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Si quieres saber qué ver en Melbourne te invitamos a este recorrido por los lugares más representativos de la segunda ciudad australiana y un lugar idílico para vivir
No es que en España se esté mal ni mucho menos, pero muchas veces nos preguntamos cuál sería el mejor país de la tierra para vivir lo más feliz posible. Primero se nos vienen a la cabeza los nórdicos como Suecia, Noruega o Finlandia por su calidad de vida, buenos servicios públicos, seguridad, exquisita educación de sus oriundos, etc. Pero tienen un gran pero: las bajas temperaturas que se registran a lo largo del año. Algo que también ocurre con otra nación modélica de Europa como es Suiza.
Japón y Corea del Sur también son una referencia por todas las características que he señalado de los países nórdicos más la modernidad y avances tecnológicos que marcan sus sociedades. Pero en este caso vemos que muchos de sus ciudadanos solo viven para trabajar y ambos aparecen en el “top 10” de los lugares con más suicidios.
El resto de opciones son pequeños países exóticos que nos llaman la atención por sus playas y paisajes de ensueño como pueda ser el caso de Costa Rica. Pero como no nos vamos a pasar todo el día tirados en la arena, hay que buscar algo que englobe el bienestar de los nórdicos, los avances de Japón o Corea y el buen tiempo y la belleza natural de Costa Rica. La respuesta la tengo muy clara: Australia.
El país oceánico es modélico en todos los aspectos. Tiene una democracia plenamente consolidada; es una sociedad cosmopolita, moderna y abierta; recibe con las manos abiertas al foráneo; cuenta con unos servicios públicos de primer nivel; ofrece una gastronomía variada que bebe de la cocina italiana y asiática y posee un clima privilegiado. No se puede pedir más. Si hubiera un país al que ponerle el calificativo de perfecto ese sería Australia.
Aunque el viaje desde España se prolonga durante casi 24 horas, al menos una vez en la vida recomiendo meterse esta paliza de avión para conocer los encantos australianos. Hay muchas opciones para recorrer el país, pero dos ciudades tienen que entrar en cualquier buen itinerario que se precie: Sidney y Melbourne.
¿Cómo moverse en Melbourne?
Como ocurre en las grandes ciudades australianas, Melbourne cuenta con una buena red de transporte público. De hecho es la única del país que tiene tranvía, sin duda una buena opción para conocer cada rincón de la urbe. La parte negativa es el precio, ya que cada billete cuesta 3,5 dólares australianos (2,37 euros). Es bueno recordar que entre las 10:00 y las 18:00 horas la línea 35 del tranvía de Melburne, la conocida como City Circle Tram, recorre el centro de la ciudad de forma gratuita. Aunque normalmente va atestado de viajeros, es una inmejorable oportunidad para que el visitante llegue a diferentes lugares de interés en un transporte histórico.
Ruta con los lugares imprescindibles que ver en Melbourne
Melbourne es la segunda ciudad de Australia y un lugar idílico. Por algo siempre se encuentran en los primeros puestos de las mejores urbes del mundo para vivir. Además, es una metrópoli que se recorre perfectamente ya que sus calles tienen forma de cuadrícula como ocurre en Barcelona. Vamos a repasar algunos de los lugares imprescindibles que ver en Melbourne en una breve visita a la ciudad.
Casa del Parlamento de Victoria
Aunque el tranvía sirva de ayuda, lo importante, como en toda gran ciudad, es recorrerla caminando para captar su esencia. Mi amigo Javier y yo, que fuimos los que realizamos este viaje, nos alojamos en el hotel Mercure que hay en la calle Little Bourke, una ubicación extraordinaria para llegar andando a los puntos más emblemáticos del centro de la ciudad. Por cercanía al hotel, el primero de ellos fue la Casa del Parlamento del estado de Victoria, cuya capital lógicamente es Melbourne. Es un edificio del siglo XIX situado en la calle Spring y que nos traslada al Londres de la época victoriana. De hecho esta ciudad australiana es la más europea del país, en contraste con la moderna Sidney que cuenta con una personalidad propia.
