Como salmantino que soy me cuesta hablar con objetividad de los encantos de esta provincia que uno no se cansa de recorrer. Después de realizar un itinerario por la capital y mostrar algunas rutas de senderismo por los parajes más bellos que guarda la provincia, me quedaba adentrarme en un capítulo no menos importante, el gastronómico.
Salamanca es uno de los lugares en los que mejor se come de toda España. Esta afirmación tan rotunda no la digo yo, sino muchas personas que la visitan por primera vez y quedan embelesados con una cocina de primer nivel que se está sabiendo adaptar a los nuevos tiempos sin perder las bases de la gastronomía tradicional. Tanto en la capital como en la provincia podemos encontrar un buen puñado de restaurantes que dan lo mejor de sí mismos en todos los campos: tapas clásicas y de vanguardia, guisos, platos de cuchara, carnes a la brasa, embutidos, etc. Todo ello con productos de primera calidad y de la tierra. No obstante, Salamanca puede presumir de contar con denominaciones de origen tan relevantes como la Lenteja de la Armuña, la Carne de Morucha y el mundialmente conocido Jamón de Guijuelo. Por todo ello Salamanca merece un lugar destacado en el Olimpo de la gastronomía.
Dos de los mejores restaurantes en Salamanca provincia
En esta ocasión quiero hablar de restaurantes en Salamanca provincia, concretamente en dos de ellos. Aunque por supuesto se pueden destacar a muchísimos más y de hecho lo haré en el futuro, el Casa Pacheco en la localidad de Vecinos y el Restaurante Rivas en Vega de Tirados merecen una mención especial. Creo que representan a la perfección esa simbiosis entre la cocina tradicional más suculenta y una dosis de distinción y calidad que los hacen brillar con luz propia. Ambos pueden recibir perfectamente el apelativo de “templos gastronómicos” ya que la sensación cada vez que se acude a cualquier de los dos es siempre la misma: “Qué bien he comido”. Esa es quizá la frase a la que cualquier hostelero aspira a que digan todos los clientes que pasan por su establecimiento. Estoy seguro que en Casa Pacheco y Restaurante Rivas lo experimentan cada día.
Restaurante Casa Pacheco (Calle José Antonio, 12. Vecinos. Salamanca)
A 30 kilómetros de Salamanca por la carretera CL-512 se encuentra la localidad de Vecinos, lugar de paso obligado para acudir al Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. En la misma travesía de la localidad nos encontramos con uno de los restaurantes más veteranos y con más solera de la provincia salmantina, el Casa Pacheco. Se trata de un lugar con una personalidad propia muy marcada, pero que se ha adaptado a los nuevos tiempos de manera brillante. Su dueño, José, es un perfecto anfitrión que ha dado un nuevo impulso al restaurante en los últimos años sin perder su esencia. El local ha vivido una importante reforma en 2015 para demostrar la apertura de un tiempo nuevo que estoy seguro será muy prometedor.
El mundo taurino marca la decoración de Casa Pacheco. Cabezas de toro, trajes de luces, fotografías y un sinfín de recuerdos que demuestran el peso de la historia en este restaurante. En esas paredes tiene un espacio de privilegio la figura de Julio Robles, uno de los toreros con más gusto que ha dado la Fiesta. Abuelense de nacimiento y salmantino de adopción, la cercanía de su finca con la localidad de Vecinos hizo que su vínculo con el Casa Pacheco fuera muy estrecho y así lo puede comprobar todo aquel que entre en el restaurante.
Pero, como no podía ser de otra forma, el punto fuerte de este lugar es su cocina donde las recetas tradicionales adquieren un sabor, olor y aspecto diferente para conquistar el paladar de los comensales más exigentes.
El Casa Pacheco cuida hasta el más mínimo detalle empezando por un curioso aperitivo servido de una manera original, para llegar a unos entrantes donde brillan con luz propia las mollejas de cordero lechal fritas, las croquetas caseras y los callos. Pero en esta lista quiero destacar especialmente las patatas meneás o revolconas (puré de patata con pimentón y cominos y acompañado por torreznos), uno de los platos más destacados de la cocina salmantina. En Casa Pacheco bordan esta receta con una presentación inmejorable.
La carta del restaurante posee una gran variedad de guisos, platos de bacalao y carne para continuar por este estupendo viaje gastronómico. Mención especial merece la carne de morucha a la brasa (chuletón o en una pieza troceada para compartir), el rabo de toro, el guiso de carrilleras y el cabrito lechal frito.
