Ruta de los Tres Ríos (Sotoserrano. Sierra de Francia. Salamanca). Dificultad: Fácil. Distancia: 8,3 kilómetros (ruta circular). Duración: 3 horas aproximadamente
Salamanca tiene su propia Toscana. Esa que nos regala en un palmo de terreno cerezos, olivos, castaños, encinas y hasta melocotoneros. La misma que de esa rica tierra extrae, desde un vino que va ganando prestigio y terreno, pasando un aceite de oliva que no tiene nada que envidiar a los del sur y una cereza tan roja y dulce como las del Jerte. En una charla con un gran conocedor de Castilla y León como es Javier Pérez Andrés, insistía en ese concepto de la “Toscana salmantina” cuando hablaba de la Sierra de Francia. Aunque no tengamos una Siena o una Florencia en mitad de esas montañas frondosas, la naturaleza se entrevera con localidades de un encanto singular como Miranda del Castañar, Mogarraz, Sequeros, San Martín, La Alberca o Sotoserrano. Precisamente en esta última localidad tenemos una de esas rutas de senderismo en la Sierra de Francia que permiten llevarse una radiografía perfecta de la zona. Un itinerario circular, fácil y que se puede realizar en familia. Un paseo entre cerezos, olivos, vides, castaños, alisos y robles con tres ríos como testigo y un abrazo. Así, como lo oís. Un abrazo fraternal y sincero que se dan dos sierras, la de Francia y la de Béjar. Los dos buques insignia de la naturaleza salmantina junto a la Quilama y las Arribes. Esto es todo lo que ofrece la ruta de los Tres Ríos. No se puede pedir más.
Este itinerario ha sido señalizado recientemente por el ayuntamiento de Sotoserrano y pertenece a la Red de Senderos del Alagón en el que se incluyen el Camino de los Trasiegos, los Miradores de las Sierras y el de los Lagares Rupestres, entre otros. El mejor momento para realizarlo es coincidiendo con la floración del cerezo a finales del mes de abril, pero también es muy interesante en otoño por los colores que adquiere la zona. Es mejor evitarlo en verano, cuando las temperaturas son más altas ya que las zonas de sombra no son demasiadas.
La ruta tiene salida y llegada en la localidad de Sotoserrano, suma poco más de 8 kilómetros con un desnivel de 168 metros y se puede hacer cómodamente en dos horas y media.
Sotoserrano es uno de los motores económicos de la Sierra de Francia. Solo hay que ver sus fábricas de embutidos, cooperativas, casas rurales, restaurantes… Una localidad pujante que además posee un interesante casco histórico donde destacan la iglesia de la Asunción, la ermita del Humilladero y la plaza del Castillo.
Un florido campo de cerezos, arranque de la Ruta de los Tres Ríos
Para comenzar la ruta podemos dejar el coche en el aparcamiento que hay entre la carretera que conduce a Béjar y la que atraviesa toda la Sierra de Francia y llega hasta la provincia de Cáceres siguiendo el curso del río Alagón. Al ser una ruta circular se puede hacer en la dirección que se desee. Nosotros comenzamos a andar desde el aparcamiento hasta la ermita del Humilladero, donde podemos desviarnos a la izquierda junto a la fábrica de jamones El Charro para adentrarnos en un campo de cerezos. Nosotros hicimos la ruta a principios de mayo y la mayoría de árboles habían perdido su flor, pero en el momento de máximo apogeo de este proceso, la experiencia es inigualable. Un ejemplo de que no sólo en el Jerte hay cerezos y se obtienen imágenes bucólicas. También los hay en Las Hurdes cacereñas y, por supuesto, en la Sierra de Francia salmantina en localidades como Sotoserrano y Madroñal.
Aunque su momento álgido es la floración, el cerezo también se muestra vanidoso cuando aparece el fruto y también en otoño, cuando sus hojas empiezan a caer y nos obsequian con un abanico de tonalidades realmente hermosas.
Deshacemos lo andando para regresar junto a la carretera de Coria, por la que andaremos unos metros. Justo enfrente de la casa rural La Artesana tomamos el camino que aparece a nuestra izquierda. La ruta de los Tres Ríos se basa en senderos que ya existían por lo que nos encontraremos un cierto batiburrillo de señalizaciones. Todo el itinerario estará marcado con el distintivo verde de los Senderos del Alagón y el nombre de la ruta. Pero también nos toparemos con marcas blancas y amarillas de la senda cicloturista del río Alagón, y rojas y blancas del camino que va a Comenar de Montemayor. A pesar de todo, no hay confusión posible.