Princess Theatre
En la misma calle Spring podemos ver otra construcción coetánea a la Casa del Parlamento también con un claro estilo victoriano, el Princess Theatre. Tiene capacidad para 1.500 espectadores y en sus tablas se han representado multitud de obras de teatro. Además, desde 1989, también ha sido testigo de los principales musicales internacionales que han pasado por esta ciudad australiana.
Hotel Windsor
La calle Spring es la que mejor muestra la cara victoriana de Melbourne y la magnificencia de unos edificios de gran belleza. Otro ejemplo es el lujoso Hotel Windsor, uno de los más grandes de la ciudad y que también data del siglo XIX.
Old Treasury Building
En la esquina de Spring con Macarthur nos encontramos el Old Treasury Building, otra bonita construcción de 1862 que alberga el Museo de Historia de la ciudad de Melbourne.
Catedral de San Patricio de Melbourne
Siguiendo por Macarthur, justo en la zona que hay detrás de la Casa del Parlamento, aparece imponente la Catedral de San Patricio de Melbourne, destinada al culto católico y uno de los mejores ejemplos de arquitectura neogótica a nivel mundial. Está dedicada al patrón de Irlanda (ver el post del viaje de una semana en Irlanda) puesto que en el momento de su construcción la mayor parte de la comunidad católica que residía en la ciudad era originaria de este país. Además, en el jardín ubicado junto a su costado izquierdo hay una estatua del histórico libertado irlandés Daniel O’Connell.
Fitzroy Gardens
En los alrededores de la Catedral de San Patricio podemos relajarnos en algunos cuidados jardines como los Fitzroy Gardens, que ocupan nada menos que 26 hectáreas, o los que hay junto al Melbourne Cricket Ground, el estadio más grande del país con capacidad para nada más y nada menos que 100.024 espectadores.
Compras en el barrio de Richmond
Si se acude por esta zona de la ciudad es interesante darse una vuelta por el barrio de Richmond, en donde podemos ver un sinfín de tiendas de moda con precios muy interesantes. Muchas de ellas son outlet o pertenecen a diseñadores jóvenes que quieren mostrar sus creaciones. En este barrio también se pueden aprovechar para entrar en uno de los restaurantes griegos o vietnamitas que hay entre tienda y tienda.
Rod Laver Arena
De vuelta al centro no es mala idea caminar junto al Rod Laver Arena, recinto que acoge el Abierto de Australia de tenis cada año y que se encuentra en la ribera del río Yarra.
Chinatown y vida nocturna
Ya en el centro de Melbourne es interesante dar un paseo por Chinatown, el barrio chino de la ciudad y uno de los más antiguos del hemisferio sur. Es bastante más ordenado y limpio que el de Nueva York, por ejemplo, y está repleto de restaurantes y tiendas. Lo más curioso con respecto a otras ciudades es que está en el mismo centro de la urbe, lo que demuestra la importancia de la comunidad china. La calle Little Bourke (en la que se encontraba nuestro hotel) vertebra el barrio que se extiende también por las vías perpendiculares de un lado y de otro.
También el centro de la ciudad australiana congrega gran parte de la vida nocturna. Restaurantes, bares de copas, discotecas, tascas para tomar una buena cerveza. Melbourne es una ciudad muy viva y por la noche también se demuestra. Los alrededores de la calle Elizabeth centralizan parte de esa actividad. Donde menos lo esperemos, incluso en las típicas calles que se ven en las películas en las que solo hay contenedores y las puertas traseras de los restaurantes, podemos encontrar un pequeño bar en el que disfrutar de una copa o una cerveza con buena música. Melbourne es una ciudad cien por cien segura, por lo que no pasa nada por perderse, explorar y experimentar.
