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Cuna de Santa Teresa, ciudad tranquila y apacible. Recogida alrededor de su muralla y que ha crecido extramuros con viviendas modernas fruto de su cercanía a Madrid. Precisamente de madrileños se llena cada fin de semana. ¿Quién puede resistir la tentación de flanquear sus murallas teniéndola a solo una hora en coche? Nosotros también, a sesenta minutos de Salamanca. Mil veces pasamos por ella de camino a la capital de España y muy pocas paramos. No sabíamos lo que nos perdíamos. Después de haber recorrido las murallas de Jerusalén, ¿por qué no hacerlo también en Ávila? Una estupenda idea la de abrirlas al público, la de obtener una visión totalmente diferente de la ciudad. Como un gigante subido al gran bastión defensivo. A esas piedras colocadas una a una entre los siglos III y IV. Perfección y una conservación envidiable. Pero las murallas no son lo único que hay que ver en Ávila en un día. Hay mucho más, dentro y fuera de ellas. La huella de Santa Teresa, sus plazas, templos y, por supuesto, una gastronomía donde brilla su carne de vacuno. Aquí va una muestra.
Once lugares imprescindibles que ver en Ávila en un día
Empezando por la atalaya privilegiada de los Cuatro Postes y acabando por el santuario de la Virgen de Sonsoles, os proponemos un recorrido por Ávila en un día muy intenso pero reconfortante. Un paseo por la historia. Desde Santa Teresa a Adolfo Suárez. Desde el románico y el gótico hasta una aberración moderna con el sello de Rafael Moneo. Todo en unas horas que dejan con ganas de más, de más Ávila.
Los Cuatro Postes
Es el aperitivo. Un bocado pequeño, pero apetitoso de Ávila. Una forma de quedarse con un saborcillo en la boca muy gustoso para meterse posteriormente con los platos principales. Una visión en conjunto desde este antiguo humilladero convertido en atalaya en la que capturar una y mil fotos. Es inevitable parar porque es la puerta de entrada a Ávila. Un mirador que cautiva de día, pero enamora de noche. Además, para los que les gusta caminar puede ser un punto de partida para iniciar la ruta por Ávila en un día. Ya que tan solo hay que dejar el coche, descender hasta el río Adaja, cruzarlo por su pasarela peatonal, hacer parada en la ermita de San Segundo y adentrarse en la ciudad amurallada por la puerta del Puente.
Por cierto, en la ermita de San Segundo reposan los restos de Paula, la santa barbuda. La mujer que recibió el regalo de Dios de que en su rostro apareciera bello. ¿Un regalo? En su caso sí, porque fue la manera de huir de un joven pretendiente que la acosaba en exceso. En la ermita de San Segundo pidió a Dios una solución a tanta angustia y la barba fue ese remedio. De esta manera su “acosador” no la reconoció y Paula se convirtió en santa, santa Paula Barbada.
Recorrido por la Muralla
Precisamente la historia de santa Paula Barbada es una de las que escuchamos en la audioguía que se entrega junto a la entrada del recorrido por encima la Muralla (5 euros). Se puede acceder desde la puerta del Puente, la del Alcázar o desde la Catedral. Nosotros entramos desde la del Alcázar para recorrer el tramo de 300 metros que se ve cortado por el Palacio Episcopal, cuyo edificio se incrusta en el recinto amurallado. Hay que volver a bajar para, a través de la oficina de Turismo sita junto a la Catedral, retomar el recorrido por la zona de las carnicerías para dar completamente la vuelta hasta la puerta del Puente. Desde este lugar se tienen las mejores vistas de la Catedral y la Basílica de San Vicente. Un paseo cómodo, agradable, sintiendo el aire frío que llega desde las cumbres cercanas del Sistema Central. En el futuro se abrirán más tramos. Lo esperamos ansiosos.
Iglesia y convento de Santa Teresa
Ávila es Santa Teresa y viceversa. La mística de la Santa está presente en cada esquina y el mejor lugar para comprobarlo es la iglesia y el convento que llevan su nombre. Ante su fachada, Teresa de Cepeda y Ahumada plasmada magistralmente por el escultor Óscar Alvariño nos recibe sentada plácidamente en un banco. Con su mirada perdida y sujetando sobre las manos un libro y una pluma. De espaldas a la que fuera su casa natal, hoy convertida en templo de devoción a su figura.
