Día 1. Qué visitar en Florencia. Biblioteca Nazionale Centrale. Basílica de la Santa Croce. Palazzo Vecchio y Piazza della Signoria. Plaza de la República. Mercado de San Lorenzo (Fontana del Porcellino). Ponte Vecchio. Piazza del Duomo (Catedral de Santa María del Fiore, Cúpula de Brulleneschi, Campanario de Giotto y Baptisterio de San Juan). Basílica de San Lorenzo. Piazza di Santa María Novella. Palacio Strozzi.
Sin tiempo que perder, ya que en Italia en invierno anochece muy pronto, salimos del hotel, situado justo al lado del bonito edificio de la Biblioteca Nazionale Centrale para descubrir, a escasos tres minutos caminando, la primera de las maravillas que visitar en Florencia, la Basílica de la Santa Croce (Entrada: 6 euros). Este templo, comenzado a construir en 1294 y que cuenta con una fachada neogótica de gran belleza, alberga las tumbas de personajes como Maquiavelo, Galileo, Marconi y el genio Miguel Ángel. Además, se pueden admirar obras de Donatello y Veneziano, entre otros. La Basílica está enclavada en la coqueta plaza del mismo nombre, que en la época en la que fuimos contaba con un mercadillo navideño con productos de todo tipo.
Avanzamos en dirección oeste por el Borno dei Greci y la Via dei Gondi para llegar a la plaza más famosa de la ciudad de Florencia, la de la Signoria. Se trata de un ágora llena de vida y que conserva la esencia que le hizo ser testigo de algunos momentos clave de la historia. Presidiendo la plaza se encuentra el Palazzo Vecchio (Entrada: 10 euros y 14 euros con la subida a la torre), sede en otros tiempos del poder florentino y actualmente escenario del Museo de Ragazzi. Presidiendo el palacio se encuentra una réplica del David de Miguel Ángel (no obstante el original permaneció allí durante algún tiempo antes de trasladarlo a la Galería de la Academia) y una estatua de Hércules y Caco.
Pero lo más sorprendente es que, junto al palacio, nos encontramos una especie de cobertizo de gran belleza llamado la Loggia della Signoria que en su día se utilizaba para celebrar asambleas populares y actos oficiales y que ahora acoge numerosas esculturas de gran valor entre las que destacan la de “Patroclo e Melenao” y “Perseo con la cabeza de Medusa” de Benvenuto Cellini.
Salimos de la Piazza della Signoria por la Via dei Calzaiuoli y empezamos a darnos cuenta de que no todo en Florencia nos recuerda al pasado al ver las primeras tiendas de moda de grandes franquicias. De hecho acabamos por llegar a la Plaza de la República, donde en sus alrededores están las tiendas más exclusivas. El ágora cuenta con un tiovivo y en Navidad posee una atractiva iluminación.
De plaza en plaza y tiro porque me toca. De la Plaza de la República acudimos por la Via Pellicceria a la del Mercato Nuovo en cuyos alrededores se encuentra el Mercado de San Lorenzo que está integrado por puestos callejeros en los que venden souvenirs, bolsos, sombreros, ropa falsificada, etc. Además, allí se encuentra la Fontana del Porcellino, que no es más que la escultura de bronce de un jabalí que todos los turistas tocan, ya que la leyenda asegura que trae buena suerte y que se volverá a la ciudad. En concreto hay frotar su hocico con la mano y después ponerle una moneda en su boca. Si cae debajo de la reja de la fuente y va a dar al agua, tendremos fortuna; de lo contrario, no.
Tras cumplir con la tradición, tomamos dirección sur para contemplar otro de los puntos más representativos que visitar en Florencia, el Ponte Vecchio. Un lugar con mucho encanto en el que es obligado transitar tanto de día como de noche, aunque eso se puede aplicar al resto de monumentos florentinos. Se trata de un puente medieval de tres arcos que fue inicialmente construido en madera por los romanos. Atesora multitud de leyendas y de historias, algunas más reales y otras más fantasiosas. Se dice que durante la Segunda Guerra Mundial fue el único puente que no se destruyó en Florencia por expreso deseo de Hitler, que quedó prendado por su hermosura. Cuenta en sus laterales con multitud de negocios de joyería porque era la única zona de la ciudad en la que los comerciantes estaban exentos de pagar impuestos. Y por rematar el capítulo de historias ligadas al Ponte Vecchio hay que apuntar que el término bancarrota (del italiano bancarotta) se originó allí porque el comerciante que no podía pagar sus deudas tenía que ver cómo los soldados rompían la mesa en la que vendía la mercancía. De esta forma no podían seguir con su actividad. Por último decir que en su punto intermedio se encuentra un busto del escultor florentino Benvenuto Cellini, en cuyo perímetro los enamorados cuelgan sus candados del amor.