El colofón lo pone una carta de postres de primer nivel, lo que demuestra que esta rama culinaria también se mima mucho en Casa Pacheco. La pirámide de tres chocolates destaca especialmente entre una serie de opciones que son una auténtica tentación para los más golosos.
Todo ello se completa con una variada bodega dominada, como no podía ser de otra forma, por los vinos de Ribera del Duero, Rioja y Toro.
Merece la pena conocer este Casa Pacheco renovado, pero que no pierde de vista sus orígenes. Una manera de disfrutar de la mejor cocina tradicional charra que no ha perdido el tren de los nuevos tiempos.
💰 Precio por persona: 30-35 euros aproximadamente
Restaurante Rivas (Calle Coronel Gómez Mateo, 19. Vega de Tirados. Salamanca)
La carne de vacuno o de cerdo a la brasa es sin duda un plato aparentemente sencillo y muy agradecido que se puede encontrar en una gran variedad de restaurantes de la provincia de Salamanca. Pero después de comer en muchos de ellos, puedo asegurar con rotundidad que el Restaurante Rivas se puede colgar la medalla de oro en este aspecto. En ningún otro lugar la carne está tan jugosa y con tanto sabor como en este acogedor establecimiento ubicado en la pequeña localidad de Vega de Tirados.
A 23 kilómetros de Salamanca por la CL-517 y una carretera comarcal llegamos a uno de los restaurantes con más prestigio de toda la provincia. A pesar de encontrarse relativamente apartado de la capital, ha conseguido ganarse a una clientela fiel y captar el interés de aquellas personas que acuden a Salamanca de visita. Y todo ello gracias a un trato exquisito, una carta mimada al detalle con la carne como principal protagonista y una extensa bodega.
Con Juanma Rivas a la cabeza de un equipo de profesionales excelente, el restaurante ha sabido sacar partido a las nuevas tecnologías y en la actualidad es muy activo a través de las redes sociales. Lo ha demostrado a la hora de promocionar una de las iniciativas más interesantes que se pueden encontrar en la hostelería salmantina, “Los 30 días del atún rojo”. Tiene lugar cada año entre los meses de mayo y junio aprovechando que el Rivas adquiere este pescado, considerado como el “ibérico del mar”, procedente de la pesca de la almadraba en Cádiz.
La puesta en escena de estas jornadas gastronómicas comienza con el ronqueo del atún, una cita que cada año congrega a un mayor número de personas y que consiste en dividir el pescado en sus diferentes piezas para elaborar con cada una de ellas uno de los platos que ofrece en su carta. Es una especie de “matanza” muy común en el sur, pero que en Salamanca hemos conocido de cerca gracias a esta iniciativa.
Si nos adentramos en la carta del Rivas hay un plato que elaboran de maravilla y que sirve como perfecto entrante: el foie a la plancha con pasas y reducción de Oporto. Una auténtica delicia gastronómica que no es fácil de preparar, pero que en este restaurante le tienen cogido el punto desde hace bastante tiempo. Otras buenas recomendaciones para arrancar son los embutidos, las ensaladas y las croquetas de bacalao, boletus y ave.
Pero el verdadero espectáculo llega con las carnes. El Restaurante Rivas ha logrado poner de acuerdo en una cosa a todos los que lo hemos pisado: consiguen que la carne alcance una ternura y jugosidad que parece imposible alcanzar. Literalmente se deshace en la boca. Ya sea una chuleta, un entrecot o un solomillo, la este alimento adquiere una dimensión prácticamente desconocida. Pero si hay un plato que convertiría en carnívoro hasta al vegetariano más convencido ese es el lomo viejo de vacuno. Se trata de una pieza que permanece curándose durante un mínimo de 50 días en las cámaras del restaurante. El resultado es una carne sabrosa y tierna con una calidad asombrosa.
Para rematar, el Restaurante Rivas cuenta con una variada carta de postres. Personalmente me quedo con los clásicos como el flan de huevo y leche o el arroz con leche, aunque también son muy recomendables los helados de elaboración propia y la tarta de queso.
No cabe duda de que los aficionados a degustar una buena pieza de carne tienen en Vega de Tirados un lugar de visita obligada.
💰 Precio por persona: 40-45 euros aproximadamente
