Camino de los Trasiegos (San Esteban de la Sierra – Valero – San Miguel de Valero [Salamanca]). Dificultad: Moderada. Distancia: 18 kilómetros (ida y vuelta). Duración: 5 horas 30 minutos aproximadamente
El parque natural de Las Batuecas – Sierra de Francia, la Sierra de Béjar y las Arribes del Duero copan gran parte de las rutas de senderismo en Salamanca. Son tres espacios privilegiados y muy diferentes entre sí que dan una idea de la riqueza natural que tiene esta provincia. Pero hay otro enclave que se encuentra al norte de la Sierra de Francia y mantiene una personalidad propia: se trata del valle de Las Quilamas. El arroyo del mismo nombre y el río Alagón aportan el agua necesaria para configurar un paisaje de gran belleza donde encinas, castaños, alcornoques, madroños y acebos dotan de vida un lugar en el que merece la pena adentrarse.
La red de Senderos del Alagón permite la práctica del senderismo en las Quilamas a través de rutas muy interesantes. Ya relatamos la conocida como los Miradores de las Sierras, un itinerario sencillo para toda la familia. En este caso nos vamos al Camino de los Trasiegos, un sendero compuesto por dos tramos en el que se puede contemplar todo el atractivo natural de este rincón de la provincia de Salamanca.
Así es la ruta del Camino de los Trasiegos entre San Esteban de la Sierra y Valero
El Camino de los Trasiegos se convierte en una larga y exigente ruta de 18 kilómetros (ida y vuelta) entre las localidades de San Esteban de la Sierra y San Miguel de Valero. Los que prefieran algo más corto, tienen la opción de hacer sólo el primero de los tramos (entre San Esteban y Valero) o el segundo (entre Valero y San Miguel de Valero). Aunque ambos tienen el nombre de Camino de los Trasiegos, se trata de recorridos con atractivos diferentes que se complementan a la perfección. Ambos son senderos que se utilizaban hace años para comunicar estos pueblos cuando no existían las carreteras actuales. Normalmente se usaban para transportar todo tipo de productos, especialmente en la época del estraperlo con el objetivo de evitar el pago de los impuestos.
Si se realiza la ruta al completo, recomienzo comenzar en San Esteban de la Sierra. La razón es simple: si se arranca en San Miguel de Valero dejaremos hasta el final la subida más fuerte del itinerario (250 metros de desnivel acumulado), justo en el momento en el que más cansancio tendremos. Por lo tanto lo ideal es seguir el trayecto San Esteban – Valero – San Miguel y dar la vuelta. El camino transita continuamente por un sendero señalizado con los distintivos de la ruta que, en el tramo entre Valero y San Miguel de Valero, está en gran parte empedrado. Es recomendable usar botas de senderismo y unos buenos bastones de calidad que siempre son indispensables a la hora de realizar rutas que tienen una mayor exigencia.
El Camino de los Trasiegos arranca justo al norte de San Esteban de la Sierra. Una buena opción es dejar el vehículo junto a la iglesia y salir del pueblo por una calle rodeada de huertos hasta llegar al bonito puente románico (o romano como lo llaman allí) sobre el río Alagón. Una vez que se cruza, se toma un sendero a la izquierda que se encuentra señalizado y en el que arranca el Camino de los Trasiegos. Este primer tramo hasta llegar a Valero tiene algo más de seis kilómetros. Prácticamente la mitad posee una ligera, pero constante subida que no supone demasiado esfuerzo. La única nota negativa es que los arbustos y matorrales han ido ganando terreno al sendero y por momentos hay que apartar las ramas para lograr abrirse paso. Sirva este blog para pedir que se acometan los trabajos necesarios para adecentar este bonito camino, que cada vez es más conocido por todas aquellas personas que se acercan a este rincón de la provincia de Salamanca.
Las vistas en algunos puntos del sendero son espectaculares. Primero vemos desde una atalaya privilegiada la silueta de San Esteban de la Sierra y el río Alagón mientras cruzamos algunos campos de olivos. Posteriormente veremos a nuestra izquierda el arroyo Quilamas y la carretera que une Valero con las conocidas como Puentes del Alagón. Tanto si se hace en primavera como en otoño (este primer tramo he tenido la fortuna de hacerlo en ambas estaciones) el colorido del paisaje es fantástico.
Sin ninguna pérdida porque no hay intersecciones que inviten a la confusión, el sendero llega a Valero concretamente a un extremo del pueblo en el que se encuentra su plaza de toros conocida como “El humilladero”. Se trata de una de las plazas más peculiares de España, tanto por su forma (es rectangular) como por el lugar en el que está enclavada. De hecho cuando se celebra el tradicional festejo que acoge cada mes de enero coincidiendo con el patrón del pueblo, San Valerio, gran parte del público se acomoda en la ladera de la montaña para seguirlo.
En Valero se puede hacer una pequeña parada antes de afrontar el tramo más duro del recorrido que es la ascensión a San Miguel de Valero. Hay que recordar que la primera localidad se encuentra en un valle a orillas del arroyo Quilamas y además posee un microclima mediterráneo muy agradable. En verano se habilita el «Charco del pozo», la pequeña piscina natural de Valero gratuita, que es una de las más conocidas de la provincia de Salamanca.
El Camino de los Trasiegos continúa desde la propia plaza de toros para recorrer los 3,5 kilómetros que hay hasta San Miguel de Valero. Hay que estar muy pendientes, ya que unos metros después de la plaza se debe hacer un giro de 180 grados a la derecha para comenzar la ascensión. De forma instintiva, el caminante puede que siga recto ya que el camino empedrado continúa como si tal cosa, pero hay que fijarse que a la derecha aparece una señalización que nos dice que se debe hacer ese giro. El camino se alejará levemente el pueblo hasta el cementerio y incluso casi se junta con el sendero por el que llegamos a Valero procedentes de San Esteban de la Sierra. Poco más adelante vuelve a hacer un giro de 180 grados, esta vez más prolongado y a la izquierda, para enfilar la subida a San Miguel.
Por este sedero empedrado pasaremos en primer lugar por una peculiar era de losas de cantería, lugar en el que se dejaba el grano para que el viento lo separara de la paja. Poco más adelante nos encontraremos ante un espectacular mirador, sin duda el más atractivo de la ruta. Desde allí podremos obtener unas panorámicas de Valero y el valle de Las Quilamas que nos dejarán con la boca abierta. Un auténtico espectáculo.
Después de ver una fuente, el camino se adentra en un castañar, que en los meses de otoño se convertirá en una experiencia maravillosa. El colorido de las hojas de los castaños en el suelo da a este enclave en carácter especial. Un poco más adelante, el panorama cambia por completo al pasar por un encinar que nos anunciará que el final del sendero está próximo. El Camino de los Trasiegos concluye en la carretera que une Valero con San Miguel, a pocos metros de esta segunda localidad. Allí también hay otro mirador desde el que se puede ver, en un día claro, la Peña de Francia y el pico El Castillo, entre otros. Se podrá hacer un segundo receso en San Miguel de Valero para regresar sobre nuestros pasos y deshacer lo andado.
Al final se completa una ruta de unos 18 kilómetros que ofrece una perfecta radiografía del valle de Las Quilamas. Otra de esas sorpresas que guarda la provincia de Salamanca para disfrutar de la naturaleza en estado puro.