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El periodista Ángel Benito, soberbio cronista de la Semana Santa en Salamanca, apoyado por las imágenes del fotógrafo Óscar García, que con su cámara inmortaliza como nadie la Pasión, brinda a los lectores de Viaje con Pablo un certero, práctico e intenso repaso a todas las procesiones que el visitante podrá disfrutar en la capital del Tormes
El centro histórico de Salamanca tiene algo especial. Pero os invito a conocerlo en Semana Santa. Tiene un brillo que no tiene en otro momento del año con sus sombras, contraluces y la piedra de Villamayor que lo irradia todo. El manido “marco emblemático y monumental” que leerán en cualquier guía promocional se queda corto para clarificarlo tras disfrutar de la Pasión durante estos días. Les invito a huir de las instantáneas y disfrutar de la Semana Santa de Salamanca en su viaje. La síntesis del escenario monumental, fe, arte y tradición contribuye a ser un referente de la Semana Santa de Castilla y León. Tiene el título de Interés Turístico Internacional, una antigüedad de cinco siglos de historia y una personalidad de influencias diversas.
Guía para vivir la Semana Santa de Salamanca
En este articulo les invito a vivir la Semana Santa de Salamanca a través de las curiosidades e imágenes que encierra. La antigüedad de los pasos y los recorridos ya los adjuntamos en este PDF o está en cualquier guía de Semana Santa más o menos actualizada.
Último Viernes de Cuaresma
La Semana Santa en Salamanca comienza el Viernes de Dolores, o el último Viernes de Cuaresma para no duplicar festividades. Sale la Virgen de Felipe del Corral de la Vera Cruz a las ocho y media de la tarde. Apuntad bien la calle Domínguez Berrueta, junto al Campo de San Francisco (a minuto y medio de la Plaza Mayor), porque es el lugar protagonista de los desfiles de Lunes Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección. Tiene más de 500 años a sus espaldas y es la decana de la Semana Santa de Salamanca. Todavía no estamos en tiempo de Pasión por lo que, salvo excepciones, no verán capirotes sobre las cabezas sino el anagrama azul colgado al cuello. En un pequeño recorrido a través de las calles del casco histórico se van rezando las meditaciones de la Virgen (Vía Matris) acompañados de una pequeña capilla musical. La imagen de Felipe del Corral no las tuvo todas consigo para llegar a la ciudad. El obispo le mandó cortar los pies descalzos por considerarlos “indecorosos”. Si empiezan con fuerzas, el siguiente paso se encuentra en el cementerio San Carlos Borromeo (cojan la estación de autobuses como referencia para llegar allí) en una imagen poco habitual con el traslado del Cristo de la Liberación al lugar donde saldrá el Sábado Santo hasta la capilla de Fonseca. En este caso la imagen se aparta del casco histórico para sumergirse en la ciudad. Un Yacente ya muerto de Vicente Cid con una carga expresiva brutal que si quiere sumergirse más aún en los preparativos de la Semana Santa tendrá la oportunidad de cargarlo sobre sus hombros avisándolo previamente al hermano encargado de portar el paso. La carga es popular así que a nadie le parecerá extraña su pregunta.
Llegamos al sábado con la Pasión amenazando. Si se ha recuperado del frío de la noche le recomendamos acudir a las sedes canónicas del centro de la ciudad para respirar el ambiente previo que viven las cofradías. La Catedral, epicentro de cuatro hermandades, suele congregar todo el bullicio previo. La compra de las palmas de última hora para el Domingo de Ramos, las últimas flores en los pasos. Por desgracia, si no ha nacido en Salamanca tendrá que pasar por taquilla. Si opta por pagar los 4,75 euros de la entrada, le invitamos a detenerse en la conexión monumental entre el patrimonio escultórico que días después saldrá a la calle y el que aporta la basílica. La opción gratuita limitada solo a la capilla de la Virgen de la Soledad permite el acceso por la puerta del Crucero (a la izquierda de las taquillas) para participar en el besamanos a la imagen mariana que tiene más veneración en la provincia. Sus más de 3.000 cofrades quitan opción a toda réplica. Si han optado por el pago, disfruten del patrimonio y les recomiendo especialmente detenerse ante el retablo de la Catedral Vieja en la mejor catequesis cultural y religiosa que pueden recibir antes de empezar la Semana Santa. Al salir de la Catedral en apenas 10 minutos de distancia tendrán las sedes de las Úrsulas (junto a la Vera Cruz con cuatro grupos escultóricos), San Esteban (la Hermandad Dominicana), La Purísima (Jesús Despojado) y la capilla de la Vera Cruz (con una decena de pasos que se verán estos días). Por la cercanía de sus desfiles o por los preparativos previos, durante la mañana suelen estar abiertas y nunca les incomoda un visitante que además tiene la posibilidad de adquirir fotografías o postales.
