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La villa en la que Isabel la Católica firmó sus últimas voluntades es hoy un destino muy atractivo que mezcla a partes iguales patrimonio, enoturismo y gastronomía. Su imponente castillo de la Mota, uno de los más espectaculares de España, los extraordinarios blancos de Rueda y sus propuestas para degustar desde quesos al mejor lechazo, son las piedras angulares de una escapada de fin de semana a la conocida como la Villa de las Ferias. Acompáñanos a descubrir todo lo que ver en Medina del Campo para dejarse sorprender
Pasear por las calles de Medina del Campo después de acercarse a su grandiosa historia genera un sentimiento encontrado. Por un lado, es muy evocador saber que la Villas de las Ferias fue uno de los epicentros comerciales del sur de Europa durante varios siglos. Una ciudad próspera que cautivó a la mismísima Isabel I de Castilla. Pero por otra parte es inevitable experimentar una cierta tristeza por el daño que hicieron las desamortizaciones, las guerras y el desarrollo urbanístico e industrial en el valiosísimo patrimonio medinense. Nos contaban en el Museo de las Ferias que, a poco que se hubieran preservado algunas de esas joyas, entre ellas su muralla defensiva, Medina del Campo sería a día de hoy una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Pero de nada sirve lamentarse por el pasado. Es mucho más productivo disfrutar de lo que nos ha llegado hasta nuestros días y exprimir al máximo lo mucho y bueno que ver en Medina del Campo.
Consejos prácticos para visitar Medina del Campo
Antes de comenzar a repasar todo lo que ver en Medina del Campo vamos a daros algunos pequeños consejos prácticos para planificar la visita.
Cómo llegar. Una de las ventajas que tiene Medina del Campo es su ubicación estratégica. Al pie de la autovía de A Coruña (A-6), se encuentra a 50 minutos de Valladolid, a algo menos de dos horas de Madrid y a una hora de Salamanca. Los que prefieran el ferrocarril, la estación de Medina del Campo tiene varias conexiones diarias con la capital de España gracias a los trenes Alvia que hacen el trayecto en algo menos de una hora.
Dónde alojarse. Normalmente siempre hemos visitado Medina en el día por su cercanía con Salamanca, pero durante el último viaje que realizamos nos alojamos en el hotel Villa de Ferias. Se encuentra a diez minutos caminando del centro de la localidad y tiene una estupenda relación calidad-precio. Las habitaciones son sencillas y confortables y el trato del personal, fantástico. También cuenta con un restaurante del que más adelante hablaremos.
Qué ver en Medina del Campo en un fin de semana
Un fin de semana es ideal para hacer un recorrido por todo lo que ver en Medina del Campo. En esta ruta es fundamental tener muy en cuenta la oferta de enoturismo que hay en la villa, y que suele pasar más desapercibida. Para recorrer el casco histórico os aconsejamos contratar una visita guiada como ésta para comprender mejor la historia de cada espacio.
Castillo de la Mota
Es el símbolo de Medina del Campo y uno de los castillos más bellos que se pueden visitar en España. Levantando entre los siglos XIV y XV, la fortaleza se erige en una mota (de ahí su nombre) o, lo que es lo mismo, una pequeña elevación del terreno. Aquí se encuentra el origen de la villa de Medina, que posteriormente fue expandiéndose hasta configurar la localidad que conocemos hoy en día. Lo ideal para visitar el castillo de La Mota es contratar un tour guiado. Nosotros así lo hicimos y la forma de ver este castillo cambió por completo. Descubrimos que fue una obra muy avanzada para aquel momento. Alguno pensaría que el uso del ladrillo lo podría convertir en un castillo más frágil, sin embargo, sucede todo lo contrario. Este tipo de material absorbe el impacto de los cañonazos, mientras que la piedra se quiebra. Además, estamos en una zona de suelos arcillosos, por lo que era mucho más fácil fabricar ladrillos. Y, por último, este material acorta los tiempos de construcción. A todo esto, se le añade la labor de ingeniería que se siguió para convertirlo en casi inexpugnable. Esta es la razón de que su estructura haya aguantado en pie durante más de cinco siglos. Eso sí, en el interior queda muy poco del castillo original.