En su fachada, de nuevo Santa Teresa con su inseparable pluma en su mano derecha. La iglesia y la sala de reliquias se pueden visitar gratuitamente. El Museo tiene un precio de 2 euros.
Torreón de los Guzmanes
“Ramiro solía quedarse hasta la noche en el último piso del torreón, escuchando los cuentos y parlerías de las mujeres”. El antihéroe que creó el autor argentino Enrique Larreta en su novela “La gloria de Don Ramiro” pasa gran parte de su tiempo en esta torre que se erige imponente en la plaza del Corral de las Campanas. En Ávila tenemos mucho románico, gótico, y también estilo renacentista.
El Torreón de los Guzmanes es un buen ejemplo de ello. Es la sede actual de la Diputación de Ávila y una imponente atalaya que aparece poderosa cuando nos encaminamos hacia el centro de la ciudad. Ante la torre, rezando y mirando al cielo, San Juan de la Cruz moldeado por Emilio Laiz. El Torreón de los Guzmanes se puede visitar de forma gratuita.
Paseo del Rastro
Naturaleza y patrimonio se dan cita en este paseo donde precisamente pasear es un placer. A un lado, la Muralla de Ávila. Al otro, las cumbres de la Sierra de Gredos se elevan en el horizonte con permiso del torreón de la iglesia de Santiago que aparece en primer término. Imprescindible su recorrido entre la puerta del Rastro y la del Alcázar. En una de sus terrazas podremos hacer un alto en el camino. También en este paseo se sitúa la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión en el mes de mayo.
Salamanca y Segovia, vecinas y también Patrimonio de la Humanidad
Además de vecinas de Ávila, Salamanca y Segovia comparten con la capital abulense el título de ciudad Patrimonio de la Humanidad. En este artículo te proponemos una ruta por la Salamanca monumental, mientras que en este otro post hacemos un recorrido por Segovia y La Granja en un día.
Catedral del Salvador
Está considerada la primera catedral gótica de España y en ella reposan los restos de dos presidentes del Gobierno. Uno en el exilio, Claudio Sánchez-Albornoz. El otro, el abulense que hizo posible la Transición de la dictadura a la democracia, Adolfo Suárez. Tiene aspecto de castillo. Sólo hace falta ver su ábside. No obstante, se proyecta originalmente como ambas cosas, templo y fortaleza. Su entrada cuesta 5 euros, salvo lunes y martes a primera hora de la mañana que es gratis.
Plaza del Mercado Chico
Versión reducida de la plaza de Santa Teresa (Mercado Grande). Aquí está la vida de la ciudad. Terrazas, tiendas de yemas, niños jugando y todo presidido por el Ayuntamiento. Coqueta, recogida y abrigo perfecto para el intenso frío abulense. Esta plaza es el epicentro de las Jornadas Medievales de la ciudad y un buen lugar para llevarse una caja de yemas. La creación repostera más internacional de Ávila. Yema de huevo, azúcar y el toque de la casa dan como resultado una delicia tremendamente dulce y contundente.
Las Jornadas Medievales, la gran fiesta de Ávila
No se nos ocurre mejor ciudad que Ávila para hacer un viaje en el tiempo al Medievo con mercaderes, teatro, juglares, titiriteros, torneos, arqueros… Cada primer fin de semana de septiembre acoge las Jornadas Medievales, una cita que viste a Ávila y a los abulenses como en la Edad Media.
En 2017 tuvimos la oportunidad de visitar este espectáculo para los sentidos que se concentra en el entorno de las plazas del Mercado Chico y de la Catedral. Mención aparte merecen los torneos medievales a caballo que tienen lugar en el atrio de San Isidro. La ciudad se dividió en los barrios árabe, judío y cristiano para ofrecer una explosión de colores, aromas y sensaciones que nos encandilaron. Sin duda una excusa perfecta para visitar Ávila en un día.
Plaza de Santa Teresa o Mercado Grande e iglesia de San Pedro
Es la gran plaza de Ávila marcada desgraciadamente por el horror que diseñó Rafael Moneo. Un edificio feo, tosco, que rompe con el entorno y que para colmo tiene un Burger King en sus bajos. No hay derecho. Enfrente, el contraste. Coquetos bloques de tres plantas con soportales adintelados en los que aparecen tiendas más clásicas y pequeños bares. Ejemplo de cómo se tienen que hacer las cosas en una plaza histórica, por mucho que algunos quieran adaptarla a los nuevos tiempos.
