El Lago de Sanabria, el mar interior más natural de España

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La leyenda antecedió a la realidad en el Lago de Sanabria. Lo que nadie imaginaba es que lo hiciera de una manera tan trágica. El destino optó por la peor opción. La más cruel. El castigo más injusto. El lago más grande de España, y uno de los mayores de Europa, fue hace 100.000 años un inmenso glaciar. Una mole de hielo con inmensas lenguas que dejaban pequeño al emblemático Perito Moreno argentino. Hoy ese hielo es agua. Muy fría eso sí. Gélida. Eso nos cuenta la historia, pero la leyenda habla de un origen bien diferente. Con el mismísimo Jesucristo convertido en peregrino vagando por las calles de un pueblo llamado Valverde de Lucerna. En busca de cobijo y alimento para seguir el camino, se encontró con el rechazo y el egoísmo de las gentes de la localidad. Sólo unas mujeres que hacían pan en un horno tuvieron la generosidad de atender sus súplicas. Al día siguiente, y como castigo a la avaricia, hizo brotar una ingente cantidad de agua del lugar donde clavó su bastón. Valverde de Lucerna quedó sumergido a excepción del horno de las mujeres. Dicen que en las noches de San Juan se oye el tañido de la campaña de la iglesia del pueblo maldito que reposa en el fondo del Lago de Sanabria.

Panorámica del Lago de Sanabria desde la Senda de los Monjes
Panorámica del Lago de Sanabria desde la Senda de los Monjes

Ese destino traicionero y justiciero tomó como referencia la leyenda para dar forma a una de las mayores tragedias que ha vivido España. El 9 de enero de 1959 la deficiente construcción de la presa de Vega de Tera quebró y una riada arrasó el pueblo de Ribadelago arramblando con él las vidas de 144 de sus humildes habitantes. La avaricia y la falta de escrúpulos que tenían aquellos habitantes de Valverde de Lucerna se “reencarnó” en los que levantaron la defectuosa presa. Esta vez el pueblo inundado no había cometido ningún delito. Sólo el de trabajar y trabajar de sol a sol por un mísero jornal. Una tragedia olvidada, solventada con unas insultantes indemnizaciones y tapada por el régimen franquista.

Homenaje a las víctimas de la rotura de la presa en Ribadelago Viejo Lago de Sanabria
Homenaje a las víctimas de la rotura de la presa en Ribadelago Viejo
Una de las lápidas que se pueden ver en Ribadelago Viejo Lago de Sanabria
Una de las lápidas que se pueden ver en Ribadelago Viejo

Hoy el Lago de Sanabria es una explosión de naturaleza y buen ambiente, especialmente en los meses de verano. El gran mar de interior de nuestro país. Pero nadie que acuda hasta este parque natural de la provincia de Zamora puede obviar la historia. Es obligado pasear por las calles de Ribadelago Viejo. Leer los nombres de las víctimas de la catástrofe en una placa adosada a una roca granítica y presidida por una desgarradora escultura de una mujer protegiendo a su bebé. En el rostro se atisba la tristeza y el miedo. El Lago de Sanabria también es la bella localidad de San Martín de Castañeda, el “espejo de soledades” que llevó a la literatura Miguel de Unamuno. Pero si hablamos de belleza no podemos obviar a Puebla de Sanabria. Un viaje al Medievo entre calles empedradas que conducen hasta su castillo. También es senderismo, con rutas perfectamente señalizadas y muy interesantes. Y por supuesto son sus playas. Pequeños arenales que por un momento nos trasladan a la costa y que sirven de antesala para sumergirse en unas aguas frías y cristalinas.

Iglesia de Santa María del Azogue en Puebla de Sanabria
Iglesia de Santa María del Azogue en Puebla de Sanabria

Qué hacer en el Lago de Sanabria en un fin de semana

El Lago de Sanabria es una alternativa perfecta a los que quieren algo diferente a los planes de costa. Tiene todos los ingredientes necesarios para pasar un intenso fin de semana. Por un lado unas temperaturas muy agradables, que se agradecen cuando algunas zonas de España se convierten en una sartén en verano. Por otro, un entorno natural privilegiado en el que se entremezclan cascadas, frondosa vegetación, pozas naturales, ríos, pueblos con encanto, una extraordinaria gastronomía y, por supuesto, la joya de la corona: el Lago de Sanabria. Aunque se puede visitar en cualquier momento del año, el verano es la época en la que tiene más estímulos. Nosotros acudimos en un fin de semana del mes de agosto. Eso sí, hay que reservar el alojamiento con antelación. Muchas personas optan por algunos de los camping que tiene el parque natural, pero nosotros lo hicimos por un modesto hostal en el que nos trataron de diez. Se trata del hostal restaurante Martín (puedes reservarlo en este enlace), en Ribadelago Nuevo. Su propietario es todo amabilidad, las habitaciones son cómodas, tienen baño privado y están muy limpias y el desayuno que se sirve en el bar es de muchos quilates.

