Ruta de senderismo en el Jerte entre Navaconcejo y Piornal (Cáceres). Dificultad: Moderada. Distancia: 18,7 kilómetros (ida y vuelta). Tiempo: 4 horas y 30 minutos aproximadamente
Trasladarse hasta el Valle del Jerte en la Sierra Norte de Extremadura es siempre un auténtico placer. Se trata de uno de los paisajes más singulares que se pueden encontrar en España gracias a una sucesión de gargantas que son como las venas de un enclave donde el cerezo alcanza su máxima expresión. Acudir a esta comarca cacereña cuando la flor de este árbol hace su aparición en primavera, es una de las experiencias naturales más impactantes que se pueden vivir. En nuestro caso nos adelantamos un poco a este fenómeno, y acudimos a hacer senderismo en el Jerte unas semanas antes de que la zona luciera un característico manto blanco que también se puede ver en otra comarca extremeña como es la de Las Hurdes (ver la ruta de la Majá Robledo). A pesar de todo, disfrutamos de una jornada excepcional en la que también visitamos la espectacular Cascada del Caozo en Valdastillas.
Ruta lineal entre Navaconcejo y Piornal
La ruta que realizamos en el Jerte une las localidades de Navaconcejo y Piornal. Se trata de un sendero señalizado lineal que discurre en un primer momento por los cultivos de cerezos hasta introducirse en un paisaje de gran belleza repleto de robles y castaños donde es posible ver la Cascada del Calderón, otra de las caídas de agua más interesantes de la zona. El camino entre Navacocejo y Piornal es una constante subida en la que se acumula una elevación de 772 metros y donde se recomienda el uso de botas de montaña. Al ser un sendero lineal, los que tengan esta oportunidad de ser recogidos en Piornal, realizarán solo la subida que son unos 9 kilómetros. De lo contrario, hay que volver a bajar a Navaconcejo por el mismo camino con lo que el recorrido total es de poco más de 18 kilómetros.
Navaconcejo se encuentra en la carretera N-110 que recorre el Valle del Jerte desde el puerto de Tornavacas hasta Plasencia. La ruta comienza al final de esta localidad, en el parque infantil que ha junto a la orilla del río Jerte. Se trata de un sendero marcado con líneas blancas y amarillas perteneciente al conocido como Camino Real. Los primero metros transitan por un camino en el que vemos el río Jerte a nuestra derecha y alguna de las últimas casas de pueblo de Navaconcejo.
Cuando llevemos recorridos un kilómetro y medio, poco después de pasar el camping de la localidad, se debe atravesar con mucha precaución la carretera N-110 para tomar una pista asfaltada en la que comienza la ascensión. Este camino es conocido como el de los Sotillos y transita entre tierras de cerezos que, como apuntaba anteriormente, en primavera dejan un paisaje idílico. Aunque nosotros hicimos la ruta a mediados de marzo, tuvimos la suerte de ver alguna flor, ya que los árboles de la parte más baja del Valle del Jerte siempre florecen antes. Pero normalmente las fechas idóneas para contemplar este espectáculo son finales de marzo o principios de abril, dependiendo de las temperaturas que se hayan registrado.
A medida que se va ascendiendo la vista general del Valle del Jerte se torna más espectacular. También es posible contemplar las cumbres nevadas de las sierras de Béjar y Candelario en función de la época del año en la que se acuda. La pista cementada continúa mientras se pasa por un gran depósito de agua y una finca llamada La Casería.
El cemento deja paso a la tierra y los cerezos a los olivos y posteriormente a los castaños y robles. El paisaje en este punto recuerda al de la Sierra de Francia salmantina y ofrece un bello contraste con respecto a los cerezos del inicio. En este tramo, el otoño y el invierno es la mejor época para transitar por él, ya que el color que ofrecen las hojas secas le otorga un atractivo singular. Por si fuera poco, el agua del arroyo Jubajerra pone la guinda al pastel.
El sendero sigue ascendiendo hasta llegar a un punto en el que se vislumbra a lo lejos la espectacular Cascada del Caozo, que ese día visitamos tras concluir la ruta. La presencia de numerosos vehículos en la carretera indica que estamos ante uno de los lugares más visitados y llamativos del Jerte.
La cascada de Calderón, punto álgido de la ruta
Otra cascada, la del Calderón, nos recibe en la ruta en uno de los momentos estelares del trayecto. Se trata de una caída de agua previa a la del Caozo en la misma garganta del Bonal de los Llanos que también posee una gran espectacularidad como se puede ver en el vídeo. La menor presencia de turistas y visitantes al ser menos conocida que la del Caozo le da un carácter más especial. Merece la pena pararse unos minutos en este lugar y ensimismarse con esta cascada y el sonido del agua. Un auténtico espectáculo natural que, como es lógico, se disfruta con mayor intensidad en un año con abundantes lluvias. Justo enfrente de la Cascada del Calderón o Salto del Calderón se sitúa un bonito puente romano de piedra llamado de Los Molinillos. Otra de las joyas de un paraje idílico y altamente recomendable.
La experiencia de este entorno mágico nos tiene que dar fuerzas para afrontar el último y más duro tramo de la ruta. Antes el caminante se puede refrescar en la remodelada fuente Matafrailes. Su nombre procede de una leyenda que dice que un fraile murió allí por beber el agua fría de la fuente tras llegar sofocado por el esfuerzo realizado durante el camino. Que nadie se asuste porque la cosa no es para tanto. Lo curioso es que al fraile le dio el jamacuco mortal justo antes de comenzar la parte más difícil del camino.
Piornal, balcón del Valle del Jerte
Los últimos tres kilómetros antes de llegar a Piornal discurren por un sendero empedrado con unas duras rampas que zigzaguean hasta llegar a la carretera que une Valdastillas con Piornal. Un último esfuerzo nos pondrá a la entrada de esta bella localidad donde podremos hacer un descanso en un área de recreo situada justo enfrente del cementerio. Allí se sitúa el llamado Balcón del Valle, un privilegiado mirador que se sitúa entre los puntos más interesantes que ver en el Valle del Jerte y donde también obtendremos panorámicas de Monfragüe, el Embalse de Plasencia y el Puerto de Honduras, entre otros enclaves.
El camino de vuelta se realiza por el mismo sendero, aunque esta vez con la comodidad de estar bajando continuamente hasta regresar de nuevo a Navaconcejo. Para poner el colofón al día, nada mejor como tomar un refrigerio en uno de los bares que hay junto al río Jerte en esta localidad y posteriormente visitar la espectacular Cascada del Caozo. Sin duda un plan muy interesante de senderismo en el Jerte, una de las comarcas más espectaculares de toda España donde la naturaleza es la absoluta protagonista.