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Viajar es, en muchos casos, un placer caro por el imparable incremento de los precios de los vuelos, alojamientos, combustibles… Sin embargo, existen algunos trucos que nos permiten arañar unos euros que, sumados viaje tras viaje, suponen un ahorro bastante considerable. Después de quince años recorriendo el mundo, hemos recopilados cinco consejos que funcionan para que cualquier escapada salga un poco más económica
Viajar curte en todos los aspectos. Abre la mente, destierra prejuicios, cultiva los sentidos, y permite ser más feliz. Para nosotros es el mayor placer de la vida, pero como la mayoría de deleites de esta vida, suele ser caro. Hay escapadas para todos los bolsillos, pero hay una seria de gastos fijos e imposibles de esquivar. Ante este panorama no queda más remedio que tirar de imaginación y arañar algunos euros en los aspectos que se puedan. Y sin que esto suponga reducir al viaje a la mínima expresión o realizarlo en precario. No se trata de eso, sino de optar por alternativas más económicas que en la mayoría de los casos no sacrifican la calidad, o apostar por productos y fórmulas novedosas que para muchos siguen siendo desconocidas.
1. Usa una tarjeta sin comisiones
Cuando viajamos a un país que no usa nuestra moneda siempre surge el problema de las comisiones. Cambiar divisa tiene comisión. Pagar con tarjeta tiene comisión. Sacar dinero de un cajero tiene comisión. Es casi imposible librarnos de esas cantidades que, sumadas, equivalen a lo que nos costaría una comida, por ejemplo. Y decimos casi, porque existe una fórmula que nosotros empleamos y que te permite pagar con tarjeta con la tranquilidad de no acabar golpeado por una de esas fastidiosas comisiones. La tarjeta Reload de Imagin no supone ningún coste añadido ni por mantenimiento ni por sacar dinero de cajeros o pagar en cualquier lugar del mundo. Tiene además el aval de CaixaBank y se puede usar tanto de manera física como en el móvil. Un producto fiable y efectivo que permite un ahorro muy importante en cada uno de estos viajes internacionales.
2. Alquilar el vehículo con una empresa local
Después de más de quince años viajando y alquilando vehículos en muchos de los destinos que hemos visitado, hemos llegado a la conclusión de que las empresas locales ofrecen mejores precios y condiciones. En muchos de esos casos esas compañías son difíciles de localizar, ya que no están posicionadas en internet como sí lo están las de renombre todos conocemos. Hay que bucear en la red, seguir los consejos que se aportan en blogs como el nuestro y dar con esa pequeña empresa que, seguramente, no ofrezca vehículos absolutamente nuevos, pero que cuenta con precios muchísimo más competitivos. En nuestro caso incluso preferimos que ese coche sea más antiguo y que no se pongan tan exquisitos a la hora de revisar posibles daños. Así lo hicimos, por ejemplo, en nuestra ruta por Albania de 12 días la experiencia fue extraordinaria.
3. Sacrificar la ubicación más privilegiada para alojarse
Al hilo del anterior consejo, como nosotros alquilamos vehículo en la mayoría de nuestros viajes, solemos sacrificar las ubicaciones más estratégicas y demandadas de los destinos a los que acudimos. Es absurdo que paguemos el triple por un hotel en la costa si vamos a pasar una semana en Alicante, por ejemplo, cuando vamos a usar el coche para visitar cada día una playa o una cala diferente. Este ahorro es más evidente cuando hablamos de costa e interior, pero también cuando vamos a recorrer una determinada zona y se opta por alojamientos en puntos más desconocidos del itinerario que tienen una mejor relación calidad-precio.
4. Aprovechar los descuentos
Todos tenemos claro que para viajar fuera de España es más que aconsejable (por no decir imprescindible) contratar un seguro. Por mucho que exista la Tarjeta Sanitaria Europea y nuestros seguros de salud nos cubran determinadas contingencias, nunca está de más contratar una póliza que también nos proteja en caso de robo, pérdida de equipaje, problema legal, etc. Sacamos esto a colación porque la contratación de ese seguro se puede hacer con descuento, como el que ofrecemos en este blog. También tenemos un descuento a la hora de obtener la eSIM que nos permita contar con datos en un país donde no tengamos roaming. Son pequeñas rebajas que suman que hacen que el viaje salga un poco más barato.
5. Ser previsor
Es cierto que las ofertas de última hora se han puesto de moda en los últimos tiempos y pueden hacer que ahorremos bastante en nuestro viaje, pero el refrán de “a quien madruga, Dios la ayuda” sigue siendo casi infalible cuando hablamos de viajes. Ser previsión y realizar las reservas tanto de hoteles como de vuelos con antelación suele tener premio. Especialmente si la escapada va a tener lugar en temporada alta al menos dispondremos de un abanico más amplio de posibilidades.
Si hablamos exclusivamente de vuelos, los expertos recomiendan que la reserva de los billetes se produzca con entre seis o siete semanas antes si el destino nacional; seis meses antes si volamos a una ciudad Europea; siete meses si queremos ir a Estados Unidos; y cinco meses si el objetivo es Sudamérica o el resto del mundo.
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