En esta primera parte del recorrido descendemos por un camino en el que estamos acompañados de cerezos, vides y olivos. La “Toscana salmantina” en su máxima expresión. En el momento en el que realizamos la ruta de los Tres Ríos el colorido del campo era delicioso. Amapolas, margaritas, retamas, lavandas… Un auténtico gusto para la vista y también para el olfato. A medida que nos acercamos al río Alagón las encinas van pidiendo paso. Hacemos un giro a la derecha para enfilar la bajada al cauce del primero de los ríos de la ruta. Ante nuestros ojos, el Alagón. El mismo que nace en Frades de la Sierra y desemboca en el Tajo en la localidad cacereña de Alcántara. El más largo sus afluentes. Un río que en esta zona de la provincia de Salamanca suele bajar con una asombrosa fuerza cuando las lluvias y la nieve le han alimentado como es debido. Su “fisionomía” recuerda en ocasiones al Sella. Un Alagón que además nos regala una de las estampas más bellas de toda la geografía española. El Meandro Melero. Situado en tierras salmatinas, aunque su mirador esté enclavado en la vecina Cáceres. Un monumento natural compartido por dos provincias hermanas.
La desembocadura del Cuerpo de Hombre en el Alagón
El sonido del río Alagón descendiendo poderoso es un auténtico espectáculo para los sentidos. Al igual que la vegetación de ribera que lo acompaña. Alisos y sauces conforman una imagen de postal que nos acompañará en los próximos pasos de esta ruta de los Tres Ríos de Sotoserrano. Para ello giraremos a la izquierda y caminaremos en paralelo al Alagón hasta llegar al momento álgido de la ruta. Al lugar del abrazo. El abrazo de las dos sierras, pero también el de dos ríos. Porque ante nuestro ojos podemos contemplar la desembocadura del río Cuerpo de Hombre en el Alagón. Perfectamente visible haciendo una T invertida. Después de nacer en la Sierra de Béjar a más de 2.000 metros de altitud, atravesar la propia ciudad textil y recorrer 50 kilómetros, el Cuerpo de Hombre dice adiós en este punto en las proximidades de Sotoserrano.
El espectáculo de la desembocadura se puede contemplar desde dos perspectivas. Una, la que nos ofrece la propia ruta de los Tres Ríos a pie de ribera. Y otra, desde el denominado mirador de las Juntas, al que se puede llegar en coche por la carretera que sale de Sotoserrano en dirección a su Puente Romano. En esta atalaya se puede estacionar el vehículo y disfrutar de la vista de la desembocadura y del viaducto. Un puente que en su día formó parte de la Vía de la Plata romana siguiendo la estela del río Alagón. Junto a este lugar se encuentra otro paraje muy singular para Sotoserrano, el Espolón. Se trata de un montículo que, según la tradición, acogió un poblado de alanos que lucharon contra los romanos. Algunas voces cuentan que enterraron allí una cabra de oro o de plata que más de uno, a lo largo de la historia, ha tratado de encontrar sin éxito.
El Francia, el último de los tres ríos
Precisamente la ruta remota desde la ribera hasta el Puente Romano, que dejaremos a nuestra derecha para continuar recto por una pista asfaltada que sigue en paralelo al Alagón. Por ella llegaremos hasta el camping Vega de Francia y hasta la piscina natural con la que cuenta Sotoserrano. Aunque más bien es una pequeña playa en el río Alagón, ideal para refrescarse en los meses de verano. Unos metros más delante de esta zona de baño tiene lugar la segunda desembocadura de la ruta y la vista del tercer río. Aunque no tan visible como la anterior, el río Francia dice adiós para ceder sus aguas al Alagón. Y lo hace después de nacer en la Peña de Francia y recorrer 25 kilómetros por el parque natural salmantino. Una auténtico tobogán con agua, ya que en su trayecto une el punto más alto del parque natural (1.725 metros) con el más bajo (522).
El río Francia nos acompañara en los próximos metros. Primero a nuestra derecha. Pegado a nosotros y arrullándonos con su sonido. Menos intenso que el del Alagón, pero también con fuerza. La del agua fría y cristalina esquivando rocas y vegetación. Pasaremos junto a un puente que dejaremos a nuestra derecha y no habrá que cruzar. Después, la ruta gira a la izquierda para comenzar la ascensión e ir divisando cada vez con más perspectiva el curso del río Francia antes de despedirnos definitivamente de él. Recuperamos a partir de este momento el paisaje de olivos y cerezos que nos acompañó al inicio.