Domingo de Ramos
Llega el Domingo de Ramos y con él “La Borriquilla”. Si quieren ver la salida les recomiendo que sean puntuales ya que la plaza de Anaya situada junto a la Catedral se llena desde varias horas antes de que se inicie la procesión. Sin duda, la más alegre de nuestra Semana Santa. Los cofrades llevan el antiguo traje de hebreo con una cinta roja para los niños y azul para las niñas. Los mejores lugares donde ver la procesión están situados en las calles Compañía y Plaza Mayor (sean pacientes si eligen este lugar ya que no llegará al menos hasta las 14 horas). El paso representa a Jesús entrando en Jerusalén a lomos de una borriquilla. Si van con sus hijos, fíjense en el parecido con la borriquilla de Shrek, algo que para los niños salmantinos fue todo un bombazo y la convirtió en favorita indiscutible de la mañana de Ramos. Es un grupo escultórico reciente (año 2008) y de unas dimensiones extraordinarias.
Es un día apretado así que les recomiendo reponer fuerzas porque desde la Purísima saldrá la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Despojado, la más joven de Salamanca y la más innovadora. La iglesia se encuentra en el principio de la calle Compañía. Si se sitúan en esta calle cofrade podrán ver el 95% de las cofradías pasar a lo largo de toda la Semana Santa. Es la única que se carga con el costal en la Semana Santa frente al hombro, la mayoritaria en el resto de hermandades. Francisco Romero Zafra “regaló” esta obra de arte a la ciudad en la cofradía con mayor inspiración andaluza. Ver la salida es imposible a no ser que se esté 45 minutos antes esperando junto a las Agustinas, aunque su largo recorrido por el centro de la ciudad les permite verlo en cualquier calle sin apreturas. A la espera de que le acompañe la Virgen de la Caridad del mismo autor, la hermandad ha ido completando el paso con figuras secundarias de gran valor artístico. Con sus pocos años de trayectoria (su primera salida en la calle fue en el año 2012) es de las cofradías más vistosas en la calle. Si eligen 2016 para visitar Salamanca podrán ver el estreno de un paso extraordinario, aún en su primera fase.
Toca estirar las piernas y desplazarse hacia el barrio del Rollo. En sus planos marquen el parque de Los Jesuitas como referencia y avancen hasta la plaza del Museo del Comercio. La Hermandad del Perdón tiene en su nombre y en su filosofía el indulto de un preso, lo que hace que la cofradía tenga que estar en vilo hasta que el Consejo de Ministros decide si se concede el indulto o no. El acto ha ganado en realce con una oración poética, presencia institucional y la rotura simbólicas de las cadenas. Todo esto ante la mirada del Cristo del Perdón, un crucificado del siglo XVIII con una gran carga realista que sale desde el Monasterio de las Bernardas. Si quieren presenciar la salida tendrán que bajar aún más hasta el Camino de las Aguas.
Lunes Santo
Llega el Lunes Santo y con él la parte más austera de la Semana Santa. El Cristo de los Doctrinos y la Virgen de la Amargura son los protagonistas desde la Vera Cruz. Es el paradigma del silencio ya que no hay más acompañamiento que el sonido de las cadenas y el toque del muñidor (cofrade que toca a silencio con una campana). Si en otras cofradías no se hace tan evidente, en esta se hace una recomendación expresa al público para que guarde silencio para garantizar la escenificación de la catequesis en la calle que realiza esta procesión. Personalmente recomiendo la subida por Compañía y la sombra del Cristo de los Doctrinos en la Casa de las Conchas, así como el regreso, ya sin tanto público. Eso queda ya en función de los gustos.
