Día 2. Vírgenes de Sevilla. Iglesia de la O. Mercado de Triana. Capilla de los Marineros (Nuestra Señora de la Esperanza de Triana). Paseo del Arte junto al Guadalquivir. Iglesia de Santa María Magdalena. Espacio Metropol Parasol. Iglesia de la Anunciación. Iglesia de San Martín. Alameda de Hércules. Iglesia de San Lorenzo. Jesús del Gran Poder. Torre de los Perdigones. Basílica de la Macarena. Murallas de Sevilla. Isla de la Cartuja.
Dado que el primer día de estancia en Sevilla nos había dado tiempo a contemplar sus monumentos más emblemáticos en una jornada maratoniana muy bien aprovechada, la segunda la dedicamos a hacer un recorrido por las capillas e iglesias que acogen algunas de las imágenes religiosas con más devoción en la capital hispalense. Las vírgenes de Sevilla son muchas y de una gran belleza artística, aunque por encima de todo está el fervor que despiertan entre oriundos y visitantes. Lo mismo ocurre con las imágenes de Cristo, entre las que destaca por encima de todas Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Y todo ello lo completamos visitando algunas zonas de la ciudad interesantes que se nos habían quedado fuera el primer día.
Ya que estábamos alojados en el barrio de Triana, nuestra primera parada fue la iglesia de Nuestra Señora de la O ubicada en la calle Castilla. Se trata de un pequeño templo construido sobre una antigua mezquita y con un bonito retablo. En esta parroquia podemos contemplar las imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Pedro Roldán, 1685) y María Santísima de la O (Antonio Castillo Lastrucci, 1937), que desfilan en el Viernes Santo sevillano, y Nuestra Señora de la O de Gloria (Autor desconocido, s. XVI). Hay que destacar que nuestra visita se produjo durante la cuaresma por lo que todas las imágenes de las vírgenes de Sevilla estaban vestidas de hebreas, como es acorde en este tiempo litúrgico.
Avanzamos en paralelo al Guadalquivir para adentrarnos en la calle Pureza, sin duda una de las más auténticas del barrio de Triana. Allí se encuentra la Capilla de los Marineros, sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana. Entre el olor a incienso anunciando la inminente llegada de la Semana Santa y la presencia de los cofrades impecablemente vestidos, pudimos contemplar la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza de Triana (atribuida a Juan Astorga, s. XIX) y la del Santísimo Cristo de las Tres Caídas (Anónimo, s. SXVII), que recorren las calles sevillanas en la madrugada del Viernes Santo.
Antes de abandona definitivamente el embrujo de Triana, nos dimos un paseo por el Mercado del mismo nombre que, como era domingo, se encontraba con sus puestos cerrados aunque también cuenta con algunos bares en los que se puede degustar desde los platos más típicos sevillanos hasta sushi japonés. Junto a este edificio está la ribera del Guadalquivir y un pequeño paseo llamado del Arte, ya que alberga un mercadillo de productos de artesanía y pintura. Una visita muy interesante que pone en valor esta zona de la orilla del río.
Cruzamos el Guadalquivir por el puente de Triana, desde el que se divisa la Torre Pelli o Cajasol, una mole de dudoso gusto que genera un impacto no demasiado agradable en el perfil de la ciudad, caracterizada por la presencia de edificios bajos a excepción de la Giralda. De hecho se hablaba que en la capital hispalense había una norma no escrita que decía que no se podía construir ningún edificio más alto que la Giralda. Con la Torre Pelli se rompe con esta tradición de un plumazo.
Junto a la calle San Pablo se encuentra la iglesia de Santa María Magdalena, en la que brilla su impresionante retablo barroco. El día de nuestra visita se estaba celebrando un besapiés a una de sus imágenes más destacadas, el Cristo del Calvario (Francisco de Ocampo, 1612), que sale en procesión por las calles de Sevilla cada madrugada del Viernes Santo.
Si antes hablaba de la polémica Torre Pelli, después de la iglesia de la Magdalena acudimos a contemplar otra obra controvertida de la capital hispalense, el espacio Metropol Parasol. Se trata una atrevida construcción en forma de setas ubicada en la plaza de la Encarnación. Alberga un mirador, un museo arqueológico, locales comerciales y restaurantes con amplias terrazas. Para gustos, colores. Aunque también rompe con la arquitectura sevillana, lo cierto es que es un lugar de esparcimiento interesante en el centro de la ciudad.
Junto a las también conocidas como Setas de la Encarnación, aparece la iglesia de la Anunciación o Panteón de Sevillanos Ilustres, un templo que alberga la talla de Nuestra Señora del Valle (Juan de Mesa, s.XVII), una de las imágenes titulares de la Hermandad del mismo nombre que desfilan en el Jueves Santo sevillano.
En esa misma zona también está la iglesia de San Pedro, un bello templo de estilo gótico-mudéjar con un destacado retablo mayor. En él se muestra la imagen de la Madre de Dios de la Palma (Manuel Gutiérrez Reyes-Cano, 1884), que procesiona el Miércoles Santo a cargo de la Hermandad del Cristo de Burgos.