Tomamos altura y eso nos proporciona unas excelentes vistas de la Sierra de Francia. Incluso la vista puede alcanzar a ver las cumbres nevadas de las sierras de Béjar y Candelario. A falta de kilómetro y medio para llegar a Sotoserrano y concluir la ruta de los Tres Ríos, enlazamos con una pista asfaltada, usada por los lugareños para acceder a sus huertos y pequeños terrenos de vides, olivos y cerezos. A pesar de que el asfalto pide paso, la belleza que nos rodea no disminuye. En este trayecto hay algunos bancos ideales para hacer un alto en el camino y, si se ha llevado merienda, dar buena cuenta de ella. “Ese año con lo que ha llovido ha crecido mucha maleza y hay mucho trabajo”, nos asegura un soteño que sale de su parcela repleta de olivos. Es la hora de comer y después de pasarse toda la mañana con la azada en la mano, es tiempo para descansar y reponer fuerzas.
Después de pasar junto a una horrenda casa en forma de castillo que están construyendo en las inmediaciones del pueblo, llegamos de nuevo a Sotoserrano. Nos perdemos por sus callejuelas serranas, visitamos la iglesia de la Asunción con su coqueto retablo para refugiarnos del sol y pasamos por su animada Plaza Mayor. Decimos hasta luego a la “Toscana salmantina” porque regresaremos una y mil veces. Mientras, nos quedamos con los aromas, colores y sonidos de esta ruta de los Tres Ríos que desborda vitalidad y fuerza.
Gracias, sois maravillosos. El aire vivificante de las sierras lleva poesía a vuestro entendimiento, y los caminos fortaleza a vuestro cuerpo. Os envidio y os admiro porque compartís vuestas rutas y vivencias. Yo viviendo lejos de mi querida Salamanca, que ahora comenzaís a descubrir por sus encantos, à muchos de nosotros nos queda lejana y vedada, por las multiples situaciones que crea una larga vida. Seguir siendo viajeros de lo maravilloso que tiene España y por extesión nuestro divino planeta.
Muchas gracias de todo corazón por tu comentario Augusto. Son unas palabra muy generosas y bellas que nos hacen seguir con ánimo para mostrar en el blog esos rincones maravillosos que tiene nuestra provincia de Salamanca. Si nuestros artículos logran acercarte a tu tierra, el objetivo está cumplido. Muchas gracias y un saludo.
Hola, me ha encantado el cariño con el que describes tu viaje. Me gustaría poderte añadir a un humilde blog que yo tengo de viajar con perro y un grupo de facebook. Se llama robindelosperros.org y hay un hotel donde nos trataron muy bien y lo comento y incluyo rutas de senderismo. Yo hice la de los tres rios hace mucho y viendo planos y descripciones en diferentes webs me ha encantado la tuya y me gustaría poner un link a tu blog para la gente que vaya.
un abrazo
Ignacio
Muchas gracias por tu comentario Ignacio. Sería un honor que pusieras un enlace en tu blog. Lo hemos estado viendo y hemos cogido algunas ideas para futuras rutas de senderismo. Así que a partir de ahora te seguiremos atentamente. La Ruta de los Tres Ríos nos gustó mucho y además es sencilla para hacer en familia. Gracias por visitarnos y un saludo.
Hola, nos gustaría hacer esta ruta y tengo q preguntarte si se puede hacer con silleta de bebe.Muchas gracias
Hola Carmen. Salvo un pequeño tramo junto al río Alagón que es por sendero, el resto de la ruta se hace por pistas en buen estado. Es cierto que una silla transitando todo el tiempo por caminos puede acabar un poco ‘tocada’ y lo ideal sería hacerla con un porteo. Pero no es un camino complicado. Saludos.
Es importante decir q con perro no se debería hacer, tiene pinos y están a tope de procesionar. Gracias
Gracias por tu información Sonia. Cuando nosotros la hicimos y en años posteriores no existía ese problema. De hecho conocemos varias personas que han ido con sus perros a hacer la ruta de los Tres Ríos y han tenido una fantástica experiencia. Pero sí actualmente hay procesionaria es bueno saberlo. Saludos.