Aún quedaban algunas visitas por hacer en nuestra intensa primera jornada en Florencia. Volvimos a dirigirnos al norte de la ciudad para quedarnos con la boca abierta en la Piazza del Duomo. Allí podemos contemplar el Duomo de Santa María del Fiore (entrada gratuita) con su imponente cúpula de Brulleneschi (6 euros), el Campanario de Giotto (6 euros) y el Baptisterio de San Juan (3 euros).
Santa María del Fiore es una de las joyas del gótico del primer Renacimiento italiano. Es sin duda una de las construcciones cristianas más imponentes del mundo y el principal motivo para visitar, aunque sea una vez en la vida, la ciudad de Florencia. Su fachada en sencillamente espectacular y te obliga a estar un buen rato extasiado preguntándote cómo el ser humano es capaz de crear algo tan maravilloso. Después de ver semejante envoltorio, el interior del Duomo decepciona un poco, aunque en él podemos encontrar importantes obras de arte.
La cúpula de la catedral florentina es obra de Filippo Brunelleschi, tiene la friolera de 45,6 metros de ancho y es la más grande del mundo de estas características. Una complejísima obra que también tiene una historia apasionante. Los frescos de su interior representan el Juicio Final y son obra de Vasari y Zuccaro.
El Campanario de Giotto llama la atención por su alineación con respecto al Duomo y por ser independiente del mismo. Merece la pena subir para contemplar unas privilegiadas vistas de la ciudad de Florencia y de la cúpula de Brulleneschi.
El complejo de la Piazza del Duomo lo completa el no menos interesante baptisterio de San Juan. Es especialmente conocido por sus Puertas del Paraíso realizadas en bronce y que representan diferentes pasajes de la Biblia. Se trata de una réplica, ya que las originales se encuentran en el Museo dell’Opera del Duomo. No menos llamativo es el mosaico que decora su techo que también recoge varios momentos bíblicos.
Parece mentira hacer tanto en un solo día y más teniendo en cuenta que habíamos llegado a Florencia a media mañana. Pues aún quedaba más. Nos dirigimos un poco más al norte por el Borgo S. Lorenzo para contemplar la Basílica de San Lorenzo. Aunque su fachada no es llamativa, y mucho menos después de quedar extasiado con el Duomo, destacan en su interior la sacristía vieja construida por Brulleneschi y la nueva obra de Miguel Ángel. Casi nada.
Cerramos la jornada visitando la Piazza di Santa Maria Novella ubicada junto a la estación de ferrocarril del mismo nombre, contemplando el Palacio Strozzi (de los más bellos del Renacimiento italiano) y cenando de vuelta al hotel en uno de los lugares más auténticos de Florencia, All’antico Vinaio (Via de Neri, 74). Se trata de un pequeño bar que siempre está abarrotado y que ofrece multitud de bocadillos (o paninos como los llaman allí) con productos frescos y de primer nivel, regados con una extensa variedad de vinos. Un lujo gastronómico, pero a la vez sencillo, de esos que sólo ofrece Italia.
Aquí os dejo el itinerario del intenso primer día en Florencia y que puede ayudar a organizar una visita exprés a la ciudad.
El puente Vecchio me parece grandioso.
Pablo! En 2 meses voy a pasar por Florencia, todo el mundo me dice que es una ciudad espectacular, y la verdad que tus fotos y descripciones lo comprueban. La Catedral de Santa María del Fiore parece increíble!!
Muchas gracias por toda la info y la propuesta de itinerario, después te cuento cómo me fue.
Saludos!
Gracias por tu comentario Francisco. En tu viaje comprobarás que todo lo bien que te hayan hablado de Florencia se queda corto al conocer la ciudad. Además tiene la ventaja de que se recorre muy fácilmente porque las distancias son muy cortas. Disfruta mucho de tu estancia allí y no dudes en dejar otro comentario para contar cómo fue. Un saludo y espero que la información del post te pueda ayudar.
Saludos Pablo.
En 2013 fui a Florencia en un Tour que hice por Italia, y es la ciudad mas hermosa que visite, es inevitable no sufrir el sindrome de Stendhal al ver tantas obras de artes.
Yo a diferencia tuya no subi al campanario sino a la Cupula y la vista es impresionante.
Para una persona que le guste el arte y la historia, Florencia sera una visita inolvidable, una experiencia que perdurara para siempre en su memoria. saludos
Hola Alberto, gracias por tu comentario. Lo suscribo totalmente. El amante del arte y la historia disfrutará en Florencia como en pocos sitios en el mundo, pero me atrevería a decir que cualquier persona se quedará prendada de una ciudad que engancha y se recorre muy bien.
Fue una pena no subir a la cúpula porque nos quedamos con ganas, pero en este tipo de destinos hay que acabar haciendo una selección ya que es imposible entrar en todos los sitios.
Espero que la puedas volver a visitar y un saludo afectuoso.