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Que sea una las localidades más populares de la costa cántabra y su villa marinera por excelencia, no quiere decir que San Vicente de la Barquera haya perdido ni un ápice de su atractivo. Poderoso puerto de la Corona de Castilla, incluso más relevante que los de Santander y San Sebastián, conserva un interesante trazado medieval que se complementa con su vertiente más moderna ubicada junto al puerto. Provista de preciosas playas y calas que mezclan el azul del mar y el verde de la montaña, tiene la fortuna de lindar con una de las últimas reservas casi vírgenes de la costa cantábrica, el parque natural de Oyambre. Como no podía ser menos en el norte de España, la gastronomía es uno de sus puntos fuertes y aunque en verano congregar a numerosos visitantes, en meses como el de junio, cuando nosotros acudimos, se goza de un ambiente perfecto. Hacemos un repaso por todo lo que ver en San Vicente de la Barquera en un fin de semana inolvidable repleto de patrimonio, playas, naturaleza y buen yantar.
Cómo llegar a San Vicente de la Barquera
En coche. San Vicente de la Barquera se encuentra junto a la autovía A-8 que recorre toda la costa cantábrica. Está a solo 42 minutos en coche de Santander, a poco menos de una hora y quince minutos de Gijón y a cuatro horas y media desde Madrid. Para nosotros fue una escapada perfecta de fin de semana ya que está a solo tres horas y media de Salamanca.
En tren. San Vicente de la Barquera cuenta con un apeadero ubicado a algo más de dos kilómetros del puerto de la localidad. La estación forma parte de la línea de vía estrecha que une Oviedo con Santander, por lo que es posible visitar San Vicente de la Barquera desde la capital cántabra, por ejemplo, mediante este medio de transporte.
Hoteles en San Vicente de la Barquera
Para nuestro fin de semana en San Vicente de la Barquera elegimos uno de esos alojamientos que cumplen con creces las tres ‘b’: bueno, bonito y barato. La única pega, por así decirlo, es que se encuentra un tanto alejado del centro de la localidad (a poco más de un cuarto de hora caminando), pero eso no fue ningún impedimento. Alojamientos El Páramo es un coqueto complejo de turismo rural ubicado al pie de la carretera N-634 fuera el casco urbano de San Vicente de la Barquera. Su propietaria te hace sentir como en tu casa si encuentra en el cliente algo que debería ser básico: educación y saber estar. El complejo está compuesto de varios apartamentos y habitaciones rodeadas de un inmenso jardín con vistas a la ría y a los Picos de Europa. Nosotros nos alojamos en una de las habitaciones que tenía un tamaño correcto y una perfecta limpieza. Se incluía el desayuno, servido en mesa con productos caseros y de calidad. Todo ello a un precio muy ajustado teniendo en cuenta que estábamos en junio y el turismo por esas fechas ya empieza a llegar a San Vicente de la Barquera.
Otra opción que barajamos y que es uno de los hoteles clásicos de la localidad es el hotel Faro de San Vicente, ubicado junto al casco histórico de San Vicente de la Barquera y con buenas valoraciones a pesar de contar con tres estrellas.
10 lugares que ver en San Vicente de la Barquera entre el mar y la montaña
Como si fuera un castillo medieval situado en lo alto de una colina y rodeado de un profundo e inmenso foso de agua. Así es San Vicente de la Barquera. Un emplazamiento cuanto menos curioso donde reside gran parte de su encanto. El casco urbano se levanta sobre un risco rodeado del mar y de la ría. Esta última mezcla las aguas dulces de los ríos Escudo y Gandarilla con las saladas del Cantábrico. Un espectáculo que genera bellas marismas y tapa y destapa según el capricho de las mareas el interminable puente de La Maza, uno de los símbolos de San Vicente. Ese enganche natural se completa con el parque natural de Oyambre y con una vista perenne de las cumbres nevadas de los Picos de Europa al fondo. Pero San Vicente de la Barquera es mar, montaña y patrimonio. Su pujanza medieval se demuestra en un pequeño casco histórico donde destaca el castillo del Rey.
