Ruta de las Fuentes Medicinales (Noceda del Bierzo. León). Dificultad: Fácil. Distancia: 11 kilómetros (ruta circular). Duración: 4 horas aproximadamente
El agua, ese recurso natural del que todos dependemos ineludiblemente y al que gracias a él surgió la vida en nuestro planeta hace millones de años.
Más buscado que el Santo Grial desde tiempos inmemoriales. Muchas han sido las culturas que han asociado este bien tan preciado al elixir de la vida. Distintas civilizaciones han intentado hallar en este líquido la pócima de la inmortalidad, el néctar de la vida eterna. Han dedicado esfuerzos en busca de aguas con concentraciones de minerales beneficiosos de alguna manera para la salud, aunque no se alcanzase la codiciada perennidad.
La ruta de las Fuentes Medicinales nos lleva a uno de esos lugares tan mágicos. Afloramientos de agua rica en sales minerales que, si bien no nos van a alargar la vida, si nos harán que vivamos más intensamente un día “perdidos” por la naturaleza.
El agua, nuestra guía por la Ruta de las Fuentes Medicinales
Nos vamos hasta Noceda del Bierzo, un municipio leonés de la comarca berciana, en la sierra de Gistredo, a unos 30 kilómetros de Ponferrada. La conocen como la ‘Suiza berciana’, y no es de extrañar este curioso apelativo porque la zona tiene una gran riqueza natural y paisajística. Recalamos en este lugar en un fin de semana que nos llevó a visitar Las Médulas y también la localidad de Astorga.
La mejor época sin duda para visitarla es la primavera y el otoño, cuando el caudal aumenta por las lluvias y lucen con mayor esplendor los diferentes arroyos de la zona que confluyen en el arroyo de Beneiro y desaguan en el río Noceda. Aunque es también recomendable en otras épocas del año porque es todo un espectáculo para los sentidos ya que es un sendero agradable, con superficie de cobijo para los calurosos días de verano y con zonas para poder refrescarse.
Se trata de una ruta agradable y perfectamente señalizada de unos 11 kilómetros de longitud de forma circular y de dificultad media, con tramos en los que hay que tener mayor precaución para evitar resbalones, pero igualmente apta para todos los públicos. La duración estimada es de unas cuatro horas con paradas en los distintos manantiales.
La ruta “oficial” comienza junto a la iglesia de San Pedro (parroquia de Noceda) en la plaza de la iglesia, con una subida bastante pronunciada hasta alcanzar la zona del camping. Nosotros por recomendación de un amable lugareño atravesamos el pueblo disfrutando así de su típica arquitectura berciana. Caminamos dirección norte por la calle Isidro Arias continuando por la calle San Bartolo hasta que se abre una plaza del mismo nombre con una pequeña y coqueta ermita. A mano derecha seguimos las indicaciones hacia el camping de Chanos y la ruta de las Fuentes Medicinales.
La senda discurre en un primer tramo por una pista forestal rodeada de castaños con un manto perpetuo de aspecto otoñal. Es un suave ascenso hasta que nos encontramos con la primera de las fuentes, la de Juan Álvarez a unos 1.052 metros de altitud. Esta fuente no posee ninguna propiedad especial, pero si puede ser un buen momento para hidratarnos, reponer fuerzas y volver la vista atrás y contemplar el precioso paisaje recorrido hasta el momento.
Continuamos la pista y los castaños van dando paso a un bosque de robles y abedules, cada vez más frondoso.
El sendero trascurre paralelo al arroyo, con un continuo fluir de agua que nos acompañará el resto de la ruta de las Fuentes Medicinales. Lo atravesamos por un cuidado puente de madera para empezar una pequeña subida que nos conduce a la primera de las fuentes declarada ferruginosa, bicarbonatada y mixta, La Fuente del Azufre. Tienen instalada una plataforma metálica para que nos acerquemos. La pared por donde se arrastra el manantial se tiñe de colores anaranjados por la deposición del hierro. Estas ricas aguas se dice que son buenas para el rejuvenecimiento de la piel, mejorando la apariencia física y sirven también en dietas para adelgazar, ya que son tonificantes. Dejamos a la elección del visitante si desea extenderse esta masilla mineral por la piel. Nosotros nos encontramos precisamente con un hombre que lo estaba haciendo. Desafiando unas temperaturas frescas y a pecho descubierto, se cubrió con este barro en busca de esos anhelados beneficios.
Unos metros más allá y por la misma pasarela nos encontramos con una espectacular cascada, discretamente escondida y con un abundante caudal.
