Es una de las ciudades más vivas e interesantes del Mediterráneo. Alicante tiene todos los alicientes para disfrutar de una escapada marinera en cualquier momento del año. Playas, gastronomía, ambiente nocturno, patrimonio… Los planes para exprimirla son interminables, pero uno de los más originales es descubrir Alicante navegando en un velero. Te contamos cómo hacerlo
La capital de la Costa Blanca es un destino de lo más completo para vivir una escapada con sabor Mediterráneo. Los numerosos planes que ofrece la ciudad y su entorno, unidos a las benévolas temperaturas que hay durante la mayor parte del año, hacen de Alicante un lugar muy interesante para pasar un fin de semana, un puente o unas vacaciones de varios días. De nuestras visitas a la ciudad alicantina recordamos con cariño los paseos por la fina arena de la playa del Postiguet y por su paseo marítimo. El ambiente nocturno del puerto. La dura subida al castillo de Santa Bárbara recompensada por las espectaculares vistas desde sus baterías. El bullicio de la Rambla de Méndez Núñez. Las aguas cristalinas de la playa de San Juan… Pero en esta ocasión, además de hablar de los clásicos que ver en Alicante, vamos a hablar de un plan muy original para descubrir la ciudad desde un punto de vista totalmente diferente.
Un paseo en velero, una forma original de conocer Alicante
En una ciudad eminentemente marinera como es la capital de la Costa Blanca no podían faltar los planes que tienen el Mediterráneo como epicentro. Y qué mejor forma que sacarle partido que alquilando un velero en Alicante para disfrutar de una experiencia única y muy original. Por precios que rondan los 300 euros por día se puede cumplir este sueño para navegar por el entorno de la ciudad y desplazarse a algunas de las playas más bonitas de la zona como la de Muchavista en el Campello, la de la isla de Tabarca frente al cabo de Santa Pola, las calas del Bol Nou y El Xarco en Villajoyosa o incluso a la siempre atractiva Benidorm.
Navegar en velero en Alicante es un capricho asequible para gozar en familia o con amigos. Hay que tener en cuenta que este tipo de embarcaciones tienen capacidad par hasta 12 personas con entre seis y ocho plazas para dormir. Asimismo, el alquiler se puede realizar tanto con patrón como sin él. Estos veleros poseen todo tipo de comodidades y los correspondientes seguros para vivir unas vacaciones diferentes y con total libertad.
Una de las ventajas de este plan es poder combinar la navegación con las visitas relajadas pisando sobre tierra firme. Una opción muy recomendable es contratar un ‘free tour’ en la ciudad de Alicante. Durante dos horas y media se realiza un recorrido muy completo por los principales puntos de interés de la capital de la Costa Blanca. La plaza del Ayuntamiento, la Explanada de España, las plazas del Portal de Elche y Gabriel Miró, la calle San Francisco, el palacio Salvetti, la concatedral de San Nicolás de Bari, el Museo de Arte Contemporáneo y la basílica de Santa María.
Una vez concluido el ‘free tour’, nada mejor como tomar un buen arroz con aroma mediterráneo. La Tasca del Barrio, en el casco antiguo, o Dársena, en el puerto deportivo, son dos buenas opciones para degustar el buque insignia de la gastronomía alicantina y valenciana en general.
Solo queda quemar las calorías ingeridas ascendiendo por los senderos del parque de la Ereta hasta lo más alto del monte Benantil donde se erige el imponente castillo árabe de Santa Bárbara. Levantado en el siglo IX, es sin duda el mirador más privilegiado de la ciudad. El mejor momento para visitarlo es al atardecer, y permanecer allí hasta que cae la noche para contemplar la silueta urbana de Alicante totalmente iluminada.
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