Casco antiguo
El recorrido por el viejo San Vicente se centra en la empinada y empedrada calle Alta que nace junto al puente de la Barquera y concluye en la imponente iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles y su mirador.
Castillo del Rey
Su silueta está omnipresente en cualquier imagen de San Vicente de la Barquera. El castillo del Rey daba la bienvenida al recinto amurallado con su elegante y pentagonal torre del homenaje. Aunque se asentó sobre una fortificación anterior, sus muros de mampostería actuales se levantaron en el siglo XIII. En 1990 fue sometido a una profunda rehabilitación para convertirlo en sala de exposiciones. La entrada tiene un precio de 1,40 euros y durante los meses de verano (julio y agosto) se puede visitar a diario de 10:30 a 14:00 horas y de 16:30 a 20:00 horas.
Torre del Preboste
En la apasionante ascensión por la principal calle del casco histórico de San Vicente de la Barquera nos encontramos con una de las estampas más bellas. La que forman, frente a frente, la Torre del Preboste y el edificio del Ayuntamiento. La primera es un recio torreón que se encuentra adosado a una de las puertas de la muralla, la de la Barrera o Santander. El preboste era un oficio medieval que consistía en la recaudación de impuestos y qué mejor que hacerlo mientras se controlaba el acceso al recinto amurallado. También tuvo la función de cárcel de la localidad y actualmente se utiliza como sala de exposiciones.
Palacio de los Corro (Ayuntamiento)
Uno de los personajes más populares que formaron parte de la despiadada Santa Inquisición fue Antonio del Corro. Durante el siglo XVI no solo se dedicó a perseguir a los herejes, también se convirtió en el hombre más poderoso de San Vicente de la Barquera. El palacete donde vivió su familia es sin duda el edificio más destacado del casco histórico de la localidad. Tanto que se ha convertido en el Ayuntamiento. Cuenta con una puerta adintelada con frontón triangular y tres balcones con esa misma estructura. Entre ellos sobresalen los blasones de la familia Corro.
Hospital de la Concepción
Llegamos a los últimos metros de ascensión por la calle Alta. Dos monumentos más merecerán nuestra atención. El primero, las ruinas del Hospital de la Concepción. Tan solo queda la fachada descubierta de este albergue de peregrinos del Camino de Santiago que se construyó entre los siglos XIV y XVI. Fue solo uno de los que tuvo San Vicente de la Barquera, ya que el trasiego de caminantes que buscaban el jubileo a través de la primitiva ruta de la costa fue masivo en aquellas centurias.
Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles
El punto final del recorrido por todo lo que ver en San Vicente de la Barquera en su casco histórico lo marca la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Es uno de esos templos que por un momento te hacen dudar de si estás ante una iglesia o una fortaleza. Por algo se convirtió en un elemento más de defensa de la ciudad. Estamos ante una construcción gótica encargada por el rey Alfonso VIII coincidiendo con la concesión del fuero a San Vicente. Su silueta se eleva casi de forma celestial en cualquier vista de la ciudad. En su interior reposan los restos del inquisidor Corro en un espectacular mausoleo renacentista. Y en su exterior, nos podemos deleitar con las vistas que nos regala un balcón que se asoma a la ría, las verdes praderas y las cumbres teñidas de blanco de los Picos de Europa.
La visita a la iglesia se puede hacer guiada al precio de 1,50 euros entre el 1 de julio y el 15 de septiembre de 10:00 a 13:30 horas y de 16:00 a 19:30 horas.
San Vicente a pie de costa
A pie de ría, de puerto y de playa, el moderno San Vicente de la Barquera es un hervidero en verano. Especialmente las avenidas de los Soportales y Miramar donde se concentran gran parte de sus bares y restaurantes. Pero también en el entorno del puerto. Estas son las visitas imprescindibles que hacer.
