Día 6. Noto (20 iglesias y 20 palacios, la mayoría en el corso Vittorio Emmanuele y la via Cavour). Turismo en Siracusa (Duomo, Palazzo Beneventano, Fuente Aretusa, Templo de Apolo). Playa de Agnone Bagni. Paseo nocturno por Taormina.
El último día completo en la isla de Sicilia tuvo muchas menos horas de las que nos hubiera gustado. Quedaba bastante por ver, pero las distancias entre unas ciudades y otras eran excesivas. En principio el objetivo era visitar Ragusa, Modica, Noto y Siracusa, pero sólo pudimos acudir a las dos últimas. Hay que tener en cuenta que de Taormina a Noto hay casi dos horas de viaje y a eso hay que sumarle el tiempo que se pierde callejeando, aparcando, visitando, comiendo, etc. Por eso es mejor ver poco y bien que mucho y mal.
En Noto se aparca bastante mal en el centro, por ello, y como es una ciudad relativamente pequeña, es mejor no adentrarse mucho en el casco histórico para evitar problemas. Es una ciudad bellísima, no obstante es la joya del barroco italiano y ciudad Patrimonio de la Humanidad. Basta con recorrer sus dos calles principales (el Corso Vittorio Emmanuele y la Vía Cavour) para captar todo el encanto de una ciudad imprescindible en la visita a Sicilia.
La acumulación de iglesias y de palacios (una veintena de cada) es tal que la sensación de haber viajado atrás en el tiempo es una constante. Merece la pena visitar la Catedral, la Chiesa di San Carlo al Corso con sus fantásticos frescos, la Chiesa de San Domenico y la Chiesa de San Francisco. En la plaza XVI Maggio hay una oficina de información, ya que es útil contar con un plano, no para evitar perderse ya que ese problema no existe al ser pequeña, pero sí para saber qué palacio o iglesia tenemos ante nuestros ojos.
Después de visitar Noto nos fuimos a hacer turismo en Siracusa, una de las ciudades con más historia de Sicilia. Aparcamos en la plaza de la República, para dirigirnos andando a la isla de Ortigia (unida con la tierra mediante un puente), que acumula los mayores atractivos turísticos de la ciudad, al ser la sede original de la misma. Obligada la visita a la Piazza del Doumo en donde podremos ver la bella Catedral y el Palazzo Beneventano del Bosco.
Posteriormente avanzamos hasta el puerto antiguo pasando por la visitada Fuente Aretusa. En un día soleado como el que tuvimos, el color que adquiere el mar junto al dorado de la piedra de Siracusa es una imagen indescriptible. Caminando hasta la punta de la isla de Ortigia se llega hasta el Castillo Maniace, levantando por Federico II y desde el que se obtienen unas atractivas vistas.
De vuelta a Siracusa y tras comer en un restaurante de las estrechas, pero mágicas calles de Ortigia, es obligado visitar las ruinas del Templo de Apolo que dan una idea de la magnitud de este lugar de culto que fue descubierto a finales del siglo XIX. Tras pasar por la Piazza Archimede regresamos a Siracusa, donde por falta de tiempo no pudimos visitar su espectacular Teatro Griego, el Santuario de la Virgen de las Lágrimas y el Museo Arqueológico.
De regreso a Taormina y para descansar un poco tras un día bastante ajetreado teníamos ganas de playa y por eso paramos en una que había de camino llamada Agnone Bagni. Fue una decepción porque estaba un poco sucia, poco frecuentada y en una zona bastante retro que debió tener alguna época pasada de esplendor y atractivo turístico, peor que actualmente estaba semiabandonada.
A nuestra llegada a Taormina acudimos a contemplar una de sus tres joyas junto al Teatro Griego y los jardines públicos, la Isola Bella. Se trata de una minúscula isla que se une al resto de la tierra por un pequeño camino cuando la marea baja. La zona es bastante incómoda porque es una playa de cantos rodados, aunque el atractivo reside en las vistas que se contemplan de la Isola Bella y el resto de la costa. También hay numerosos chiringuitos que ofrecen al turista más elitista una sombrilla con sus correspondientes hamacas para disfrutar del lugar con un mojito u otro combinado, A la Isola Bella no accedimos, pero en ella hay una pequeña casa con unos coquetos jardines que han sido declarados como «monumento natural».
Gracias por tu sugerencia Odika. Siracusa da para mucho más que un día, pero en nuestro caso fue imposible dedicarle más tiempo. Noto lo recomendamos encarecidamente porque es una localidad con muchísimo encanto. Un saludo.