Contemplando el Lago de Sanabria desde los alrededores de Ribadelago Nuevo
Contemplando el Lago de Sanabria desde los alrededores de Ribadelago Nuevo

Playas del Lago de Sanabria

Como si estuviéramos en la costa, el Lago de Sanabria tiene sus propias playas con fina arena y todos los servicios que podemos encontrar cuando nos vamos a dar un chapuzón en agua salada. Las principales playas del lago son: Custa Llago, Viquiella, El Folgoso y Arenales de Vigo. Nosotros fuimos a la primera, ya que se encuentra junto a la carretera de Ribadelago Nuevo y se puede ir caminando desde el hostal que teníamos en el pueblo. Cuenta con un aparcamiento de pago y un chiringuito. Además, junto a ella se encuentra el embarcadero del catamarán que hace un recorrido por el Lago de Sanabria. Aunque la superficie de arena no es demasiado grande, el hecho de tener una zona arbolada garantiza que podemos disfrutar de esta playa en la sombra.

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Vista de la playa de Custa Llago Lago de Sanabria
Vista de la playa de Custa Llago
Entrada a la playa de Custa Llago Lago de Sanabria
Entrada a la playa de Custa Llago
Pablo ante el Lago de Sanabria y el catamarán que realiza paseos
Pablo ante el Lago de Sanabria y el catamarán que realiza paseos

Viquiella es la mayor de las playas del Lago de Sanabria. Tiene también aparcamiento de pago, un parque infantil, vestuarios con aseos, merendero y chiringuito. Posee además zona para alquilar barcas con pedales y piraguas y en ella se facilita el baño a personas con movilidad reducida.

El Folgoso es la playa que recibe el nombre del camping que se encuentra justo al lado. Posee un aparcamiento gratuito y un bar con restaurante. La arena de esta playa es un poco más gruesa, pero está rodeada de frondosos árboles para gozar de un agradable día en el Lago de Sanabria sin exponerse demasiado al sol.

Aguas cristalinas del Lago de Sanabria
Aguas cristalinas del Lago de Sanabria

Arenales de Vigo o “Los Enanos” es la última de las playas del Lago de Sanabria. En este caso la arena se entremezcla con rocas y una gran arboleda dejando una bonita estampa de playa del Cantábrico. Tiene aparcamiento gratuito y chiringuito.

Senderismo en el Lago de Sanabria

Las temperaturas más suaves que se registran en el Lago de Sanabria hacen que incluso en verano sea posible hacer algunas de las rutas de senderismo que se proponen en la zona. En total hay 17 señalizadas con diferentes niveles y distancias. Una auténtica gozada para los que nos apasiona el placer de caminar por la naturaleza. En nuestro fin de semana en el Lago de Sanabria nosotros realizamos dos de ellas, ambas circulares. El primer día, la que nos llevó a la Cascada de Sotillo desde la localidad de Sotillo de Sanabria. Una ruta de sólo siete kilómetros, muy cómoda y en la que la sombra casi siempre está presente gracias a un frondoso bosque de robles, abedules, castaños, acebos y avellanos.

Cascada de Sotillo
Cascada de Sotillo

Al día siguiente nos marcamos un reto más ambicioso. La ruta del Cañón del Tera y la cueva de San Martín tiene 15,5 kilómetros y una dificultad más elevada. El itinerario, que parte de Ribadelago Viejo, se desliza a lo largo del cañón del río Tera donde descubrimos algunas pozas idílicas para darse un baño. La más impresionante es la cueva de San Martín, donde es obligada una parada para sumergirse en sus gélidas aguas. De regreso, la ruta enlaza con la conocida como Senda de los Monjes desde la cual tenemos las mejores panorámicas del Lago de Sanabria. Asimismo, el punto en el que arranca y concluye la ruta nos depara una sorpresa. Junto al campo de fútbol de Ribadelago Viejo hay una agradable zona de baño en el río Tera que no desmerece a las playas del Lago de Sanabria.

Posando ante la cueva de San Martín cañón del Tera
Posando ante la cueva de San Martín

Otras de las interesantes rutas de senderismo que se pueden hacer en la zona nos llevan a lugares muy especiales como la laguna de Yeguas, la laguna de Carros y la cascada de los Vados, entre otras maravillas.

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Pueblos con encanto en el Lago de Sanabria

Playas, senderismo y también piedras con historia. El parque natural del Lago de Sanabria y Alrededores puede presumir de contar con un buen puñado de pueblos con encanto. Lugares en los que parece haberse detenido el tiempo.

Puebla de Sanabria

Sin duda una parada obligada la merece Puebla de Sanabria, la capital de la comarca. Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, el simple hecho de perderse por sus calles empedradas es un deleite. Hay que admirar su arquitectura urbana con casas de dos o tres plantas, algunas con escudos nobiliarios labrados en piedra y que lucen un colorido muestrario de flores de geranios, hortensias… Una vez que superemos sus empinadas cuestas tendremos varios premios. La fachada del Ayuntamiento, de estilo isabelino; la iglesia de Santa María del Azogue, una joya en la que sobresalen sus dos portadas románicas; y la ermita de de San Cayetano, de estilo barroco. Como no podía ser de otra manera, la parte más alta del pueblo está coronada por el castillo de los Condes de Benavente que data del siglo XV y está excelentemente conservado.