Puente de la Maza
Hay que quitarse el sombrero ante de los que diseñaron y construyeron el puente de La Maza. Data del siglo XV y, 600 años después, sus piedras y 32 arcos siguen casi intactos. Hasta aquí todo muy meritorio, pero nada extraordinario. Sin embargo, si tenemos en cuenta que cada día sufre los envites de las mareas y durante décadas soportó el intenso tráfico de la carretera N-634 hasta la construcción de la Autovía del Cantábrico, entonces el mérito se convierte en milagro. Hoy el puente de La Maza nos propone un agradable y largo paseo para ir desde el casco urbano de San Vicente de la Barquera a sus playas. Dicen que quien lo cruza sin respirar, se casará en breve. Lo dudamos, ya que antes de pasar por el altar estará haciendo adobes con el cogote como dicen por nuestra tierra.
Playas de San Vicente de la Barquera
San Vicente de la Barquera es un extraordinario destino de playa gracias a sus extensos y agradables arenales. Al otro lado del puente de La Maza comienza una sucesión de playas, desde la ría al Cantábrico, que se prolongan hasta el parque natural de Oyambre. La primera que aparece junto al puente es la de La Maza, habilitada para acudir con mascotas. La del Puntal, ubicada junto al camping El Rosal y donde se celebra la tradicional hoguera de San Juan, aprovecha los últimos metros de la ría antes de la estrecha manga donde el río Escudo vierte sus aguas ya saladas en el mar.
Ya en el Cantábrico se extiende la gran playa de San Vicente de la Barquera, la de Merón. Posee un amplio aparcamiento y espacio más que suficiente para tumbarse al sol sobre la fina arena sin ningún tipo de masificación. El agua, fría pero cristalina. En total, tres kilómetros de arenal por los que pasear sintiendo la brisa del Cantábrico.
San Vicente de la Barquera tiene también su particular cala paradisiaca en contraste con la inmensa playa de Merón. Se localiza al oeste de la localidad en el barrio de Santillán, precisamente donde estaba ubicado nuestro alojamiento. Es la playa de Fuentes, un rincón de postal donde una pequeña ensenada forma una cala de aguas totalmente cristalinas y arena fina y casi color marfil. Está rodeada de un paisaje vertical de verdes acantilados y, por si fuera poco, si nos damos la vuelta, contemplaremos de forma nítida las cumbres que casi tocan el cielo en los Picos de Europa. La playa de Fuentes tiene acceso tanto peatonal como en vehículo y posee un pequeño aparcamiento. Eso sí, carece de cualquier tipo de servicios aunque en este caso no se echan de menos.
Parque natural de Oyambre
La playa de Merón está abrigada por uno de los espacios más salvajes y vírgenes de la costa cantábrica. Hablamos del parque natural de Oyambre. Posee 5.000 hectáreas entre los estuarios de la ría de San Vicente de la Barquera y la de la Rabia. Precisamente junto a esta última se encuentra la espectacular e interminable playa de Oyambre. En este parque natural se dan la mano los paisajes de mar y montaña que tanto nos gustan entre rías, marismas, acantilados, praderas, bosques, dunas y hasta un campo de golf. Un espectáculo natural de primer orden y uno de los imprescindibles que ver en San Vicente de la Barquera.
Oyambre cuenta con un centro de interpretación que está fuera del propio parque. Se levanta junto a la desembocadura de la ría de San Vicente en el faro de Punta Silla. El centro muestra una completa información de la riqueza natural de Oyambre y de su variada avifauna.
Convento de San Luis
Volviendo al casco urbano, hay que mencionar las ruinas del convento de San Luis, que se pueden visitar caminando desde el puente de La Maza. Queda ya muy poco de esta construcción gótica de finales del siglo XV que perteneció a los franciscanos. Eso sí, los restos de los muros rodeados de vegetación configuran una imagen de gran atractivo que parece trasladarnos a las ruinas de algunos castillos irlandeses y escoceses. Es visitable solicitándolo previamente en la oficina de turismo durante los meses de abril a julio y de septiembre a octubre.
