y que permiten adentrarse en los viñedos del Douro Vinhateiro.
🚶 Trilho Vinho do Porto (PR2 LMG. 8 km. Circular. Fácil). Ruta muy sencilla que parte iglesia de la freguesia de Samodães en el municipio de Lamego. Acto seguido desciende entre callejones hasta las fincas de viñedos para posteriormente bajar a pie de río. Después de caminar durante algo más de un kilómetro pegados al curso del Duero, subiremos por un empinado sendero, de nuevo entre viñedos, al punto de partida.
🚶 Ruta Quinta do Tedo (PR1 AMM. 2,7 km. Circular. Fácil). Esta ruta parte de la Quinta do Tedo ubicada junto al hotel Vila Galé Douro Vineyards. Es un itinerario muy sencillo y corto que se adentra en los viñedos que pueblan las riberas del río Tedo en sus últimos metros antes de desembocar en el Duero. Junto al cauce fluvial hay algunos puntos de observación de aves desde los que se pueden ver desde cormoranes a ánades reales.
🚶 Caminos Douro. Castelo Melhor (PR4 VLF. 12,2 km. Circular. Fácil). Ruta muy atractiva que arranca en la bonita aldea de Castelo Melhor en Vila Nova de Foz Côa. Después de visitar los restos de su castillo en un entorno rodeado de almendros, descendemos rumbo al Douro que en este punto tiene sus primeros kilómetros en terreno cien por cien luso. Existe la opción de bajar a pie de río y visitar la antigua estación ferroviaria de Castelo Melhor. Decimos antigua porque se encuentra en un tramo de la Linha do Douro (Barca d’Alva-Pocinho) que está fuera de servicio. Nosotros preferimos no descender ya el regreso implica una subida con un fuerte desnivel. De vuelta a Castelo Melhor hacemos parada en las capillas de Santa Bárbara y San Gabriel, dos excepcionales atalayas de la zona.
Visitar el Museo do Douro
Aunque hay muchos más planes que hacer en el Douro Vinhateiro, vamos a concluir con uno que ayuda a entender a la perfección la grandeza de esta región. Hablamos del Museo do Douro de Peso da Régua. En un edificio que mira al curso del río y que mezcla a la perfección tradición y modernidad encontramos una sala de exposiciones donde se muestra el Duero desde diferentes puntos de vista. También viajaremos en el tiempo al origen del sello vinícola de esta región o incluso podremos contemplar uno de los antiguos rabelos que transportaban las barricas hasta las bodegas de Oporto.