Martes Santo
Pensar en Salamanca es en su Universidad. El Martes Santo representa la unión de ambas señas de identidad. Desde La Clerecía (iglesia situada al final de la calle Compañía) tiene lugar la procesión de la Hermandad Universitaria. Los hermanos portan cruces labradas y la túnica más barata del mercado (viscosilla). Comprobarán que cada anagrama cuenta con un color correspondiente a las facultades tradicionales (rojo para Derecho, azul para Filosofía, amarillo para Medicina y morado para Ciencias). Si tan solo quieren presenciar la salida no tendrán problemas para escuchar el himno universitario “Gaudeamus Igitur”, pero si quieren llevarse una imagen inédita de la Semana Santa acudan al menos con 45 minutos de antelación al Patio de Escuelas. Hay muy poco espacio y entrar o salir una vez iniciada la procesión es imposible. Frente a la fachada del Patio de Escuelas, los hermanos realizan la promesa del silencio ante el Cristo de la Luz y Nuestra Señora de la Sabiduría, dos imágenes del siglo XVII y XVI, unidos en el mismo paso. A partir de ese momento, los hermanos no podrán hablar durante todo el recorrido, aunque, a diferencia del Lunes Santo, sí hay acompañamiento musical.
Miércoles Santo
Nos adentramos en el Miércoles Santo sin salir de la misma iglesia. El protagonismo es para Jesús Flagelado, obra maestra de Salvador Carmona y conocido como el “Cristo Torero”, apodo que se le puso por la forma de recoger las vestiduras, a modo de capote. En el año 2010 cumplió 250 años. Durante todo el recorrido que dura la procesión, los hermanos no bajan el paso de los hombros. A diferencia de la procesión del Lunes Santo, los hermanos tienen prohibido cualquier signo de penitencia exterior (no verán cadenas, ni cruces, ni pies descalzos). La Virgen de las Lágrimas cumplió en 2016 los 25 años en esta salida penitencial portada por 35 hermanas.
Jueves Santo
Tienen tiempo para cenar y vivir dos momentos paralelos. En torno a las 23:45 horas regresan Jesús Flagelado y la Virgen de las Lágrimas a La Clerecía mientras que a escasos metros en La Catedral se inicia la promesa del silencio que la Real Cofradía del Cristo Yacente y de la Agonía Redentora a través del obispo y el alcalde toman a la ciudad frente a la Puerta de Ramos. Tras ese momento de sobriedad se inicia la procesión con los capirotes más altos de la Semana Santa salmantina y la única que saca dos Cristos muertos, uno crucificado y otro yacente. El Cristo de la Agonía Redentora es el más antiguo de los que procesiona en la Semana Santa salmantina. Se le atribuye a Juan de Balmaseda en el año 1515 y tiene un rostro que contrasta en la noche con su melena. Especialmente llamativa es su bajada por la calle Tostado (muy solicitada por los fotógrafos por lo que se requiere mucha antelación). El Yacente de la Misericordia que le acompaña a su lado cuenta con poco más de un cuarto de siglo procesionando por las calles salmantinas. En pleno inicio del Jueves Santo, para los que aún no quieran irse a la cama está reservada la “Trilogía de la Pasión”. El Cristo de la Agonía vuelve a la iglesia de las Isabeles (situada en la calle de su mismo nombre a escasos metros de la Plaza Mayor) en torno a las dos de la madrugada. El “Poeta ante la Cruz” dedica unos versos a las dos imágenes y las religiosas Clarisas del convento dirigen unas palabras al crucificado que originalmente estuvo en el convento. Hay que mencionar que las religiosas huyeron por la noche en plena Desamortización de Mendizabal para resguardar el crucificado en la Catedral de una venta segura. Años después la imagen se venera en el crucero de la Catedral.
Llega la tarde del Jueves Santo y una de las más ajetreadas de la Pasión salmantina. Si quiere evitar carreras puede elegir cualquiera de las calles por donde pasarán las tres procesiones (Plaza Mayor, Compañía, Rúa Mayor) aunque da tiempo de sobra para ver las tres salidas. La primera en hacerlo es la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Vía Crucis desde la iglesia de San Juan de Mata (junto a la estación de autobuses). Es la segunda cofradía más joven de la Semana Santa con el mismo carácter humilde de la Hermandad del Silencio de Pizarrales que saldrá el Sábado Santo. A lo largo de su recorrido van rezando las estaciones del vía crucis a su paso por las iglesias. El paso que portan es un “Ecce Hommo” representado con la túnica morada y la corona de espinas en el momento bíblico del juicio de Poncio Pilatos. Si acompañan la procesión hasta el parque de San Francisco se encontrarán con la segunda salida procesional a punto de iniciarse. Desde Las Úrsulas salen cuatro pasos de gran valor escultórico. Nos pararemos en La Dolorosa. El escultor Soriano Montagut tomó de modelo las manos a la Miss Salamanca de la época y para el rostro a una conocida tintorera denominada “Ramona”. De ahí el sobrenombre que pueden escuchar cuando se refieran a esta imagen de gran belleza mirando al cielo. Le acompañan el Cristo de la Agonía y dos grupos escultóricos: Nuestro Padre Jesús ante Pilatos y El Prendimiento.