Dos curiosidades. La primera es que, aunque en algunos foros se diga lo contrario, en el castillo de La Mota no vivió Isabel la Católica, ya que lo hizo en el Palacio Real actualmente denominado Testamentario y del que hablaremos a continuación. Y la segunda es que los orificios que vemos en torre del Homenaje y en el resto de la estructura del castillo se deben a que en ellos se colocaban los andamios para ir avanzando más rápido en su construcción.
Palacio Real Testamentario de Isabel la Católica
Muy poco queda del Palacio Real construido por los Reyes Católicos y en el que Isabel de Castillo murió el 26 de noviembre de 1504 tras dictar su testamento y el codicilio. Las sucesivas ampliaciones, desamortizaciones y modificaciones urbanísticas han dejado en la mínima expresión un edificio que, sin embargo, sí ayuda a entender la importancia de Medina en el siglo XV y el papel que jugó la primera reina no consorte que tuvo España. Con entrada desde la Plaza Mayor (2,5 euros), las pocas estancias que se conservan del edificio original acogen un centro de interpretación en el que acercarse al testamento de Isabel, contemplar la recreación de la estancia en la que murió y descubrir las vicisitudes del tercer viaje de Colón a América, ya que en este palacio se gestó su organización con los Reyes Católicos.
Plaza Mayor de la Hispanidad, la más grande de España
Con sus 14.000 metros cuadrados, la Plaza Mayor de la Hispanidad de Medina del Campo es la más grande que podemos encontrar en España. Un claro reflejo de la importancia comercial que tuvo la Villa de las Ferias donde precisamente en esta plaza se disponían los distintos gremios para hacer sus negocios. De hecho en el pavimento del ágora está colocadas placas de metal donde indica la posición que ocupaban los diferentes mercaderes y artesanos como los barberos, los joyeros o los buhoneros. La Plaza Mayor también representa el cruce de las cañadas que venían de Salamanca y Ávila, por lo que era un punto de paso comercial y ganadero muy importante. Está presidida por el monumento a Isabel la Católica.
Colegiata de San Antolín
En un listado de los lugares que ver en Medina del Campo no puede faltar la colegiata de San Antolín, el principal templo de la villa que además preside la Plaza Mayor de la Hispanidad. En su origen fue una pequeña iglesia fundada por palentinos que recalaron en Medina (de ahí que se consagrara al patrón de Palencia). Con el crecimiento de la localidad como epicentro comercial, fue necesario hacer un templo más que recibió el título de colegiata gracias a la intervención de Fernando el Católico.
Hay dos cosas que llaman especialmente la atención, uno es el balcón que hay en su exterior. Se trata de una capilla abierta dedicada a la Virgen del Pópulo. Un recurso arquitectónico muy popular en las iglesias de Hispanoamérica, pero más extraño en España. Y por otro, la torre. Previa reserva en la oficina de turismo (3€), es posible ascender por sus estrechas escaleras hasta el penúltimo cuerpo. Aunque la ascensión se hace por algún tramo un tanto angosto, las vistas desde lo alto son un regalo para los sentidos.
Museo de las Ferias
En nuestra modesta opinión es un museo imprescindible que ver en Medina del Campo (2€). Si acudís en grupo y podéis concertar previamente una visita guiada, os llevaréis sin lugar a dudas uno de los mejores recuerdos del paso por la villa. La razón es simple. Aquí se entiende Medina. Se comprende su origen, esplendor y decadencia. El museo ocupa el lugar de la antigua iglesia de San Martín y, además de ser un viaje en el tiempo por la historia medinense, también presenta auténticas joyas como la escultura funeraria de Fray Lope de Barrientos, responsable de la educación de Isabel la Católica, y una maravillosa Piedad de Juan de Juni.
