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Visitar una catedral con unas botas de senderismo, una cazadora de Columbia, North Face o Quechua y unos pantalones de montaña no parece muy propio. Nadie te lo va a impedir, que quede claro. Pero normalmente la zona antigua de una ciudad no obliga a ponerse en “modo senderista”, sino más bien con un “look” elegante, pero informal. Todo radica en que los conceptos “casco histórico” y “naturaleza” no parecen muy compatibles a simple vista. En nuestra ciudad, Salamanca, o en otras como Segovia o Burgos, no se concibe estar visitando sus bellísimas catedrales y, cinco minutos, más tarde, comenzar una ruta de senderismo en un entorno natural privilegiado. Lo normal es coger el coche y desplazarse hasta cualquier punto de la provincia para gozar andando en el campo.
Cuando hablamos de qué ver en Cuenca estos tópicos se vienen debajo de un plumazo. A las 11:00 horas puedes estar contemplando el artesonado de la Capilla Honda en su Catedral y, poco más tarde, comenzar la apasionante ruta de senderismo de la Hoz del Júcar o ascender a 1.140 metros de altitud hasta el Mirador del Cerro del Socorro por un camino que exige estar en forma. Por este motivo, las inmensas losetas del siglo XIII de la Catedral de Santa María y San Julián son pisadas por más botas senderismo que las que se ven en cualquier otra seo de España —si exceptuamos claro está la Catedral de Santiago por motivos obvios—.
Además de su capital, la provincia de Cuenca posee parajes naturales extraordinarios como el nacimiento del río Cuervo, el Ventano del Diablo, el nacimiento del Júcar o la Ciudad Encantada
Los que visiten Cuenca deben tener esto muy presente si quieren disfrutarla en toda su esencia. Estáis avisados. Mejor enfundarse desde el primer momento las botas o zapatillas de senderismo por si, después de contemplar las Casas Colgadas o cruzar el puente de San Pablo, pica el gusanillo de coger uno de los senderos que se adentran en un entorno dominado por la roca caliza y los ríos Huécar y Júcar. De la piedra a la naturaleza hay un paso y eso no se puede perder de vista cuando nos preguntamos qué ver en Cuenca capital. Hay muchos más, pero os proponemos siete lugares imprescindibles que se pueden visitar en forma de itinerario y que ayudan a entender la magia de una ciudad para recorrerla con las botas puestas.
Ruta por siete lugares que ver en Cuenca capital
Mirador del Parador y convento de San Pablo
Una buena forma de comenzar este itinerario por siete de los lugares que ver en Cuenca es dejando el vehículo fuera del casco histórico. Nosotros lo aparcamos en el aparcamiento del Auditorio, en el paseo del Huécar. Desde allí tan sólo habrá que caminar seis minutos cuesta arriba para alcanzar el Parador de Turismo. En este atalaya contemplamos una de las mejores vistas que ofrece la ciudad de Cuenca. El puente de San Pablo y las Casas Colgadas se presentan ante nuestros ojos mientras al fondo contemplamos el cañón que forma el río Huécar, la conocida como Hoz del Huécar. El convento de San Pablo, construido en 1523, es hoy el Parador de Turismo de Cuenca y la iglesia adosada, se reconvirtió en un museo de arte llamado Espacio Torner.
Puente de San Pablo, de día y de noche
Después de bajar de nuevo por la estrecha carretera que nos lleva hasta el Parador, toca cumplir con uno de los rituales fundamentales que hacer en la capital conquense: cruzar el puente de San Pablo. En nuestro viaje a Cuenca en tres días lo hicimos tanto de día como de noche.
El actual puente de hierro, por el que toda España vio caminar a los entonces príncipes de Asturias Felipe y Letizia durante su luna de miel, se construyó en 1902 después de que el anterior de piedra acabara por los suelos. Está a 60 metros de altura sobre el río Huécar, no es apto para lo que padecen un vértigo soberano y ofrece una de las mejores perspectivas de nuestra siguiente parada, las Casas Colgadas.
Casas Colgadas
Son las construcciones por excelencia que ver en Cuenca capital y, al igual que el puente de San Pablo, merece la pena contemplarlas tanto de día como de noche. Su tenue iluminación le da un halo de misterio que cautiva al visitante a medida que se va acercando a ellas por la empinada calle Canónigos. Aunque se tiene constancia de que toda la “fachada” de la ciudad que mira a la Hoz del Huécar estaba repleta de viviendas de este tipo, en la actualidad solo se conservan tres de ellas.
En las Casas Colgadas tiene su sede el Museo de Arte Abstracto Español y una de ellas, la de la Sirena, posee una leyenda que dice que desde sus ventanas se arrojó al vacío, Catalina, amante de Enrique II de Castilla.
Catedral de Santa María y San Julián
Presidiendo de forma majestuosa la plaza Mayor de Cuenca se levanta la catedral gótica de Santa María y San Julián. El precio de la entrada es de 3,80 euros. El templo parece un puzle fruto de sus numerosas transformaciones con el paso del tiempo. De hecho, su fachada se vino abajo recién estrenado el siglo XX y se tuvo que levantar de nuevo siguiendo el estilo original.