Tras ver las dos salidas aún les dará tiempo a ver la última. Suban Compañía y diríjanse hacia la Catedral. Supérenla y bajen las escaleras hasta la llegada de la calle Tentenecio. Atraviesen el Puente Romano hasta llegar a la iglesia nueva del Arrabal donde se producirá la última salida de la tarde: la Hermandad del Amor y la Paz. Es la única hermandad que atraviesa el río Tormes y su salida es uno de los momentos de la Semana Santa de Salamanca. Los hermanos y hermanas sacan “a pulso” las imágenes del Cristo del Amor y la Paz y de María Nuestra Madre superando la barrera del dintel. Los hábitos monacales, las carracas, matracas y cuernos marcan el caminar de los cofrades hasta su llegada a la Catedral donde tiene lugar la tradicional suelta de palomas tras un discurso del obispo. Esta hermandad supuso un antes y un después en un momento en que la Semana Santa estaba de capa caída. Valga como ejemplo que fue la primera hermandad en toda España que incorporó a las mujeres como hermanos de pleno derecho en 1971.
Viernes Santo
Toca dormir o no. Serán pocas horas. El Viernes Santo arranca a las cinco de la madrugada con la salida de “La Esperanza” desde San Esteban. Hasta la llegada de la Hermandad de Jesús Despojado era el toque más andaluz y más concretamente hispalense de la Semana Santa salmantina. En este caso, la antelación es vital si se quiere presenciar la salida. Si la noche no amenaza lluvia, llegar más tarde de las 4:30 horas le condenará a ver la salida desde la lejanía. Desde el convento dominico sale Nuestro Padre Jesús de la Pasión, llamativo por su túnica blanca, y realizado por Damián Villar, el Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Esperanza, el primer paso de palio que verán en nuestra Semana Santa, a la espera de La Soledad. Destaca el espectacular manto verde bordado a raíz de los capotes de las tres máximas figuras que ha dado toreo salmantino: El Niño de la Capea, El Viti y Julio Robles.
Aproximadamente una hora después de la salida desde San Esteban, suban por la calle Tostado para evitar las calles cortadas por la procesión. Allí espera La Piedad, obra cumbre de Carmona junto a Jesús Flagelado. La imagen lleva al extremo la Virgen niña sosteniendo a su hijo, ya adulto, entre sus rodillas. Llaman la atención ambos rostros por su cuidada dulzura. Todas las imágenes que han salido de San Esteban saludan a La Piedad para continuar desde allí el recorrido procesional ya con las cuatro imágenes. Hasta este momento será una noche de contrastes. La túnica blanca con la piedra dorada de Villamayor, el impresionante palio y la candelería de La Esperanza, la sobriedad de La Piedad.