Calle Collins
Otro recorrido interesante por Melbourne es el que podemos hacer por la calle Collins, que centraliza parte de la actividad financiera y comercial de la ciudad. Al igual que ocurría con la calle Spring, también se ven a un lado y a otro de la vía edificios singulares y muy interesantes. Uno de ellos es el museo del banco australiano y neozelandés AZN, donde se recogen piezas de la historia de la banca en este país. La entrada es gratuita.
Melbourne City Town Hall
En esta zona también se encuentra el Melbourne City Town Hall, construido en el siglo XIX y que es la sede del Ayuntamiento de la ciudad.
Catedral de San Pablo
Si se baja por la calle Swasnton en dirección a otra de las vías más importantes de Melbourne, la calle Flinders, se tendrá la oportunidad de contemplar la Catedral de San Pablo, también de estilo neogótico como la de San Patricio y construida en 1892. Es la sede de la iglesia anglicana.
Estación Flinders
Junto a la Catedral, se encuentra uno de los epicentros de la ciudad que da lugar a una de las imágenes más reconocibles. La estación de Flinders y sus conocidos relojes en la fachada es un punto de encuentro en Melbourne y un lugar repleto de vida. Estos relojes indican la hora en la que saldrá el próximo tren de cada línea y son muy queridos por los ciudadanos de la ciudad. De hecho cuando se cambiaron por otros digitales las protestas fueron enormes y no quedó más remedio que mantener los clásicos de agujas. Una decisión acertada porque van en consonancia con la atractiva fachada de esta estación de ferrocarril.
Federation Square
En esta zona aparece también Federation Square, la plaza en la que los habitantes de Melbourne celebran grandes eventos como la noche de fin de año. En ella hay edificios con un diseño muy arriesgado y sorprendente y además se encuentra el centro de visitantes para obtener todo tipo de información de la ciudad. Una de las construcciones más llamativas es el Centro Australiano de la Imagen Móvil (Australian Centre for The Moving Image), un lugar en el que ver exposiciones relacionadas con el cine, la televisión y la tecnología digital.
Acuario de Melbourne
Un buen lugar para hacer unas bonitas fotografías es el puente Princes sobre el río Yara, desde el que se ve la zona del Melbourne Cricket Ground y la noria que hay a su lado, además de una completa panorámica de la ciudad. Justo al lado de este puente está el Acuario, otra de las cosas que hay que ver en Melbourne y destinada especialmente a los amantes de la fauna marina. Lo más llamativo es el espacio dedicado a los tiburones, un lugar que se atraviesa por un túnel que permite ver a estos amigables animales pasando por encima. La entrada ronda los 20 euros.
Old Melbourne Gaol (antigua prisión)
Y para terminar otra visita imprescindible, aunque aparentemente provoque más rechazo que otra cosa. Se trata de la Antigua Prisión de Melbourne (Old Melbourne Gaol), ubicada en la calle Russell. Su fisionomía es la de las típicas cárceles que se han visto en infinidad de películas, pero su interior cuenta con muchas sorpresas. Como acogió numerosas ejecuciones con la horca y fue prisión militar durante la Segunda Guerra Mundial, los recorridos guiados por sus estancias rememoran esos acontecimientos y hacen sentir a los visitantes como aquellos presos que pasaron mil penurias entre sus paredes. Además se pueden ver objetos de lo más curioso. Una visita no apta para gente demasiado sensible pero que aporta un toque diferente y único al recorrido por Melbourne. La entrada tiene un precio de 20 euros.
Hasta aquí este intenso recorrido por una de las ciudades más “perfectas” del planeta. Un lugar en el que perderse y disfrutar al máximo y que centraliza mucha de las virtudes que posee la increíble Australia.
Extraordinaria la información y las fotos sobre Melboure. En noviembre vamos allá de turistas y esto nos viene de maravilla.
Muchas gracias por tus palabras Martha. Vais a disfrutar mucho de este viaje porque Australia es un destino inolvidable. Hay más cosas que ver en Melbourne pero a nosotros nos dio tiempo a esto. Un saludo.