Nos gustó especialmente la Capilla Honda o del Sagrado Corazón de Jesús, con su cuidado artesonado renacentista en el techo.
Torre Mangana
La Torre Mangana es uno de los mejores miradores que ver en Cuenca ya que ofrece unas bonitas panorámicas del río Júcar y el entorno natural que rodea a la ciudad. La torre en sí no destaca por su belleza. Recuerda, salvando las distancias, a la torre del Mangia de Siena. Lo cierto es que fue reconstruida en el siglo XX debido a su deterioro.
Choca el contraste que hay entre el monumento y su entorno, una plazoleta con estructuras de madera, jardineras de colorines y baldosas que en nada pegan con la Torre Mangana. Es un lugar del que se puede prescindir, salvo por las vistas que ofrece.
Barrio del Castillo
Deshaciendo lo andado hasta la Catedral y subiendo por la calles San Pedro y Trabuco llegamos hasta el conocido como barrio del Castillo. Su nombre se debe a las ruinas de una fortificación del siglo XIII de la que se conservan parte de la muralla, una entrada en la misma llamada arco de Bezudo y las torres.
Es otro extraordinario mirador para contemplar la Hoz del Huécar y el Cerro del Socorro. En este lugar las botas de senderismo permitirán adentrarse por algunos senderos que se deslizan por la roca caliza que abriga la ciudad de Cuenca.
Miradores Florencio cañas y Camilo José Cela
De regreso por la calle Trabuco tenemos otros dos miradores, uno que mira al Húecar y otro al Júcar. El primer de ellos se llama Florencio Cañas, concejal del Ayuntamiento de la ciudad en la década de los 50 y el hombre que recuperó la grandeza del casco antiguo conquense. Se encuentra en la ronda Julián Romero y acceder hasta él permite adentrarnos por esas callejuelas angostas que marcan la personalidad de la parte viaje de la ciudad. Las panorámicas que ofrece de la Hoz del Huécar y del convento de San Pablo son espectaculares.
Al otro lado de la calle Trabuco, bajaremos por un estrecho callejón hasta la Fundación Antonio Saura. Junto a este edificio se ubica el mirador Camilo José Cela. “Caminando Cuenca al viajero le brotan de súbito alas en el alma, desconocidos mundos en el mirar”. Esta frase en la placa que acompaña al nombre del Nobel de Literatura es un recuerdo a su figura y a cómo ensalzó las maravillas de la provincia conquense en su obra maestra “Viaje a la Alcarria”. Se trata de un lugar que destaca por su absoluta calma y sosiego puesto que no es demasiado frecuentado por el turismo.
Lo mejor de la atalaya dedicada a Cela es que ofrece unas impresionantes vistas de la Hoz del Júcar y del recorrido de la ruta que cierra esta lista de lugares que ver en Cuenca capital.
Ruta de la Hoz del Júcar
Es uno de los mejores ejemplos de senderismo a dos pasos del casco histórico conquense. Una apasionante ruta que comienza en la zona conocida como Recreo Peral a orillas del Júcar y que hace un recorrido por los barrancos de roca caliza que lo rodean, con paradas en lugares tan especiales como la ermita de San Julián “El Tranquilo”. En el post que dedicamos a la ruta de la Hoz del Júcar tenéis completa información sobre el itinerario.
Caramba, no conozco esta población y la verdad es que le tengo muchas ganas. Muy chulo el artesonado de la capilla Honda por cierto y de impresión la hoz del Júcar. Espero poder vivirlo en persona algún día.
Gracias por tu comentario Jordi. Te recomendamos encarecidamente Cuenca porque, tanto la ciudad como la provincia, tienen un encanto singular y son el lugar perfecto para una escapada que aúne naturaleza y patrimonio. Un saludo compañero.
Estupenda narración de la visita (se nota el oficio)
Muchas gracias por tus palabras Carlos. Nos alegra que te haya gustado el artículo. Un saludo.
Es una ruta estupenda, voy a ir en breve y he tomado buena nota para no perderme.
SEguro que os consulto durante el trayecto. Muchas Gracias PAblo y Estefania
Muchas gracias por el comentario. Disfruta mucho de la estancia en Cuenca y nos alegra mucho que el post te sirva de ayuda. Un saludo.
Enhorabuena Pablo,…que buen articulo.
Cuenca es Unica !!!!.
Nosotros alquilamos en Mirandoacuenca.es y ha sido una experiencia genial, junto a la catedral y en el corazon del casco antiguo.
Azucena la casera de 10.
Muy recomendable visitar Cuenca para mas de un finde.
Muchas gracias Lucas. Gracias por el apunte, porque servirá de utilidad para otros lectores que quieran visitar Cuenca. Es una ciudad maravillosa para visitar un fin de semana o tres días y así también poder escaparse a algunos puntos de la provincia. Un saludo.
[…] Todos los puntos turísticos están muy cerquita unos de otros. En esta ocasión, perrete nos acompañó, hasta que llegó la hora de la visita a la catedral, que él tuvo que esperar en el apartamento. […]