La tarde del Viernes Santo comienza en la Vera Cruz. Es la cofradía decana y el Acto del Descendimiento cumplió 400 años en 2015. Es el acto más antiguo de la Semana Santa salmantina y se realiza junto a la capilla en el mismo lugar que se inició en 1615. Tras unas palabras (el acto es mucho más ameno respecto a los últimos años) se procede al descenso de Cristo de Nuestro Bien, Dimas y Gestas de sus cruces. La imagen de Cristo se introduce en el Santo Sepulcro para iniciar la procesión del Santo Entierro. Escucharán la procesión de los 14, los 10, los 20. En realidad, son siete pasos los que salen desde la Vera Cruz desde la escisión de la procesión general. Nos pararemos en sus pasos: “Los Azotes” donde la tradición popular manda para cambiarle de denominación y haberse quedado por el sobrenombre de “Culocolorao” por el calzón rojo que viste uno de los soldados; “La Caña” en el que habrá que prestar especial atención a la forma de los labios del sayón que hace que se le llame “Bocarratonera”; Jesús con la Cruz a Cuestas o el “Nazareno Chico” por sus similitudes con su hermano mayor que saldrá de la iglesia de San Julián unas horas después con la cruz al hombro; “La Caída” o “La Verónica” por el icónico gesto de la imagen trasladada al pañuelo mientras le enjuga el sudor y la sangre; El Calvario compuesto por el Cristo de los Doctrinos y la Virgen de la Amargura (que salieron el Lunes Santo) y las imágenes de San Juan y María Magdalena; Nuestra Señora de los Dolores (la Virgen que salió el último Viernes de Cuaresma pero sobre un paso diferente de mucha mayor altura) y el Santo Sepulcro con la imagen de Cristo de Nuestro Bien en su interior.
Con el arranque de la tarde llega el paso de la Oración en el Huerto desde la iglesia del Carmen de Abajo (seguir recto toda la calle de San Pablo hasta la iglesia de San Polo y girar a la izquierda). Si hace cinco años que no visitan la Semana Santa deberán volver a repasar recorridos e itinerarios porque cualquier guía queda desactualizada de año a año en la tarde del Viernes Santo. La cofradía ha ido progresando año a año con un incremento de hermanos escoltando a un paso que destaca por la belleza de las imágenes y su pequeño tamaño. En la procesión destacan las tres cruces realizadas por el artista salmantino Andrés Alén elaboradas a base de materiales de «desecho» como restos de lienzo, sacos o arpillas.
El tercero en salir desde la iglesia de San Julián (a minuto y medio de la Plaza Mayor junto a la plaza del Mercado) serán los pasos de Jesús en la Calle de la Amargura y el Santo Entierro. La imagen señera de la cofradía es la titular de Jesús Nazareno y, en especial, su mirada. Si se quiere acertar a verla en la salida, colóquense en la parte derecha de la calle junto al Telepizza de Obispo Jarrín. Solo miren. Una de las obras cumbres de José de Larra Churriguera que en 2016 cumplió 300 años. Junto a él saldrá el grupo escultórico del Santo Entierro, uno de los que más peso soportan los hermanos de carga de la Semana Santa con la carga por dentro.
Para concluir la tarde espera Jesús Divino Redentor “El Rescatado” desde la iglesia de San Pablo (bajada de la calle San Pablo a la altura del parque de Colón. No tiene pérdida). Es sin duda la imagen devocional de Salamanca, más allá de la Semana Santa. El besapiés que se celebra el primer viernes de marzo oscila entre los 10.000 y los 15.000 fieles, según la climatología. Fue una de las imágenes rescatadas de Fez por los Trinitarios respondiendo al modelo de Jesús de Medinaceli. Junto a él, Nuestra Señora de las Angustias, atendiendo al modelo de “Piedad”. La salida de ambos pasos es singular por las dificultades para atravesar el dintel de San Pablo.
Las cuatro cofradías estarán en la calle hasta las 23:30 horas con recorridos similares y el paso por la Plaza Mayor así que si se pierden la salida o han decidido descansar en algún momento tendrán oportunidad de verlo a lo largo de las más de ocho horas que habrá pasos en la calle.
El final del Viernes Santo estará marcado por la Virgen de la Soledad. Sin duda, la que tiene mayor número de cofrades de Salamanca reflejada en el continuo pasar de los hermanos con hábito de luto riguroso. La salida de la procesión se iniciará a las 24:00 horas de la Catedral Nueva. Será la segunda Virgen de palio que se vea en la Semana Santa tras la salida de la Virgen de la Esperanza en la madrugada del Jueves Santo. La imagen realizada por Mariano Benlliure representa a una madre castellana con lágrimas en los ojos por la pérdida del hijo con las manos entrelazadas sosteniendo un pañuelo y un rosario. Varias horas antes de la salida ya se apostan las primeras personas junto a las vallas para ver la imagen y cuenta con un baño de pétalos para recibirla. La procesión cuenta con varios momentos significativos: en torno a las 01:30 horas se produce un encuentro con la Virgen de la Esperanza en San Esteban. Sin sobrepasar el atrio, las dos imágenes marianas se saludan en un acto de nulo contenido religioso pero sí popular y que produce cada año una gran expectación desde su incorporación reciente. La entrada en la Plaza Mayor en torno a las 03:00 horas también producirá escalofríos. Con las luces apagadas, desde el balcón del Ayuntamiento suena el “Ave María” de Schubert cantado por una hermana.
