Ruta de subida a la Peña Negra (1.635 metros) Sierra de Béjar. Salamanca. Dificultad: moderada. Distancia: 11,5 kilómetros (ida y vuelta). Tiempo: 3 horas 30 minutos aproximadamente
La provincia de Salamanca es un espectáculo natural de primer orden del que se puede disfrutar con un sinfín de rutas de senderismo. Las Arribes, el Parque Natural de Las Batuecas Sierra de Francia y la Sierra de Béjar son tres ejemplos de la riqueza paisajística de una provincia que va mucho más allá de la monumentalidad de Salamanca o de la tradición de La Alberca. En esta ocasión nos acercamos a la Sierra de Béjar con una bella ruta como es la subida a la Peña Negra.
La ruta de subida a la Peña Negra de Béjar, paso a paso
Para ello nos tendremos que desplazar a la capital bejarana y tomar la carretera que se dirige al Santuario de Nuestra Señora del Castañar y la plaza de toros del mismo nombre, la más antigua de España. Tras disfrutar de estos lugares, nos desviaremos por otra carretera que nos llevará al albergue juvenil de Llano Alto (está indicado con una señal que nos dice que está a un kilómetro). Este punto se encuentra a 1.250 metros y allí dejaremos al coche. Junto al albergue sale una pista sin pérdida alguna que nos dirigirá a la Peña Negra.
En constante ascensión y cuando llevemos 2,5 kilómetros andados tomaremos un desvío a nuestra derecha para visitar un bello mirador conocido como la Peña de la Cruz. Andaremos un kilómetro hasta llegar a este punto que cuenta con un refugio. La gran cruz de granito que preside la peña está rodeada de rocas con formas caprichosas que dan una belleza singular al lugar. Allí también encontraremos un pequeño mirador que nos permitirá disfrutar de unas vistas privilegiadas de la ciudad de Béjar y de la Sierra del mismo nombre.
Volveremos sobre nuestros pasos para retomar la pista inicial que nos llevará hasta nuestro destino. Nos quedarán casi cuatro kilómetros de ascensión por un camino que no tiene pérdida alguna y en el que habrá que cruzar dos puertas metálicas que dejaremos cerradas. Tras superar este tramo, tendremos ante nuestros ojos la Peña Negra. Antes de la subida final veremos un pequeño panel informativo que nos indica lo que podemos divisar en todas las direcciones.
Habrá que hacer un último esfuerzo para trepar entre las rocas y colocarnos junto al observatorio desde el que contemplaremos sin prisas un paisaje espectacular a 1.635 metros de altura. Nosotros realizamos la subida en noviembre y había una ligera niebla que empañó las vistas, pero en un día claro el espectáculo es fantástico.
Tendremos una panorámica privilegiada de toda la Sierra de Béjar con la localidad de Candelario, Béjar y el embalse de Navamuño y más allá podremos divisar la Peña de Francia, el Pico Cervero y el Calvitero entre otros puntos. Además nos encontraremos justo en el límite entre Castilla y León y Extremadura.
Para bajar, tomaremos la misma ruta que nos devolverá al albergue juvenil de Llano Alto. Si nos queda tiempo, podemos aprovechar el resto del día para visitar la cercana localidad de Candelario. Una de las más bellas de la provincia de Salamanca, que conserva intacta su tradición y que está ubicada en un espacio natural de gran belleza.
Es recomendable realizar la subida a la Peña Negra en otoño o primavera, ya que en invierno la nieve impide en muchas ocasiones el acceso y en verano el calor puede llegar a ser muy incómodo.