Proseguimos la ruta de las Fuentes Medicinales ascendiendo por un sendero más estrecho y con matorral bajo de escobas y brezos que nos lleva a tomar un pequeño desvío que nos conduce a la Fuente de la Salud. También conocido como el Manantial de la Doncella, ya que el agua brota entre la vegetación de musgos y helechos. Son aguas de propiedades cloruradas, oligomineral y sulfatada mixta. Como también es potable echamos un trago para recobrar fuerzas y llenar la botella.
Continúa el ligero ascenso sobre un suelo de pizarras pasando por un nuevo puente de la misma arquitectura que el anterior y con el arroyo como constante acompañamiento hasta coger la pista forestal. Esta subida de unos dos kilómetros es quizás la parte más exigente, ya que es una zona de vegetación más abierta. Pero la recompensa va a ser grande, porque nos acercamos cada vez más al mirador y podemos observar las vistas del todo el valle que dejamos a nuestras espaldas.
Llegamos al punto más alto de la ruta de las Fuentes Medicinales, a 1.300 metros donde se encuentra el Mirador de La Gualta con unas magníficas vistas de Noceda y su agradecido entorno. Al ser la parte más alta el viento sopla con mayor fuerza, pero igualmente es la zona elegida por casi todo el mundo para hacer un alto en el camino y tomar un tentempié. El mirador se dispone con barandillas y la parte central coronada por un pequeño reloj solar con una medialuna, tres estrellas y el nombre de la ruta. Nosotros estábamos impacientes por ver la catarata y tras un breve descanso reanudamos la vereda.
La cascada de La Gualta, punto culminante
Comienza una fuerte bajada zigzagueando entre rocas, pero perfectamente habilitada con estacas y un cordel que las une para que nos ayudemos y evitar una posible caída. Con precaución y pasos cortos a través de escalones en la roca y de tierra retenida por tablas verticales sujetas por clavos de acero nos acercamos hacia la cascada de La Gualta.
Este salto de agua de más de 20 metros y con un caudal ensordecedor, es una maravilla de la naturaleza, donde el ambiente nos refresca con miles de gotas en suspensión. Fue nuestro lugar elegido para comer algo y es la parte más bella de la ruta de las Fuentes Medicinales, donde es difícil dejar de fotografiar la imponente caída.
A partir de este punto continua un constante y placentero descenso a través del bosque de robles, pasando por un nuevo puente que nos deja ahora a la margen contraria hasta llegar a la Fuente del Canalijo, menos vistosa y con un pequeño tronco en forma de U a modo de caño.
El camino se va abriendo a nuestro paso para ponernos de nuevo a la altura de la base del río donde nos encontramos con el desvío a la Fuente del Rubio. Es una desviación de 1 kilómetro del camino principal, pero el gran caudal nos imposibilito cruzar en este punto. Esta fuente con propiedades oligominerales y es bicarbonatada sódica. Los habitantes de la zona dicen que fortalece los huesos y previene las caries.
Al continuar el camino llegamos hasta la Fuente Mia, un pequeño canalón de color azul.
Pasada esta y ya finalizando la ruta volvemos a ver un desvío que nos lleva a la Fuente El Rubio, indicando que es 1 kilómetro pero no llega a 700 metros. En el momento que fuimos no corría mucha agua, pero así pudimos completar la visita a todas las fuentes. Deshacemos el camino para finalizar la ruta en el pueblo.
Y para el que le interese hacerla en grupo, el Ayuntamiento de Noceda en colaboración con la Junta vecinal y la ayuda de otras administraciones el organiza todos los años esta ruta de las Fuentes Medicinales el último domingo del mes de julio. Ya son 25 años de esta popular quedada y además lo rematan con un vino español. No hay escusas para no visitar la zona y estas iniciativas lo acercan un poquito más a todo el que desee conocer la riqueza de El Bierzo en buena compañía. Asique nos queda pendiente volver a Noceda por estas fechas.
Fuimos toda la familia aún teníamos un niño pequeño ,7 años .Fué un poco dura pero desde luego la recordamos con una gran aventura familiar maravillosa para todos. Te ha faltado comentar que llegando al pueblo había una piscifactoría con truchas y con Lampreas donde paramos y el señor que les cuidaba nos explicó absolutamente todo .Volveremos a hacerla de nuevo.
Gracias por tu comentario Manuel y nos alegra que hayáis disfrutado en familia de la ruta. La verdad es que nosotros pasamos por alto la piscifactoría. No la vimos. Una auténtica pena. Gracias por ese apunte porque así sirve de información para otras personas que la hagan. Un saludo.
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