Sábado Santo
De forma paralela, se celebra el entierro de Cristo desde la capilla de Fonseca. ¿Se acuerdan del Campo de San Francisco? En vez de girar hacia la Vera Cruz desde Ramón y Cajal girar a la izquierda hasta Fonseca. Es el desfile que profundiza más en la esencia del luto castellano, sobre todo de las poblaciones rurales. Los hombres portan el hábito de los antiguos disciplinantes, mientras las mujeres visten el traje de luto del pueblo charro (ventioseno). Les acompaña un coro gregoriano, inspirado en los monjes cistercienses que en determinados puntos realizan paradas para realizar los cánticos. El Cristo de la Liberación representa a un Cristo Yacente que cumplió 25 años en 2013 y suele llevar una rosa negra o blanca abierta sobre la mano. Mi recomendación es prescindir de la salida (antes se contaban con los dedos de una mano los que iban a verla y ahora entre flashes y cámaras se pierde el intimismo) y seguirla por las calles más recónditas del casco histórico. La hora recomendada son las 02:00 horas en el acto por los difuntos frente al Palacio del Obispo (junto a la Catedral).
Tras la agitación de Jueves y Viernes, Sábado Santo es día tranquilo. Aprovechen para visitar sedes canónicas, ver las imágenes antes de bajar sus pasos y comparar lo que quizás, pendientes de hacer la fotografía, no se pararon a observar. La tarde del Sábado Santo tiene como protagonismo al barrio de Pizarrales, uno de los más humildes de la ciudad y del que salen un Cristo y una Virgen con una clara visión catequética de la Semana Santa. De la iglesia de Jesús Obrero (al final de la avenida Villamayor giren a la izquierda y se encontrarán decenas de personas caminando para verles). La imagen del Cristo de la Vela responde al crucificado muerto a la esperanza de la Resurrección. Ver un Crucificado en Sábado Santo es difícil salvo si se explica desde un punto de vista tan popular como el que consigue la cofradía y sus dos colores: el negro de la muerte, el rojo de la sangre por la vida y la esperanza en la resurrección mostrada en la vela a la espera de la Vigilia Pascual. Ambas imágenes, a pesar de ser realizadas en materiales humildes, han conseguido una gran devoción: el Cristo de la Vela de origen anónimo y realizado en escayola y la Virgen del Silencio de Enrique Orejudo.
Domingo de Resurrección
Con la Resurrección concluye la Semana Santa y en Salamanca se celebra el Encuentro entre Jesús Resucitado y la Virgen de la Alegría, con representación de la mayoría de cofradías de Salamanca. Vayamos al acto en sí. La Catedral, evitaré más indicaciones porque si han seguido todas las recomendaciones estarán cansadas de verla, será la sede de este acto.
Algunos detalles a resaltar: las campanillas que llevan los niños para anunciar la Resurrección de Cristo, el Lignum Crucis, una cruz tallada con un resto de la Cruz original de Cristo; el Santo Sepulcro vacío, a diferencia del Viernes Santo que contenía a Cristo de Nuestro Bien. Vayamos a los dos protagonistas. Frente a la Puerta de Ramos se encuentran Jesús Resucitado y la Virgen de la Alegría. A la izquierda llega la imagen de Cristo Resucitado y a la derecha la Virgen de la Alegría aún con el traje de luto. Ambas imágenes se acercan y al saludarse se despoja el manto negro para dar pie a la alegría del encuentro de la Madre con el Hijo. Es la tercera procesión más antigua de Salamanca y en este 2016 se cumplen 400 años de su celebración. Por ello se ha hecho un llamamiento a engalanar todos los balcones de la ciudad. Esperemos que la respuesta tenga la acogida solicitada.
Con la Semana Santa concluida llega la hora de hacer balance propio. En estos pequeños apuntes hemos dejado una mínima guía para adentrarse en una Pasión inigualable de la que presumimos los salmantinos. Un consejo: eviten las comparaciones y disfruten de lo vivido. Salamanca les ha regalado su piedra y su Pasión. Devuélvanles la visita.