Si el primer día en la ciudad de Sevilla caminamos lo habido y por haber, este segundo día no se quedó para atrás como pueden comprobar. Tras un breve alto en la plaza del Cristo de Burgos, nos adentramos por una serie de callejuelas con mucho encanto en dirección norte. Tras observar la iglesia de San Martín llegamos a la Alameda de Hércules, un bonito jardín público presidido por las columnas romanas de Hércules y Julio César y que tiene un gran ambiente. Es un lugar ideal para sentarse en una de las muchas terrazas con las que cuenta y degustar unas tapas o tomar una copa.
En esta misma zona, la plaza de San Lorenzo es otro punto que congrega a numerosos sevillanos y turistas. Allí está la iglesia del mismo nombre, en la que se puede apreciar la talla de Nuestra Señora de la Soledad de San Lorenzo (Anónimo, s.XVI), que desfila en la tarde-noche del Sábado Santo por la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo. También podemos ver el Cristo del Mayor Dolor (autor desconocido, s.XVI o s. XVII) y Nuestro Padre Jesús Ante Anás (Antonio Castillo Lastrucci, 1922-23), restaurado en 2014. Ambas pertenecen a la Hermandad del Dulce Nombre que procesiona el Martes Santo.
Adosada a la iglesia de San Lorenzo está la basílica menor de Jesús del Gran Poder, uno de los lugares de culto más visitados de Sevilla y donde se celebró la boda entre Isabel Pantoja y Paquirri. Pero su verdadero atractivo es la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder (Juan de Mesa, 1620), una talla con gran devoción y que desfila en la famosa “Madrugá” sevillana entre el Jueves y el Viernes Santo.
Después de esta parada, salimos a la calle Torneo junto al Guadalquivir en dirección a la Basílica de la Macarena. Antes pasamos por la Torre de los Perdigones en la calle Resolana y junto al puente de la Barqueta, el principal acceso a la Expo de 1992. Se trata de la antigua torre de una fábrica y su mayor atractivo es que cuenta con una cámara oscura.
El recorrido por la devoción sevillana concluyó en la basílica de la Macarena, un lugar de obligada visita a pesar de encontrarse demasiado apartado del centro histórico. Su interior alberca la imagen de la Virgen más querida de Sevilla, María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada (Atribuida al taller de Pedro Roldán, s.XVII). Es normal encontrar en este templo a ríos de gente mostrando sus respetos a la imagen Su acceso es gratuito y hay que tener en cuenta que cierra de 14 a 17 horas. Junto a la basílica se encuentra el Tesoro de la Macarena, un pequeño museo con piezas de gran valor cuya entrada tiene un precio de 4 euros.
Además de la imagen de la Esperanza Macarena, se puede ver la talla de Nuestra Señora del Rosario (atribuida a Pedro Duque Cornejo, s.XVIII) que procesiona por el barrio en octubre y Nuestro Padre Jesús de la Sentencia (Felipe Morales Nieto, 1654), que desfila junto a la Macarena durante la “Madrugá”.
Junto a la basílica, se pueden ver algunos restos de la antigua Muralla que rodeaba el casco antiguo de la ciudad.
El recorrido de dos días en Sevilla concluyó en la Isla de la Cartuja, lugar que acogió la Exposición Universal de 1992 y que actualmente alberga el parque de atracciones de Isla Mágica, edificios de oficinas y el Estadio Olímpico, entre otras construcciones. Me hacía ilusión volver a la Cartuja 23 años después de acudir de niño la Expo. Es un poco decepcionante el estado en el que se encuentra la zona, sin apenas actividad y bastante abandonada. De esa visita rescato la imagen del que fue uno de los símbolos de la Exposición, la bola climática que entonces me pareció una pasada de grande y que ahora daba la sensación haber menguado.
Así pusimos el colofón a un intenso viaje a Sevilla con la esperanza de poder volver y con el recuerdo de una ciudad de la que los españoles nos podemos sentir muy orgullosos.
Excelentes comentarios. Guía de gran ayuda que agradezco profundamente por su calidad intelectual y por la generosidad de compartirla.
Brillante. ¡Cordial saludo desde Argentina!
Gracias a ti por tus palabras Verónica. Nos alegramos de que la información te haya sido de utilidad. Un saludo afectuoso
Gracias Pablo y Estefania, estamos viajando a sevilla dentro de un mes y nos fue de mucha utilidad este recorrido.
Muchas gracias Alicia. Nos alegramos que te haya sido de utilidad este recorrido y esperamos que disfrutéis mucho de la estancia en Sevilla. Un saludo.
Excelente guia para recorrer SEVILLA en dos dias.
Cuentanos un poco mas sobre las comidas tipicas populares de esta region y su costo
MUCHAS GRACIAS
Hola Jorge. Muchas gracias por tu comentario. Sobre las comidas típicas tienes información en el post titulado «Tapeo por Sevilla» que publicamos en este mismo blog. En él encontrarás algunas recomendaciones de bares típicos para tapear en la capital hispalense. Un saludo.
Para ver esta bella ciudad se necesita mínimo una semana. Sus palacios y conventos, y sus imponentes iglesias, la hace ser una de las tres ciudades mas grande de Europa por su casco antiguo.
Totalmente de acuerdo Daniel. De hecho nosotros volveremos este año porque en aquel intenso fin de semana nos quedaron muchísimas cosas por ver. Además siempre es un placer volver a Sevilla y perderse por sus calles. Un saludo.