El Museo de las Ferias acoge también el archivo de Simón Ruiz, el hombre que empezó vendiendo paños y acabó como financiero del rey Fernando el Católico. Impresionan también las esculturas orantes del propio Ruiz y de las dos esposas que tuvo.
Hospital de Simón Ruiz
La gran obra de Simón Ruiz en Medina del Campo es el antiguo hospital que lleva su nombre. Es un edificio del siglo XVII levantado en ladrillo al estilo de San Lorenzo del Escorial. Contaba con monasterio, iglesia y un hospital adelantado a su tiempo, con habitaciones individuales. Después de años de abandono y varios proyectos infructuosos (entre ellos el de un Parador), hoy está siendo restaurado poco a poco. Por ejemplo, es posible visitar la iglesia. Sus objetos más valiosos fueron trasladados al Museo de las Ferias.
Reales Carnicerías
A orillas del río Zapardiel, puede presumir de ser el mercado de abastos más antiguo de España. Data del siglo XVI ha sido restaurado para albergar algún bar y pequeños puestos donde es posible adquirir productos de la zona. Llama la atención por su singularidad y tiene la firma de Rodrigo Gil de Hontañón, el hombre que también está detrás de auténticas joyas de nuestra Salamanca como la Catedral Nueva y el convento de San Esteban.
Enoturismo en Medina del Campo
Medina del Campo también es conocida como la ‘villa de los mil planes’, precisamente porque el patrimonio es solo una parte de su oferta turística. Durante nuestra última visita a tierras medinenses descubrimos sus atractivas propuestas en materia de enoturismo.
Visita a la bodega Emina Rueda
Medina del Campo se encuentra en plena ruta del vino de Rueda, donde se elaboran algunos de los blancos más vendidos e internacionales que se elaboran en España. Emina, del grupo Matarromera, cuenta con una gran bodega en la zona a poco más de dos kilómetros del centro de la localidad. En este enlace podéis contratar la visita guiada en la que se incluye el recorrido por los viñedos y las zonas de producción, almacenamiento y embotellado del vino. El recorrido acaba con la cata de tres vinos de Emina y también de su aceite de oliva ecológico Oliduero.
Bodegas Menade
Una de las propuestas más interesantes y rompedoras que hay actualmente en Rueda es la de bodegas Menade. Han dado una vuelta de tuerca a los verdejos más comerciales y populares para realizar caldos con mucha personalidad tanto en el contenido como en el continente. Vinos con más cuerpo que puede ser tomados con un aperitivo, pero también con un una buena carne derribando de esta forma viejos tópicos que ligan únicamente a los verdejos con el pescado. En su bodega ubicada a veinte kilómetros al norte de Medina se realizan visitas guiadas.
Las Caraballas
Elías Redondo ha cumplido su sueño con Las Caraballas. Solo hay que escucharle hablar de su proyecto para comprender el mimo que ha puesto en cada uno de los procesos que han dado lugar a esta pequeña bodega. Actualmente no se puede visitar, aunque nosotros sí tuvimos la oportunidad de hacerlo con un grupo de amigos. Sin embargo, no dejéis de probar sus vinos, por ejemplo, en el restaurante del hotel Villa de Ferias, también de su propiedad. Unos blancos que nada tienen que ver con el concepto clásico que tenemos de los verdejos comerciales de Rueda (además produce chardonnay, sauvignon). Vinos ecológicos, con mucha personalidad y carácter y con una impecable presentación.
Elías mima cada uno de sus viñedos, y lo hace de una forma sostenible y respetando al máximo cada palmo de tierra gracias a cubiertas vegetales, control biológico de plagas, etc. Ha creado un verdadero ecosistema en su finca gracias a un proyecto que va más allá de la producción del vino. Esos sí, todo ello se refleja en el propio caldo haciendo que sea diferente y sorprendente.
¿Dónde comer en Medina del Campo?
La gastronomía es obligatoriamente otro de los pilares en los que se debe sostener una visita por todo lo que ver en Medina del Campo. Ahí van nuestras propuestas para alegrar el paladar.