En un extremo se levanta la iglesia San Pedro, románica de manual que se puede visitar minutos antes y después del culto de forma gratuita. En la punta contraria, la imponente puerta del Alcázar de la Muralla y de nuevo, Santa Teresa. Esta vez de blanco inmaculado. Un bloque de piedra albino que moldeó el gaditano Juan Luis Vassallo y que inauguró el Papa Juan Pablo II.
Basílica de San Vicente
Vamos cerrando la lista de lugares que ver en Ávila en un día con tres imprescindibles joyas religiosas que se levantan fuera de la Muralla. La primera no podría ser otra que la imponente basílica de San Vicente. Simplemente excelsa y maravillosa. En el lugar donde fueron martirizados los santos Vicente, Cristeta y Sabina se levanta esta pieza única del románico español. No habrá más remedio que quedarse con la boca abierta ante su portada occidental, la que los visitantes usan para acceder al templo.
Y en el interior, es obligado recrearse ante los detalles de su cenotafio, el monumento fúnebre que recuerda a los tres santos martirizados. Obra maestra de la escultura románica en la que hay que detenerse ante todos y cada uno de sus detalles. La entrada es gratuita los domingos, y el resto de los días, 2,30 euros con audioguía.
Real Monasterio de Santo Tomás
El hombre que puedo cambiar el destino de la historia de España reposa tras el altar mayor del Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila. Un bello sepulcro de mármol esculpido en Génova guarda el joven cuerpo del príncipe Juan. Hijo de los Reyes Católicos, príncipe de Asturias y el que debía haber ocupado el trono de España si no es por su repentina muerte a los 19 años en Salamanca. Lo que pudo ser y no fue. Desgracias que cambian para siempre el destino de un país. Es irremediable plantearse las paradojas que tiene la historia mientras se admira su bello sepulcro.
Pero el Monasterio de Santo Tomas es mucho más. Diríamos que es muchísimo más. Y como ejemplo están sus tres bellos claustros: Noviciado, Silencio y Reyes. Este último fue parte de la residencia de verano de los Reyes Católicos, de ahí su nombre. Tampoco hay que perderse su retablo mayor obra de Berruguete. 19 pinturas en 21 metros a cuál más fascinante. Arte en estado puro. El precio de la entrada es de 4 euros.
Ermita de la Virgen de Sonsoles
A cinco kilómetros del centro de Ávila en dirección Toledo se levanta un remanso de paz dedicado a Nuestra Señora de Sonsoles. Allí la Virgen se hace fuerte, alejada de la ciudad y de su “competidora” —permítanme la expresión—, Santa Teresa de Jesús. Porque la Santa copa con orgullo la ciudad amurallada, pero Sonsoles puede presumir de ser la patrona de Ávila desde su “destierro” en una colina del Valle Amblés. Su lejanía no impide que cada domingo decenas de fieles acudan a las misas que se celebran en la ermita. Y, por supuesto, el primer domingo de julio los abulenses la arropan y miman con motivo de su fiesta grande.
Dentro del templo, Nuestra Señora de Sonsoles está bien protegida por un cocodrilo. Como lo oyen. Todo tiene su explicación. Dicen que un caballero abulense que se encontraba en la recién descubierta América fue atacado por un cocodrilo. Cuando nada hacía presagiar que salvaría la vida, el hombre se encomendó a la Virgen de Sonsoles. De repente, la fusta que llevaba colgada de su cintura se convirtió en espada para acabar con la vida de la «fiera». Como agradecimiento a la Virgen, trasladó el cuerpo del reptil hasta su santuario y allí reposa disecado en una urna.
Fuera del templo, tenemos los ingredientes típicos de cualquier santuario con devoción. Zonas verdes, merenderos, restaurante, juegos infantiles, gran aparcamiento… y como complemento unas sensacionales vistas de los campos de cultivo con Ávila al fondo.
¿Dónde comer en Ávila?
Durante este recorrido por todo lo que visitar en Ávila en un día no debemos ahorrar ningún tipo de energía. Sobre todo por la mañana. Hay que caminar, subir, bajar, salir, entrar y volver a salir. Todo con el objetivo de llegar a la hora de la comida con el apetito bien abierto. Que las tripas rujan como si fueran un ogro malhumorado. Que acabemos diciendo: «tengo tanta hambre que me comería una vaca entera». ¿Por qué decimos esto? Porque en una visita a Ávila la gastronomía juega un papel fundamental. Y ese recetario abulense no está compuesto de platos bajos en calorías precisamente. He aquí el menú: judías del Barco, patatas revolconas, sopa castellana, chuletón de ternera de Ávila y postres. Casi nada.