Una de las calles de Puebla de Sanabria
Una de las calles de Puebla de Sanabria
Ayuntamiento de Puebla de Sanabria
Ayuntamiento de Puebla de Sanabria
Una de las portadas románicas de la iglesia de Santa María del Azogue en Puebla de Sanabria
Una de las portadas románicas de la iglesia de Santa María del Azogue en Puebla de Sanabria
Ermita de San Cayetano e iglesia de Santa María del Azogue en Puebla de Sanabria
Ermita de San Cayetano e iglesia de Santa María del Azogue en Puebla de Sanabria
Castillo de los Condes de Benavente de Puebla de Sanabria
Castillo de los Condes de Benavente de Puebla de Sanabria

San Martín de Castañeda

A 1.246 metros de altitud y mirando al Lago de Sanabria en un escalón superior encontramos San Martín de Castañeda. Soñando en la santa calma del cielo de las alturas como dijo Miguel de Unamuno, que quedó prendado de este lugar. De su recorrido por estas tierras surgió su obra “San Manuel Bueno, mártir”. En San Martín de Castañeda sobresale su monasterio cisterciense. Es una joya del románico zamorano que estuvo mimado y cuidado por los reyes a lo largo de la historia, especialmente por su ubicación estratégica cerca de la frontera hispano-lusa. Es uno de los monasterios más elevados de España y por eso ha sufrido con más virulencia los envites del tiempo y la climatología. Más prominente aún está la Laguna de los Peces, a la que se llega desde San Martín de Castañeda por una pista asfaltada. Permanece más de medio año helada, por eso el verano es un buen momento para disfrutarla.

Palabras que Unamuno le dedicó a San Martin de Castañeda
Palabras que Unamuno le dedicó a San Martin de Castañeda
Monasterio de San Martín de Castañeda Lago de Sanabria
Monasterio de San Martín de Castañeda
Retablo del Monasterio de San Martín de Castañeda Lago de Sanabria
Retablo del Monasterio de San Martín de Castañeda

Ribadelago Viejo

Y volvemos al inicio para perdernos de nuevo en las calles de Ribadelago Viejo. Las casas nuevas de los que se negaron a marcharse al pueblo nuevo y de los que han llegado en los últimos años se entremezclan con los restos imborrables de la desdicha como su iglesia, que aún conserva su estructura, o las lápidas que recuerdan a las víctimas en el lugar donde habían levantado su casa a base de trabajo. Las heridas de una tragedia olvidada y hasta despreciada. Historia viva que cualquiera que acuda al Lago de Sanabria tiene la obligación de conocer.

Restos de la iglesia de Ribadelago Viejo Lago de Sanabria
Restos de la iglesia de Ribadelago Viejo

¿Dónde comer en el Lago de Sanabria?

Puebla de Sanabria cuenta también con una suculenta gastronomía en la que se mezclan las recetas propias con influencias de la cocina portuguesa y gallega. Nosotros acudimos a cenar al asador Casa Paca. Manejan un buen producto, aunque las raciones no son demasiado abundantes para el elevado precio que tienen. Allí degustamos uno de los platos estrellas de la cocina sanabresa, el pulpo a la brasa. Pero hay más, como por ejemplo los habones a la sanabresa, la trucha, los platos elaborados con setas y el churrasco, entre otros.

Pulpo a la brasa en Puebla de Sanabria
Pulpo a la brasa en Puebla de Sanabria
Plato de setas en Puebla de Sanabria
Plato de setas en Puebla de Sanabria
Pablo Montes y Estefanía Casillas
Pablo Montes y Estefanía Casillas
Periodista e Ingeniera Agrícola. Viajeros

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Comentarios

4 COMENTARIOS

  1. Preciosa toda Sanabria. Un apunte: al hacer la ruta del Cañón del Tera os quedo llegar hasta la presa rota, es un trayecto en el cual te vas a imaginar muy de cerca la gran tragedia que se vivio en el año 59.
    A pesar de ello (soy de las que creo que hay que conocer la historia para no cometer los mismos errores), recomiendo altamente que no dejeis de hacer esta ruta, es una de las mas bonitas.

    • Muchas gracias por el consejo Martina. La verdad es que nos quedamos con ganas de hacer la ruta entera, pero fue un día de mucho calor y nos quedábamos sin tiempo y sin fuerzas. Pero como regresaremos, lo organizaremos mejor para poder subir hasta la presa rota. Un saludo y gracias por visitar el blog.

  2. Preciosa la zona. Pero noté algo «cenizo» en el ambiente. A posteriori supe de la tragedia de Ribadelago. No es la primera vez que me ocurre en lugares con desgracias a sus espaldas.

    • Gracias por tu comentario Marta. Recorrer las calles de Ribadelago viejo remueve la conciencia y encoje el corazón. Nadie se puede abstraer a eso porque es inevitable recordar a las personas que murieron de una forma tan cruel e injusta. Ya demás se ve que muchas casas están tal cual quedaron después de la tragedia. Un saludo.

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