Restaurante del hotel Villa de Ferias
El restaurante del hotel donde nos alojamos es un auténtico templo de la cocina tradicional castellana donde miman un producto de primerísima calidad con un resultado asombroso. Hay un plato que nos conquistó y que por sí mismo merece incluir a este restaurante en esta lista: el lechazo asado. No es fácil elaborarlo. Lo hemos comido en muchos sitios donde también es típico como Olmedo, Sepúlveda y Peñafiel, por ejemplo. Pero no siempre tiene esa mezcla de ternura, jugosidad, sabor y toque crujiente por fuera que lo hace único. En el restaurante del hotel Villa de Ferias se deshacía al servirlo. Estaba reciente, en su punto, sabroso… Un diez para este plato. Nos cautivaron también las mollejas de lechazo y la cecina con bacalao ahumado.
Los Quesos de Juan
Esta quesería ubicada muy cerca de las Reales Carnicerías es una de las más gratas sorpresas que tiene Medina del Campo. Paloma Gómez es una apasionada del mundo del queso que transmite esa afición en cada una de las catas que capitanea. Nosotros tuvimos la oportunidad de asistir a una de ellas. Además de ser una idea muy cómoda y sabrosa para una cena, por ejemplo, la cata también es un viaje por algunos de los quesos que ella comercializa y que pertenecen a queserías próximas a Medina. Desde quesos cremosos, a otros elaborados con leche de cabra a los más curados con leche de oveja. Y todo regado con un buen vino de Rueda. Una velada muy interesante para comer en Medina del Campo que puedes contratar directamente a través de Civitatis.
La Mejillonera
Es una de las propuestas más modernas y cuidadas para comer en Medina del Campo. Una apuesta gastronómica que da una vuelta de tuerca al recetario tradicional con una decoración muy original. Tiene una zona de tapeo y otra de restaurante. Nos gustaron especialmente los mejillones al vapor con salsa thai, el canelón meloso de lechazo y la tarta de queso ‘San Simón’, una de las mejores que hemos probado.
El Canario
Es la tienda de ultramarinos más antigua de Medina del Campo. Actualmente ha querido recuperar el espíritu de los antiguos colmados y es la tienda de vinos más completa de la villa y además posee un muestrario de conservas y aceites de primeras marcas. Todo ello se puede probar en la zona de barra. Es un gustazo picar unos mejillones en conserva de excepción regados con un buen vino de la zona.
Información errónea sobre Medina del Campo.La primera tienda de ultramarinos no fue la de El Canario.Fue la de mi abuelo Nicolás Ruiz,en Plaza Mayor,4,que la inauguró en 1904 y cerro en 1995.Conocida de muchos años por medinenses y comarcanos.
Muchas gracias Paco. Queríamos decir que es la tienda de ultramarinos más antigua de Medina que sigue todavía abierta. Lo matizamos para que no lleve a equívoco. Gracias por aportarnos ese dato y tomarte la molestia. Un saludo.
Al margen de hagáis más aclaraciones en esa bien conseguida publicidad de Medina,he de deciros que esa tienda de mi abuelo ,la del señor Nicolás,como la decían,fue emblemática y referente en su momento.Alli se vendían garbanzos de Fuentesauco,muy cotizados,lentejas de la Armuña,venían hasta de Madrid a comprarlas los domingos feriados ,cartuchos de caza y pólvora para los cazadores,cohetes para las fiestas de los pueblos,artículos para la matanza del cerdo ,zapatillas y aperos agrícolas.Y el producto estrella…..el bacalao.Sin la información de hoy día.Pero,los tiempos cambian y acaban con lo tradicional.Magnifico el reportaje que habéis hecho.Como medinense,os felicito.Saludos.
Muchas gracias por toda esa información tan valiosa Paco. Tiene que ser un auténtico orgullo. Y nos alegra que vendieran lentejas de La Armuña, porque la mitad de Viaje con Pablo (Pablo) es de esa comarca. Gracias por tus palabras y nos alegra que te haya gustado el reportaje. Un saludo.