Este es el contundente y sabroso menú degustación que paladeamos en el mesón El Rastro (plaza del Rastro), uno de los restaurantes más populares para comer en Ávila y quizá el que tenga una mejor relación calidad-precio. Si acudimos en fin de semana es conveniente hacer una reserva previa, aunque se trata de un establecimiento grande y con un buen servicio. Este menú degustación tienen un precio de 39 euros para dos personas. Una cantidad muy razonable teniendo en cuenta su calidad. Los tres primeros (judías, patatas y sopa) se presentan en sus tres correspondientes platos de barro pequeños. Obviamente no estamos hablando de cantidades excesivas de cada uno.
El premio gordo es el chuletón de Ávila, una pieza de 800 gramos sabrosa y tierna. Pertenece a la raza Avileña-Negra Ibérica, una de las más singulares y apreciadas de España en cuanto a la calidad de su carne. Para cerrar y poner el toque dulce se puede elegir entre flan, natillas y arroz con leche. Al margen de este menú degustación cuentan con una amplia carta basada en la cocina tradicional castellana.
Y no queremos acabar sin lanzar otra recomendación para comer en Ávila. Es un restaurante al que hemos acudido en numerosas ocasiones cuando viajamos de Salamanca a Madrid. Se trata de El Colmenar. Se encuentra ubicado en la localidad de Vicolozano, junto a la autopista AP-51 y a cinco kilómetros del centro de Ávila. Cuenta también con una amplia carta de platos tradicionales y con raciones a precios económicos.
A pesar de ser una ciudad espectacular por la que he pasado mil veces, nunca la he visitado a fondo, por que el recorrido que propones por Ávila me viene de maravilla. Gracias- 🙂
Muchas gracias por tu comentario Jameson. Es lo que nos había ocurrido a nosotros. Habíamos pasado mil veces junto a ella, pero pocas veces nos daba por parar para conocerla a fondo. Merece la pena dedicarle al menos un día a Ávila. Un saludo.
Me alegra que te guste tanto Ávila y por supuesto este artículo más. Un saludo de una abulense👍
Muchas gracias Sonsoles. Es un orgullo que a una abulense le guste el artículo. Nos encanta la ciudad y al tenerla tan cerquita, vamos siempre que podemos. Un saludo y gracias por tu comentario.
Buenas tardes un grupo de amigos queremos visitar el próximo fin de semana Ávila solo el sábado somos 5 y queremos ver lo más importante estaremos en avila sobre las 10 de la mañana nos po deis hacer una ruta y el precio por peresonancia
Un saludo
Hola Teresa. Lo siento pero nosotros no organizamos rutas, simplemente tenemos el blog de viajes para contar nuestras experiencias. En Ávila hay empresas y guías que te pueden organizar un tour por la ciudad. Un saludo y disfruta del viaje.
Una ciudad muy especial, ¡espero hacer una escapada pronto para visitar los lugares que nos propones!
Cerca de Ávila me gustó mucho el Castro de Ulaca, su altar esculpido en la roca es impresionante.
Muchas gracias. Tomamos buena nota del Castro de Ulaca porque no lo conocemos y tenemos ganas. Y muchas más después de leer vuestro post. Un saludo
Hola , soy maria teresa me gustaria que me dijerais donde comer en avila pero sin ser turistico. Calidad precio . Gracias
Hola María Teresa. Nosotros comimos en el Mesón del Rastro. Está céntrico y calidad-precio es un sitio muy interesante. Tienen un menú con sopas de ajo, judiones y chuletón de Ávila y una carta extensa. Más caro, pero con una excelente cocina es El Almacén. Y otro sitio mucho menos turístico, pero que está fuera de la ciudad (en la salida hacia Madrid por la carretera nacional en Vicolozano) es El Colmenar. Comida casera muy buena y barata. Disfruta mucho de la visita a Ávila y un saludo.
¿Qué pueblos de alrededor de Ávila me recomendáis? Tengo ganas de ver algo cerca, pero no se muy bien donde ir.
Hola, te podemos recomendar Arévalo, que tiene mucho encanto y se come muy bien. No es que esté pegado a Ávila, pero está muy bien comunicado y se tarda muy poco en llegar. Adanero, El Barco de Ávila, Piedrahita y Las Navas del Marqués, son otros pueblos interesantes para visitar. Un saludo y gracias por visitar el blog.
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