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Desde hace unos años triunfa en las redes sociales el término ‘Galifornia’ que llama la atención a todos los que quieren surfear en Galicia. Todo surgió cuando se empezaron a difundir una serie de imágenes de playas paradisiacas, surferos cabalgando las olas, calas de ensueño y cielos totalmente azules en las que se pedía a los internautas que identificaran a qué lugar correspondían. La mayoría pensó que se trataba de la idílica costa californiana. Pero no, era Galicia. El experimento sirvió para desmontar tópicos de la región más septentrional de España. El primero, que la lluvia no forma parte del paisaje como si fuera una roca. Los días soleados existen y, últimamente, más que nunca. Pero además, la costa gallega depara pequeñas calas con aguas cristalinas como continuación de su verde característico y grandes arenales a mar abierto en los que disfrutar del deporte de la tabla. Porque surfear en Galicia es uno de los mayores placeres que se pueden experimentar. Bueno, en nuestro caso aprender a surfear. Eso es lo que intentamos durante un maravilloso fin de semana en la playa de Razo (A Coruña), concretamente en el campamento de Art Surf Camp.
Precisamente el sol y las buenas temperaturas reinaron en los tres días que pasamos en tierras gallegas dentro de un extraordinario blogtrip que compartimos con varios compañeros de la asociación a la que pertenecemos, Castilla y León Travel Bloggers (Vipavi, La Ratona Viajera, Viajeros 3.0, Notas de un Viajero y Organizo tu Viaje) y con un nutrido grupo de la asociación hermana de Madrid Travel Bloggers (Tragaviajes, La Maleta de Carla, Recuerdos de mi Mochila, Volaré Viajando, La Cosmopolilla, Viajamos Juntos, Pablo Strubell, Se hace Camino al Andar, Sin Mapa, Algo que Recordar, Viajando en Furgo).
¿Qué es Art Surf Camp? Campamento y escuela para surfear en Galicia
Como su propio nombre indica, Art Surf Camp es un campamento donde el deporte de la tabla es el protagonista y que se localiza en la playa coruñesa de Razo, perteneciente al municipio de Carballo y a poco más de media hora en coche desde la ciudad de la Torre de Hércules. Art Surf Camp brinda la oportunidad de aprender a surfear en Galicia gracias a una escuela compuesta por un extraordinario equipo de profesionales. Las instalaciones, ubicadas justo enfrente de la virginal y salvaje playa, cuentan con un moderno albergue con restaurante.
Se trata de un lugar idóneo para mandar a los hijos de campamento durante el verano y en periodos de vacaciones como Semana Santa. Además de convivir con otros chavales y disfrutar de los cautivadores paisajes gallegos, aprenden un deporte al que probablemente se engancharán. Y todo ello con total seguridad y con el apoyo de monitores que viven con pasión la magia de cabalgar las olas.
Pero Art Surf Camp no solo es patrimonio de niños y adolescentes. También los adultos pueden acudir al campamento o, si lo prefieren, acercarse hasta esta escuela de surf en A Coruña y contratar el número de clases que deseen o incluso realizar un curso mensual. Hay que dejar aparcados los miedos, los complejos y el pensamiento de “no voy a ser capaz” para lanzarse al agua con el objetivo de lograr ponerse de pie encima de la tabla.
Nuestra experiencia aprendiendo a surfear en Galicia
Como le ocurrirá a mucha gente, el surf es un deporte que nosotros identificábamos con personas en un estado físico envidiable y un don innato para manejar las indómitas olas. Cuando hemos visto surfear en playas como las de Suances, o las portuguesas de, Aveiro, Nazaré y Baleal, pensábamos que era un deporte al alcance de unos cuantos privilegiados. Por eso, cuando tuvimos la oportunidad de pasar tres días en Art Surf Camp en Razo, nos lo tomamos como un reto imposible, pero que al menos había que intentar.
Después de nuestra experiencia, podemos decir alto y claro que por supuesto merece la pena intentarlo. En solo tres jornadas de clases de surf logramos, aunque fuera fugazmente, ponernos en pie encima de la tabla, algo que no hubiéramos soñado ni por asomo. Esto hay que agradecérselo a nuestro monitor, Andrés Queijo, un auténtico enamorado de este deporte. Desde el principio nos transmitió su pasión por el surf y con mucho humor, paciencia y constancia, logró unos resultados insospechados.
El primer día supimos tumbarnos encima de la tabla sin volcar, algo más difícil de lo que parece. El segundo fuimos poco a poco practicando el complicado paso de estar tumbado a ponerse de pie y, el tercero, finalmente cumplimos el objetivo. El chute de optimismo fue sensacional. Si en solo tres días habíamos logrado algo que parecía una quimera, con un poco más de entrenamiento los avances serían extraordinarios.
Art Surf Camp cuenta además con unas tablas adecuadas para principiantes y unos excelentes trajes de neopreno para soportar el frío del Atlántico.
El arte de crear tablas de surf
Una de las actividades paralelas que realizamos durante nuestra estancia en Art Surf Camp fue la visita a un taller artesanal de tablas. Se encuentra en Carballo y su nombre es Cormoran Surfboards. Toni Varela, uno de los monitores de la escuela de surf en A Coruña, es el creador de este proyecto. Un artesano autodidacta que aprendió el oficio en Brasil y que ahora cuenta con una clientela muy fiel. Como el alfarero que moldea vasijas, el cestero que crea canastos de mimbre o el tonelero que fabrica barriles y barricas, Valera es un artista de las tablas de surf. Entre 15 y 20 días tarda en dar forma a la herramienta principal de los surferos. Un ejemplo de que este deporte es modernidad y juventud, pero también posee un toque artesanal y clásico que lo vinculan con los oficios de antaño.
¿Qué ver en Razo?
Esta escuela de surf en A Coruña no sólo permite aprender a surfear en Galicia, sino que además brinda la oportunidad de conocer otros secretos de este rincón del Atlántico, el más oriental de la Costa da Morte. Al igual que nos ocurrió, por ejemplo, en la playa pontevedresa de Melide, en Razo el viajero se encuentra con la Galicia más salvaje y virginal. Una kilométrica playa donde no hay ni rastro de grandes construcciones turísticas. Naturaleza sin maquillaje. Simplemente el sonido de las olas. Ese gran arenal que es la plaza de Razo permite dar largos paseos, uno de esos caprichos colosales para aquellos que somos de secano.
Pero los extraordinarios tipos que forman Art Surf Camp también nos llevaron caminando a un rincón muy especial que es el mirador de Santa Mariña. Entre los invasores eucaliptos que han sustituido a las especies autóctonas de la zona, por un sendero que forma parte de la ruta Dos Pinos no Mar, se llega hasta esta atalaya donde disfrutar de una pequeña cala con aguas cristalinas y contemplar unas excelentes vistas de Malpica y la playa de Razo.
Pero aún hay más. A solo media hora en coche de Art Surf Camp se encuentra el imponente faro de Punta Nariga un lugar idílico para contemplar el atardecer. Allí vivimos una de las mejores puestas de sol que recordamos.
Los conocidos como Muiños de Verdes o Refugio de Verdes, unos antiguos molinos restaurados que configuran un paisaje de agua, vegetación y sosiego, son otra de las visitas recomendables dentro de un viaje a Razo. Una playa donde aprender a surfear en Galicia o al menos intentarlo y disfrutar de una experiencia formidable.