La playa de Borizu es una de las más bellas de Asturias y una de las siete que el visitante se puede encontrar en la parroquia de Celorio, junto a Llanes. Un paraje idílico, que ha sido escenario de alguna película y en el que el verde y el azul convergen en armonía
Es complicado encontrar a alguien al que no le guste Asturias. La región cantábrica provoca un consenso casi absoluto a la hora de destacar las virtudes de un auténtico paraíso natural. Nunca un lema publicitario reflejó tan fielmente la esencia de un lugar que aúna parques naturales, playas paradisiacas, pueblos con mucho encanto, un valioso patrimonio y una gastronomía de primer nivel. Y todo ello con el verde esperanza como bandera desde el mismo momento en el que un panel en la carretera indica que entramos en el Principado.
Celorio, una apacible parroquia con algunas de las mejores playas de Asturias
Pero de lo mucho y bueno que ofrece Asturias nos vamos a quedar con una de sus magníficas playas. Para ello nos trasladamos a Celorio, una parroquia del concejo de Llanes que tiene el privilegio de acoger la playa de Borizu o Borizo, un escenario de película que da la impresión de ser irreal y construido a capricho. Aunque en esta ocasión el capricho no ha sido del hombre, sino de la naturaleza.
Celorio se encuentra a tan sólo cinco kilómetros de Llanes y es un lugar idóneo para alojarse por su tranquilidad y privilegiada situación. No quiero desmerecer a la bellísima localidad de Llanes, pero en los meses de verano la afluencia de turistas es enorme, por lo que Celorio puede ser una estupenda alternativa para los que busquen un mayor sosiego. Es lo que hicimos nosotros durante un viaje de tres días a esta zona de Asturias en los que también realizamos el descenso del Sella (ver los diez consejos para realizar el descenso del Sella) y descubrimos algunas playas de esta vertiente este de la costa asturiana.
¿Dónde alojarse en Celorio?
Celorio no es prolífica en alojamientos hoteleros, pero cuenta con alguno muy interesante como el hotel Las Chimeneas, regentado por José María, un hombre que es todo amabilidad. Se trata de un hotel rural sencillo, pero cómodo, que se encuentra junto a la carretera que une Celorio con Llanes y el resto de parroquias de este concejo.
Playa de Borizu, la belleza de la costa asturiana en un solo arenal
Pero lo más atractivo de Celorio llega cuando descendemos por sus calles en dirección a la costa y descubrimos la sorpresa que la naturaleza nos tiene reservada. Ante nuestros ojos aparecen una sucesión de playas separadas por salientes rocosos que conforman un escenario impactante. Las primeras son las de Los Curas, Las Cámaras y Palombina. Con la bajamar parecen una sola, pero cuando la marea sube las rocas actúan como valla separadora.
Pero la verdadera sorpresa llega unos metros más adelante con la playa de Borizu. A medida que nos adentramos en su arena tenemos la sensación de encontrarnos en un escenario único, de película. Y digo bien lo de película, porque la playa de Borizu aparece en los filmes “You’re the one” de José Luis Garci y “Remando al viento” de Gonzalo Suárez. No es para menos, ya que la fotografía de postal que ofrece esta playa casa a la perfección con el séptimo arte.
La fina arena de la playa de Borizu desaparece en gran medida cuando hay pleamar. Por este motivo se disfruta mucho más cuando hay bajamar y el bañista tiene a su disposición una inmensa superficie de playa. Si además la pleamar coincide con la tarde, se suele masificar bastante en los meses de verano, particularmente los fines de semana.
Las grandes rocas diseminadas junto a la orilla confieren a la playa una mayor belleza que se completa con unas aguas totalmente cristalinas y, normalmente en calma. Nosotros la hemos visitado dos años seguidos a últimos de agosto y la temperatura del agua era perfecta, ideal para bañarse sin pasar frío.
Con bajamar, la playa de Borizu está unida a la de Cabrera, que aparece justo a la derecha. También, la marea baja permite acercarse al islote que hay justo enfrente a la playa y que se llama también Borizu o Amielles.
Una de las ventajas de la playa de Borizu es que se puede llegar en coche perfectamente y no hay ningún problema para estacionarlo. Justo al lado hay un gran prado convertido en aparcamiento donde, por dos euros, se puede dejar el vehículo todo el día y disfrutar tranquilamente de la playa. Además, en el acceso al arenal hay un pequeño chiringuito y algún que otro bar para reponer fuerzas.
Un paseo muy seductor para hacer después de disfrutar de la playa de Borizu es salir caminando por el aparcamiento en paralelo a la costa hasta la punta Truenzo, un saliente rocoso totalmente verde en el que el visitante descubre la esencia de la costa asturiana. Aquí nos encontramos la fusión perfecta de ese color esperanza que todo lo tiñe con el azul del mar y la paleta de tonalidades que ofrecen los acantilados. Una auténtica gozada.
Dando toda la vuelta a la punta Truenzo llegamos a las dos últimas playas de Celorio, las de La Tayada y Troenzo, otras pequeñas joyas que, en el caso de la segunda, suele tener también una importante afluencia de bañistas en los meses de verano.
Y en todas estas playas falta reseñar un ingrediente fundamental que pone la guinda al pastel. Si mientras estamos tirados en la arena miramos hacia atrás, nos encontraremos con las verdes montañas de la Comarca del Oriente Asturiano. Un paisaje para olvidarse de cualquier preocupación y dejarse llevar por esa danza natural que siempre suena en el Principado.
Precioso sitio 🙂 Nunca e ido pero las fotos me han encantado,espero tener la oportunidad de ir alguna vez a esas playas ^^
Gracias por tu comentario. Espero que puedas conocer esta playa porque seguro que te va a encantar. Un saludo.
Hola Pablo,
Estupendo artículo, poniendo en valor una de las zonas costeras mas bonitas de nuestro hermoso pais. Cometiste un pequeño fallo en el artículo, quizas por el desconocimiento de como funcionan las mareas. Comentabas que por las tardes la marea estaba en pleamar y que recomendabas visitar por la mañana por tener mas espacio, pero eso no es cierto, la pleamar y por lo tanto la bajamar no tienen un horario fijo, aproximadamente de un día a otro se retrasa en ,30 minutos.
Por lo demás un artículo perfecto, muchas gracias por todo tu trabajo, el blog es precioso
Muchas gracias por tu comentario Roberto. Tienes toda la razón en lo que apuntas. De hecho es un concepto que hemos tenido claro después de escribir el artículo y no recordábamos que aquí habíamos cometido ese error. Te agradecemos la corrección porque así ya lo hemos modificado para no llevar a equívoco. Gracias también por tus palabras. La verdad es que esta playa nos encandiló y de hecho fuimos dos años seguidos y seguro que volveremos en el futuro. Un saludo afectuoso.