Santuario de la Barquera
No se puede elaborar una lista de los sitios que ver en San Vicente de la Barquera y no mencionar el lugar que provoca una mayor devoción entre los barquereños. El Santuario de la Barquera guarda con mimo la imagen de la patrona de la localidad. En honor a la Virgen de la Barquera se celebra cada martes de pascua la festividad de La Folía, donde los barcos pasan junto al santuario haciendo sonar sus sirenas.
Dicen que la imagen de la Virgen apareció precisamente un martes de pascua de la Edad Media a bordo de un barco que carecía de tripulación y velas. Desde aquel día se empezó a venerar y se construyó el santuario que es visitado cada año por miles de peregrinos.
Senderismo en San Vicente de la Barquera
Para los que amamos el senderismo es casi un pecado viajar a Cantabria y no hacer alguna ruta. Durante nuestro fin de semana en San Vicente hicimos dos. La primera nos llevó por los acantilados de San Vicente de la Barquera y la explicamos con todo lujo de detalles en este post. Tiene diez kilómetros, es circular y permite contemplar la mencionada playa de Fuentes, el faro de Punta Silla y el santuario de La Barquera, entre otros atractivos. Esta ruta se puede iniciar en el casco urbano de San Vicente, o directamente desde los alojamientos El Páramo como fue nuestro caso.
El domingo cambiamos el agua salada por la dulce y los acantilados por las montañas. Fue a solo diez kilómetros de San Vicente de la Barquera, en la localidad de Muñorrodero. Allí comienza la espectacular Senda Fluvial del Nansa. Es un recorrido lineal que, en su versión corta, tiene 7 kilómetros y discurre pegado al curso del río Nansa entre senderos , escaleras y pasarelas.
La ruta une el área recreativa de Muñorrodero con la central hidroeléctrica de Trascudia. Durante el camino disfrutaremos de un frondoso bosque de ribera plagado de sauces, fresnos, alisos, espinos y laureles. Siempre con el sonido del agua del río Nansa como banda sonora. A nosotros solo nos dio tiempo a hacer la mitad (8 kilómetros ida y vuelta), pero fue suficiente para apreciar el magnetismo de una de las rutas más espectaculares de Cantabria.
¿Dónde comer en San Vicente de la Barquera?
La gastronomía tiene que ocupar un papel destacado en la visita a San Vicente de la Barquera. Los productos de mar se convierten en la mejor materia prima de los bares y restaurante que, en su mayoría, se ubican junto al puerto y en las avenidas de los Soportales y Miramar. En esta primera está uno de los mejores bares para comer tapas y raciones en San Vicente de la Barquera. El Mozucu ofrece una amplia carta a precios muy competitivos. En su nómina de raciones, destacan las rabas (4,90€), las navajas (7,50€) y los mejillones al vapor (4€). Con una ración de cada nosotros cenamos estupendamente en su terraza. También elaboran langostinos a la plancha, pulpo a la gallega y en vinagreta, chipirones, boquerones, gambas al ajillo y a la plancha…
Dentro de esa línea para comer en San Vicente de la Barquera a base de raciones a buen precio queremos destacar el bar La Rampla, ubicado en la avenida Antonio Garelly junto al puerto. Son especialistas en sartenes (gulas y gambas, picadillo, callos, morcilla, jamón, torreznos y solomillo). Cada una de ellas, a 9 euros. También sirven raciones de anchoas, mejillones, sardinas, pulpo, chipirones, gambas, navajas… Nosotros cenamos con una sartén de gulas y gambas, más una ración de chorizo a la sidra y otra de mejillones. Estas dos últimas estaban especialmente buenas.