Una de las sorpresas más singulares que tiene un viaje a Los Ángeles es poder visitar el Queen Mary en Long Beach, un “hermano” del Titanic, convertido en hotel y en el que se pueden recorrer algunas de sus estancias originales
Cuando se viaja a Los Ángeles se debe tener claro que los atractivos turísticos que allí se ofrecen están diseminados por todo el condado. Es decir, no tiene nada que ver con Nueva York donde casi todo está concentrado en Manhattan y con un simple viaje en metro se puede llegar hasta el lugar deseado. Por este motivo, el alquiler de un coche fue tremendamente útil durante el viaje que realicé a Los Ángeles junto a mi amigo Javier. Además, en este rincón de la costa oeste estadounidense se conduce bastante bien ya que la red de carreteras es formidable.
Uno de esos atractivos de los que hablaba se encuentra a media hora en coche de la capital angelina. Se trata de la ciudad de Long Beach, donde se puede visitar el Queen Mary, uno de los grandes transatlánticos que ha dado la historia de la navegación.
Historia del Queen Mary
Antes de relatar cómo se puede visitar el Queen Mary en Long Beach, es bueno hacer un repaso a la importancia que ha tenido este gigante. El barco forma parte de los RMS (Royal Mail Ship, es decir Buque del Correo Real). Se trata de una denominación que también tuvo el Titanic y que aplicaba a los buques que transportan el correo de la empresa pública británica encargada de este servicio, la Royal Mail.
El Queen Mary, que por cierto guarda un gran parecido con el Titanic, comenzó a navegar en 1936 y estuvo en funcionamiento hasta 1967, fecha en la que realizó su última travesía hasta Long Beach, ciudad a la que fue vendido para quedar definitivamente amarrado en su puerto. El barco fue en su momento el más grande del mundo y, hasta 1948, el más rápido. Su viaje inaugural lo desarrolló entre la ciudad británica de Southampton y Nueva York y fue utilizado para transportar tropas durante la Segunda Guerra Mundial. Su testigo lo tomó muchos años después, en 2004, en Queen Mary 2, que actualmente sigue surcando los mares.
Cómo visitar el Queen Mary en Long Beach
El Queen Mary se localiza en Queensway Bay, junto a la terminal de cruceros donde hacen su parada algunos de los grandes barcos que tienen a Long Beach y, por ende a Los Ángeles, en su itinerario. Gran parte de su espacio está habilitado como un hotel de tres estrellas con restaurante. El precio de las habitaciones no es prohibitivo y ronda los 150 euros la noche.
Los que no quieran hospedarse en el barco pueden disfrutar de algunas de sus estancias totalmente restauradas y que guardan la esencia del Queen Mary que cruzaba el Atlántico a mediados del siglo XX. Nosotros entramos de forma gratuita, pero actualmente se desarrollan una serie de recorridos guiados de pago, algunos de ellos teatralizados, que se complementan con la visita a las exposiciones que suele acoger el barco.
Algunos de los lugares más curiosos que se visitan dentro del barco son la sala de máquinas, el puente de mando y la estación de radio, que actualmente se usa para realizar las emisiones de una cadena de aficionados. También se puede pasear por la cubierta y disfrutar de algunas bonitas vistas de la bahía de Long Beach. Además, se encuentran expuestas algunas maquetas y aparatos de radio de la época, entre otras curiosidades.
De todas las estancias destacaría el puente de mando, donde los timones se conservan impolutos. En esta zona también es posible ver el despacho con el que contaba el capitán. Parece que en este lugar se ha detenido el tiempo ya que todo está perfectamente colocado en su escritorio y el pequeño sofá-cama con el que cuenta está listo para ser usado.
Lo que, por ejemplo, ya es imposible ver son los camarotes que tenía Queen Mary, ya que en ellos se han construido las habitaciones del hotel que alberga el barco.
La visita al Queen Mary se puede completar con otra no menos curiosa. Justo al lado del barco permanece anclado un gran submarino soviético llamado Scorpion. Muchos se preguntarán qué pinta un submarino ruso en California. La historia es que fue capturado por Estados Unidos en tiempos de la Guerra Fría y ahora se expone en el puerto de Long Beach como lo que es, un botín de guerra. Caminar por su interior es una experiencia singular por el reducido espacio habitable con el que cuenta entre tantos mandos, válvulas y otros aparatos.
La nave posee una tienda de recuerdos donde se pueden adquirir gorras militares soviéticas con el símbolo comunista, una paradoja tratándose de Estados Unidos. Un símbolo de la hoz y el martillo que, por cierto, luce intacto en el exterior del submarino junto a su nombre y que, sin duda, es uno de los anacronismos más curiosos que ofrece la visita por el puerto de Long Beach.
Además del Paseo de la Fama de Hollywood, los rascacielos del centro financiero, las playas de Santa Mónica, Venice y Malibú y los Universal Studios, la visita al Queen Mary es otro de los planes que no puede faltar cuando se viaja a Los Ángeles.
Hola, puedes explicar como accediste al barco gratis? Imagino que será accediendo como si estuvieras alojado en el hotel y ver a donde puedes llegar, pero si pudieras detallar un poco más…
Hola Alberto. Creo recordar que lo hicimos por la entrada que usaban las personas alojadas en el hotel, pero no fue a propósito. Entramos, no nos dijeron nada y visitamos la cubierta y las zonas que mostramos en las fotografías. De todas formas han pasado muchos años de aquello (2007) por lo que desconocemos si ahora se pagará una entrada y cuáles serán las zonas que se pueden visitar. Sentimos no poder ayudarte mejor. Un saludo y gracias por visitar el blog