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Si reunimos a todos los españoles mayores de 35 años y les pedimos que aquellos que no han pasado unas vacaciones en Benidorm levanten la mano, sería muy fácil contarlos. Benidorm es el paradigma del veraneo y del Mediterráneo. Un lugar querido por muchos y odiado por unos cuantos. Una transposición de California o Florida en España. La ciudad donde puedes encontrar algunos de los rascacielos más altos de España. Un cúmulo de hoteles, hoteles, apartamentos, y más hoteles, que se abren paso en un rompecabezas urbano que se asoma al mar. Pero Benidorm también es el Imserso. Uno no se puede entender sin el otro. De hecho los viajes de la tercera edad nacieron prácticamente aquí. Cuántas parejas de maduros reavivaron la llama al son de los “Pajaritos” de María Jesús y cuántos otros viudos o solteros volvieron a sentir cosquillas en el corazón caminando por el paseo marítimo de la mano de su nuevo amor. Benidorm son recuerdos y más recuerdos. Pasajes de nuestra infancia donde vienen a la mente imágenes del Balcón de Mediterráneo sintiendo la brisa del mar. Paseos interminables hasta el Rincón de Loix. La música en directo que salía desde cualquier local. Las aguas tranquilas y cálidas atestadas de bañistas…
Las vacaciones en Benidorm no pasan de moda
Lo mejor de todo es que pasar las vacaciones en Benidorm no pasa de moda. Cada año miles de personas siguen eligiendo la ciudad alicantina como su destino de vacaciones. En esto influye y mucho la interminable oferta de hoteles en Benidorm a precios muy competitivos, para todos los gustos y con unos servicios de primer nivel. También su ambiente festivo para todas las edades y dos inmensas playas, la de Poniente y la de Levante, donde relajarse entre fina arena y aguas calmadas y cálidas. Pero hay más razones para elegir la ciudad vacacional con más solera de España por si aún tienes alguna duda.
Porque trae muy buenos recuerdos
Para los que hemos veraneado en Benidorm varias veces cuando éramos canijos, la ciudad alicantina es un pozo de recuerdos. Repetir esas fotografías en el Balcón del Mediterráneo, tres o cuatro décadas después es prácticamente irresistible. Al igual que caminar cuando cae la noche hasta el Rincón de Loix por el paseo marítimo de la playa de Levante. Contemplar hoteles míticos que había por entonces y siguen estando ahora con aires renovados como el Cimbel, el Pelícanos, el Rosamar o el Flamingo. Escuchar música en directo en cualquier de los locales que la ofrecen o tomar una copa en la mítica discoteca Penélope, cuyo logo estaba presente por entonces en todos los coches que circulaban por Benidorm.
Para disfrutar de unas playas de excepción
Aunque en pleno agosto las playas de Benidorm son auténticos ríos de bañistas, el encanto de estos arenales sigue intacto. Hablamos de la playa de Levante, una de las más bulliciosas de toda España. Un hervidero tanto de día como de noche. Dos kilómetros de arenal para pasear y refrescarse. Los que busquen algo más de tranquilidad tienen la playa de Poniente con sus más de tres kilómetros de longitud. Más pequeña, recogida y con un aspecto de cala es la playa de Mal Pas, junto al puerto deportivo.
Amplia oferta hotelera con precios competitivos
Una de las razones de peso para que pasar unas vacaciones en Benidorm sea una opción a tener en cuenta es el capítulo hotelero. No obstante tiene 40.000 plazas, más incluso que la ciudad de Madrid. Esto hace que se encuentren opciones para todos los gustos y a precios muy ajustados. Muchos de los hoteles clásicos se han renovado por completo y además se han construido nuevos complejos para pasar unas vacaciones de relax con todo tipo de servicios.
Una oferta de ocio para todas las edades
Disfrutar de las vacaciones en Benidorm no tiene edad. Se puede hacer en pareja, con amigos, en familia, en solitario o cuando se empiezan a peinar canas. Una de sus principales bazas es que la oferta de ocio con la que cuenta se adapta a todos los públicos. Los más pequeños tienen parques acuáticos como el imponente Aqualandia y el parque de atracciones de Terra Mítica, además de las opciones de animación infantil en cualquiera de los hoteles. Los jóvenes cuentan con una fiesta nocturna de primer nivel, mientras los más mayores pueden relajarse o bailar escuchando música en directo en numerosos establecimientos y complejos hoteleros. Y todo con la playa, que es algo que no entiende de edades.
Conocer sus alrededores
Benidorm brinda la opción de hacer alguna pequeña escapada a otras localidades y enclaves de la Costa Blanca muy interesantes. Un ejemplo es Villajoyosa, ubicada a sólo un cuarto de hora y que ofrece un colorido paisaje urbano y una sorpresa muy golosa en forma de chocolates gracias a la fábrica de Valor. Altea y sus casas encaladas y Calpe con su impertérrito peñón de Ifach son otras visitas interesantes. Además existen calas cerca de Benidorm que se distinguen por su tranquilidad y aguas cristalinas como la de Baladrar en Benissa, la de Penyal en Calpe y la de la Almadrava, en la propia ciudad de Benidorm. Además se puede hacer senderismo en el entorno del pico Puig Campana y practicar todo tipo de deportes acuáticos.